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El fabricante de equipos de telecomunicaciones sueco Ericsson anunció hoy que despedirá a 2.200 empleados en Suecia para ahorrar costos y mejorar la efectividad de la compañía.
La medida forma parte del plan presentado en noviembre pasado y por el que la compañía pretende ahorrarse 9.000 millones de coronas suecas (980 millones de euros) en costos en los próximos tres años.
La firma sueca apeló al descubrimiento de nuevas oportunidades para aprovechar aún más su competencia global y aumentar así la efectividad.
Los despidos afectarán sobre todo a los departamentos de investigación y desarrollo, pero también a los de ventas y administración, además de a los consultores externos de la firma.
Ericsson, que tiene una plantilla de 115.000 empleados, obtuvo el año pasado un beneficio neto de 11.100 millones de coronas (1.188 millones de euros), lo que supone una caída de 9% frente al ejercicio anterior.
En tanto, el grupo nuclear francés Areva, que el pasado ejercicio perdió 4.834 millones de euros,planea suprimir 1.500 empleos en Alemania entre 2015 y 2017, confirmaron hoy a Efe fuentes de la empresa.
El motivo de esa reducción de plantilla responde a las "dificultades financieras" del grupo y a la "situación particular de Alemania respecto a la energía nuclear", después de que Berlín encontrara el consenso político para abandonar paulatinamente la energía atómica, precisaron las mismas fuentes.
En paralelo, Areva mantiene conversaciones con los sindicatos para abordar la situación en Francia.
El grupo Areva, controlado en el 83 % por el Estado francés y cuya facturación cayó en 2014 un 7,2 % hasta 8.336 millones de euros, cuenta actualmente en Alemania con el equivalente a 5.126 trabajadores a tiempo completo.
Cuando la empresa publicó sus resultados anuales el pasado 4 de marzo anunció que acometerá un plan de recortes de 1.000 millones de euros en el horizonte de 2017 para regresar al territorio de los beneficios.
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