Pablo Iglesias es partidario de «preservar la marca Podemos» en las elecciones municipales y, por tanto, apuesta por apoyar e integrarse en las iniciativas como Ganemos. Estas coaliciones que llama de «unidad popular» se deben construir bajo la máxima de listas abiertas en las que bajo ningún concepto haya un reparto de puestos entre los partidos que formen la coalición, en un mensaje directo a Izquierda Unida.
En cambio, el líder de Podemos dibuja un escenario totalmente diferente para las elecciones autonómicas donde propone impulsar candidaturas propias.
Un documento interno del partido, patrocinado por Pablo Iglesias, traza algunas líneas rojas para alcanzar cualquier pacto preelectoral en el que se deja un mensaje claro a Izquierda Unida: no habrá reparto. Por ejemplo, así actúa IU en Cataluña con ICV o en Aragón con CHA, donde se reparten los puestos.
"Todas las posiciones en las listas electorales deben estar abiertas a ser decididas por la ciudadanía. Lo contrario nos devuelve a la lógica vieja de pactos entre partidos, que a menudo promueve candidatos menos capaces para suscitar la confianza popular", recalca el borrador sobre los principios políticos de Podemos que Iglesias y su equipo someterán a votación en la asamblea constituyente del partido.
Con un Podemos en auge, en intención de voto y número de afiliados, y una IU menguante, arrasada por el efecto Podemos, cabría esperar que los nombres del partido de Iglesias alcanzasen mayores apoyos en unas primarias abiertas, lo que hipotéticamente relegaría a IU a una presencia testimonial en los llamados puestos de salida o posiciones más de cola en esas listas.
En dicho documento, Podemos saluda "honestamente y efusivamente" las iniciativas municipalistas como Ganemos, pero establece sus condiciones para presentarse dentro de esa marca. Sólo lo harán en aquellas coaliciones que "cumplan a rajatabla" con los "requisitos de la nueva política, la transparencia, la regeneración y las posibilidades de victoria y cambio" y esto, advierten, no es compatible con "una negociación entre partidos". "Las candidaturas que quieran reproducir esas prácticas de la vieja política -se llamen Ganemos o de cualquier otra forma- no son candidaturas a las que ofrecer nuestro trabajo ni nuestro apoyo".
Así, Podemos "puede apoyar", dice, las listas que "entroncan con la ola política" generada tras las elecciones europeas, pero avisa de que las "candidaturas de unidad popular y ciudadana" no pueden ser "pasado en ropa nueva", "no pueden ser por tanto sumas de siglas". "Tampoco son candidaturas de activistas y movimientos haciendo política-estética para sí mismos", apostilla.
En este sentido, insiste en que apoyarán y se implicarán en las iniciativas municipalistas, "se llame Ganemos o de otra forma», que cumplan con los requisitos de la nueva política" con "todo nuestro potencial en el territorio y a escala nacional".
Los círculos no deciden si se presentan
El documento, que afronta reflexiones interesantes sobre su estrategia, reconoce que no habrá candidaturas de Podemos en todos los municipios de España sino que seleccionarán bien dónde para minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades.
Lo que Iglesias y los demás responsables de Podemos tienen muy claro es que la decisión no serán de los círculos (sus unidades territoriales), a quienes se quita toda la capacidad de decidir si se presentan a las elecciones o no, como ha ocurrido, por cierto, en Torremolinos, donde se anunció su concurso electoral. "La decisión no puede depender de cada círculo, aunque constituyan el núcleo y la savia de la organización", asegura. La decisión, por tanto, depende de la dirección política del partido y de la aprobación final entre todos los militantes españoles.
El argumento de Podemos es que existen riesgos que obligan al partido a ser "astutos", "cautos" y "responsables" porque, afirma, "con que dos o tres" cargos electos que cometieran "actuaciones impropias", estos se convertirían en un "icono contra la marca Podemos" para intentar "sembrar dudas" y "lastrar" su crecimiento. "Debemos ser responsables y no dejar abierto un flanco que pueda debilitar el instrumento político más poderoso que existe hoy para lograr la recuperación de la soberanía popular", se avisa.
Por otra parte, Podemos reconoce que su prioridad está en las elecciones generales y deja en un segundo plano las municipales porque estas elecciones, asegura, "llegan pronto" para el partido. De ahí que se saluden las iniciativas municipales como Ganemos. Con la prioridad puesta en las elecciones generales, dice el documento, "es posible que no tengamos que librar todas las contiendas [electorales] ni todas de la misma forma".