Sobre la ética de El País y la guerra sucia
El
27 de febrero, a raíz de la detención por orden del Gobierno de ocho
jóvenes españoles que habían luchado en Donbass, el diario El País
publicó un manipulado y miserable reportaje titulado “Combatíamos
comunistas y nazis juntos”, en referencia a lo que los tres detenidos en
Madrid habían declarado en la comisaría.
Aunque
pueda parecer sorprendente, El País publicaba dicho artículo a las
17:30 tras el anuncio de la policía de que los detenidos serían puestos
en libertad a las 16:30. Por el contrario, hemos conocido que los
detenidos fueron liberados entre esa noche y la mañana siguiente.
Así
pues, y conociendo todos esos curiosos detalles, no solo queda claro
que el artículo de El País no es más que un engaño sin ética alguna,
sino que he sabido también que los detenidos no realizaron ningún tipo
de declaración. Teniendo en cuenta todo esto, la pregunta es la
siguiente: ¿de dónde ha sacado El País esa toda esa –falsa- información?
No
hay más que dos hipótesis: que se haya tomado de fuentes policiales con
información de la investigación –información filtrada además de la
ofrecida por el Ministerio- o que ese haya tomado de las redes sociales o
de otros artículos. Según mi conocimiento, la policía no ha ofrecido
información alguna, como es normal, sobre las declaraciones de los
detenidos. Casualidad o no, tengo que mencionar otro detalle que me
parece curioso: El País fue el único medio en recoger declaraciones de
los detenidos y, sabiendo que las publicó horas antes de que fueran
puestos en libertad, se puede dar por descartada la primera opción.
Para
que quede claro, El País ha obtenido esa información por otras fuentes.
A excepción de una entrevista personal realizada por email al
voluntario de Pamplona para Diario de Noticias, las únicas entrevistas
concedidas por los voluntarios españoles en Donbass se han publicado en
Argia y Berria (Traducciones de estos reportajes de Ibai Trebiño y Lur
Gil están disponibles en Slavyangrad.es-Ed). Lo admita o no, El País,
sin respetar la más mínima ética periodística, ha tomado, utilizado y
desfigurado la información tomada de Argia sin mencionar, por supuesto,
la fuente. Este órgano de comunicación del brazo político de los GAL ha
utilizado este trabajo de dos periodistas vascos para construir un
relato según sus necesidades políticas.
Además de ser una forma de robo, es también una falta de respeto inadmisible a nuestro trabajo.
¿El País, periodistas o policías?
Quiero
dejar claro que para informar sobre la operación antiterrorista del
viernes, El País se ha valido de nuestro trabajo, aunque no parezca muy
serio. Se ha utilizado nuestro trabajo sin pedir permiso y habría que
exigir que, cuando menos, la manipularan con algo más de destreza. El
artículo lanza acusaciones propias de conclusiones que habrían de ser de
la policía y del juez, como por ejemplo la afirmación de que llegaron a
Donbass “previa escala en Moscú, donde les esperaba un funcionario
ruso”. Tratando de probar la implicación del Gobierno ruso, El País cae
en una flagrante manipulación. Los madrileños que viajaron a Donbass lo
hicieron por la ciudad de Rostov del Don y no vía Moscú. Otros
voluntarios, por el contrario, llegaron a Donbass por Kiev, Odessa o
Volgogrado y no haciendo escala en la capital rusa. Los detenidos podrán
probar sin ningún problema todo esto. Aun así, es cierto que los
voluntarios pasaron por Moscú, esta escala se produjo tras su estancia
en Donbass, y no se reunieron con un funcionario ruso sino con los
funcionarios de la embajada española para obtener la documentación
necesaria para volver a casa de forma totalmente legal. La policía
conoce todos estos detalles, al igual que conoce que, sin posibilidad de
salir legalmente de Ucrania y volver a la Unión Europea, otros
voluntarios se vieron obligados a entrar ilegalmente en Rusia y a
provocar ser detenidos por la policía para ser expulsados del país. Esta
ha sido el “trato de favor” de Rusia a los milicianos españoles.
Sabemos que El País y la policía están mintiendo. Conociendo de antemano
las circunstancias de los voluntarios españoles y conscientes de su
situación era perfectamente legal, el Gobierno ha buscado, con esta
operación mediática llevada a cabo el viernes, castigar al movimiento
internacionalista.
Siguiendo
con las declaraciones tomadas de ARGIA, me gustaría destacar que
“luchaban comunistas con nazis” y que, por supuesto, están orgullosos de
ello y que “luchaban por la libertad de Rusia” porque se trata de
información tomada y manipulada de los reportajes realizados por Lur Gil
y por mí. Como se puede leer en nuestros artículos, los voluntarios no
mencionan a nazis, ni que hayan luchado junto con nazis, sino que
compartían brigada con “nacionalistas” u “ortodoxos”. Lo que El País no
menciona, porque no le interesa y porque va en contra de su esquema
atlantista, es que los voluntarios españoles pasaron poco tiempo en
dicha unidad, que fueron miembros del batallón Vostok o de la unidad
comunista 404 de la brigada Prizrak o por qué fueron estos voluntarios a
luchar a Donbass. No hay más que preguntar.
Aunque
sea triste y aunque sea preocupante, aún quedan en España periodistas
progres sin ética alguna que toma como verdad absoluta lo dicho por El
País y que alegremente difunden sus manipulaciones. Por ejemplo Alberto
Sicilia, colaborador de La Sexta y Público y aspirante a trabajar en El
País. En su caso, utiliza un reportaje sobre los voluntarios franceses
realizado en julio por una televisión francesa para justificar la
detención de los jóvenes antifascistas españoles y también para
justificar la represión contra la disidencia política, demostrando que
es capaz de cualquier cosa. En Euskadi ya conocemos lo que se puede
justificar en nombre de operaciones antiterroristas acompañadas también
del silencio mediático.
Visto
lo visto, y por todas las mentiras que se utilizan de forma
sistemática, no espero nada bueno del periodismo actual. Aun así, por la
postura vergonzosa y desleal que se ha tenido con respecto al conflicto
ucraniano pasará a la historia. El tiempo pondrá a cada uno donde se
merece. Yo, por el momento, con permiso de los profesores de periodismo y
de ética, aunque no vaya a llegar, espero una disculpa y un pago por el
trabajo realizado.