Una cruzada en favor de los derechos humanos

 Associated Press 
 BUENOS AIRES

 Hebe de Bonafini, presidenta de la rama radicalizada de las Madres de Plaza de Mayo, cosechó ayer ataques de diversos sectores, al descalificar a un periodista que la 
 criticó por su condición de judío.

 En declaraciones que publica el semanario 3 Puntos, Bonafini dijo que Horacio Verbitsky, columnista del matutino Página/12 y titular de un organismo defensor de los 
 derechos humanos, ``es un sirviente de Estados Unidos. Recibe un sueldo de la Fundación Ford y, además de ser judío, es totalmente pronorteamericano'.

 Consultado, Verbitsky se limitó a decir que ``es una declaración lamentable e inaudita'.

 Verbitsky desató una polémica en los medios de izquierda al criticar en Página/12, en un artículo que tituló La alegría de la muerte, declaraciones de la señora Bonafini 
 elogiosas de Osama bin Laden, a quien definió como ``un revolucionario'.

 Bonafini había expresado su satisfacción por los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, afirmando que Estados Unidos había ``tenido 
 su merecido por su historial de agresiones contra los países del Tercer Mundo'.

 El diputado socialista Alfredo Bravo, vicepresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), dijo que ``en mi condición de viejo militante por la 
 vida, las declaraciones de la señora Bonafini me parecen una barbaridad y una aberración'.

 ``Ultrajan todo sentido humano que ella afirma defender y son una aberración porque parece adherir a los mismos métodos que aplicó la dictadura militar, que hizo 
 desaparecer a dos de sus hijos'.

 Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980 y titular del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), declaró que ``no puedo aceptar lo que dice Hebe de Bonafini. Desde 
 ningún punto de vista se puede justificar un atentado o el terrorismo'.