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General: Los malditos Buitres ya están aquí, entre nosotros.
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| De: Gran Papiyo (message original) |
Envoyé: 16/08/2014 20:59 |
AGUANTE ARGENTINA ! ! ! ! ! !
NI UN PASO ATRAS ! ! ! ! ! !
Sábado, 16 de agosto de 2014
PANORAMA POLITICO
Ya están aquí
Por Luis Bruschtein
Paul Singer, titular del fondo buitre NML.
Escenario de Oesterheld, la batalla es en Buenos Aires. Están adentro, con solicitadas, declaraciones, cierre de empresas, denuncias truchas, buscando aliados, grietas, desgastando. Quieren cobrar, quieren hacer volver a la Argentina al negocio ruinoso de la deuda. Hubo un fallo atravesado en Estados Unidos que los favoreció. Después el mismo juez les hizo otro regalo para bloquear en Nueva York los pagos de la deuda reestructurada. Esos triunfos les costaron una fortuna en lobbies y voluntades compradas. Pero aun así, no pueden cobrar. El gobierno argentino se resiste a pagar porque no puede contravenir sus propias leyes.
Entonces el teatro de operaciones cambió. Ahora el obstáculo está acá, en el Gobierno, que ha logrado consenso internacional para amortiguar las repercusiones del no pago, y también les resulta molesto que el tema se haya instalado en la agenda de la sociedad y no haya quedado restringido, como antes, al círculo áulico de los economistas que quieren romper la reestructuración soberana para volver al sobreendeudamiento. Círculo que ha provisto históricamente de ministros de Economía a la mayoría de los gobiernos civiles y a todos los gobiernos militares.
La presión se empezó a sentir, se expresó en forma explícita en una solicitada que publicaron los diarios La Nación y Clarín, pero también establecieron vasos comunicantes con posiciones locales que tienen los mismos intereses. El fondo Aurelius, socio de NML de Elliott Management en el juzgado neoyorquino de Thomas Griesa, fue amenazante: “Ahora viene lo peor para Argentina”.
La frase de Aurelius tiene reverberancias para el hombre de la calle. Suena a 2001, amenaza con la híper, derrumbe de empresas y fuentes de trabajo. Aunque crean inquietud, la paradoja es que esas catástrofes se produjeron cuando se les hizo caso a los fondos o sus equivalentes –llámense organismos financieros internacionales o ministros neoliberales– que aconsejaban endeudarse sin límite, y no como ahora, que se tomó un camino diferente. Si ese camino se hubiera seguido antes los argentinos ni sabríamos que existen Aurelius ni NML Elliott.
En un contexto económico internacional difícil, Argentina se resistió a pagar en los términos de los fondos buitre. La tierra no tembló, no hubo sobresaltos extraordinarios del dólar ni del MerVal. El infierno anunciado no se produjo. Pero los medios opositores hicieron su trabajo. Exageraron el cierre de locales y empresas y asustaron con altos y repentinos niveles de desempleo. En realidad, el consumo se mantiene, no existe la epidemia de locales cerrados ni hay un aumento del desempleo. El Ministerio de Trabajo dijo que el nivel de conflictividad es igual o menor al de 2012 y 2013.
Pero en medio de las solicitadas y las amenazas de los fondos buitre y de la campaña subterránea de los medios opositores, la imprenta industrial Donnelley, una de las más importantes, anunció la quiebra y que dejaba en la calle a más de 400 trabajadores. El jueves, Cristina Kirchner explicó que el Gobierno denunciará a la empresa por quiebra fraudulenta “porque el cierre de la empresa sólo busca generar temor”. En su directorio tiene un lugar relevante el fondo Blackrock, que sustituyó a NML Elliott en las posiciones que dejó cuando empezó sus hostilidades contra Argentina. Declaró una quiebra a pesar de tener ganancias millonarias y logró hacerlo en tiempo record. La pidió un viernes y se la dieron el lunes.
Todas las economías centrales están paradas. En algunas se detuvo el crecimiento, en otras, como Alemania y Japón se achicó el PBI. Brasil se ralentó y la economía argentina resiente esos coletazos. Pero las dificultades provienen de esta crisis mundial y no de las amenazas de los fondos buitre. La industria automotriz tiene problemas, pero la industria gráfica no ha sido afectada. La problemática de la autopartista Lear no tiene nada que ver con la de Donnelley. Son dos conflictos. Pero han sido los dos utilizados para pintar un escenario de despidos generalizados que no existe.
Cada vez que hay una solicitada de los fondos buitre, aparecen declaraciones del mendocino Claudio Loser, ex directivo del FMI y uno de los arquitectos del festival del endeudamiento argentino en los ’90. Loser dice que está de acuerdo con los reclamos de los fondos buitre porque “le preocupan los argentinos de su patria chica”. Los mendocinos lo declararon persona no grata. Y ahora, después de la segunda solicitada buitre, volvió a aparecer defendiendo los argumentos usurarios. Dice que lo hace porque cree en eso. Nadie se lo podrá negar, pero Loser, igual que Robert Shapiro y Nancy Soderberg, que suelen firmar las solicitadas como las caras públicas del Grupo de Tareas para Argentina pagado por el grupo NML Elliott, son dueños en Wa-shington de consultoras sobre asuntos económicos internacionales. No son militantes, cobran por sus servicios.
Los fondos buitre nunca mostraron la menor señal para negociar en condiciones que a la Argentina le permitan pagarles sin romper la cláusula RUFO, es decir, que no rompa sus propias leyes. Pese a esa evidencia Federico Sturzenegger, otro de los responsables de la economía de demolición de los ’90, tomó los argumentos de los fondos buitre y responsabilizó al Gobierno de no querer negociar. Otros economistas del establishment financiero como José Luis Espert y Carlos Melconian salieron a defender los argumentos de NML Elliott: Argentina tiene que pagar sin hacerle caso a la cláusula RUFO; el Gobierno es el que no quiere negociar; y no importa si pagó o no, Argentina para ellos está en default y por lo tanto tiene que ser castigada por los mercados. Fue una ofensiva mediática de los economistas ortodoxos en sintonía con la ofensiva de los fondos buitre, al mismo tiempo, con los mismos argumentos y las mismas advertencias y amenazas.
