UN 26 CON MAS PENAS QUE GLORIA,,,,,,, - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

Foto: Juvenal Balán

Artemisa en 26. Foto: Juvenal Balán

Foto: Juvenal Balán

Los actores Jorge Ryan y Edenis Sánchez, declamaron el poema “Artemisa”, compuesto por Jesús Orta Ruiz, “El Indio Naborí” Foto: Morejón, Roberto

Foto: Juvenal Balán

Con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, se desarrolló este sábado en Artemisa el acto de conmemoración por el aniversario 61 de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Protagonistas de aquella gesta, expedicionarios del yate Granma, combatientes de la lucha clandestina y de diferentes etapas de la revolución cubana; se unieron a altos dirigentes del Partido y el Gobierno —del país y la provincia—, invitados, y los ocho mil artemiseños en representación del pueblo, para la celebración.

Desde el Mausoleo artemiseño de los Héroes y Mártires de la Patria, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, recordó en las palabras centrales del acto los históricos hechos acontecidos hace 61 años.

En aquella fecha histórica, comentó, la mayoría de los compañeros que se agruparon en la célula clandestina apenas sobrepasaba los 20 años. Éramos jóvenes que soñábamos transformar la triste realidad de la Cuba de entonces, apuntó

“La República no tenía nada que ver con la soñada por Martí y Maceo, y desde hacía más de un año un dictador había borrado los últimos vestigios de la democracia representativa”, acotó.

Al referirse a las condiciones que imperaban entonces, el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros significó el alto grado de analfabetismo y desempleo, la esperanza de vida por debajo de los 60 años, y la posesión extranjera de la banca, los mayores centrales azucareros, las principales industrias y tierras.

Hoy la mayoría de los cubanos solo conoce datos por referencia y no por vivencia propia, dijo, por eso no esta de más recordarlos. El 26 no fue triunfo de las armas, fue una victoria de la moral y la dignidad, la chispa que encendió el motor para alcanzar la verdadera y definitiva independencia, afirmó.

Valdés Menéndez también recordó algunos obstáculos por los que ha debido transitar la Revolución, como las agresiones del gobierno de los Estados Unidos y la caída del campo socialista. En ese sentido expresó que el mismo espíritu del 26 de Julio de 1953 es el que mueve a las generaciones actuales, las cuales han demostrado su compromiso por perfeccionar el país y preservar las conquistas alcanzadas. “Aquí, como en el resto del país, siempre será 26”, aseveró.