Los números finales del escrutinio provisorio, conocidos ayer por la mañana, estiraron la diferencia final a favor del candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, a 14 puntos respecto del candidato del PRO, Mauricio Macri, y 8,4 puntos si se suma a toda la alianza opositora Cambiemos. Con el 97,84 de las mesas escrutadas –allí se detuvo el conteo–, la fórmula Scioli-Zannini llegó al 38,41 por ciento contra el 30,07 por ciento que totalizaba Cambiemos. También quedó confirmado el triunfo de Aníbal Fernández sobre Julián Domínguez en la interna del FpV en la provincia de Buenos Aires.

Era de esperar que las cifras finales agrandaran la ventaja de Scioli porque, ya entrada la madrugada del lunes, restaban contabilizar varios distritos favorables al Frente para la Victoria, incluyendo la mayor parte de la provincia de Buenos Aires. En definitiva, Scioli ganó en 20 de los 24 distritos del país. La excepción fueron Ciudad de Buenos Aires y Mendoza, en donde se impuso Macri; Córdoba, donde ganó José Manuel de la Sota, y San Luis, el feudo de los Rodríguez Saá.

En la decisiva provincia de Buenos Aires –que representa el 37 por ciento del padrón nacional– las cifras resultaron similares a los porcentajes registrados en todo el país. En el territorio que gobierna desde hace ocho años, Scioli se impuso con el 39,5 por ciento contra el 29 de la alianza Cambiemos y el 20,7 por ciento de la alianza UNA de Sergio Massa y De la Sota. La picante interna del FpV se inclinó finalmente para la fórmula Fernández-Sabbatella, quienes obtuvieron el 52,4 por ciento contra el 47,5 de Domínguez-Espinoza.

Los picos más altos de la cosecha Scioli se registraron en las provincias del norte del país: Santiago del Estero (66 por ciento), Formosa (60,1), Misiones (57,4), Tucumán (57,1), Chaco (54,6), San Juan (54,5), Catamarca (51,6) y Corrientes (50,2). En cambio, los más bajos ocurrieron en la ciudad de Buenos Aires (23,2 por ciento), San Luis (19,6) y, principalmente, Córdoba (14,6). En estos dos últimos distritos sufrió la pérdida del voto peronista a manos de Adolfo Rodríguez Saá y De la Sota, respectivamente. En todas las demás provincias el candidato del Frente para la Victoria sacó por encima del 30 por ciento.

El frente Cambiemos, en tanto, siempre con Mauricio Macri como su candidato mejor votado, consiguió su mejor resultado en la Ciudad de Buenos Aires, con el 48,9 por ciento. El resto de sus buenas performances no superaron los 40 puntos: Mendoza (36,1), La Rioja (35,4), Córdoba (35,4), La Pampa (35,4), Entre Ríos (34,9), Santa Fe (31,9) y Catamarca (31,5). Los peores distritos fueron San Juan (16,3 por ciento) y Santiago del Estero (14,3). En estos dos casos, Cambiemos quedó en tercer lugar por detrás del frente UNA.

En cuanto a la elección nacional para parlamentarios del Mercosur, registró ligeras variantes. Por ejemplo, el voto en blanco se elevó del 4,2 que hubo para presidente al 9,4 por ciento. Por ese motivo, el porcentaje conseguido por la lista del Frente para la Victoria que encabezó Jorge Taiana llegó al 40 por ciento contra el 29,4 de la de Cambiemos, que postuló a Mariana Zuvic. En el FpV calculaban que, si repetían esos porcentajes en octubre, podrían llegar a entrar nueve legisladores de la lista nacional, además de los 20 diputados que correspondían a los distritos ganados por la boleta kirchnerista.

Respecto de las demás provincias en las que se elegía candidatos para la gobernación, en Catamarca –que se había pronosticado pareja– la kirchnerista Lucía Corpacci ganó con el 52 por ciento contra el ex gobernador radical Eduardo Brizuela del Moral con el 39. En Chubut, el actual gobernador y candidato del FpV, Martín Buzzi, consiguió un ajustado triunfo del 40,3 al 38,8 por ciento contra otro ex gobernador, Mario Das Neves, quien se presentó con un sello provincial sin fórmula presidencial.

En Entre Ríos, el gobernador Sergio Urribarri confirmó su liderazgo con la victoria de su elegido, Gustavo Bordet, quien cosechó el 44,3 por ciento contra el ruralista macrista Alfredo De Angeli con el 35,8 por ciento. En San Juan, el diputado kirchnerista Sergio Uñac ganó la primaria del FpV, que sumó el 61 por ciento, frente al 24,5 del massista Roberto Basualdo. Casi un país aparte, en San Luis, Alberto Rodríguez Saá acompañó como candidato a gobernador la victoria de su hermano como aspirante a la presidencia. Alberto consiguió el 54 por ciento de los votos contra los 26,4 de José Riccardo, de Cambiemos.

