EL PAIS › LA CGT QUIERE UNA SOLUCION PARA SOSTENER EL PODER ADQUISITIVO
Preocupados por los precios
El titular de la CGT oficial, Antonio Caló, advirtió que sigue con atención “la escalada de precios” y aseguró: “Nos vamos a sentar con el ministro de Hacienda para ver cómo solucionamos el desfasaje” con los salarios.
El secretario general de la CGT oficial, Antonio Caló, advirtió que existe preocupación entre los dirigentes sindicales por los aumentos de precios y señaló que va a analizar con las nuevas autoridades de Economía cómo sostener el poder adquisitivo de los salarios. De todos modos, Caló planteó que “el que gana gobierna y el que pierde acompaña”, como una señal de respeto de la central obrera ante el resultado electoral que llevó a Mauricio Macri a la Presidencia. También anticipó que hay “un principio de acuerdo”, para negociar la unidad de la CGT aunque advirtió sobre los tiempos: “No se trata ni de hoy ni de mañana”.
“Lo que más me preocupa es la escalada de precios, nos vamos a sentar con el ministro de Hacienda (Alfonso Prat-Gay) para ver cómo solucionamos el desfasaje porque, si no, va a ser difícil mantener el poder adquisitivo”, aseguró el líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), anticipando una mesa de diálogo con el funcionario macrista.
Caló espera todavía el llamado del nuevo gobierno a la central que conduce para comenzar a tender puentes, no sin dejar de mostrar alguna molestia por la preferencia de Macri por el camionero Hugo Moyano, quien encabeza la CGT Azopardo. “En cualquier momento nos sentaremos a conversar y veremos cuál es la intención del nuevo gobierno”, afirmó, apuntando también a la necesidad de una reunión con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
“La asunción del nuevo presidente la veo con agrado, el pueblo argentino se expresó y lo eligió para los próximos cuatro años. Lo vamos a acompañar en todas las cosas buenas que esté haciendo”, aseguró el metalúrgico, resaltando el respeto a la voluntad popular y la buena predisposición de la dirigencia gremial frente al cambio de signo político, pese al expreso apoyo dado al FpV.
Caló dijo que no creía “que Macri, que recién se inicia, quiera que se pierdan puestos de trabajo”, poniendo como eje la unificación del tipo de cambio anunciada por el equipo económico macrista. “La industria está abrochada con un hilo, depende mucho del proyecto que lleva adelante el gobierno, de los subsidios y de las importaciones”, agregó mostrando la preocupación de su gremio por las consecuencias que pueda tener la apertura económica. En la misma línea, aseguró que no tenía “ningún conocimiento del razonamiento de bajar salarios” que impulsa el Grupo Techint en la fábrica de tubos Siderca, revelada ayer por este diario. “Si (la empresa) tiene algún problema con sus trabajadores se lo comunicará a la comisión interna y después a la UOM”, argumentó Caló.
La CGT está fracturada desde 2012, cuando el sector que encabeza Moyano decidió abrirse al quedar excluido de las listas electorales del año previo. “Siempre hay posibilidad de unidad en el movimiento obrero”, señaló ayer Caló, e indicó que había que “conversar, ver y analizar por qué ahora somos cinco centrales”, en referencia a las tres CGT –contó también al sector liderado por el gastronómico Luis Barrionuevo– y las dos CTA. “Los trabajadores y la Argentina merecen la unificación de la CGT. Esta división no conduce a nada para los trabajadores. Cuando no estamos juntos, los formadores de precios se aprovechan”, reflexionó aunque aclaró luego que había que “buscar el momento oportuno, hay que esperar el momento que no va a ser ni mañana ni pasado”. Anticipó que mañana se reunirá el consejo directivo de la central obrera y se analizará el tema: “Si los compañeros dicen que tenemos ir a la reunificación, iremos. Si dicen que tenemos que esperar, esperaremos”.
Caló admitió que hay conversaciones para avanzar en la unificación de la CGT.
ECONOMIA › SUBAS EN REMEDIOS Y ALIMENTOS REAVIVARON LA INFLACION EN NOVIEMBRE Y DICIEMBRE
Efecto de una devaluación anunciada
Mientras el Indec demora los indicadores por falta de “condiciones técnicas” para elaborarlos, diversas fuentes privadas reflejan una fuerte aceleración. Alimentos, con subas del 11 por ciento en la primera mitad de diciembre.
Por Federico Kucher
La inflación de diciembre, según estimaciones privadas, será de hasta el 6 por ciento, superando en varias veces la última variación informada por el Indec en octubre, la cual arrojó que los precios minoristas habían subido 1,1 por ciento. La devaluación anunciada por el equipo económico de Cambiemos generó un fuerte incremento en el valor de los productos de la canasta básica, en particular de la carne, el pollo, la leche, la harina y el aceite, ya desde antes de su puesta en marcha. También hubo aumentos notables en productos clave como los medicamentos, que marcaron subas de más del 20 por ciento. El instituto oficial de estadísticas, tras la designación del consultor de mercado Jorge Todesca, decidió interrumpir la publicación del indicador de precios al consumidor de noviembre y diciembre. Economistas heterodoxos aseguraron que se pretende ocultar el importante impacto para el proceso inflacionario que generó el incremento del dólar con baja de retenciones.
Las estimaciones de precios de los privados, en ausencia de indicadores oficiales, registraron la fuerte aceleración de la inflación en las últimas semanas. El relevamiento del Estudio Bein reflejó que en octubre la inflación fue del 1,5 por ciento, mientras que en noviembre ascendió al 2,9 y cerraría diciembre en el 6 por ciento. Las estimaciones de Elypsis, del consultor Levy Yeyati, fueron 1,5 en octubre, 2,2 en noviembre y 3,5 en diciembre. La consultora M&S, de Carlos Melconian, uno de los nuevos funcionarios designados para conducir el Banco Nación, calculó que en diciembre el alza de precios superará 4 por ciento.
Los alimentos tuvieron las subas más pronunciadas. El estudio de Isepci, que mide solo la evolución de productos alimenticios, arrojó que el valor de los alimentos había subido el 0,7 por ciento en octubre, el 2,9 por ciento en noviembre y el 11,7 por ciento en la primera quincena de diciembre.
Un informe de Consumidores Libres, de Héctor Polino, permite observar cuál fue el aumento de precios para distintos productos de consumo masivo entre fines de octubre y la primera quincena de diciembre. El asado por kilo se incrementó el 10,1 por ciento, en tanto que el roast beef lo hizo al 13,7 por ciento y la carne picada, 5,2. La harina anotó una suba del 8,6 por ciento, la leche 5,1 y la yerba mate 4,8. Entre las verduras se destacó el alza del zapallo (+28,2 por ciento). El aumento del precio de los alimentos impacta con mayor fuerza en la calidad de vida de sectores vulnerables de la población que destinan gran parte de sus ingresos a comprar estos productos. Más allá del anuncio de un bono por única vez para titulares de derechos de la Asignación Universal por Hijo y jubilaciones mínimas, los incrementos de precios en la canasta básica provocaron una fuertísima caída en la capacidad de compra de estos sectores.
El Indec, pese a la tensión observada con los precios en las últimas semanas, anunció que no se publicarán los indicadores de inflación minorista para noviembre y diciembre. Las nuevas autoridades aseguran que no están dadas las condiciones técnicas para presentar un indicador de precios adecuado. Pero economistas heterodoxos dudan de la veracidad del argumento y aseguran que hay un intento de ocultar la importantísima distorsión sobre los precios generada por el anuncio de devaluación y la quita de retenciones al complejo agropecuario, en particular el trigo y el maíz. “Hasta ahora se venía publicando a través del Indec un índice de precios nacional urbano (IPC-nu) que reflejaba con bastante exactitud las tasas de inflación. Se puede pensar en mejorarlo, pero discontinuarlo justo ahora es privar de información a la población. Sorprende que lo dejen de publicar”, aseguró Ricardo Aronskind, economista del Plan Fénix. Planteó que el nuevo gobierno ocultó desde un comienzo sus intenciones en materia distributiva (baja de salario real y en dólares y recomposición de rentabilidad para los sectores exportadores). “Lo que ahora ocurre es que hay un fuerte impulso inflacionario incitado desde el Estado y que, en donde más preocupa, es en el incremento de los precios de los productos de la canasta básica. La baja de la retención para el trigo y el maíz afecta en forma significativa estos bienes, lo cual combinado con la devaluación genera una importante tensión en el valor de todos los alimentos”.
