A propósito de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
Al conjuro de una singular aspiración de acercamiento y comprensión que se ha abierto paso en los últimos años por encima de diferencias políticas, diversidad de realidades sociales y niveles de desarrollo, en América Latina y el Caribe comienzan a materializarse con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), como nunca antes, los anhelos de unidad de nuestros próceres, quienes desde hace siglos vislumbraron que pese a los múltiples obstáculos e intereses hegemónicos foráneos, la integración es posible.
A partir de lo logrado en el breve lapso de dos años, la segunda Cumbre de esta singular comunidad -que tendrá por escenario La Habana durante los días 28 y 29 del presente mes de enero- promete ser un encuentro cargado de enriquecidas ideas en favor del desarrollo económico y social de las naciones que la integran