Daniel Scioli está afónico, pero la culpa no es del acto con el que celebró, horas antes, haber sido el candidato presidencial más votado en el país durante las primarias que se llevaron a cabo el domingo. “Me la jodí en un partido de fútbol, puteando al técnico porque me sacó”, confiesa, al finalizar la entrevista en el piso 19 de la torre que tiene el Banco Provincia y donde están las oficinas donde trabaja cuando viene a la ciudad de Buenos Aires. Al día siguiente de las PASO, el gobernador bonaerense ya comenzó a trabajar pensando en el 25 de octubre, cuando deberá revalidar el resultado y sumar unos puntos para llegar a la Casa Rosada. En diálogo con Página/12, anticipó “una agenda provincial, nacional e internacional” durante los próximos tres meses para “hablarles a sectores independientes, a quienes no se sienten identificados con la alianza conservadora, a radicales, a socialistas, a gente del peronismo” con el objetivo de “ir configurando un gran frente nacional con un gran vigor” que le permita evitar el ballottage.

–¿Hay un sector particular al que dedicará mayores esfuerzos por acercarse antes de las elecciones generales?

–Nuestro electorado más fiel, más consistente, tiene que ver con los trabajadores, con los sectores humildes que este gobierno ha hecho crecer y progresar, los ha integrado, los ha incluido. Así que allí está la base fundamental. Y también una clase media en la medida en que le va cada vez mejor y hay un vigoroso mercado interno, poder adquisitivo, y eso genera la movilidad social ascendente.

–Teniendo en cuenta los resultados del domingo, ¿buscará el voto a otros candidatos peronistas que no estuvieron en el Frente para la Victoria?

–Y sí, porque éste es un lugar donde se expresan las doctrinas fundacionales de nuestro movimiento, crear trabajo, inclusión social, Asignación Universal por Hijo, desendeudamiento, reindustrialización, escuelas técnicas, de oficios. Entonces frente a esta alianza que se ha hecho en contra del peronismo nosotros tenemos que mostrarle a la sociedad una gran madurez, compromiso y responsabilidad para integrar esfuerzos y encarar los desafíos que tenemos por delante, en una agenda innovadora que tiene eje en lo productivo: cómo mejoramos la logística, cómo seguimos generando parques industriales, cómo avanzamos con la agenda ferroviaria, cómo promovemos inversiones.

–¿Y de cara a un ballottage cree que el votante de Massa lo va a apoyar a usted o a Macri?

–Creo que puede estar dividido, no sé en qué porcentaje. Ellos han ido variando en sus posturas, a veces están en contra, a veces a favor, entonces yo creo que acá la fortaleza mía fue transmitir esa previsibilidad, esa confianza. Certidumbre y claridad. La gente votó para adelante. La gente fue en búsqueda de una vida mejor, que sabe que en este camino la va a encontrar. Por eso le sacamos más de tres millones de votos a Macri, más de cinco millones de votos a Massa.

–Algunos analistas políticos aseguran que después de las primarias su discurso se va a “deskirchnerizar” para atraer a otro votante...

–No, lo mío es lo previsible, lo esperable, en cuanto a sostener estas ideas que aparte son las políticas que yo aplico en la provincia. Cuando yo hablo de la banca pública, de los microcréditos, de un banco de desarrollo vinculado a la producción, cuando hablo de la educación vinculada al trabajo, es lo que estamos haciendo.

–¿Tampoco se va a “peronizar” entonces?

–La gente no habla de peronizar o no. La gente quiere que le hablemos de cosas concretas. Esa es la relación que yo tengo directa con los argentinos: hablo las cosas concretas, y los escucho, y los entiendo.

–¿Buscará el diálogo con dirigentes del peronismo opositor?

–Buscaré conversar con todos, en especial con mis compañeros que conozco hace muchos años. Con Juan Schiaretti tengo buena relación, con Adolfo Rodríguez Saá también.

–¿Habló con alguno de ellos ya?

–Schiaretti me saludó ayer. Y hablaré en los próximos días con todos con los que tenga que hablar.

–¿Por qué cree que no se alcanzó el objetivo del 40 por ciento?

–Yo tenía la expectativa de superar el 30 en esta primera etapa, y sacamos el 38 por ciento. Además, fue en un contexto en el que hubo distintas alternativas y no estuvo todo el voto concentrado en dos propuestas electorales.

–¿Cree que pudo haberlo afectado el tema de las inundaciones de la última semana?

