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General: ¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: Marthola  (Mensaje original) Enviado: 26/02/2014 13:59

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?

El poder de un Estado se mide a la vez por su capacidad para defenderse y por su posibilidad de atacar en uno o varios frentes. Bajo esa óptica, Washington está tratando –por primera vez– de demostrar que es capaz de derrocar tres gobiernos simultáneamente: en Siria, en Ucrania y en Venezuela. Creyendo que, si lo logra, ningún gobierno tendrá ya posibilidades de hacerle frente.

| Damasco
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¿Y desde cuándo el imperialismo apoya revoluciones?
Imagen captada en la plaza Maidan, Kiev.
Washington, después de fracasar en 2011 en su intento de bombardear simultáneamente Libia y Siria, está tratando de hacer una nueva demostración de fuerza: organizar cambios de régimen en tres Estados al mismo tiempo y en diferentes regiones del mundo –en Siria (CentCom), Ucrania (EuCom) y Venezuela (SouthCom).

Para lograrlo, el presidente Obama ha movilizado prácticamente todo el equipo de su Consejo de Seguridad Nacional.

Primeramente, la consejera de seguridad nacional Susan Rice y la embajadora ante la ONU Samantha Power. Las dos son maestras en el uso de la jerga «democrática». Y durante años se han especializado en aconsejar la injerencia en los asuntos internos de otros Estados con el pretexto de prevenir genocidios. Sin embargo, y a pesar de sus generosos discursos, a ninguna de las dos les importan las vidas no estadounidenses, como lo demostró la señora Power en el momento de la crisis de las armas químicas en la Ghoutta de Damasco. La señora embajadora de Estados Unidos, quien sabía perfectamente que las autoridades sirias no habían cometido aquel acto, simplemente se fue a Europa para asistir con su esposo a un festival de cine dedicado a Charles Chaplin mientras que su gobierno denunciaba un crimen contra la humanidad atribuyéndolo al presidente Assad.

Están también los tres responsables por regiones: Philip Gordon (Medio Oriente y Norte de África), Karen Donfried (Europa y Eurasia) y Ricardo Zúñiga (Latinoamérica).

  • Phil Gordon (amigo personal y traductor del ex presidente francés Nicolas Sarkozy) organizó el sabotaje de la conferencia de paz Ginebra 2 hasta que la cuestión palestina se resuelva en función de lo que quiere Estados Unidos. Durante la segunda sesión de Ginebra 2, mientras que el secretario de Estado John Kerry hablaba de paz, Phil Gordon reunía en Washington a los jefes de los servicios secretos de Jordania, Qatar, Arabia Saudita y Turquía para preparar un enésimo ataque contra Siria. Estos conspiradores han reunido en Jordania un ejército de 13 000 hombres, de los que sólo 1 000 han recibido un breve entrenamiento militar para pilotear blindados y tomar Damasco. El problema es que esa columna corre el riesgo de ser destruida por el Ejército Árabe Sirio antes de alcanzar la capital siria. Pero sus padrinos no logran ponerse de acuerdo sobre la manera de defender esa fuerza sin equiparla con armamento antiaéreo, que pudiera ser utilizado después contra la aviación de Israel.
  • Karen Donfried es la ex oficial nacional de inteligencia a cargo de Europa. Dirigió durante mucho tiempo el German Marshall Fund en Berlín. Actualmente se dedica a manipular a la Unión Europea para enmascarar el intervencionismo de Washington en Ucrania. A pesar de la reciente revelación del contenido de una conversación telefónica de la embajadora estadounidense Victoria Nuland, la señora Donfried logró hacerles creer a los europeos que el objetivo de la oposición de Kiev era unirse a la Unión Europea y que estaban luchando por la democracia, cuando en realidad más de la mitad de los amotinados de la plaza Maidan son miembros de partidos nazis y agitan retratos de Stepan Bandera, quien colaboró con la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
  • Para terminar, Ricardo Zúñiga es nieto del Ricardo Zúñiga que presidió el Partido Nacional de Honduras y que organizó los golpes de Estado militares de 1963 y 1972 a favor del general López Arellano. El nuevo Zúñiga dirigió la estación de la CIA en La Habana, donde reclutó agentes y los financió para fabricar una oposición contra Fidel Castro. Y ahora moviliza a la extrema derecha trotskista en Venezuela para derrocar al presidente Nicolás Maduro acusándolo de stalinismo.