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Las góndolas de alimentos son las que más sufrieron el impacto, según las consultoras privadas. Carnes y verduras, los que más subieron.
ECONOMIA › PESE AL DESEO DEL MINISTRO ALFONSO PRAT-GAY, LA TASA DE INFLACION NO CEDE EN ENERO
El alza de precios no es una sensación
El ministro había estimado que la inflación estaba bajando y que los aumentos de estos días eran una “sensación” del consumidor. Consultoras y organizaciones de consumidores calculan que en la primera quincena acumula una suba de 1,6 por ciento.
La inflación durante la primera quincena de enero continuó bastante por encima del promedio del año pasado. La Asociación de Consumidores Libres, que dirige Héctor Polino, calculó que los precios de los bienes de la canasta básica aumentaron 1,6 por ciento en lo que va del mes, mientras que diversas consultoras privadas estiman que la variación de precios terminará entre el 3 y el 4 por ciento en enero. Ese dato contrasta con el planteo del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, quien había dicho que la inflación ya estaba en niveles previos a la aceleración de precios que comenzó con el anuncio de devaluación por parte suya. Y que los aumentos eran “una sensación”.
“Hay una enorme dispersión de precios. De los 38 artículos que relevó Consumidores Libres, 24 subieron de precio, 9 bajaron y 5 se mantuvieron sin variación, pero el promedio para la primera quincena de enero nos dio un aumento del 1,6 por ciento”, explicó ayer Polino. La entidad calculó que en diciembre la inflación se ubicó en el 3,6 por ciento “como consecuencia de actitudes especulativas de las empresas formadoras de precios, ante anuncios hechos sobre la devaluación del peso en relación al dólar y de quita de retenciones a los productos agropecuarios”.
Polino registró un aumento del 15 por ciento en la carne en lo que va de enero. Calculó que la carne picada avanzó 15,5 por ciento, mientras que el aceite lo hizo en un 10,4 y el kilo de pollo, un 7,64 por ciento. En cambio, bajaron precios estacionales como el tomate perita (un 17 por ciento), la cebolla (9,0) y la naranja (5,4 por ciento). La entidad de consumidores (que releva precios hace varios años) estima que enero cerrará con una inflación de 3,2 en los artículos de la canasta básica.
Esos datos contrastan con la descripción que Prat-Gay dio días atrás sobre el proceso inflacionario. “Hubo un aumento desmedido de algunos precios, pero este es un gobierno que se está ocupando y está teniendo un resultado visible”, dijo. “Hubo una pequeña joroba de dos meses por la salida del cepo, que no tuvo ni por asomo el impacto de lo que decían que iba a tener. En nuestras mediciones, la inflación tuvo un salto en la segunda quincena de noviembre y primera quincena de diciembre, aterrizando en la primera quincena de enero para estar en niveles parecidos a los que había en septiembre y octubre de 2015”, agregó el ministro.
Si bien la situación inflacionaria es relativamente incierta por el apagón estadístico que lleva a cabo el Indec bajo la conducción de Jorge Todesca, hay varias fuentes que muestran que la expresión de Prat-Gay es como mucho una muestra de deseo, pero que dista de la realidad. El 13 de octubre del año pasado la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, junto al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, presentó el dato del IPC-Congreso, de 1,92 por ciento para septiembre, mientras que para Miguel Bein fue de 1,8 por ciento. Un mes más tarde, para Bullrich y Sturzenegger la suba de precios en octubre fue de 1,52 por ciento y Bein midió un 1,5 por ciento.
A contramano de Prat-Gay, ningún economista, cercano o no al gobierno nacional, calcula para enero una inflación del orden del 1,5-1,9 por ciento, como sucedió en el bimestre septiembre-octubre. Polino midió 1,6 por ciento sólo en la primera quincena y estima que el mes cerrará con un 3,2 por ciento. Por su parte, Juan Luis Bour, de FIEL, calculó una inflación mensual de entre el 3 y el 4 por ciento; Luciano Cohan, de Elypsis, estimó un 2,5 por ciento para enero. Una suba de ese tipo se montará sobre el 2,9 por ciento de noviembre y el 3,8 por ciento de diciembre, según datos de Bein.
En tanto, para febrero se espera que el Gobierno comience a aplicar una drástica reducción de subsidios del orden de los 105 mil millones de pesos en todo el año, según fue informado la semana pasada. Es decir que aumentarán sensiblemente las tarifas de luz y gas al consumo residencial y para las empresas, otro factor de impulso a la inflación
La discusión salarial entre el gobierno de María Eugenia Vidal y los gremios docentes comenzará el 3 de febrero, de acuerdo a lo informado en la primera reunión formal, que se realizó esta mañana en la sede de la cartera económica provincial, donde se habló de las condiciones laborales y sanitarias. Los gremios se mostraron preocupados, ya que el inicio del ciclo lectivo está pautado para el 29 de febrero, y solicitaron que se convoque para la semana próxima.
"Es fundamental y necesario discutir con tiempo ya que febrero es muy corto", alertó la secretaria gremial de Suteba, María Laura Torre. En tanto, la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, aseguró que "la discusión de la cuestión salarial de los docentes en la provincia no puede esperar hasta febrero".
En la previa al encuentro, el titular de Suteba, Roberto Baradel, advirtió que "las centrales sindicales ya han puesto una referencia en cuanto a la pérdida del poder adquisitivo que ha tenido el salario: arriba del 30, 33 y 35 por ciento"
Durante el encuentro de esta mañana, los gremios presentaron cuestiones prioritarias respecto de las condiciones de trabajo como la cobertura de cargos de preceptores en primaria y las resoluciones de titularización.
Además, pidieron que se universalice la capacitación obligatoria en todos los niveles y servicios; como así también la designación de bibliotecarios por turno y en todos los niveles. Los docentes sumaron entre los reclamos, la incorporación de la licencia por violencia de género.
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"Las centrales sindicales ya han puesto una referencia: arriba del 30, 33 y 35 por ciento", aseguró Baradel.
ECONOMIA › EL INDICE DE PRECIOS DE SAN LUIS, QUE EL INDEC RECOMENDO PARA SUPLIR SU APAGON ESTADISTICO, DIO UN ALZA DE 6,5 EN DICIEMBRE
Sin la luz del Indec, la inflación encandila
Los precios en los primeros meses del gobierno de Mauricio Macri no dan respiro. El ìndice de inflación de San Luis, uno de los dos recomendado por el Indec para el seguimiento de precios, registró un alza alza del 6,5 en diciembre. Fuerte suba de la carne.
La inflación de diciembre fue del 6,5 por ciento. Así lo midió el relevamiento de precios minoristas de la provincia de San Luis, uno de los indicadores autorizados por el propio Indec-Todesca para evaluar la evolución del proceso inflacionario mientras continúa el estado de emergencia estadística. La cifra de San Luis fue casi el doble de la informada por la Ciudad de Buenos Aires (3,9 por ciento), el otro indicador habilitado oficialmente como referencia.Diferencia notable cuando los anteriores registros no mostraban discrepancias. No es un factor político menor señalar que la Ciudad es gobernada por la fuerza polìtica PRO que ahora tambièn gobierna la Nación. La brecha entre ambos indicadores apareció en diciembre, abriendo la sospecha sobre còmo se construyó el índice de CABA.