–En general, hubo una agenda muy clara que buscó cambiar el eje de la discusión y el debate electoral. La embestida contra Aníbal Fernández, lo que pasó a principio de año, la economía. Pero yo quiero decirle a la gente que esté tranquila. Vamos a ir a votar con un país en crecimiento, con la desocupación a la baja, con perspectivas inmejorables.

–¿Teme que haya más operaciones de prensa que apunten a perjudicar al peronismo de acá a octubre?

–Yo creo que no les dio resultado. Cada uno elige su camino. Creo que al no haber encontrado un escenario económico, político y social en el que pensaban tener más competitividad se buscaron cambiar ejes de discusión, pero yo voy a mantenerme siempre en esta línea de trabajo.

–¿No le preocupa que puedan involucrarlo a usted en alguna maniobra?

–No me preocupa ni me pongo a pensar en eso. Creo que ese camino es un boomerang. Fijate lo que pasó, Aníbal salió fortalecido. Aparte, hay tantas cosas importantes para discutir en la Argentina, discutamos las cosas de verdad. En eso quiero hacer foco todos los días.

–¿Habló con Aníbal Fernández?

–Hablé con Aníbal, hablé con Julián Domínguez. Vamos a hacer un acto juntos con Aníbal.

–Domínguez estaba en Chacabuco, ¿pero por qué Fernández no fue al Luna Park?

–Estuvo en el bunker de él, hasta cualquier hora de la madrugada, esperando los resultados.

–Massa y Macri ya pidieron debatir.

–Nosotros debatimos todos los días gobernando un distrito de esta envergadura. A veces hay que ver los términos en los que se plantean las cosas. Si no después mañana bajamos los impuestos, después eliminamos ganancias, después eliminamos las retenciones. Esos debates... Fijate que cuando yo hablo del tema inflación hablo de gradualismo, de llegar a un dígito. Trabajamos mucho y la gente lo percibe. Porque si hacer promesas así generara un caudal de votos yo no hubiese sacado ocho millones y pico.

–En el cierre de campaña habló de cambiar cosas, mantener otras y profundizar otras. ¿Qué entra en cada casillero?

–Hay que mantener los lineamientos fundamentales, que son desendeudamiento, reindustrialización, consumo interno. Y éste es un proyecto en evolución permanente. Cristina fue cambiando cosas de Néstor, introduciendo nuevos derechos, recuperó YPF... Y ahora seguramente en esta etapa tenemos que buscar la soberanía energética, buscar cada día más competitividad...

–¿A qué atribuye la derrota en el conurbano de algunos intendentes históricos?

–La gente cada vez exige más. También va buscando alternancias de sus dirigentes. Posiblemente no de las políticas, pero sí de los dirigentes.

–¿Buscará contener a esos jefes comunales que fueron derrotados en la interna?

–Sí, hablaré con ellos. Con Darío Giustozzi, con Raúl Othacehé, con cada uno de ellos. Soy un integrador.

–¿Qué posible rol tiene pensado para ellos?

–Depende de cada uno. Son dirigentes de perfil distinto. Algunos son diputados, hay que ver cuál es su voluntad, no son todos los casos lo mismo. Se sometieron al veredicto democrático, contribuyeron a engrosar el caudal de votos, por lo que les estoy agradecido. Ahora tenemos que trabajar juntos de cara a octubre.

–La mesa sindical que lo apoyó tiene miembros de las tres CGT, pero usted en sus actos destaca siempre la presencia de Antonio Caló. ¿Es el hombre que espera que conduzca una CGT unificada?

–Yo a Antonio le agradezco, y a través de él a todos los trabajadores, a los 84 gremios con que hicimos el encuentro en Costa Salguero. Luego, yo respeto la dinámica de la interna del movimiento obrero, hablo con todos los sectores y me parece muy importante la unidad de los trabajadores, con los empresarios, con el Estado, para ingresar a una etapa de mayor productividad.

–¿Qué rol piensa que puede tener Carlos Zannini en un eventual gobierno suyo?

–Ya lo hablaremos. Yo fui vice, así que sé que es importante un vice activo, que nos complementemos bien, más allá de la función institucional.

–¿Lo sorprendió la buena performance de la candidata de Cambiemos, María Eugenia Vidal, en la provincia?

–No, porque unificaba muchas candidaturas, las de Macri, Carrió y Sanz.

–¿Y la mala elección del radicalismo en todo el país?

–Yo sé que muchos radicales nos van a acompañar.

–Usted ya anunció que tiene pensado hacer mucho eje en el plano internacional durante el último tramo de campaña. ¿A dónde planea hacer sus primeros viajes?