Y otra coincidencia, al mismo tiempo, los mismos nombres, el mismo procedimiento, la misma denuncia. Paul Singer, el dueño de Elliott Management, que maneja el fondo NML ya consiguió que un juez distrital de Nueva York, Thomas Griesa, fallara a su favor, en contra de todos los antecedentes legales de reestructuración de deuda soberana. Ahora buscó otro juez favorable, Cam Ferenbach en el distrito de Las Vegas, y presentó una investigación realizada en Argentina por el polémico fiscal José María Campagnoli. Es una investigación que no prueba nada y que ni siquiera tiene imputados, son todas suposiciones que establecen vinculaciones supuestas entre 125 empresas, que supuestamente serían de Lázaro Báez, quien supuestamente habría lavado 65 millones de dólares, que supuestamente vendrían de la corrupción kirchnerista, que supuestamente pertenecerían en realidad a la familia Kirchner.
No hay nada comprobado en esa investigación que se originó en el Grupo Clarín y de allí la tomó Campagnoli y ahora la toma el fondo buitre. Para lo único que sirven esas disquisiciones hasta ahora es para hacer ruido mediático con fines políticos. Campagnoli ni siquiera se ha acercado a comprobar que esas empresas pertenecen a Báez. Pero en la causa contra el gobierno argentino la Justicia norteamericana no puede embargar bienes personales. Ni siquiera podría hacerlo si pertenecieran efectivamente al empresario. Tendría que demostrar que el dinero pertenece a la familia Kirchner y que proviene de la corrupción pública. Pero, además, según esa versión, los fondos ya estarían de vuelta en Argentina, o sea que a Singer no le interesa recuperar 65 millones de dólares sino debilitar y desprestigiar al gobierno argentino. Finalmente, hay coincidencia de métodos, intereses y personajes con los fondos buitre.
Lo que estaría rayano en la corrupción es que a pedido de un fondo millonario, un juez de Nevada se haga cargo de una investigación que ni siquiera tiene imputados. El juez Ferenbach sólo pidió información sobre estas empresas fantasma. No puede hacer más. No tiene ninguna importancia jurídica más que la sospechosa asociación del juez con la organización de Singer. Pero sirve para armar escándalo mediático. La versión mediática salió de Clarín, la tomó Campagnoli, volvió a Clarín, la tomó el fondo buitre y volvió a Clarín como parte de la campaña de los fondos buitre contra el gobierno argentino para lograr que rompa la reestructuración de la deuda y el país quede nuevamente atado de pies y manos.
En el resto del planeta, los fondos buitre tienen mala prensa. Como la usura, constituyen un aspecto extremo del capitalismo que está mal visto incluso por los mismos capitalistas. Si todas las empresas actuaran con la misma voracidad, el capitalismo tendría las horas contadas, se acabarían los negocios. Argentina debe ser uno de los pocos lugares del mundo donde economistas supuestamente serios hablan de “los reclamos legítimos” de los fondos buitre. Es porque los buitres ya están aquí.
Los Buitres ya están aquí, y los vamos a "atender" como se merecen.  
Los vamos a "atender" tanto a ellos que vienen de afuera, como a los cipayos de adentro.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS  
(Gran Papiyo) |
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YO CREO QUE TARDASTES MUCHO EN DARTE CUENTA QUE LOS BUITRES ESTABAN ENTRE USTEDES,ADEMAS TE EQUIVOCAS EN IDENTIFICARLOS , LOS VERDADEWROS BUITRES CONVIVEN CON USTEDES DESDE LA EMBAJADA CUBANA ,,,,,AHI ESTAN LOS VERDADEROS BANDIDOS ,LOS SEGUROSOS QUE VIGILAN HASTA LA INTIMA QUE SE PONE LA CRISTINA,,,,,,,
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No boludómetro.
Los que nos vigilan a todos son los de la Embajada yanqui.
No te enteraste todavía ?????
Aún seguís viviendo en tu nube exclusiva de pedos ?????
SALUDOS REVOLUCIONARIOS  
(Gran Papiyo) |
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Por Carlos M. Reymundo Roberts | LA NACION
Cualquiera que haya sido instruido por La Cámpora lo sabe muy bien: lo importante es identificar el enemigo. Una vez que lo hiciste, lo demás, es decir, su destrucción, viene por añadidura. Básico como soy, una vez, en medio de una sesión de adoctrinamiento, pregunté qué íbamos a hacer cuando no quedara ninguno. "Buscarnos otros, gil. Una revolución siempre necesita enemigos."
Ahora, el mandato bajó claro. Hay que detectar a los buitres internos. "Son los peores", nos advirtieron. Puse manos a la obra, y con horror pronto llegué a la conclusión de que, efectivamente, la Argentina se está llenando de esa gente execrable. Pero además de ser muchos, son poderosos y están muy activos. Y así como nosotros tenemos el lema "Patria o buitres", el de ellos es abominable y perturbador: "Buitres o buitres".
Para entendernos, el buitrismo es un movimiento con sede en el despacho de Griesa y ramificaciones en todo el país, al que se propone esquilmar, someter. Cuando Cristina y Kicillof se plantaron bajo el grito de "no pasarán", células hasta entonces sumergidas salieron a la luz. Nos invadieron. Descubrirlas es fácil: el que no está con nosotros, está con ellos. El que nos pega, está a sueldo de ellos. El que quiere que les paguemos, es uno de ellos. ¿ Zannini organizó la colecta con los bancos para comprar la deuda? Se convirtió en sospechoso. ¿ Fábrega pasó la gorra y logró juntar buena guita? Sospechoso. ¿Cristina fue la que autorizó esa movida? Sospechaba de los dos y les hizo pisar el palito. Por Dios, qué jugadora.
A la cabeza del proceso está, cuándo no, la Iglesia, que puso el grito en el cielo por la ola de despidos. Capitanich , un vocero de verbo inescrutable e ideas sofisticadamente confusas, esta vez contestó muy bien: les dijo a los obispos que en vez de meterse con el desempleo hablaran de los fondos buitre . Fue una forma de desenmascarar a los curas, que no criticaron a los buitres sencillamente porque son buitres vestidos de negro. De paso, que se entere el país: los que nos critiquen tendrán que enfrentar la misma acusación. Toda crítica será tomada como un servicio al buitrismo y un atentado contra la patria. ¡Gran idea, Capitanich! Quiero decir: gran idea para ser de Capitanich.