Los alimentos de consumo masivo, los cuales representan una porción notable dentro de los gastos de los sectores postergados de la población, fueron los que computaron las mayores subas, en donde se destacó el alza del 22,2 por ciento en la carne vacuna. El alquiler para la vivienda, la indumentaria, la salud y el transporte fueron otros rubros con fuertes aumentos. El ingreso de jubilados y trabajadores continúa sin actualizaciones para hacer frente a las subas de los últimos dos meses, mientras que el equipo económico insiste en convencer a los sindicatos para que acepten ajustes salariales en torno del 20 por ciento.
La aceleración del proceso inflacionario a partir del anuncio anticipado de devaluación por parte de Mauricio Macri fue notable. El uso de estimaciones privadas de precios o de los institutos estadísticos provinciales es la única herramienta para tratar de cuantificar el impacto de estas subas sobre el poder adquisitivo de la población, puesto que las nuevas autoridades del Indec decidieron un “apagón estadístico”, por el cual no se conocerán datos de inflación al menos hasta septiembre. El titular de la entidad, Jorge Todesca, ex titular de una consultora que difundía mensualmente sus estimaciones de precios para alimentar el entonces llamado “índice Congreso”, explicó que el organismo no estará en condiciones de elaborar indicadores por lo menos hasta la segunda mitad del año.
Entre noviembre y diciembre, los precios al consumidor acumularon un aumento del 9,5 por ciento, según cifras del centro estadístico de San Luis. Entre enero y octubre, antes de los anuncios de la liberación de los controles al dólar, el incremento de precios acumulado había sido del 18,5 por ciento. La política del nuevo gobierno, que en su enunciado se presentó como “sinceramiento”, casi triplicó la tasa de variación de los precios.
En el detalle del relevamiento de precios del instituto de estadística de San Luis se precisó que los alimentos fueron el rubro con mayores subas, al computar un alza del 10,4 por ciento. En este punto, el pan, los cereales y las pastas anotaron un incremento del 7,7 por ciento, el aceite 2,4; las frutas 6,2; el azúcar 4,4 y las bebidas no alcohólicas, 5,8 por ciento. El renglón que más subió dentro del rubro alimentos fue la carne vacuna, con una remarcación del 22,2 por ciento.
Otro de los rubros con alzas importantes fue indumentaria (2,7 por ciento), en donde se destacó la suba del 6,8 por ciento en ropa interior y 2,1 en calzados. La vivienda y los servicios básicos registraron alzas del 3,4 por ciento, mientras que los gastos para salud (atención médica) crecieron 7,6 por ciento y el transporte lo hizo el 5,9 por ciento. En contraste con estos fuertes aumentos, los bienes y servicios que computaron las menores variaciones fueron Educación (0,5 por ciento) y Esparcimiento (1,9).
¿Por qué el relevamiento de diciembre de San Luis fue tanto más elevado respecto de la cifra difundida por la Ciudad de Buenos Aires? Cuando se analiza en detalle ambos informes, la principal diferencia aparece en el rubro alimentos. Mientras que en el caso de San Luis subieron 10,5 por ciento, para el centro de estadística porteño el alza fue solamente del 4,9 por ciento, es decir, menos de la mitad. La carne vacuna fue unos de los productos donde se observaron mayores discrepancias. El instituto puntano calculó un incremento del 22,2 por ciento, mientras que en la Ciudad se informaron remarcaciones del 14,2 por ciento para ese producto. Los productos panificados, el aceite, las frutas y las bebidas sin alcohol fueron otros productos para los cuales la estimación de San Luis fue bastante superior a la porteña. En cambio, lácteos, huevos y azúcar fueron los artículos en dónde la Ciudad de Buenos Aires arrojó mayores subas.
El indicador puntano y el de Ciudad de Buenos Aires, a diferencia de lo que ocurrió en diciembre, habían registrado variaciones muy similares a lo largo de 2015. La diferencia entre uno y otro osciló entre dos y siete décimas de punto desde enero hasta octubre. pero en noviembre ya casi alcanzó a un punto (San Luis 2,9 y CABA 2,0) y en diciembre se abrió a 2,6 puntos de brecha (San Luis 6,5 y CABA 3,9), encendiendo luces de alerta sobre el señalamiento del titular del Indec de tomar como índices de referencia mientras dure el “apagón estadístico”.
El Banco Central aseguró que mientras que el Indec siga en emergencia estadística utilizará el indicador de precios porteño para monitorear el proceso inflacionario. En este caso, dejando de lado otro indicador que sugeriría una subestimación de la inflación por parte de la medición de la Ciudad. Otra de las tensiones aparece en instrumentos financieros que ajustan su rendimiento en base a la inflación (bonos con CER). Las autoridades del Indec habían aprobado el uso tanto del indicador puntano como porteño para la actualización, ya que, según lo destacó la directora técnica de la entidad, Graciela Bevacqua, no había grandes variaciones entre ambos indicadores.
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La carne marcó la diferencia. San Luis estimó una suba en diciembre del 22,2 por ciento, ocho puntos más que la medición porteña
ECONOMIA › REMARCACIONES DE PRECIOS EN HIPERMERCADOS
Con margen para abusar
Por Raúl Dellatorre
La responsabilidad de las cadenas de hipermercados en las exorbitantes subas de precios en el mes de diciembre quedó reflejada en un relevamiento realizado por los empleados de comercio de la ciudad de Rosario sobre tres grandes grupos comerciales. Comparando costos de compra de los productos y su valor en góndola, el sindicato rosarino detectó remarcaciones del orden del 250 por ciento en carnes y del 144 por ciento en productos de almacén. En productos de fiambrería, la remarcación de los hipermercados llegó a superar el 120 por ciento, en verduras y frutas el 190 por ciento y en productos de higiene, el 159 por ciento. Los mencionados son los incrementos máximos entre precios al público y el costo de compra del establecimiento, pero en todo el cuadro elaborado en base al relevamiento se observa cómo se reiteran los abusos entre diversas cadenas, muchas veces en línea sobre los mismos productos.
El que presentó este mes es el cuarto relevamiento realizado por el Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario. Según señala la entidad en el comunicado que acompaña el estudio, los resultados “ponen en evidencia la exagerada remarcación de precios que grandes cadenas nacionales e internacionales de supermercados aplican a diversos artículos que integran la canasta familiar”. El relevamiento abarcó a las cadenas Coto, Carrefour y Jumbo. Comparó el valor de compra (al fabricante o distribuidor mayorista) para una serie de productos de los rubros Almacén, Fiambrería, Verduras y frutas, Carnes e Higiene, y los precios a los que cada una de esas cadenas ofrecía esos mismos productos al público al 31 de diciembre.
Así estableció una tabla de remarcación de precios por producto y por cadena comercial.
“Con respecto al relevamiento efectuado en mayo del 2015, el nuevo informe revela que se han incrementado notablemente los porcentajes de remarcación que aplican esas cadenas”, señala el Sindicato en su comunicado. “Basta mencionar, por ejemplo, al Supermercado Jumbo, que en mayo del año pasado sobre el precio de compra del peceto de novillito remarcaba con el 170,25 por ciento, en esta oportunidad el mismo producto tiene un incremento del 244,81 por ciento entre el costo de compra y el valor de venta.. También refiere el ejemplo de la leche entera Sancor de un litro B9, que en el Supermercado Coto se vendía en mayo de 2015 con una remarcación del 58,85 por ciento, y en diciembre el sobreprecio llega al 126,7 por ciento. En el caso de Carrefour, da como ejemplo la remarcación del precio de la naranja de jugo, por kilogramo, que tenía un incremento del 34,85 por ciento en mayo, y que en diciembre se estiró al 130,62 por ciento.
Otro fenómeno que destaca el Sindicato de Empleados de Comercio como resultado del trabajo es la curiosa convergencia que se da en el nivel de remarcación de precios para determinados productos en las tres cadenas. El informe apunta el caso del arroz marca Gallo de un kilogramo. En mayo, el nivel de remarcación era el 38,68 por ciento en Coto; el 15,91 por ciento en Carrefour, y el 49,35 por ciento en Jumbo. Pero en diciembre, dichos márgenes entre valor de compra al distribuidor y de venta al público convergieron: 99,94 por ciento en Coto y Jumbo, y 95,76 por ciento en Carrefour.