–Vamos a ir coordinando. Puede ser Rusia, China, México, España, Italia. Todos los países que yo sienta que pueden contribuir al desarrollo argentino, para traer inversiones y promover exportaciones.

–¿Le preocupa que una desmejora en la economía le juegue en contra?

–En octubre se va a ir a votar con la desocupación a la baja y con el país creciendo.

–¿Le preocupa que pueda haber maniobras para desestabilizar la situación económica, como denunció Axel Kicillof?

–Hay muchas veces interesados en que no se llegue a un escenario de estabilidad, pero vos viste lo que pasó ayer, la gente se da cuenta. Ayer dio una demostración. Los estaban arengando a que fueran a votar con bronca, en contra, pero eligieron votar con esperanza, reconociendo las dificultades que hay pero sabiendo que en este camino se va a encontrar la solución.

–El tema del narcotráfico y la despenalización de la droga ocupó un lugar importante en la interna bonaerense y ganó un candidato que propone no criminalizar el consumo. ¿Cuál es su opinión?

–Es un tema que hay que estudiarlo, hay que tener cuidado con el mensaje que se da, ver la experiencia en otros países, las características de la sociedad. Pero hay que separar el narcotráfico, que es un crimen organizado y un tema de seguridad pública, del adicto, que es un enfermo y es un tema de salud, y como tal hay que tratarlo.

Si en octubre se repitiera la elección de las PASO de este domingo cambiaría la correlación de fuerzas dentro del Congreso. En la Cámara de Diputados, el Frente para La victoria (FpV), que es quien más escaños arriesga en esta renovación parlamentaria, mantendría su condición de primera minoría legislativa pero quedaría con un centenar de diputados y lejos de los 129 necesarias para alcanzar el quórum propio para sesionar, que ahora logra con el respaldo de sus aliados. La UCR seguiría siendo la segunda minoría dentro de la Cámara baja pero con el PRO pisándole los talones; el Frente Renovador conseguiría el doble de las bancas que arriesga; el FIT suma un escaño y Progresitas (PS-GEN) retendría apenas la mitad de sus bancas, en tanto otros bloques perderán su representación parlamentaria. En el Senado, en cambio, el FPV, ampliaría su presencia y alcanza quórum propio sin necesidad de contar con sus aliados; la UCR perdería 3 bancas, las mismas que sumaría sus aliados macristas de Cambiemos; el delasotismo recuperaría las dos bancas en manos del juecismo cordobés, que desaparecería como bloque, lo mismo que el socialismo.

Las diferencias para el oficialista FpV entre una y otra Cámara obedece a que el recambio parlamentario corresponde a dos elecciones previas con resultados muy diferentes para el kirchnerismo a escala nacional. Mientras que en Diputados pone en juego las bancas que sumó en la elección presidencial de 2011 en la que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner alcanzó el 54 por ciento de los votos, en el Senado el FpV va por recuperar lo que perdió en 2009, cuando la oposición en sus distintas variantes se alzó con varios triunfos legislativos.

El FpV arriesga en esta elección 77 bancas propias de diputados, de las cuales –si se repitiera el resultado de las PASO– renovaría 59. Lo que lo dejaría con una bancada de 101 diputados propios. Y aunque también quedarían en el camino algunos de los aliados más fieles, sumaría las 7 bancas que mantendría el Frente Cívico de Santiago del Estero, los 3 del Movimiento Popular Neuquino, el monobloque solidario de Carlos Heller y 2 peronistas pampeanos, con lo que alcanzaría 114 diputados, 15 menos que para lograr el quórum propio.

Con el resultado del domingo, el FpV perdería diputados en los distritos numerosos en los que se impuso cómodamente en 2011 y que reparten mayor cantidad de escaños. En la provincia de Buenos Aires, que reparte 35 bancas, sólo renovaría 15 de los 20 que arriega; en Córdoba sólo una de cuatro; perdería un diputado en distritos como la ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Entre Ríos, y hasta en Santa Fe, a pesar de haber salido primero en las PASO, además de otras provincias donde la representación legislativa es menor.

La UCR seguiría como segunda minoría legislativa en la Cámara baja. Pero contrariando la estrategia partidaria de que tras sellar la alianza con el PRO y la CC se fortalecería su representación legislativa, los radicales sumarían solo 5 diputados a sus actuales 34 (más 3 del filo radical Frente Cívico de Catamarca), mientras que sus socios del PRO suman 22 bancas trepando a 36, y la CC conserva sus 4 bancas, de las cuales ninguna estaba en juego. Como interbloque, Cambiemos alcanzaría 79 diputados. Otro de los que crecería es el Frente Renovador, que consigue sumar a su bloque doce diputados, el doble de los que pone en juego. Y el FIT sumaría una banca bonaerense a su interbloque de 3 diputados.