Además, ¿no les parece raro que de buenas a primeras haya tantos despidos en la industria, los servicios, el comercio? Lo de los autos, un sector que venía con mucho dinamismo y de pronto se paró, es muy extraño. Algunos le echan la culpa a no sé qué impuesto. Mentira. Es evidente que Griesa dio la orden: "Nada de salir a comprar 0 kilómetro, ¿OK?" Voraz exterminador, también está detrás del cierre de miles de locales en todo el país. Y de fábricas. De la suba del dólar. De la crisis del sector inmobiliario. Del déficit fiscal. De la debacle energética. De la inflación. De la recesión. De los paros. La verdad, tenemos que estar atentos porque este tipo es un insaciable. Si no hacemos algo, nuestro lema ya no será "Patria o buitres", sino "Buitres o lo que queda de la patria".
El martes, Cristina fue a Paraguay a cobrar los 6000 millones de dólares que nos deben de Yacyretá. Pero se reunió durante dos horas con el presidente Cartes y no pudo arrancarle un mango. Nadie me saca de la cabeza que Cartes es buitre (aunque lo intentó disimular cuando, según me dicen, acusó de buitre a Kicillof por la forma desalmada en que negoció el monto y el plan de pago). Esta semana protestaron AEA, la Rural, la UIA y los bancos. Todos buitres. La CGT de Moyano reclama cambios en Ganancias . Buitres. La CGT oficialista también. Buitres. Hicieron paro los sindicatos de empleados de cine y no se pudo estrenar Relatos salvajes. Buitres. Buitres salvajes. Arrecian las muertes por la inseguridad . Buitres asesinos. Quebró la imprenta Donnelley y dejó a 400 operarios en la calle. Buitres terroristas. Los jueces comprometen cada vez más a Boudou . Buitres disfrazados de justicieros. Un fiscal duda de que a la novia de Boudou le hayan robado las computadoras. Buitre. Buitre perspicaz, admito. Las empresas de medicina prepaga reclaman un aumento de 9%. Buitres de guante blanco. Cae la siembra de maíz por tercer año consecutivo. Buitres de campo. Se multiplican los cortes de calles y piquetes. Buitres de ciudad. Hubo demoras y cancelaciones en Aeroparque. Buitres de alto vuelo. Le robaron 500.000 pesos de la recaudación a "la Mona" Jiménez. Buitres de cuarta (o cuarteteros).
Ya ven, la ofensiva no se detiene. También nos golpean afuera. En Nevada consiguieron avanzar en su intento de quedarse con 123 sociedades de Lázaro Báez sospechadas de lavar dinero. Tienen que ser muy audaces para tratar así al socio de Cristina.
Por eso, mi reporte a La Cámpora fue contundente. Caractericé al enemigo que tenemos enquistado como una hidra de mil cabezas, capaz, al mismo tiempo, de parar la producción, aumentar los precios, agitar los mercados, hacer caer el consumo, infiltrar las instituciones, sembrar la desconfianza, espantar a los inversores, perturbar los ánimos, dividir a los argentinos. Una hidra locuaz y poderosa, poderosísima. Una reina rodeada de súbditos. Con una ambición sin límite. Que hasta admite que va por todo.
No sé qué paso, de quién pensaron que estaba hablando, pero después de leer un par de veces mi descripción del enemigo, me echaron..
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De: albi |
Envoyé: 17/08/2014 21:43 |
EL PAIS
Madura el lock out
El cierre intempestivo de Donnelley. Silencio de la empresa, números raros. Movidas posibles para mantener la fuente de trabajo. El sindicato, los delegados, el Gobierno. Acciones legales en danza. Los juzgados comerciales, quién juega de local. Tareas y desafíos para dos jueces. Algo sobre capitalismo y delito.
Por Mario Wainfeld
Según informa la versión local de su sitio corporativo, “RR Donnelley, líder mundial de la industria gráfica, fue creada en 1864, en Chicago, Estados Unidos, contando en la actualidad con más de 55.000 empleados en todo el mundo... (Y está) presente en el mercado argentino desde 1992”. Su planta en Garín, cabe agregar, da trabajo a más de 400 personas. Fue cerrada intempestivamente el lunes pasado, antes de que se declarara oficialmente su quiebra, por propio pedido. La diferencia se mide en horas, lo que no le resta ilegalidad ni prepotencia ni significación a la jugada.
La situación apesta a lock out, esto es, a medida de fuerza inconsulta y unilateral de la empresa. Se subraya la expresión “lock out” porque parece estar prohibida por los manuales de estilo de la mayoría de los dirigentes opositores y de la prensa hegemónica.
La actual ley de quiebras (apodada “Ley Cavallo”, adivinad por qué) es muy benigna con los pedidos formuladas por el propio deudor. Exige, claro, una serie de requisitos formales que cualquier gran empresa puede preparar con tiempo. Los tribunales comerciales, mayoritariamente, son más benignos que las normas, corpos friendly. Los grandes estudios entran a esa cancha en condición de locales, sin tribuna visitante. El estudio Marval-O’Farrell- Mairal representa a la multinacional y conoce esa cancha al dedillo.
Los laburantes tomaron la planta en defensa de sus derechos. Hay en ella materia prima para seguir produciendo con normalidad durante semanas, solo para empezar. Abundan pedidos en trámite para cumplir y facturar. Según información conseguida por los laburantes y que el Gobierno considera veraz, Donnelley tiene, por lo menos, nueve millones de pesos en cuenta corriente, disponibles. Los salarios de julio se pagaron el 5 de agosto, los de este mes (a ojímetro, alrededor de 6 millones de pesos) podrían cubrirse con ese dinero disponible, si el juez comercial Gerardo Santicchia lo ordena.
El Gobierno decidió intervenir en varios frentes. La AFIP pidió que se revoque el decreto de quiebra en la Justicia comercial. Y presentó una querella penal por delitos económicos, que quedó radicada ante el juzgado federal de Daniel Rafecas, quien regresará de una licencia el martes. El principal objetivo del Gobierno, al que esas movidas pueden ayudar, es mantener activa a la empresa y conservar las fuentes de trabajo.
El juez Santicchia debe resolver cuanto antes sobre la continuidad y los pasos a seguir.
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Números y continuidades: Para la praxis patronal que analizamos, la quiebra no es una tragedia dolorosa que duele o abochorna al empresario, como en alguna bella novela de Honorato de Balzac. Su régimen, el real y tangible, la facilita y la instala como un rebusque más. La ley fija recaudos, sin embargo. El primero es la “cesación de pagos”: quien pide su bancarrota debe estar imposibilitado de cumplir sus obligaciones. Un mal trance financiero no la habilitaría, menos aún la perspectiva de un futuro difícil. Quebrar dista de ser un recurso entre otros, es una salida extrema.