Otras revelaciones que surgen del relevamiento son las siguientes:
- Productos de Almacén. De los nueve productos relevados, en sólo dos la remarcación es inferior al 50 por ciento: Azúcar Chango por kilo (41,83 por ciento en las tres cadenas), y Harina Pureza 0000 por kilo (entre 32,7 y 32,8 por ciento). Del resto, los más alarmantes son los ya mencionados casos de Arroz Gallo y Leche Sancor (entre 90 y 145 por ciento).
- Carnes. Son los precios que más aumentaron y en los que, contrariamente a lo que se esperaría de una política comercial para no ahuyentar la demanda, la remarcación de las grandes cadenas más se disparó. De los tres cortes principales relevados, se señala que Coto estiró el margen bruto entre valor de compra y precio de venta al 169 por ciento en el caso del peceto, al 198 por ciento para el lomo y al 113 por ciento en el caso de la nalga de novillo, siempre por kilogramo. Carrefour, en los mismos cortes impuso remarcaciones todavía superiores: 220, 250 y 117 por ciento, respectivamente. Los precios de venta al 31 de diciembre, por kilo, en esta cadena francesa eran: 186 pesos para el peceto, 203 pesos el lomo, y 125 pesos la nalga. Jumbo sólo tenía stock a esa fecha de peceto y nalga, a precios aún superiores: 199,99 y 143,99 pesos, respectivamente. Los márgenes de remarcación resultantes eran del 244,8 por ciento en el primer caso, y 148 por ciento en el segundo.
El Ministerio de Energía aprobó un aumento superior al 200 por ciento para el Mercado Mayorista y una suba escalonada para los usuarios residenciales, de acuerdo a la demanda de energía y a la relación del consumo comparado con el mismo período de 2015. El decreto habla de una Reprogramación Trimestral Definitiva para el período febrero-abril de 2016, por lo que no se descartan nuevos aumentos.
La medida fue comunicada a través de la resolución 6/2016 del Ministerio de Energía y Minería, publicada hoy en el Boletín Oficial. Según indica en los fundamentos, el nuevo cuadro tarifarios elevado por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), considera que "el precio a pagar por la demanda de energía eléctrica en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) debe ser suficiente para satisfacer el costo económico de abastecerla".
El decreto prevee una tarifa social con "precio mínimo" y la gratuidad en el uso de los primeros 150 kw/h por mes en los hogares de bajos ingresos. De acuerdo a la cartera de Energía, el aumento previene "un impacto negativo en la economía nacional" y "afianza las condiciones propicias para la incorporación de inversiones privadas".
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En sus fundamentos, la cartera conducida por Juan José Aranguren sostiene que existía un "desfasaje entre costos reales y los precios vigentes".
"Los aumentos para los usuarios serán del 300 al 500 por ciento"
El presidente de la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), Pedro Bussetti, se manifestó "preocupado" por "el aumento que se plantea en las tarifas de energía electrécia" y advirtió que el incremento puede ser mayor en las boletas finales por la suma de los valores de transporte y distribución eléctrica.
El titular de Deuco advirtió que el impacto del aumento de entre 200 y 300 por ciento en los precios mayoristas fue autorizado en todo el país, por lo que el impacto económico se sentirá a nivel federal y aseguró que en breve habrá que esperar otro tarifazo en para el servicio de gas natural.
Busetti subrayó que "además del impacto de los aumentos, el decreto contiene el incumplimiento del marco regulatorio de la energía eléctrica, sancionado por la ley 24.065 de 1992, que establece que toda modificación del régimen tarifario tiene que tener una convocatoria a audiencia pública, donde el Ejecutivo presente los argumentos".
El referente de Deuco insistió en que junto con otras organizaciones reclaman "la difusión pública del tema porque es trascedente para toda la población, todas las encuestadores y políticos reconocen el impacto relevante que va a provocar el aumento". "Si es algo de interés nacional, ¿cómo no se va a haber cumplir la ley?", sentenció.
Además, Busetti apuntó: "¿El servicio de ditribución va a mejorar inmediatamente tras el aumento? ¿Quién paga los daños sufridos la semana pasada, cuando 800 mil usuarios se quedaron sin servicio?". "Esto se viene produciendo desde 2011 y nunca fuimos retribuidos, ahora en vez de una compensación hay un castigo", denunció.
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Bussetti exigió que se cumpla con la ley 24.065 y se convoque a una audiencia pública para debatir los motivos del tarifazo.
Que no te transformen en ovejita de un decadente rebaño. Que no te arrastren por la correntada sin rumbo ni sentido; menos que menos liberes tu suerte al bloqueo de unos intrigantes camalotes.
Que no te transformen en ovejita de un decadente rebaño. Que no te arrastren por la correntada sin rumbo ni sentido; menos que menos liberes tu suerte al bloqueo de unos intrigantes camalotes.
¿Meta inflacionaria del 25%? La quita de subsidios diseñada por la administración macrista, a aplicarse dentro del primer trimestre del corriente año, atentará seriamente contra el bolsillo de los argentinos generando un aumento tarifario exponencial con una consecuente pérdida del poder adquisitivo. Este proceso impulsará una fenomenal transferencia de recursos de los usuarios de los servicios públicos (transporte, electricidad, gas natural, agua y cloacas) hacia las empresas concesionarias y prestadoras de dichos servicios. En efecto, tal como lo expresara el ex Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Arq. Julio De Vido, el 65% del monto total de subsidios le corresponden al sector industrial y sólo el 35% restante se encuentra destinado al residencial. En este sentido, si la actual administración eliminara la asignación de recursos públicos para el sostenimiento de los servicios, aumentarían los precios de los productos finales de aquellas industrias que hoy en día se ven beneficiadas por esta política y esto impactaría fuertemente en los sectores medios que verían disminuidos notablemente sus ingresos gracias al aumento generalizado en los costos de los servicios. En sintonía con lo anterior, no quisiéramos dejar de referirnos a la incoherencia manifestada por el Ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, en torno a una meta inflacionaria del 20%-25% siendo que aún no existen cifras oficiales aportadas por el Indec y que incluso las estimaciones de las consultoras privadas (anteriormente en alta estima por la actual administración) estarían dando un promedio anual de inflación del 35%. Sumado a esto, resulta inconcebible que el ministro Prat Gay desconozca el impacto que generará la quita de subsidios dentro del circuito económico nacional. Por ello, lo que verdaderamente pretende la administración macrista es fijar un número utópico de inflación con el fin de marcar la pauta en las negociaciones paritarias. En este sentido, desde el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), queremos dar cuenta que el trinomio "quita de subsidios-inflación-devaluación" generará una irremontable pérdida en el poder adquisitivo de los asalariados y, al mismo tiempo, una fenomenal transferencia de ingresos de los sectores populares hacia los exportadores y concesionarios de servicios públicos.
¿Crisis energética? En diciembre de 2015 la demanda de energía eléctrica aumentó el 5,3% y durante el año móvil 4,4%; indicador que demuestra, por un lado, el nivel de consumo del aparato productivo nacional durante el último año de la era kirchnerista; y por el otro, la seguridad energética argentina. Ningún país del mundo que es diagnosticado de sufrir una "crisis energética" puede exhibir este indicador. Veamos. Según la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA), la demanda de energía eléctrica a nivel nacional durante 2015 presentó un aumento del 4,4%. Es decir, la demanda de los agentes económicos a nivel nacional pasó de 126.467,1 GWh en 2014 a 132.020,6 GWh en 2015. En 2015 y en relación al año anterior, la generación neta termoeléctrica creció 4%, la hidroeléctrica 2%, la nucleoeléctrica 24%, mientras que la eólica y la solar fotovoltaica registraron declinaciones de 3,3% y 6,8%, respectivamente, debido al bajo rendimiento que las actuales tecnologías de referencia demuestran en los hechos. La importación participó con el 1,2% de la oferta neta total de electricidad en el año 2015. Es importante destacar que durante 2015 no se presentaron racionamientos de tensión y de cortes. En suma, la demanda de energía eléctrica aumentó 4,4% interanualmente, indicador que demuestra, por un lado, el nivel de consumo del aparato productivo nacional durante el último año del gobierno de Cristina Kirchner; y por el otro, la seguridad energética argentina. Ningún país del mundo al que se le diagnostica una "crisis energética" puede exhibir la evolución aquí resaltada.