Progresistas sólo conservaría la mitad de sus actuales 12 bancas, entre el Gen y el PS. Mientras que la Unidad Popular y el juecismo cordobés desaparecen como expresión parlamentaria en la Cámara baja.

Senado

La situación es diferente en la Cámara alta, donde el FpV realizó muy buenas elecciones en la mayoría de las ocho provincias que renuevan sus tres bancas (dos por la mayoría y la tercera por la primera minoría) elegidas en 2009. Allí, el oficialismo consigue 11 escaños, donde solo exponía ocho, treparía a 39 bancas y quórum propio (37 bancas) sin necesidad de recurrir a los dos aliados que le quedan en el recinto. El FpV se imponía en las provincias que gobierna: Catamarca, Chubut, Tucumán y La Pampa. Salvo en Mendoza, donde perdió la gobernación este año ante un frente opositor encabezado por la UCR, que también tenía en sus manos las dos bancas de senadores por la mayoría y al frente de cuya boleta va como candidato ex vicepresidente Julio Cobos, aunque la camporista Anabel Fernández Sagasti se ubicó segunda y conservaría el escaño para el peronismo en el Senado.

El peronismo sorprendió con un triunfo en Santa Fe, donde Omar Perotti salió primero superando al ahora macrista Carlos Reutemann y relegando lejos al socialista Hermes Binner. También en Corrientes, donde el ex intendente de la capital Carlos “Camau” Espínola superaba por 20 puntos a todo el frente que encabeza el gobierno radical de la provincia. En cambio, el FpV estuvo lejos de revertir el escenario cordobés, donde el delasotismo le arrebataría al Frente Cívico las dos bancas en el Senado, y la alianza Cambiemos –que llevaba como candidato al renunciante Luis Juez– subirá ahora al frente de la lista a la macrista Laura Rodríguez Machado para la banca que era de la UCR. Igual que en Diputados, la estrategia radical dentro de Cambiemos no logró ampliar su representación en el Senado: los tres escaños que perdió la UCR pasaron a manos del PRO.

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, dijo que “a nivel personal” está “muy cerca” del candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli. “Nosotros, por lo que hemos hablado con el gobernador Scioli, hemos observado claramente su predisposición a atender los temas de los rionegrinos: el turismo, la fruticultura, la pesca, la ganadería, el endeudamiento provincial, las distintas situaciones que se presentan”, explicó Weretilneck. También contó que “los equipos técnicos de los dos gobiernos, el provincial y el de él (por Scioli), van a empezar a diseñar lo que va a ser el vínculo entre la provincia y la Nación”.

La existencia de una "campaña sucia" lanzada por el frente Cambiemos fue denunciada por la fórmula presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli-Carlos Zannini, a través de la publicación en las redes sociales de "fotos de catástrofes ocurridas en países de Centroamérica o de situaciones que sucedieron hace años, y ediciones de imágenes falsas de Daniel Scioli y Karina Rabolini en lugares paradisíacos" con un solo objetivo: "La difamación".

Las fotografías fueron lanzadas a la web a través de 50 mil cuentas truchas que luego fueron viralizadas y potenciadas por dirigentes que trabajan en la campaña presidencial de Mauricio Macri. Entre ellas se señala a las diputadas Elisa Carrió y Laura Alonso, sus militantes y adherentes con identidades falsas.

"Ya lo vimos con Filmus" cuando se estableció un vínculo inexistente entre su padre con Sergio Schoklender, por el programa Sueños Compartidos, recordó Aníbal Fernández. A ese caso "se lo denunció, se lo comprobó y no pasó nada", lamentó y dijo que el modus operandi consiste en "buscar imágenes viejas con mala fe y poner luego a su ejército de hacer daño, de mala fe, una porquería. Se lo denunció en el 2013, se investigó, se demostró todo esto y no hubo conclusiones, nadie lo sanciona y vuelve a pasar", insistió.

Por otra parte, Fernández calificó de "poco seria" a la denuncia mediática de su contrincante por el Frente Renovador (FR), Felipe Solá, quien afirmó a la prensa que podría haber un "robo" de 192 mil votos en las elecciones pasadas.

"Cuando se hace una elección de esta característica se sienta a la mesa un fiscal, y ese fiscal, cuando termina el escrutinio, cuenta los votos obtenidos, y en la planilla se detalla y se sacan conclusiones al final con la firma de todos y se le entrega a cada uno de los presentes la copia del acta. Luego se juntan todas las actas de los distritos y, en todo caso, si hay irregularidades, se debieran haber hecho las presentaciones judiciales como corresponde", aseveró Fernández en su habitual diálogo con los periodistas previo a su ingreso a la Casa Rosada.