En la legislación argentina, una empresa puede llegar a cerrar y despedir a sus empleados, pagándoles las condignas indemnizaciones. La estabilidad laboral es pues, impropia o parcial.
Donnelley no expone sus razones en público ni la prensa independiente la acosa clamando “queremos preguntar”. Es otra faceta, digamos lateral, de su conducta disruptiva y antidemocrática. La empresa aduce crecientes pérdidas irremontables, según se filtra de su presentación comercial. Sin embargo, según los trabajadores, produce mucho y tiene clientes importantes que le siguen pagando. Según la AFIP, el activo de la empresa es de 180 millones de pesos, superando a un pasivo de 140 millones. Los pagos de la plantilla, se dijo, están al día. Y la deuda fiscal, para el giro de la multi, es llamativamente bajo: cien mil pesos.
Claro que si la papelería está en regla y la empresa alega cesación de pagos, el juez debe dar curso rápidamente al pedido. Quien lee podría preguntarse si no correspondería que un magistrado, pensando en la justicia y la equidad, deba hacer averiguaciones por afuera del expediente. Ir a la planta, hablar con la gente, pisar un poquito el barro. La respuesta, decepcionante aunque previsible, es que no tiene obligación de hacerlo. El Poder Judicial, de ordinario, persigue la certeza. De ahí que sea tan inadecuado llamarlo “Justicia”, que debe buscarse en otros parajes y estrados.
Santicchia obró de modo legal, que no equivale a justo al conceder la quiebra de volea. Si fuera un juez atento debería honrar pronto otras de sus prerrogativas y obligaciones.
La quiebra “desapodera” al deudor; es decir, éste queda privado del manejo de su patrimonio, que pasa a ser “prenda común” de los acreedores. Desde la declaración, la dirección queda a cargo del juzgado y del síndico que éste designa.
El artículo 189 de la Ley de Concursos y Quiebras (LCQ), actualizado en el año 2011, prescribe que el síndico (o Su Señoría, si hay premura) puede continuar la explotación de la empresa. Ese rumbo puede elegirse si lo reclaman las dos terceras partes de los trabajadores, organizados en cooperativa, aunque fuera en formación.
De nuevo, ésa es la mayor urgencia social y debería regir en el expediente. Es imperioso que se resuelva en cuestión de días, el paso de tiempo complica la situación en el mundo real.
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Gremios, delegados, salidas posibles: El sindicato del sector es la Federación Gráfica Bonaerense (FGB). La comisión interna no comulga con la conducción del gremio, responde al PTS. Propios y ajenos le reconocen combatividad, varios cuadros de esa fuerza de izquierda radical fueron candidatos en las elecciones del año pasado. La situación es relativamente usual en esta etapa, uno de los cambios en el esquema de representación sindical que, cosas veredes, prosperó durante los gobiernos kirchneristas.
El Gobierno explora soluciones. Los ministros Carlos Tomada, Débora Giorgi, Cecilia Rodríguez y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se reunieron anteayer con dirigentes de la FGB. También lo hicieron con los de Smata por el conflicto en la autopartista Lear.
El ministro de Trabajo también dialogó con los delegados de Donnelley en el edificio de su cartera.
Empresarios gráficos forman parte del repertorio de interlocutores con el Gobierno. Según esos capitalistas, el sector no atraviesa la dramática coyuntura que lagrimea Donnelley. Tan es así que están convencidos de que otros competidores podrían absorber a los laburantes de la multinacional gringa si ésta los despidiera e indemnizara en forma. Es una hipótesis ardua de concretar, aun de comprometer. Sería una solución poco deseable, que los trabajadores resistirían por lógica desconfianza.
De nuevo, en el corto plazo, hay elementos materiales y trabajo como para proseguir con la producción. Una salida sustentable a futuro ofrece un menú hipotético de salidas. Abarcan la compra de la empresa y continuidad, la formación de una cooperativa y la estatización. Los delegados mocionan esta vía, que el Gobierno rechaza porque considera que sería impropio y riesgoso hacerse cargo de la gestión de una empresa netamente privada que no presta ningún servicio público.
La cooperativa es una experiencia creciente desde la crisis del 2001. La capacidad de los trabajadores argentinos es proverbial, la necesidad aguzó su inventiva. Hay ejemplos notables y exitosos, otros tuvieron menos fortuna o viabilidad. Un precedente flamante alienta el optimismo, es otra explotación de capital extranjero, la autopartista Visteon S. A. (ver recuadro aparte). Claro que mantener a flote un emprendimiento con más de 400 empleados es un desafío difícil.
La presencia obrera en el establecimiento garantiza que Donnelley no sustraiga maquinarias, la solvencia aparente podría lubricar el intento que depende, como ya se dijo, de la voluntad de la mayoría.
Según fuentes empresarias que conversaron con más de un ministro, hay al menos un inversor dispuesto a comprar Donnelley, lo que le exigiría garantizar todos los puestos de trabajo y los derechos adquiridos de los trabajadores, abarcando la antigüedad. La adquisición supondría un tramado legal complejo más la aprobación del juzgado comercial. Habría que ver cuál sería la respuesta de los trabajadores y El delito de quiebra de sociedades.
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Acciones y guante blanco: La AFIP, entonces, emprende una doble búsqueda en la quiebra. Solicita la anulación, que suena muy poco viable. Y tratará, con mejores perspectivas, de ir probando que la quiebra es fraudulenta. Esa condición debe ser declarada por el juez. Su fundamento es el dolo (mala fe) de la empresa en pro de “vaciarse”, disminuir su patrimonio, realizar maniobras para burlar su responsabilidad ante los acreedores. Enumera la LCQ: quien “simula o supone deudas, o genera salidas de activos sin justificación o substrae u oculta cosas correspondientes a la masa o concede ventajas indebidas a algún acreedor”.
La quiebra fraudulenta es uno de los delitos “clásicos” penales que pueden denunciar el Estado o los acreedores. La querella presentada por la AFIP se funda en otro de tipificación más reciente. Es la “Alteración del orden económico”, prevista en el artículo 309, inciso 1) incorporado al Código Penal en 2011. Castiga a quien o quienes “realizan transacciones u operaciones que hagan subir o bajar el precio de los valores negociables o instrumentos financieros, con noticias falsas, negociaciones fingidas, o coalición entre los principales tenedores de la especie con el fin de producir la apariencia de mayor liquidez o de negociarla a determinado precio”. Con variantes lógicas, este delito está incorporado a la legislación de muchos países, incluyendo los del apodado Primer Mundo.