Aumento de la demanda y la producción de gas Durante el período Enero-Noviembre de 2015 la demanda nacional de gas natural por redes aumentó 2%, la producción gasífera se incrementó un 3,7%, mientras que los volúmenes de importación de gas boliviano y de GNL disminuyeron en conjunto 13,6%. Ello es resultado de la planificación estratégica y del despacho nacional de gas natural efectuado por el gobierno anterior, que logró satisfacer las necesidades de consumo gasífero del mercado interno, aumentar la producción nacional y, por consiguiente, disminuir importaciones. ¿Se podrá sostener esta política de planificación estratégica de la disponibilidad de los recursos hidrocarburíferos durante el período 2016-2019? El interrogante viene a consideración por la reciente decisión de las autoridades del nuevo Ministerio de Energía y Minería de la Nación de disolver la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas creada por el Decreto 1277/2012. La demanda nacional de gas por redes aumentó 2% durante el período Enero-Noviembre de 2015 respecto a igual período del año anterior, según el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS). Los hogares residenciales incrementaron su consumo en 1,3%, las industrias en 1%, los comercios en 1,4%, el gas natural comprimido vehicular (GNC) en un 3,7%, las centrales termoeléctricas en un 3,2%, los sub-distribuidores en un 5%, mientras que los organismos públicos disminuyeron en un 1,9% el consumo. Asimismo, de la oferta total de gas natural a nivel nacional durante el mismo período, la producción nacional participó con el 79,4% mientras que la importación con el 20,6% restante. En el año 2014, la participación de la producción nacional en la oferta total había sido del 76,7% mientras que la importación con el 23,3% restante. Analicemos a continuación las variaciones porcentuales en los volúmenes de producción y de importación gasífera. La producción nacional de gas natural se incrementó durante el período Enero-Noviembre de 2015 un 3,7% respecto a igual período del año anterior. Cabe destacar que en 2015 es la primera vez que se logra frenar las tendencias declinantes en la producción de hidrocarburos y aumentar los volúmenes extraídos, que en el caso del gas natural se registraban desde 2005 y en el caso del petróleo desde 1999. Este importante aumento en la producción nacional de gas natural permitió sustituir importantes volúmenes de gas natural importado. Durante ese período, y en comparación al registro el año anterior, la importación de gas natural disminuyó el 13,6%. En el caso de la importación de gas boliviano, los volúmenes descendieron el 9,6%, mientras que en el caso de la importación de gas natural licuado (GNL), los volúmenes disminuyeron el 17,1%. Ello es resultado de la planificación estratégica y de la administración racional del despacho nacional de gas natural, que en 2015 no sólo logró satisfacer las necesidades de consumo gasífero del mercado interno, sino también aumentar la producción nacional y, por consiguiente, disminuir las importaciones gasíferas. ¿Se podrá sostener esta política de planificación estratégica de la disponibilidad de los recursos hidrocarburíferos durante el período 2016-2019? El interrogante viene a consideración por la reciente decisión de las autoridades del nuevo Ministerio de Energía y Minería de la Nación de disolver la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas creada por el Decreto 1277/2012. Sin inversiones gestionadas y controladas por el Poder Ejecutivo Nacional en el upstream hidrocarburífero, la planificación estratégica comienza a ser reemplazada por la anarquía de mercado, cuyo único objetivo es la exportación del shale gas y del shale oil para maximizar ganancias empresarias y transferencias de capital al exterior.
¿Zonzo vos? Te quieren hacer creer que la quita de subsidios te va a beneficiar, pero no, erosionará tu poder adquisitivo, contribuyendo a la aceleración de la ya descontrolada hiperinflación macrista. Te quieren hacer creer que estamos padeciendo una crisis energética para que consumas menos, para que aceptes ajustes tarifarios y así te incorpores al rebaño de ovejas ciudadanas beneficiarias del espantoso cartel de empresas privadas nacionales y multinacionales al frente del Ministerio de Energía. Te quieren hacer creer que regular es sinónimo de autoritarismo y que el Estado es malo e ineficiente, pero ninguna potencia o nación industrializada logró erigirse como tal en ausencia de marcos regulatorios que limiten las malas prácticas capitalistas o de un Estado activo, gestor e inversor. Te quieren hacer creer, por último, que la producción de crudo y gas estaba en irrefrenable caída libre, que el autoabastecimiento no importa y mucho menos la soberanía energética. Pero la producción de hidrocarburos venía en ascenso, mientras que prescindir de una política energética soberana a lo único que conducirá es a la anarquía de mercado. Desde OETEC solicitamos a la administración Macri y en particular a las autoridades del Ministerio de Energía y Minería de la Nación que respeten y defiendan la seguridad jurídica del pueblo argentino, pues sólo de esa forma estarán resguardados los intereses vitales de la Nación. ¡Que no nos tomen de zonzos! «
El presidente Mauricio Macri pidió ayer "comprensión" de parte de los gremios ante los planes de "modernización" del intendente local, Ramón Mestre.
El presidente Mauricio Macri pidió ayer "comprensión" de parte de los gremios ante los planes de "modernización" del intendente local, Ramón Mestre. "La ciudad necesita entrar en un proceso de modernización, necesita invertir y dar un salto adelante, hace falta un Ente que le permita contratar las cosas que sean necesarias", destacó el mandatario, y agregó: "Espero que el gremio lo entienda, hay que poner el hombro, no hay que ir en contra de la necesidad de progresar". El pedido puede entenderse en algo más que en clave local. No es la primera vez que Macri se dirige a los sindicatos para pedirles respaldo a sus políticas socioeconómicas. El sábado pasado, recién regresado de Davos, Suiza, donde participó de un foro global económico y de negocios, Macri pidió a los sindicatos "acompañamiento" a la propuesta de una suba salarial anual en paritarias de entre el 20% y el 25%. Y es justamente ese el acompañamiento que los sindicatos comienzan a rechazar. Ayer, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), el mayor sindicato docente del país, advirtió que la franja de negociación de incremento salarial estimada por el Ministerio de Educación, de 20 a 25 por ciento, está "muy lejos" de lo que reclaman los gremios, y dijo que no aceptarán "devaluar" el poder adquisitivo de los maestros. La secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, se pronunció luego de que el lunes el ministro de Educación, Esteban Bullrich, dijera que las negociaciones salariales para el cargo testigo de maestro se ubicarán entre el 20 y el 25 por ciento, como manifestó en su previsión de inflación el jefe de la cartera de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y como queda consignado, el propio Macri. Alesso, quien a su vez es la máxima dirigente de la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé), aseguró que esa estimación "está muy lejos de los números" que manejan los gremios docentes. Justamente, Bullrich convocó para esta tarde a (concretamente a las 15) los cinco gremios docentes nacionales para continuar con las paritarias salariales, los que visitarán a la autoridad nacional educativa en el Palacio Pizzurno. Serán de la partida Ctera, CEA, Sadop (privados), Uda y Amet (técnicos), todos sindicatos de alcance nacional. Alesso aseguró que "nunca el gobierno nacional o el ministro planteó un porcentaje" formalmente a la dirigencia gremial y añadió que la información que tiene "viene por los medios". En declaraciones a la FM Sí de Rosario, la docente consideró "peligroso lo que intenta hacer el gobierno, que es trasladar la crisis a los trabajadores". En ese sentido, dijo que la franja de 20 a 25 por ciento es "una cifra tan por debajo de todas las estimaciones de lo que ha sido una devaluación y luego traslado a precios vía inflación, más aumento de tarifa". Alesso destacó que las consultoras que tienen los ministros del gabinete nacional "dan entre 35 y 40 por ciento", por lo cual enfatizó que "no se puede aceptar una discusión salarial que signifique devaluar el salario de los trabajadores". «
El debate por Ganancias, para marzo
El presidente de la Nación, Mauricio Macri, anunció que no utilizará un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para avanzar en la modificación del Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría. “La modificación del Impuesto a las Ganancias viene con el arranque de las sesiones en el Congreso”, adelantó desde Córdoba, donde realizó actividades con el gobernador Juan Schiaretti, y encabezó la primera reunión de Gabinete fuera de la Capital Federal. De esta manera, demoró una promesa de campaña, mientras que accedió a otros beneficios para el sistema financiero y los agroexportadores. “El Estado no tiene que quedarse con el fruto de tu trabajo. En mi gobierno, los trabajadores no van a pagar Impuesto a las Ganancias”, era parte de la consigna de campaña de Mauricio Macri. Sergio Massa, del Frente Renovador, opinó que “sin dudas Macri debería haber modificado por decreto el piso del Impuesto a las Ganancias”. Se espera que la modificación eleve el mínimo no imponible a una cifra entre $30 mil y $40 mil, lo que tendría un costo fiscal de $37 mil millones.