Antes de formalizar la denuncia, Daniel Scioli habló públicamente de la “campaña sucia” en su contra relacionada con las inundaciones, de la que responsabilizó a Mauricio Macri y su equipo. Dijo que se publicaron fotos y videos que no corresponden a esta crecida y apuntó a un equipo de tuiteros que operan para el PRO. “Como estamos en un tiempo de alta intensidad política, buscan generar hechos políticos alrededor de estas cuestiones. Tenemos perfectamente identificadas las acciones que lleva adelante (el PRO) con sus tuiteros, desde las redes sociales”, aseguró, tras cuestionar al macrismo por “hacer campaña de cualquier manera”.

El gobernador bonaerense indicó que para esto subieron a la red, por ejemplo, “imágenes viejas de una inundación en Costa Rica” y “una discusión mía con vecinos que en realidad fue de dos años atrás en La Plata”.

El uso de las inundaciones para la pelea electoral fue calificado por el candidato del Frente para la Victoria como “de una hipocresía total”. Macri “ha demostrado su peor cara”, cargó en ese sentido. “Hay que decirlo con todas las letras; la gente por algo el domingo pasado votó como votó, no se dejó llevar por este tipo de operaciones y por eso nos dio una ventaja de más tres millones de votos, que se van a confirmar en el escrutinio definitivo”.

Scioli consideró, en este marco, una “debilidad” que la oposición busque “unirse ‘en contra de’ como sea”. “Es una debilidad de ellos y una fortaleza nuestra. Cuando las cosas se hacen en contra de, nunca pueden salir a favor de la gente ni del país. Ya lo vimos en el ’99, con ese armado político y las consecuencias que tuvo para el país”, sostuvo en declaraciones radiales.

En los últimos días, Macri viene centrando sus declaraciones públicas en las inundaciones y el dólar. El jefe de Gobierno porteño sacó una especial tajada del viaje que el gobernador bonaerense emprendió a Italia después de las PASO, y que debió interrumpir para regresar de urgencia a la provincia por las inundaciones. Tras denunciar por falta de obras a su adversario, ofreció su ayuda a los intendentes de los municipios inundados.

Ayer, Scioli fue consultado sobre si antes de viajar no había recibido ninguna advertencia sobre la gravedad que podían tomar las crecidas de los ríos. “Hubo una lluvia muy intensa que se agravó luego cuando vino la sudestada”, contestó. “Cuando el agua empezó a escurrir y la sudestada avanzó sobre el río, esto generó las consecuencias que conocemos. En esa situación inmediatamente yo prioricé lo que tenía que priorizar, mi responsabilidad en la provincia, pero (mientras estuvo fuera) me mantuve en contacto permanente con todos mis colaboradores. Esta es una organización, tanto el gobierno nacional como el de la provincia.”

En esta línea, reiteró que las inundaciones son efecto del cambio climático y volvió a plantear que para “muchos” inundados la solución de fondo será una relocalización. “Así lo hicimos en La Plata, Lomas de Zamora, La Matanza y Esteban Echeverría, para evitar los riesgos, porque ante las lluvias, los ríos se ensanchan. Por ejemplo, el río Arrecifes tenía un ancho de 50 metros y cuando viene la inundación se va a más de mil metros, avanzando sobre las casas”.

Consultado sobre si la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se había molestado con él por el viaje, dijo que a esas versiones hay que “ponerlas en el contexto de las mismas pavadas que se hablaron antes de la elección, como que no me querían de candidato. La mejor respuesta es la realidad, y la realidad en este caso es que la Presidenta dispuso un despliegue logístico, de recursos humanos, de las Fuerzas Armadas, de las fuerzas de seguridad, de asistencia social, del área de infraestructura... todo el Gobierno se puso a disposición para paliar la inundación, así que ésa es la respuesta”.

Con la excusa de conmoverse por los afectados, “algunos quisieron hacer campaña de cualquier manera”, agregó el mandatario, que ayer supervisó junto a su gabinete los operativos de retorno a sus casas de los afectados. Le preguntaron si se refería a Macri. “Sin ninguna duda, él y su troupe están detrás de estas cosas. Tenemos claramente identificadas las acciones que llevan adelante a través de las redes sociales, haciendo campaña sucia en todo momento. Hay una hipocresía total.”