De ahí a que se los castigue dendeveras, media una distancia enorme. Son delitos de guante blanco: en la Argentina los repertorios de condenas por ellos están casi en blanco, a través de décadas. Pero es correcto insistir y tratar de mejorar la deplorable tendencia. Se aclara que la querella no se basa en la llamada ley antiterrorista sino en otra reforma penal que no levantó reproches ni críticas.
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Enfoques y precisiones: La oratoria oficial mencionó la ley antiterrorista, abriéndose un flanco criticable que será mejor evitar con buenos recursos. El mejor, opina este cronista, es dejarla de lado en la retórica y en el obrar concreto. Esto es, no accionar fundándose en ella. La ley antiterrorista es excesivamente laxa y abre puertas a la arbitrariedad, su aplicación puede ser inconstitucional.
En materia penal rige la presunción de inocencia, la carga de la prueba recae sobre quien acusa. Basarse en cargos muy “traídos” es incorrecto y además poco funcional. Lo más grave es zarandear una norma que puede derrapar muy fácilmente hacia lo abusivo.
La oposición política y la mediática se aferran a la ley antiterrorista para victimizar a los empresarios y validar su conducta antisocial. De eso ni se habla. Es casi imposible que esos delitos sean demostrados, tampoco sería un avance que hubiera condenas basadas en una normativa tan polémica.
La eficacia de la acción estatal no sufrirá mella, más bien al contrario. Y seguramente mejorará su posición simbólica, que (despejando ese derrape) es muy sólida.
Rafecas, quien llevará el expediente de la querella, es uno de los contados federales que saben mucho sobre quiebras. Escribió hace unos cuantos años un libro sobre el tema que nos ocupa, se titula El delito de quiebra de sociedades. En ese texto y en otros advierte sobre la impunidad por esos delitos.
Rafecas es un magistrado de buen nivel y trayectoria, sobre cuya cabeza pende una denuncia ante el Consejo de la Magistratura. Está latente desde hace rato, tanto que debería archivarse a mediados del año próximo si no avanza. En un raro caso de coincidencia bipartidista, integrantes del Gobierno y consejeros radicales van a por él, como réplica a sus investigaciones sobre el ex presidente Fernando de la Rúa y el vicepresidente Amado Boudou. El jury sigue abierto, una sanción sería una injusticia manifiesta, una desmesura. Por si hiciera falta, eso añade presión sobre un juez que merece mejor trato institucional.
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Capitalismo y delito: Dirigentes de la FGB confían en la predisposición del juez Santicchia para proteger la fuente de trabajo. Su Señoría deberá ponerse las pilas y contrariar la proverbial lentitud promedio de los tribunales.
Otros detalles deberían llamar su atención. Corresponde, conforme la LCQ, prohibir salir del país por un año a los administradores y directores de Do-nnelley. A menudo, ese elenco se cambia un tiempito antes para aliviar de molestias a los pesos pesado de la empresa. Es buena praxis revisar ese detalle y tomar buena nota. No es delito, pero es un hecho a corroborar para elaborar criterios.
De cualquier modo, vale la pena hablar de contextos y no sólo de delitos. Estas son circunstancias especiales, en caso de duda corresponde la absolución. Las conductas odiosas y antisociales trascienden el inventario penal. Una empresa que baja la cortina de sopetón y deja en banda a 400 familias habla del salvajismo capitalista. El sesgo se acentúa cuando son grandes la concentración y la extranjerización de la economía. Esta nota no tiene por qué teorizar sobre los móviles de los “hombres de negocios”, lo que sí cabe a sus lectores. Sea para ponerle un palo en la rueda al Gobierno que ha defendido los derechos de los trabajadores, sea para reaccionar contra gremios y delegados luchadores, sea para ir tratando de incidir en el futuro de las relaciones laborales, sea para recolocarse en otro rincón del planeta,,,
Un capitalismo sin escrúpulos es un dato de la etapa. El Estado debe tratar de matizarlo en una lucha que es dispar si no cuenta con decisión, con apoyo de la población. O si no elige bien sus herramientas.
El personal de Donnelley y el Gobierno se han colocado en la postura deseable. El silencio de la mayoría del espectro opositor o sus apoyos mezquinos a la multinacional son un timbre de alerta, que resuena más allá de la planta de Garín.
AGUANTE ARGENTINA ! ! ! ! ! !
NI UN PASO ATRAS ! ! ! ! ! !
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De: albi |
Envoyé: 17/08/2014 21:44 |
ECONOMIA › LA SITUACION DE LA GRAFICA DONNELLEY PREVIA A LA PRESENTACION PIDIENDO SU PROPIA QUIEBRA
Lejos de la crisis, cerca de la sospecha
El pedido de su propia quiebra por parte de la empresa norteamericana y una crisis no demostrada. La respuesta de la casa matriz a la Presidenta. Una operación que afecta la estabilidad laboral y social.
Por Raúl Dellatorre
El Gobierno está dispuesto a jugarse una carta fuerte en la Justicia comercial para demostrar que la quiebra pedida por Donnelley sobre sí misma no está fundada en su situación económica. Y parecen sobrarle elementos para sostenerlo. Que la Justicia vaya a proceder luego a declarar el carácter fraudulento de la quiebra es otro capítulo, pero en lo inmediato la principal preocupación política y económica es que este tipo de procedimientos, de quiebras o cierres “provocados”, no se convierta en un “modus operandi” de un nuevo ataque desestabilizador hacia la economía argentina. La posición pública asumida por algún dirigente empresario (Héctor Méndez, UIA) y varios políticos opositores (ver nota aparte) en respaldo del accionar de una empresa que acaba de dejar en la calle a 400 obreros es más que llamativo. Con fundamento, en el Gobierno sospechan que algo más contundente y peligroso que los buitres sobrevuela por encima de estas operaciones: una suerte de bombardeo económico selectivo con objetivos determinados. El empleo y la estabilidad social son el blanco de ataque.