El verano de 2016 no es uno cualquiera. Nadie podía suponer que iba a ser ordinario, corriente, usual. Con la asunción de un presidente opositor al signo político que gobernó la Argentina en los anteriores 12 años nadie podía suponerlo.
El verano de 2016 no es uno cualquiera. Nadie podía suponer que iba a ser ordinario, corriente, usual. Con la asunción de un presidente opositor al signo político que gobernó la Argentina en los anteriores 12 años nadie podía suponerlo. A principios de diciembre -cuando habitualmente los trabajadores empezaban a pensar en dónde pasar las fiestas y, los afortunados, en las vacaciones- los argentinos estuvieron expectantes por la asunción del nuevo gobierno y por las primeras medidas que se anunciaron. Y las noticias no fueron buenas. Inflación, pérdida del poder adquisitivo, represión a la protesta social y despidos son sólo algunas de las malas nuevas. A pocas horas de asumir, el flamante presidente, Mauricio Macri, informó sus primeras decisiones: se eliminaría la mayor parte de las retenciones a las exportaciones y se reducirían las de la soja. Dos días más tarde sus colaboradores informaron sobre el “levantamiento del cepo cambiario” que implicó una inmediata devaluación del 42 por ciento. A partir de entonces, los precios –que ya venían en una suba desmedida en las semanas anteriores- aumentaron todavía más, en una escalada que no parece tener fin. Además, con la declaración de la Emergencia energética se anunció el quite de subsidios que se irá materializando con subas de hasta el 300%, o bastante más, en las boletas de luz. Así, a menos de una semana de asumir, el gobierno de Macri realizó una notoria transferencia de recursos: beneficios para el sector agropecuario y para los exportadores y perjuicios para los trabajadores, a quienes sus salarios les alcanzaban para comprar cada vez menos cosas. Según los últimos datos del INDEC –quien todavía no dio a conocer una medición nacional sino que informó la de dos distritos-, los datos de la Ciudad de Buenos Aires indicaron un aumento de precios de 3,9% para diciembre, con lo cual 2015 cerró con una suba del 26,9%, mientras que para San Luis los aumentos fueron del 6,5 y 31,6%, respectivamente. A esos números hay que sumarles los incrementos de enero –que algunas consultoras privadas estiman en el 3,5%- y con ellos recién podrá tenerse una somera idea de cuán esmerilados quedaron los salarios de los argentinos en las últimas semanas. Y las proyecciones no son nada esperanzadoras. Según esas mismas consultoras privadas, la inflación proyectada para todo el 2016 podría alcanzar el 38 por ciento. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, es más optimista e indicó que su cartera prevé que las alzas de precios y, por ende, de salarios, ronden el 26 por ciento. En declaraciones al diario español El País, el ministro también se mostró esperanzado con que el famoso “efecto derrame” llegue al empleo. “No (aumentará el desempleo), creemos que al quitar el cepo cambiario se han puesto en marcha energías muy positivas, en especial en el sector agroindustrial, sobre todo exportadores, que son un motor muy fuerte. Esos sectores impulsan mucho las economías regionales. Cuando avanza la industria vitivinícola, el tabaco, la fruta, la madera, todo se pone en marcha en esas zonas”, afirmó. Este diario intentó comunicarse con el ministro pero según informaron desde la cartera laboral, no está ofreciendo entrevistas. Y parecería que esa intención de mantener las paritarias en el 26% se implementará a través del miedo. “Cada gremio verá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salarios a cambio de empleo”, amenazó el ministro de Finanzas, Alfonso Prat-Gay. Lo hizo a principios de enero, como para marcar la cancha desde temprano. Los bancarios son unos de los pocos sectores privilegiados que consiguieron un paliativo para la pérdida del poder adquisitivo del salario y que recibieron aumentos a cuenta. Su convenio colectivo venció el 31 de diciembre pasado y ya lograron una suma total de 14.500 que se desglosa en un plus de fin de año y en un adelanto de la paritaria, que será negociada después de marzo, cuando se hayan firmado más acuerdos. Además, ya habían recibido bonos de fin de año los camioneros, los trabajadores del peaje y los aceiteros, entre otros. Estos gremios pertenecen a sectores muy rentables económicamente y con sindicatos fuertes que suelen hacer valer su poder de fuego. Pero no todos tienen esa suerte. Los trabajadores de la administración pública bonaerense, por ejemplo, no podrán soñar con ningún aumento en los próximos seis meses. La gobernadora María Eugenia Vidal anuló, vía decreto de necesidad y urgencia, las paritarias de los empleados municipales de la provincia. El decreto 26/15, con fecha del 15 de diciembre de 2015 pero publicado en el Boletín Oficial casi un mes después, suspendió por 180 días una ley que regulaba la negociación paritaria y los derechos laborales de los trabajadores bonaerenses. Donde no se descarta que haya conflicto es en la paritaria docente. Esta es una negociación particular porque incluye dos instancias: una nacional y –una vez acordada aquella- una por distrito. En la nacional ya se vislumbran cortocircuitos, ya que el ministro de Educación, Esteban Bullrich, manifestó que el gobierno aspira a cerrarla con un alza de “hasta el 25%”, mientras que los cinco gremios docentes nacionales coincidieron en un pedido del 35 por ciento.