La parte mediática de estas operaciones está en manos de Dan Rhodes, el especialista en propaganda que se encargó en el pasado de escribir la versión oficial de lo sucedido el 11 de septiembre de 2001 redactando el informe de la comisión presidencial. En ese informe, Rhodes eliminó toda huella del golpe de Estado militar que se produjo aquel día (al presidente George W. Bush se le retiró el poder sobre las 10 de la mañana y no se le devolvió hasta la noche, todo su gabinete y los miembros del Congreso fueron confinados en búnkeres, supuestamente para «garantizar su seguridad») para que sólo quedara el recuerdo de los atentados.

En las operaciones organizadas contra Siria, Ucrania y Venezuela, la narrativa estadounidense reposa exactamente sobre los mismos principios: acusar a los gobiernos de matar a sus propios ciudadanos, calificar a los opositores de «democráticos», adoptar sanciones contra los «asesinos» y, en definitiva, concretar un golpe de Estado.

El movimiento comienza siempre con una manifestación en la que mueren opositores pacíficos y ambos bandos se acusan mutuamente de los hechos de violencia. En realidad, fuerzas especiales o elementos a las órdenes de Estados Unidos o de la OTAN, convenientemente ubicados, disparan a la vez contra la multitud y contra la policía. Así sucedió en Deraa (Siria) en 2011, al igual que en Kiev (Ucrania) y en Caracas (Venezuela) en los últimos días. En el caso de Venezuela, las autopsias practicadas demuestran que 2 víctimas –un manifestante de la oposición y otro favorable al gobierno– fueron baleadas con la misma arma.

Calificar a los opositores de «democráticos» es un simple juego de retórica. En Siria, se trata de takfiristas financiados por la peor dictadura del planeta: la de Arabia Saudita. En Ucrania, son unos cuantos proeuropeos sinceros rodeados de un montón de nazis. En Venezuela, son jóvenes trotskistas de familias acomodadas respaldados por milicias a sueldo de dueños de empresas. Y en todos los casos aparece el seudo opositor estadounidense John McCain para proclamar su solidaridad con los opositores locales, sean verdaderos o falsos.

Del apoyo a los opositores se encarga la National Endowment for Democracy (NED). La NED es una agencia gubernamental estadounidense que se presenta como una ONG financiada por el Congreso de Estados Unidos. La realidad es que la NED fue creada por el presidente Ronald Reagan, en asociación con Canadá, Gran Bretaña y Australia. La dirigen el neoconservador Carl Gershman y Barbara Haig, la hija del general Alexander Haig (ex comandante supremo de la OTAN y posteriormente secretario de Estado bajo la administración Reagan). Es precisamente la NED –en realidad el Departamento de Estado– quien moviliza al senador «de oposición» John McCain.

En este dispositivo no podía faltar la Albert Einstein Institution, «ONG» financiada por la OTAN. Creada por Gene Sharp en 1983, la NED formó agitadores profesionales a través del CANVAS [1] –en Serbia – y de la Academy of Change –en Qatar.

En todos los casos, Susan Rice y Samantha Power adoptan invariablemente la misma pose de justa indignación antes de dictar la adopción de sanciones –a las que rápidamente se suma la Unión Europea– cuando en realidad son ellas mismas quienes se dedican a orquestar previamente los actos de violencia.

Queda entonces por llegar a concretar los golpes de Estados, lo que no siempre funciona.

Así trata Washington de demostrarle al mundo que sigue siendo el amo. Para garantizar los resultados, emprendió las operaciones en Ucrania y en Venezuela mientras se desarrollaban los Juegos de Sochi. Así garantizaba que Rusia no tomara medidas de respuesta, con tal de evitar que algún atentado de los terroristas islamistas le echara a perder la fiesta olímpica.

Pero los Juegos de Sochi terminaron este fin de semana. Y ahora le toca jugar a Moscú.

Thierry Meyssan



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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: Margarita Enviado: 26/02/2014 14:54
En mi opinión, no puede pero tampoco exactamente quiere.
 
Me explico: Washington siempre quiere ver gobiernos afines o manipulables en el mundo, eso está claro, pero veamos esos tres casos.
 
En el caso de Siria en un principio sin duda querían derrocar a Assad y montaron un ejército supuestamente "rebelde", armado, financiado y apoyado ideológicamente con pretextos "democráticos". En realidad eran fanáticos islamistas (aunque en este caso no amigos de Irán por estar aliados con Yanquilandia), con presencia de Al Qaeda, y parece que la OTAN, con los yanquis a la cabeza, metieron el freno y ya la cosa no está tan clara. No quisieran que la cosa se les fuera de las manos como ocurrió con los talibanes en Afganistán.
 