El propio CEO de la empresa RR Donnelley con oficinas en Chicago, Thomas Quinlan, se ocupó ayer de responder e intentar refutar las acusaciones que le apuntaron a su filial argentina. En una inusual comunicación, la firma acusó al gobierno argentino y a las representaciones sindicales de haber dejado a la firma “sin opciones de enfrentar la crisis (..) y tomó la decisión de solicitar la quiebra”. Según la comunicación del bunker central de Donnelley, “la única razón” que motivó el cierre fue “la insolvencia” de la filial argentina, resolución de la que sólo participó la dirección de la compañía, y con la que “no tienen relación los acreedores de Argentina”. Una respuesta directa a la presidenta de la Nación que, el jueves último, denunció la presencia de fondos buitre ligados a Paul Singer en la composición accionaria de la empresa.
Aunque el relato firmado por Mr. Quinlan remite a gestiones iniciadas en septiembre de 2013 para obtener “un programa de recuperación productiva (Repro)”, es decir un subsidio estatal, “frente a la situación crítica de la empresa”, los números del balance del año 2013 están lejos de reflejar tal estado de cosas. Si bien los niveles de producción revelan una caída respecto de 2012, la misma en términos físicos se retrae a los niveles alcanzados en 2010. Es decir, no se encuentra en un tobogán, sino que es una baja a un escalón anterior después de haber trepado varios en los dos últimos años. En términos de facturación, las ventas treparon un 8 por ciento, un nivel seguramente inferior a cualquier indicador sectorial de precios, que refleja el descenso apuntado en las ventas, pero no un cuadro de “situación sin salida”.
En cambio, es algo más preocupante observar las cifras de pérdidas del ejercicio, aunque conviene ver el detalle antes de sacar conclusiones. Casi la mitad del quebranto se explica por razones financieras y no operativas. Y particularmente, por un aumento en el pasivo en la cuenta Previsión por Juicios Futuros, por 3,4 millones de pesos, incrementando en 387 por ciento la cifra del balance anterior (de 870 mil pesos salta a 4,3 millones). Así, adelantaban la carga en el balance de una eventual pérdida futura (¿el pago de indemnizaciones?), provocando un quebranto que, en definitiva, operó como una profecía autocumplida: genera un cuadro de pérdidas con el que justifica el cierre posterior.
Con todo, no es el dato más llamativo del Balance 2013 de Donnelley. En el rubro Créditos a sociedades vinculadas (en este caso, empresas del mismo grupo en Chile) se observa un aumento del 650 por ciento en el ejercicio, lo cual indica que esas vinculadas se financiaron con el dinero que no le pagaron a la filial argentina. A su vez, el rubro Deudas Comerciales con sociedades vinculadas disminuye en el ejercicio a la séptima parte (el 86 por ciento), es decir que la filial argentina canceló deuda o perdió crédito de sus proveedores. Tratándose de vinculadas, suena a demasiada generosidad de una filial que supuestamente está en crisis. Salvo que alguien sospeche que se trata de una maniobra de vaciamiento financiero.
Thomas Quinlan, CEO de RR Donnelley & Sons, asegura que la comisión interna de la planta en Garín se negó a firmar el Repro obtenido en septiembre de 2013, “empeorando aún más la situación económica y financiera de la empresa”. Y que este año propuso al Ministerio de Trabajo de la Nación un plan de reducción de personal en la planta, pero fue rechazado. “Como consecuencia, Donnelley se quedó sin opciones para enfrentar la crisis, que incluye la suba de costos por la inflación, el alza del costo laboral, el aumento de los insumos para la producción, la devaluación, la incapacidad de cumplir con los vencimientos de las deudas. Por tal motivo, de forma independiente se tomó la decisión de solicitar la quiebra”, concluye el comunicado.
Los informes presentados no revelan un endeudamiento significativo, ni siquiera en aportes patronales a la seguridad social ni impositivos. El impacto de la devaluación tampoco está claro que le haya afectado, cuando el inventario al cierre del ejercicio 2013 demuestra que estaba son sobrestock de papel (una reserva para varios meses de producción), quizá previendo el alza del dólar en las semanas siguientes.
En su mensaje del jueves pasado, Cristina Kirchner vinculó a la empresa con los fondos buitre NML Capital y Blackrock, que ayer Mr. Quinlan rechazó. Otras dos empresas, de un mismo grupo, también de origen estadounidense, Delphi, está siendo estudiada por las autoridades del Gobierno por acciones que pudieran afectar la continuidad de sus plantas en Santa Lucía, provincia de San Juan (Delphi Packard, cableado para automóviles) y en Río Grande, Tierra del Fuego (Famar, autorradios). En este caso, también se le atribuye participación accionaria a fondos de inversión ligados a los anteriores. Por ahora, la Justicia tendrá bastante trabajo determinando las condiciones en que Donnelley resolvió su propia quiebra, en perjuicio no sólo de su personal, sino también del “orden socioeconómico”, que la ley de quiebras debería proteger, tipificando como delito de fraude al hecho de actuar en forma deliberada en su contra. Tal como sostienen autores especialistas en quiebras, entre ellos el doctor Daniel Rafecas.
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De: albi |
Envoyé: 17/08/2014 21:48 |
De Todman a los buitres
Ya retirado de la diplomacia y los negocios, el embajador que Washington envió hace un cuarto de siglo a realinear a la Argentina murió a los 88 años. Su mundo y este mundo. La política hacia EE.UU. de Menem a hoy. Las tácticas de la Presidenta.
Por Martín Granovsky
En medio de la pelea con los fondos buitre murió el embajador norteamericano en la Argentina más famoso después de Spruille Braden. Terence Todman falleció el jueves a los 88 años. Queda vigente el refrán español que utilizaba: “Donde muchos mandan y ninguno obedece, el resultado seguro es que todo perece”.
Apodado El Virrey no sólo por sus enemigos sino por sus amigos argentinos, durante sus cuatro años aquí los dos Estados consolidaron lo que el canciller Guido Di Tella llamó “relaciones carnales”. Por primera vez en la historia la Argentina no solo se abstuvo de todo desafío sino que se integró al dispositivo de alineamiento estratégico-militar de Washington.
El mundo estaba en pleno cambio.
Los Estados Unidos y la Unión Soviética aún libraban la Guerra Fría que los enfrentaba desde que ambos, con el Reino Unido y Francia, habían derrotado a la Alemania nazi en 1945.
Washington le estaba ganando la carrera militar a Moscú. Y eran más los europeos envidiosos del american way of life que quienes soñaban con el hombre nuevo soviético.
En la Unión Soviética había comenzado la perestroika, un intento de modernización económica con mayores dosis de mercado. También la glasnost, la transparencia. La figura fuerte, o quizás no tanto, era Mijail Gorbachov, secretario del Partido Comunista de la URSS.