Un enero muy particular. El primer mes de año suele ser de impasse, de calma, de vacaciones de funcionarios y empresarios. Pero este enero no fue un mes “stand by” como suele ocurrir. Muchos de los funcionarios nacionales, provinciales y municipales estaban recientemente asumidos y debían ponerse al frente de sus administraciones, familiarizarse con las realidades de cada distrito y comenzar a gestionar. Macri, sin embargo, encontró huecos que le permitieron recibir el año nuevo en Villa La Angostura y descansar en la Quinta "Los Abrojos", donde se fisuró una costilla, motivo por el cual no pudo viajar a la cumbre de la CELAC. Pero sus colaboradores más cercanos se encargaron de cumplir con un mandato muy claro: limpiar al Estado de trabajadores que ellos consideran “ñoquis” o “grasa militante” –términos utilizados públicamente por los propios funcionarios-. Desde que asumió Mauricio Macri como presidente de la Nación, los despidos de trabajadores ya superan los 20 mil en el sector público y otros 10 mil en el ámbito privado, según un relevamiento del Observatorio de Derecho Social de la CTA y ATE. En una conferencia de prensa, el presidente fue consultado por los despidos y su respuesta fue la siguiente: "Yo sueño que tengamos una Argentina donde cada uno de nosotros encuentre un lugar donde ser feliz. Para eso es tan importante la tarea de cada día, la vocación, que cada uno esté orgulloso de su trabajo, que sea digno e íntegro, que no haya más argentinos a los que se le dibuje un recibo salarial por algo que no hace." Para alcanzar esa felicidad, Macri firmó un decreto por el cual se revisarán en los próximos meses los contratos de trabajadores públicos aprobados por el Estado en los últimos tres años y la renovación de miles de empleados temporales será objeto de evaluación. Por lo tanto, los despidos podrían ser muchos más. El Congreso Nacional, el Ministerio de Justicia, el Centro Cultural Kirchner, son sólo algunas de las reparticiones nacionales donde se cesanteó personal. Pero los despidos también llegaron a provincias y municipios y uno de los casos más conflictivos –hasta el momento- se dio en la ciudad de La Plata, cuando un grupo de manifestantes reclamaba contra el cese de aproximadamente 4500 contratos laborales. Unos 20 manifestantes resultaron heridos después de que cerca de 200 agentes de la Policía Bonaerense arrojaran balas de goma y gas pimienta contra ellos. En el sector privado también hay conflictos y ya se registraron despidos. En el sector petrolero hay amenaza de 5000 cesantías si las empresas petroleras no reciben un subsidio del gobierno (estatal o provincial) para equiparar el precio que reciben por el barril de petróleo de exportación -cuyos valores de mercado están en torno de los 30 dólares- con el que reciben las petroleras que venden en el mercado local por encima de aquel valor. Aún cuando el sol caliente y la playa invite, las noticias para los trabajadores en este verano no son buenas. Habrá que ver si las que vendrán serán en la misma tónica y habrá que esperar las reacciones de los sindicalistas frente a esta realidad. «
El gobierno autorizó subas de luz de hasta el 350%
Randy Stagnaro 28 de Enero de 2016 | 12:00
Se producirán por la quita de subsidios a las empresas que generan electricidad. Provocará un alza de 9 puntos en la inflación y permitirá un ahorro de 3400 millones de dólares.
El gobierno nacional aprobó ayer un incremento parcial de las tarifas de electricidad que derivarían en subas en la tarifa final que paga el usuario de hasta el 350 por ciento. La decisión del gobierno implica una quita de subsidios que pagaba el Estado a las empresas que generan la electricidad. Resta ver si el gobierno procederá con el mismo criterio para el caso de las empresas concesionarias de la distribución eléctrica, que en el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires son Edesur y Edenor. Según un estudio privado, el impacto que tendrá en los bolsillos del consumidor y de las empresas derivará en un incremento de la inflación de 9 puntos porcentuales. Según la Resolución 6/2016 del Ministerio de Energía y Minería, publicada ayer en el Boletín Oficial, desde el próximo lunes 1 de febrero entrarán en vigor nuevos valores para pagar la electricidad producida por las empresas generadoras a partir de la aprobación de la Reprogramación Trimestral Definitiva para el período febrero-abril de este año, un plan que había elevado la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), al considerar que "el precio a pagar por la demanda de energía eléctrica en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) debe ser suficiente para satisfacer el costo económico de abastecerla". Según los considerando de la Resolución 6/2016, en los últimos años "el abandono de criterios económicos en la definición de los precios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) distorsionó las señales económicas, aumentando el costo de abastecimiento, desalentando la inversión privada de riesgo dirigida a incrementar eficientemente la oferta y restando incentivos al ahorro y el uso adecuado de los recursos energéticos por parte de los consumidores y usuarios". "Simultáneamente, sólo una proporción menor del costo de abastecimiento fue afrontado por la demanda de energía eléctrica, recurriéndose a los recursos del Tesoro Nacional para cubrir la porción sustancial de dicho costo, lo que contribuyó significativamente a una presión tributaria progresivamente creciente sobre el conjunto de la población, situación que en la actual magnitud deviene insostenible." Así, la actualización de las tarifas ocurre "ante el desfasaje existente entre los costos reales y los precios vigentes, y considerando las posibilidades de pago de los usuarios y la conveniencia de prevenir un impacto negativo en la economía nacional". La Resolución 6/2016, que lleva la firma del ministro Juan José Aranguren, contiene otros dos elementos. Por un lado, incorpora un programa de bonificaciones al ahorro energético "como contrapartida del esfuerzo de cada usuario residencial en la reducción del consumo innecesario". Por otro lado, incorpora la largamente anunciada tarifa social destinada a "la demanda de usuarios finales (que) carece de capacidad de pago suficiente para afrontar los precios establecidos con carácter general". Según un informe del Estudio Bein, que dirige el economista Miguel Bein, los recortes de subsidios derivarán en un alza del gasto de los hogares y las empresas en materia de consumo de electricidad que derivará en un alza inflacionaria de 9 puntos porcentuales. El informe agregó que la reducción de los subsidios equivaldra a un 1,5% del PIB. Bein incluyó estos números al explicar que será necesario "el marketing del programa económico, que aleje del radar de los inversores la inconsistencia entre el programa fiscal (con anuncios de recortes en subsidios de 1,5% del PIB que, según nuestros cálculos, tendría un impacto directo de 9 puntos en la inflación) y los anuncios de metas de inflación (20%/25% interanual para este año)". Para la consultora FIEL los números son otros: el nuevo cuadro tarifario tendrá un impacto "muy significativo" en los subsidios, del orden de los 3400 millones de dólares, equivalente al 0,7% del PBI. Según la entidad, "el efecto neto de la resolución una vez que se tiene en cuenta la devaluación de diciembre (que aumentó los subsidios en 400 millones de dólares) y el posible aumento en el precio del gas que paga el sector eléctrico (que agrega otros 1100 millones de dólares) se reduce al entorno de los 2000 millones de dólares o 0,4% del PIB". «
LAS claves del aumento
Generadoras. Son el primer eslabón de la cadena eléctrica. Los subsidios que antes eran afrontados por el Estado, ahora serán pagados por los consumidores. Inflación. La suba de hasta el 350% en las facturas derivará en hasta 9 puntos porcentuales de inflación, según Miguel Bein. Tarifa social. La resolución publicada ayer otorga la posibilidad de recibir la tarifa social a los que consuman menos de 150 Kw/hora por mes. Cuadro tarifario. Las tarifas finales que pagarán los usuarios de las zonas de Edenor y Edesur los dará a conocer el ENRE la semana próxima.
Tarifa para el consumidor final, este viernes
Una vez formalizados los nuevos valores para el sector mayorista eléctrico, se espera que esta semana las distribuidoras Edesur y Edenor den a conocer las nuevas tarifas de electricidad para los clientes. "Lo que se fijó hoy (por ayer) es el precio al que vamos a comprar la electricidad a nivel mayorista. Lo que se hizo fue unificar el precio de la electricidad a nivel nacional. Esta resolución afecta principalmente a Edesur y Edenor que son las grandes distribuidoras de energía en el ámbito porteño", explicó a Télam una fuente de una de las compañías. "Al comprar electricidad más cara, las distribuidoras trasladarán esos aumentos a los clientes", explicaron. "Los cuadros tarifarios no van a estar hasta antes del viernes, porque hay que analizar las variables del precio mayorista", dedujeron en una distribuidora. Recordaron, además, que la tarifa final que pagan los usuarios está compuesta por un costo fijo (de las distribuidoras), un costo variable (de la generadora) y una carga impositiva que depende de los gobiernos, ya sean municipales, provinciales o el nacional.