En el caso ucraniano, se trata de rivalidad estratégica con Rusia, no con el comunismo sino con la Rusia de Putín. Rivalidades intercapitalistas, pero el movimiento que en el país ha derrocado -parece- a Yanukovich me parece que es un movimiento popular innegable. No una revolución, porque una cosa es un cambio de régimen y otra cosa es una revolución, no son lo mismo. En la época de pleno capitalismo las únicas revoluciones posibles son las que conducen al socialismo o tienen al menos esa intención. Derrocamiento de un régimen, sea por golpe de estado o por movimiento popular, no es lo mismo que revolución, la revolución es algo mucho más profundo. Veremos cómo evoluciona la situación en Ucrania, pero me temo que sea pro-rusos contra pro-occidentales, nada más. Ojalá fuera verdadera revolución, y si fuera así no estarían apoyados ni por yanquis y Unión Europea ni por los rusos putinianos.
 
Venezuela es diferente. Allí hay un proceso interesante que podría conducir al socialismo -ahora no lo hay-, y sin duda Yanquilandia, la CIA, la Casa Blanca y la madre que los parió están más que interesados en que se acabe el proceso de cambio para volver a los tiempos del "caracazo", Carlos Andrés Pérez, represión, pseudodemocracia y miseria para muchos, con la oligarquía forrándose. Esa oligarquía, aliada a Yanquilandia, es la que quiere acabar con todo y desestabilizar la situación en el país. Sin embargo, creo que lo van a tener crudo para conseguir dominar la situación y encarrilarla según sus intereses. Porque en Venezuela, a diferencia de Chile, el gobierno tiene mucha más fuerza entre el pueblo y es un gobierno que ha sabido moverse de la manera adecuada para controlar las tendencias fascistas en las fuerzas armadas.
 
Yo creo que la política imperial de EEUU está actualmente a la baja después de los fracasos recientes de Irak y Afganistán, donde están lejos de haber ganado la guerra a pesar de haber ocupado el terreno, porque la situación allí es incontrolable, y después del fracaso en los años 60-70 en la península de Indochina. Y su última tropelía "triunfante", el caso de Libia, donde no se atrevieron a intervenir directamente, y que intentaban repetir en Siria, está lejos de ser un caso controlado.
 
En todos esos casos, si exceptuamos Venezuela, los movimientos revolucionarios, es decir, anticapitalistas, brillan por su ausencia.
 
 
 
 

Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Marthola Enviado: 26/02/2014 19:14
Bien tu análisis Marga.
En todos los tres países hay intervención de Washington no caben dudas.
A mi parecer pasa por algo muy sencillo también y es que el mundo observa las jugadas de todos los imperios como si fuese un partido de ajedrez y que la crisis del capitalismo ha tocado a intocables en otras época como a países de la UE, ya no va todo tan bien con el maldito capitalismo super instalado.
Igualmente la termonilogía usada por Thierry Meyssan en su artículo al referirse a los jóvenes trotskistas no me cae simpática, habría que ver cuanto de culturización acarrea por como la usa, ya queTrotski fue un gran analista de la realidad política en su época, además de un estratega revolucionario obvio.
Saludos!

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: Marthola Enviado: 26/02/2014 19:28
 Digo:
 
En los tres países hay intervención de Washington no caben dudas.

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Quico º Enviado: 26/02/2014 23:26
Rivalidades intercapitalistas, pero el movimiento que en el país ha derrocado -parece- a Yanukovich me parece que es un movimiento popular innegable.

Es por supuesto popular, eso es indiscutible, lo que no significa que sea progresista, puesto que quién lo controla son los neofascistas. En Ucrania aun está lejos de haberse leído la última página.

Que Thierry Meyssan no tenga simpatías por el trotskismo es una realidad pero eso no invalida el conjunto de su Art. Y por supuesto no es lo que dices.

Tampoco yo creo que la respuesta a tu pregunta, Marthola, pueda ser afirmativa. Ucrcrania, como digo más arriba, allí aun no está dicha la última palabra y puede acarrear sorpresas; no creo que la llegue a dominar el imperio yankee y en todo caso Rusia no permitirá una Ucrania tal y como está en estos momentos; tiene muchos intereses en ese país.

En Siria, Rusia y China tienen mucho que perder y no van a dejar que eeuu pueda vencerla aunque sea a traves de países intermedios y menos con Francia que lucha por su parte de botín.

En cuanto a Venezuela, con la correlación de fuerzas actuales en América latina, exceptuando a Colombia, ningún otro país vería con buenos ojos el derrocamiento del gobierno chavista, aunque fuese sustituido por un venezolano; la Unasur cambia totalmente el panorama político al que teníamos hace aun muy poco.


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