El jefe de la Casa Blanca era George Bush, el padre del George Bush que gobernaría entre 2001 y 2009. Bush padre había sido el piloto naval más joven de las fuerzas armadas en la Segunda Guerra, jefe de la Agencia Central de Inteligencia, primer embajador en Beijing después de la normalización de relaciones con los Estados Unidos y vicepresidente de Ronald Reagan entre 1981 y 1989.
“La propia seguridad”
Todman también había pertenecido a las fuerzas norteamericanas en la Segunda Guerra. Después estudió abogacía y terminó enrolándose en la carrera diplomática. Fue uno de los primeros afroamericanos que llegó al grado de embajador senior, el mayor nivel posible. Con James Carter (1977-1981) fue encargado del área latinoamericana del Departamento de Estado. Desde allí buscó ponerle tope al ala partidaria de las denuncias públicas contra las dictaduras, entre ellas la Argentina, encabezada por Patricia Derian y con la participación del consejero político en la Argentina Tex Harris. Todman quería como máximo que Washington ejerciera presiones discretas. En su opinión habría que evitar que quedara enajenado el compromiso proestadounidense de los Estados de la región y de sus castas militares.
En 1978 el periodista Bernardo Neustadt le hizo una entrevista donde ambos dejaron las cosas claras. “Las medidas que podemos tomar dependen de las relaciones que tenemos con los países”, explicó Todman. “Si tenemos relaciones militares o económicas, podemos jugar con eso cortándolo, reduciéndolo, parándolo. Cuando no tenemos ninguna relación no podemos mostrar nuestro sentimiento cortando lo que no existe. Entonces, en muchos casos, estamos obligados a hablar en público porque no hay otro remedio. En la mayoría de los casos empleamos conversaciones diplomáticas, privadas, para ver si con eso podemos llegar a un entendimiento que resulte en una mejoría. Si se produce, no hay necesidad de pasar a algo público o a algo más fuerte. Muchas veces lo logramos con sólo esas conversaciones, y la gente no se da cuenta de que estamos haciendo las mismas presiones pero en privado. Algunos ven solamente lo que sale a la luz y juzgan solamente por eso, pero eso no implica que son las únicas cosas que estamos haciendo.”
Todman añadió: “Pero hay una segunda consideración también, y ésa es que la relación, nuestras relaciones con cada país, es un complejo de muchas consideraciones, incluso incluye nuestra propia seguridad. Estamos viviendo en un mundo de realidad y tenemos que tratar nuestras relaciones sobre esa misma base”.
Negociador fino y a la vez pushy (la jerga llama así a los que son capaces de presionar duro), en España Todman tejió una excelente relación con Felipe González, que asumió en 1982. Con Felipe primer ministro España ingresó en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, un objetivo que los Estados Unidos no había logrado cumplir durante el mandato de transición de Adolfo Suárez.
Otro mundo
Cuando Todman llegó a la Argentina, en junio de 1989, la Unión Soviética aún existía y el mundo era bipolar, aunque el final parecía cantado. El comunismo en la URSS hizo implosión en 1991. Cuando Todman dejó Buenos Aires el mundo ya era unipolar.
Cuando Todman llegó a Buenos Aires gobernaba Raúl Alfonsín. Ya estaba decidido el traspaso adelantado del mando. Carlos Saúl Menem asumiría el 8 de julio. En mayo la hiperinflación había arrojado un índice de precios al consumidor del 50 por ciento. En julio treparía al 200 por ciento. La discusión pública rondaba sobre la crisis económica, naturalmente, la deuda externa y la revisión de las violaciones a los derechos humanos.
Cuando Todman dejó Buenos Aires, en junio de 1993, Carlos Menem había dominado la inflación y regía el Plan de Convertibilidad de Domingo Felipe Cavallo. La Argentina había desregulado la economía a niveles que entusiasmaban a los neoconservadores que admiraban a Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Después de los servicios telefónicos avanzaba el resto de las privatizaciones, que siempre tenían una pata argentina, un operador empresario europeo y una tercera pata en una entidad financiera norteamericana. Por el Plan Brady, al que la Argentina se incorporó en abril de 1992, la Argentina consiguió un descuento del 35 por ciento sobre la deuda. En ese marco, activos de empresas estatales fueron canjeados por bonos de la deuda externa. J. P. Morgan terminó con parte de las acciones de Telecom y Citibank con las de Telefónica.
El delirante proyecto de misil de alcance intermedio, el Cóndor, quedó desactivado, aunque Menem optó por entregarlo como prenda de amor con Wa-
shington en lugar de interrumpir el desarrollo en acuerdo, por ejemplo, con los vecinos brasileños. A fines de 1992 un decreto de Menem complació a Todman: la Argentina se obligaba a no exportar materiales y equipos útiles para la conversión y el enriquecimiento de uranio.
El alineamiento militar tuvo un hito importante con la incorporación argentina a la fuerza multinacional que en 1991 formó Bush para castigar a Irak y obligarlo a dejar Kuwait, invadido en enero.
Ese año, 1991, empezó de manera explosiva. Una nota de Horacio Verbitsky publicada en este diario informó que a fines de 1990 Todman escribió una carta reservada al ministro de Economía Antonio Erman González. Un párrafo decía: “Swift/Armour desea invertir 115 millones de dólares en Rosario, pero nos informa que funcionarios del gobierno argentino han pedido pagos sustanciales para emitir la documentación necesaria para importar maquinarias”. Lo que vino después fue conocido como Swiftgate y terminó con un cambio de gabinete que incluyó a figuras del menemismo como el secretario general Alberto Kohan y el ministro de Obras Públicas Roberto Dromi.