El jefe de Gabinete tuvo un encuentro con los miembros de AEA a quienes les pidió "colaboración para luchar con el alza de precios". Fue el regreso del CEO del Grupo a la Casa Rosada. También estuvo Paolo Rocca.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay; y el de Producción, Francisco Cabrera; se reunieron con una delegación de representantes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), encabezada por el titular de la entidad, Jaime Campos, el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto y el titular de Techint, Paolo Rocca, entre otros. Según comunicó la secretaría de Presidencia, el gobierno pidió "colaboración para luchar con el alza de precios", luego de que los índices de precios de la Ciudad de Buenos Aires y de San Luis se aceleraran al 3,5% y el 6,5% para diciembre, respectivamente. Para el gobierno, el objetivo fue "analizar la situación del país y trabajar en la búsqueda de consensos que signifiquen mejoras en los índices de la economía nacional". De esta manera, Héctor Magnetto retornó a la Casa Rosada por primera vez desde 2007, luego de la pelea del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con el grupo de medios, que llevó a la sanción de una nueva Ley de Medios. El presidente de la Nación, se ocupó de derogar por decreto los elementos claves de dicha Ley y disolver el AFSCA, la entidad regulatoria. Por esta reunión, el jefe de Gabinete reprogramó el encuentro con Estela de Carlotto para las 18hs. Otros empresarios presentes en la reunión fueron Luis Pagani, de Arcor; Carlos Miguens, del Grupo Miguens; Aldo Roggio, del grupo homónimo; José Cartellone, de Construcciones Civiles; Cristiano Ratazzi, de Fiat; Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza; Alberto Grimoldi, de Grimoldi; y Gustavo Grobocopatel (Grobocopatel), Federico Braun (La Anónima) y Enrique Cristófani (Santander Río). Según un comunicado de prensa de Presidencia, la reunión se realizó a pedido de los propios empresarios, y "los representantes del Gobierno acordaron trabajar de manera conjunta con los empresarios y demás sectores, con el objetivo de mejorar el nivel de empleo, potenciar las economías regionales, bajar la inflación y mantener el poder adquisitivo de los salarios, todos objetivos orientados a lograr que haya pobreza cero y mayor inclusión en el país". En el encuentro para frenar el alza de precios, al que asistieron también el secretario de Comercio, Miguel Braun; el de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui; y el secretario de Coordinación Ministerial, Mario Quintana; resulta paradójico en el mismo día en el cual se eliminan los subsidios a la luz, y luego de una devaluación del 45% en menos de un mes, con quita de retenciones a las exportaciones. El propio Prat-Gay aseguró que los precios se retrotraerían a principios de noviembre, promesa que hasta el momento no logró incumplir. Por otro lado, también es contradictorio que le solicite la baja de precios a AEA, que nuclea a los holdings empresarios más concentrados de la Argentina, al mismo tiempo que el presidente Macri y el ministro Prat-Gay fueron enfáticos en el rechazo de la Ley de Abastecimiento, para forzar a los productores a vender a costos razonables. La "moderación de las expectativas inflacionarias" que el gobierno solicitó a los empresarios, es una de las patas de la mesa económica y social que el gobierno viene posponiendo de cara a las paritarias, y en la que se sentarán también los sindicatos, a los que Macri les pidió, por otro lado, "poner el hombro". «
Frases
Consenso. El objetivo del encuentro fue "analizar la situación del país y trabajar en la búsqueda de consensos que signifiquen mejoras en los índices de la economía nacional." Empleo. Funcionarios y empresarios "cordaron trabajar de manera conjunta con los empresarios y demás sectores, con el objetivo de mejorar el nivel de empleo."
Por tarifas, alimentos y servicios, la inflación anual ya se acerca al 40%
31 de Enero de 2016 | 12:00
Referentes económicos de la oposición advierten por las subas constantes de precios.
Aseguran que será difícil que se cumpla con la pauta oficial del 20 al 25% de inflación.
El alza de los precios de casi todos los rubros de la economía empezó a generar modificaciones en los números estimados de inflación para este año. Economistas privados y referentes de partidos políticos opositores observan que tras los aumentos en luz, carne, alimentos, peajes y abonos de medicina prepaga la inflación de 2016 estará más cerca del 40% que del 30% que se había estimado. Mucho más lejos aún de la meta de entre 20 y 25% que esbozó el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, hace unas semanas. Por el lado del massismo, los economistas de confianza del ex intendente de Tigre observan una suba que irá entre el 30 y el 38%. Hace unas semanas, mientras Sergio Massa recorría el Foro de Davos junto a Mauricio Macri, Aldo Pignanelli les enviaba a sus clientes un informe de la marcha de la economía. En ese trabajo, al que accedió Tiempo, se muestra una inflación por arriba del 30%, en ese número se incluye el impacto que, según la consultora del ex BCRA, tendrá en el bolsillo el aumento de tarifas de luz que el macrismo anunció para los próximos días. El tarifazo eléctrico, que muestra subas superiores al 500% para usuarios residenciales de las distribuidoras de Capital (Edenor y Edesur) -y cuyos alcances los precisó el viernes el ministro de Energía, Juan José Aranguren-, representará para Pignanelli una caída del consumo en la segunda parte del año. El economista más peronista de Massa agregó que va a perder importancia en el PBI el consumo interno, cayendo 1 o 2 puntos hacia fines de año. Dentro de ese mismo espacio, la consideración de la empresa que conduce Martín Redrado es bastante más catastrófica que el planteo de Pignanelli: el ex golden boy del massismo pronosticó una inflación del 38%, también con el aumento tarifaria energético en esa ecuación. En la baja en el ritmo de actividad económica coinciden casi todos: un retroceso del 1% en el 2016, en línea con la consideración al respecto del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para Pignanelli, el tipo de cambio acompañará a la inflación. De hecho, todos los economistas reflejan en reuniones la voluntad y puesta en práctica de Macri de mini devaluaciones semanales. Por su parte, el economista de perfil kirchnerista Agustín D’Attellis maneja números más altos, con una inflación en torno a un 40% anual. "El primer trimestre será el más alto por la inercia inflacionaria de fines de 2015, consecuencia de la eliminación de retenciones a las exportaciones y la devaluación del peso. Por otro lado, la suba de tarifas implicará un salto de 9 puntos en el cálculo del IPC anual", ponderó. En la misma línea, Enrique Déntice, de la Unsam, explicó a Tiempo que "va a haber una inflación muy alta para el 2016, con un piso de 32% o 33%, si el efecto del desempleo funciona como disciplinador de los salarios". El economista afirmó que, en principio, "la quita de subsidios va a tener un efecto en los precios de 9 puntos. Esto va hacer que en los próximos meses, la inflación muy alta, como viene siendo en el último mes producto de la devaluación y la quita de retenciones. No obstante, ya se llegó a un tope en precios de alimentos, ahora lo más importante va a ser la parte de servicios públicos. Recién en el tercer trimestre va a empezar a aflojar". En el sector cárnico, las alzas superan el 50% según el área que se mida y los valores de los alimentos en los supermercados se mantienen con alzas de entre el 30 y el 40%. El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz, que conduce Andrés Asiaín, sumó en su último informe el impacto de la devaluación: "La política de shock devaluatorio y eliminación de retenciones ya mostró sus primeras consecuencias. La inflación en diciembre (según estadísticas del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) cerró en 4% mensual (60% anualizada) y 5% para los alimentos (80% anualizada), valores que superan en 2,5 veces la inflación registrada en noviembre y en 3,8 veces la de los alimentos", alertaron. En otro orden, el gobierno nacional autorizó el viernes a las empresas de medicina prepaga a subir sus precios un 9% a partir de febrero. El alza se suma a otros aumentos del año pasado, que hacen que la medicina privada acumule un 40% de suba anual. Y en estos días se dio conocer u aumento en todos los peajes, con subas del 66 por ciento. Para Fausto Spotorno, de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, "en el primer semestre la inflación va a estar dada por el salto de precios por los aumentos de tarifas, la devaluación y la quita de retenciones". Y agregó que "el aumento de tarifas eléctricas va a tener un impacto de 2,5 puntos, dado que por cada 200% de aumento, hay un impacto de 1 punto en la canasta total. En cambio, en el caso del gas, sería un poco más. Con el total de todos los servicios públicos, el impacto sería de 7 puntos". En este contexto, Spotorno observa un escenario base con inflación de 33,5%. Cabe destacar que en estos números no están contabilizadas las subas de las boletas de gas natural post quita de subsidios al servicio; ni las prometidas revisiones de los subsidios al transporte público de pasajeros. «