El candidato a presidente del FpV consideró que Macri “ha mostrado su peor cara, tanto en el accionar político como en la propuesta económica que le hemos escuchado hacer hace 3 días ante un grupo de empresarios, donde se descubre cuáles son sus intenciones: llevar al país a una devaluación, a que todo lo maneje el mercado, y ya hemos visto las consecuencias devastadoras que esto tiene para la sociedad. El no cree en el rol del Estado y yo sí creo en el rol del Estado. Pero a buena hora que se haya desenmascarado su idea de país”.

Antes de formalizar la denuncia, Daniel Scioli habló públicamente de la “campaña sucia” en su contra relacionada con las inundaciones, de la que responsabilizó a Mauricio Macri y su equipo. Dijo que se publicaron fotos y videos que no corresponden a esta crecida y apuntó a un equipo de tuiteros que operan para el PRO. “Como estamos en un tiempo de alta intensidad política, buscan generar hechos políticos alrededor de estas cuestiones. Tenemos perfectamente identificadas las acciones que lleva adelante (el PRO) con sus tuiteros, desde las redes sociales”, aseguró, tras cuestionar al macrismo por “hacer campaña de cualquier manera”.

El gobernador bonaerense indicó que para esto subieron a la red, por ejemplo, “imágenes viejas de una inundación en Costa Rica” y “una discusión mía con vecinos que en realidad fue de dos años atrás en La Plata”.

El uso de las inundaciones para la pelea electoral fue calificado por el candidato del Frente para la Victoria como “de una hipocresía total”. Macri “ha demostrado su peor cara”, cargó en ese sentido. “Hay que decirlo con todas las letras; la gente por algo el domingo pasado votó como votó, no se dejó llevar por este tipo de operaciones y por eso nos dio una ventaja de más tres millones de votos, que se van a confirmar en el escrutinio definitivo”.

Scioli consideró, en este marco, una “debilidad” que la oposición busque “unirse ‘en contra de’ como sea”. “Es una debilidad de ellos y una fortaleza nuestra. Cuando las cosas se hacen en contra de, nunca pueden salir a favor de la gente ni del país. Ya lo vimos en el ’99, con ese armado político y las consecuencias que tuvo para el país”, sostuvo en declaraciones radiales.

En los últimos días, Macri viene centrando sus declaraciones públicas en las inundaciones y el dólar. El jefe de Gobierno porteño sacó una especial tajada del viaje que el gobernador bonaerense emprendió a Italia después de las PASO, y que debió interrumpir para regresar de urgencia a la provincia por las inundaciones. Tras denunciar por falta de obras a su adversario, ofreció su ayuda a los intendentes de los municipios inundados.

Ayer, Scioli fue consultado sobre si antes de viajar no había recibido ninguna advertencia sobre la gravedad que podían tomar las crecidas de los ríos. “Hubo una lluvia muy intensa que se agravó luego cuando vino la sudestada”, contestó. “Cuando el agua empezó a escurrir y la sudestada avanzó sobre el río, esto generó las consecuencias que conocemos. En esa situación inmediatamente yo prioricé lo que tenía que priorizar, mi responsabilidad en la provincia, pero (mientras estuvo fuera) me mantuve en contacto permanente con todos mis colaboradores. Esta es una organización, tanto el gobierno nacional como el de la provincia.”

En esta línea, reiteró que las inundaciones son efecto del cambio climático y volvió a plantear que para “muchos” inundados la solución de fondo será una relocalización. “Así lo hicimos en La Plata, Lomas de Zamora, La Matanza y Esteban Echeverría, para evitar los riesgos, porque ante las lluvias, los ríos se ensanchan. Por ejemplo, el río Arrecifes tenía un ancho de 50 metros y cuando viene la inundación se va a más de mil metros, avanzando sobre las casas”.

Consultado sobre si la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se había molestado con él por el viaje, dijo que a esas versiones hay que “ponerlas en el contexto de las mismas pavadas que se hablaron antes de la elección, como que no me querían de candidato. La mejor respuesta es la realidad, y la realidad en este caso es que la Presidenta dispuso un despliegue logístico, de recursos humanos, de las Fuerzas Armadas, de las fuerzas de seguridad, de asistencia social, del área de infraestructura... todo el Gobierno se puso a disposición para paliar la inundación, así que ésa es la respuesta”.

Con la excusa de conmoverse por los afectados, “algunos quisieron hacer campaña de cualquier manera”, agregó el mandatario, que ayer supervisó junto a su gabinete los operativos de retorno a sus casas de los afectados. Le preguntaron si se refería a Macri. “Sin ninguna duda, él y su troupe están detrás de estas cosas. Tenemos claramente identificadas las acciones que llevan adelante a través de las redes sociales, haciendo campaña sucia en todo momento. Hay una hipocresía total.”

