Pertenecemos a continentes diferentes, y ese mundo virtual nos permite estar en contacto alimentando día a día con nuestros sentimientos de verdadero amor.

¿Pero ese sentimiento es real ó está marcado por la soledad de la distancia? Creemos que es un sentimiento real, aunque la distancia nos hace nada en un mar nostálgico de querencia y ansiedad, donde sus olas llevan la espuma de las ausencias. Ese mar está lleno de bellos corales cuando chateo, y según la marea pueden llegarte a confundir olvidando tu particular y monógamo paraíso sentimental.

¿Acaso nos estamos equivocando sentimentalmente hablando? Posiblemente no, pero hay que procurar no enredarse en tal red con diferentes personas del sexo contrario, es decir, que hay que ser fieles con las parejas respectivas, mejor que el Internet no se parezca al recreo en el patio de un colegio de unos infantes que sólo quieren jugar con los sentimientos de otros para matar las horas de aburrimiento.

La red y la distancia llegan a confundirnos, si a eso unimos las dificultades económicas que ambos tenemos para visitar el país del otro, nuestra relación entonces se vuelve más dramática, y por eso me pregunto si debemos seguir alimentando nuestra ilusión enamorada, o seguir en la lucha por nuestro amor para lograr  que un día estemos juntos para no separarnos jamás.

De la red