Kirchner y Cristina
Ya sin Todman, que no le impuso nada sino que aprovechó bien el giro de Menem, la Argentina mantuvo hasta 1999 las relaciones carnales. La Alianza gobernó con “relaciones intensas”. Eduardo Duhalde fue presidente en un interregno en el que no se peleó con Washington aunque se acercó a Brasil. Después, Néstor Kirchner desplegó una política hacia los Estados Unidos basada en la reestructuración de la deuda, la crítica a los organismos multilaterales de crédito y la bolilla negra para la formación de un área de libre comercio en el continente. Con Kirchner, los enfrentamientos verbales públicos con Washington fueron solo reactivos. Ante el ataque de un funcionario de la administración norteamericana venía la reacción de Kirchner. Si no, predominaba la no personalización del adversario o del enemigo y el cuidado de no atacar a la Casa Blanca. Esa política cambiaría con Cristina Fernández de Kirchner por lo menos desde el asunto de las valijas del empresario multipropósito Guido Alejandro Antonini Wilson. Algunos hechos jalonaron la nueva estrategia: críticas frecuentes al propio Barack Obama, la orden al canciller Héctor Timerman para que en persona interviniera en el material de un avión militar con equipamiento de comunicaciones, el acuerdo con Irán y, en 2012 en las universidades de Georgetown y Harvard y el cuestionamiento, inclusive, de los sistemas de medición estadística de los Estados Unidos. En las dos últimas semanas esa serie se completó con una presentación en La Haya contra el Estado norteamericano y con la demanda oficial contra una empresa de capital norteamericano.
Si no hubieran existido los pagos a Repsol, los arreglos en el Ciadi, la seducción a Exxon para invertir en Vaca Muerta y el acuerdo con el Club de París, la confrontación verbal explícita y las demandas en La Haya contra los Estados Unidos y en Buenos Aires contra la firma Donnelley podrían tomarse como una forma de guerra estratégica contra el imperio. Con esos cuatro antecedentes parece más lógico incluir los hechos de confrontación dentro de un plano táctico. Se trata, por lo tanto, como toda táctica, de una apuesta medible por sus resultados.
La Presidenta parece haber partido de una premisa. En vez de buscar canales de alianza con la Casa Blanca contra Paul Singer, que además de cabeza de un fondo buitre es el puntero de los financistas de la extrema derecha republicana, decidió que es mejor confrontar de Estado a Estado. Puede haber dos lecturas previas. Una, que si la negociación ya está perdida lo mejor es que el tiempo pase y entretanto prepararse para la situación del 1o de enero de 2015, cuando habrá caído, presuntamente, la cláusula que podría enganchar a los holdouts con el 92,4 por ciento de los bonistas que aceptaron los canjes de 2005 y 2010. Otra, que el choque de Estado a Estado no podría empeorar las condiciones actuales de la economía y la política en la Argentina.
Cuando Todman llegó a Buenos Aires, hace 25 años, los Estados Unidos ya no eran un bloque monolítico pero tanto la emisión de moneda como las metas militares, entre otros factores, enlazaban el resto de las políticas hacia el mundo y le daban cierta homogeneidad.
Hoy la base del poder sigue siendo en esencia la misma pero los límites son mayores. No sólo los límites externos, por la emergencia de China y el mayor peso del Sudeste asiático en la economía mundial. También los límites internos, porque la extrema derecha republicana provoca polarización y dificultades para gobernar y tejer acuerdos bipartidarios en el centro. Esa extrema derecha es la que se encuentra ligada a franjas del poder financiero como la encarnada en Singer, a quien sería equivocado considerar un marginal. Quien no tenga ganas de estudiar a fondo la situación actual en los Estados Unidos puede ver las dos temporadas de House of Cards y prestar atención al papel de los financistas, siempre en coordinación con agencias de inteligencia públicas y privadas, en la articulación o la destrucción de mayorías parlamentarias.
La táctica oficial parece descansar en la asunción de que no vale la pena meterse en el frente interno norteamericano y buscar resquicios y alianzas útiles para fortalecer la posición argentina. La Casa Rosada parece haber optado por la idea de que es mejor tratar a la Casa Blanca como parte de un bloque común con los Singer y correr los peligros pertinentes –personales y estatales– que se desprenden de un desafío de ese tamaño.
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De: Matilda |
Envoyé: 18/08/2014 01:53 |
CHRISTIAN CASTILLO Y NICOLÁS DEL CAÑO RESPONDEN A LOS DICHOS EN CADENA NACIONAL
"A la izquierda de CFK no hay una pared: expropiación de Donnelley, apoyo a los obreros de Lear, abajo la Ley Antiterrorista"
14 AUG 2014 | comentarios
Luego del discurso de la presidenta Cristina Fernández, los diputados del PTS en el Frente de Izquierda Nicolás del Caño y Christian Castillo emitieron el siguiente comunicado:
"La presidenta omitió decir que si hoy Donnelley está funcionando y no se perdieron los puestos de trabajo como sucedió en numerosas empresas en todo el país es gracias a la lucha y a la organización de sus trabajadores con sus delegados. Por iniciativa de sus trabajadores hemos presentado tanto en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires como en el Congreso nacional proyectos de ley para expropiar Donnelley, planteando su estatización y su puesta en funcionamiento bajo la gestión de sus trabajadores.
En su discurso Cristina Fernández intentó presentar al conflicto de Lear Corporation como ’una pelea intersindical’, cuando Lear es una empresa que actuó en forma análoga a la patronal de Donnelley, alzándose contra la legislación vigente y doce fallos judiciales en favor de la reincorporación inmediata de los delegados legítimamente elegidos. Por esto, los obreros de Donnelley y de Lear están más unidos que nunca contra las patronales buitres y sus defensores, como Berni y Pignanelli. La presidenta ratificó su alianza estratégica con los monopolios de las automotrices y la burocracia sindical del SMATA. La patronal de Lear actuó en forma totalmente fraudulenta y el Gobierno la defiende desplegando tropas de Gendarmería para reprimir a quienes luchan para que no queden familias en la calle -incluyendo una nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo- y se respete la organización que los propios trabajadores eligieron.
Desde el PTS, junto a los trabajadores de Lear y de Donnelley, venimos denunciando a estas ’empresas buitre’, pero rechazamos que intente legitimar una nefasta ley como la "antiterrorista", impuesta por el Departamento de Estado norteamericano y que es una amenaza para todas las organizaciones populares y de trabajadores, una ley repudiada por un importantísimo arco democrático, incluyendo al premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel.
El próximo sábado a las 12 horas los compañeros de Donnelley gestionada por sus trabajadores convocan junto a los trabajadores de Lear a un Encuentro de trabajadores en lucha en la sede de la gráfica. Allí estaremos junto a cientos de delegados y activistas de decenas de gremios que día a día enfrentan a las patronales y a la burocracia sindical aliada a este Gobierno.
Mal que le pese a este Gobierno, a su izquierda hay más que una pared".
Nicolás del Caño y Christian Castillo Diputados por el PTS en el Frente de Izquierda
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De: Matilda |
Envoyé: 18/08/2014 02:23 |
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