El candidato a presidente del FpV consideró que Macri “ha mostrado su peor cara, tanto en el accionar político como en la propuesta económica que le hemos escuchado hacer hace 3 días ante un grupo de empresarios, donde se descubre cuáles son sus intenciones: llevar al país a una devaluación, a que todo lo maneje el mercado, y ya hemos visto las consecuencias devastadoras que esto tiene para la sociedad. El no cree en el rol del Estado y yo sí creo en el rol del Estado. Pero a buena hora que se haya desenmascarado su idea de país”.

A cuatro días de las elecciones de gobernador, Tucumán recibirá hoy a los dos principales postulantes presidenciales, Daniel Scioli y Mauricio Macri, quienes viajarán a la provincia para apoyar a sus respectivos candidatos: Juan Manzur, por el Frente para la Victoria, y el radical José Cano, por Acuerdo para el Bicentenario, una alianza compuesta por la UCR, el PRO y el massismo, entre otros espacios opositores. En el distrito ya estaba ayer la esposa del gobernador bonaerense, Karina Rabolini, quien llamó a votar por el ex ministro de Salud y actual vicegobernador provincial. Además de los referentes nacionales del frente Cambiemos, Cano contará el jueves con el respaldo del ex intendente de Tigre, Sergio Massa. En el FpV se mostraban optimistas porque hace 10 días obtuvieron en las PASO presidenciales un 57 por ciento de los votos mientras que Cambiemos alcanzó el 20 y UNA el 16.

Un día antes de los cierres de campaña, el desembarco de los dirigentes nacionales inundará las calles de Tucumán, la provincia gobernada por José Alperovich desde 2003. El oficialismo revalidó allí sus títulos en las primarias nacionales. Aunque no se votó para la categoría de gobernador, la elección sirvió de espaldarazo para la fuerza gobernante, ya que el propio Alperovich sacó casi un 60 por ciento de los votos como candidato a Senador Nacional. “Lo primero que me dijo Daniel cuando terminaron las PASO fue que vaya a todas las provincias y le agradezca a la gente el acompañamiento que nos dio”, aseguró ayer Rabolini, la adelantada de la comitiva sciolista. La presidenta de la Fundación Banco Provincia llevó el apoyo que hoy Scioli concretará personalmente: “Para Daniel es importante que Manzur gane el domingo en Tucumán porque tienen una provincia maravillosa con un extraordinario potencial, similar al de Argentina, y por eso vamos a trabajar juntos”, sostuvo.

Scioli llegará a la provincia con el argumento de firmar un acta junto a los postulantes locales. Se tratará de un “compromiso de reparación histórica” para encarar obras en la capital, San Miguel de Tucumán, donde postulan a Pablo Yedlin. Según fuentes del FpV, también estarían presentes en el acto otros gobernadores de la región como el salteño Juan Manuel Urtubey o el jujeño Eduardo Fellner.

Por el lado de la oposición, el PRO llegará mañana con su tropa para tratar de apuntalar el desempeño tanto de Macri como de sus candidatos locales. Será de la partida el ex precandidato presidencial y titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, además del armador político del macrismo, Emilio Monzó. El jefe de gobierno porteño tiene previsto reunirse con productores agrícolas y frutícolas, en compañía de Cano. Habrá también recorridas por el sur provincial. Pero la presencia de Macri no será la única. Gabriela Michetti llegará el jueves a la capital provincial acompañada por el senador y ruralista Alfredo De Angeli y el presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio. Incluso el humorista Miguel Del Sel, ex candidato a gobernador de Santa Fe, tiene prevista una visita a varias ciudades tucumanas.

“Hay dos ejes que van a cambiar y los estamos trabajando para el próximo domingo, que es ajustar lo que hace a la fiscalización, que es uno de los costados por el que se perdió puntos en las PASO, y el segundo es tener una estrategia más agresiva tanto de los referentes nacionales del PRO como en la publicidad”, aseguró Pablo Walter, jefe de la campaña macrista en el NOA. Con toda esa apuesta por parte del PRO aspiran a revertir la amplia brecha de las PASO. En el entorno de Cano repiten que son escenarios distintos: “Cano no es lo mismo que Silvia (Elías de Pérez, la candidata a senadora de la oposición) ni Manzur es Alperovich)”, detallan. Aunque sabe que es un desafío difícil, el diputado radical confía en mejorar los números de las primarias.

Mañana llegará también Massa. A diferencia del armado nacional, el líder del Frente Renovador es parte de la alianza local que también incluye al PRO. El postulante a vice de Cano es el peronista disidente Domingo Amaya, intendente de la capital provincial, nexo político con el tigrense.

Muy detrás en los sondeos, se postula por Fuerza Republicana Ricardo Argentino Bussi, hijo del genocida Antonio Domingo Bussi.