| | La oferta argentina a los fondos buitre deja en evidencia el apuro oficial por volver al sobreendeudamiento. Así reconoce utilidades extraordinarias para los demandantes y asume el compromiso de pagar en efectivo. Los riesgos de no incluir a todos los posibles litigantes en el acuerdo.
ECONOMIA › COMO PUEDE TERMINAR EL JUICIO DEL SIGLO. LAS CONSECUENCIAS ECONOMICAS
Pagar caro, cash y endeudarse
La negociación de urgencia para cerrar el litigio con los fondos buitre podrá resultar en el pago de un elevado costo por el 7 por ciento de la deuda en default del 2001. Por qué apuró el Gobierno la definición y cuál puede ser la consecuencia.
Por Raúl Dellatorre
El juicio del siglo, el de los fondos buitre contra Argentina, parece encaminarse hacia sus tramos finales después del cambio de estrategia del país deudor. El gobierno nacional apuró el trámite con una generosa propuesta de pago y ya obtuvo gestos aprobatorios del establishment financiero y de dos de los fondos buitre. “Argentina hizo todo lo posible para llegar a un acuerdo con los fondos buitre pero no fue posible”, explicó ayer el ministro Alfonso Prat-Gay (ver aparte). “La estrategia era resolver el tema lo más pronto posible y de la manera más justa para el país”, agregó. Los resultados hasta acá conocidos indican que ese apuro tuvo un elevado costo, y las consecuencias ya de por sí gravosas en materia económica podrían aún ampliarse. El costo puede medirse tanto en función de las utilidades extraordinarias (más del mil por ciento) que Argentina le reconoce a los fondos litigantes, como por el sobreendeudamiento al que se obligará el país para cubrir el pago en efectivo a los buitres y holdouts. Y todavía falta conocer si el fondo liderado por Paul Singer prestará acuerdo o le arrancará al gobierno alguna concesión adicional. O cuál será la reacción de los bonistas que aceptaron formas de pago más restringidas al ingresar al canje. En una situación de mayor comodidad para negociar y en un ambiente más favorables que en años anteriores, las condiciones ofrecidas por el país resultan económicamente más onerosas que otras alternativas que tuvo anteriormente el país y rechazó.
Tras el cambio de gobierno en diciembre, y con un clima mucho más amigable en los mercados financieros internacionales, los enviados de Mauricio Macri a Nueva York llegaban ahora en una situación totalmente diferente a lo que fue la recepción que tuvo el ex ministro Axel Kicillof, en los últimos días de julio de 2014, cuando llegaba a esa ciudad para intentar evitar el bloqueo de Griesa a los pagos argentinos a los bonistas que habían aceptado el canje. Mediante esa medida, los fondos buitre presionaban al gobierno argentino buscando ponerlo contra las cuerdas. La oferta que en esas condiciones le hicieron al gobierno nacional (los fondos buitres a su deudor) fue hacerle una quita del 15 por ciento a cambio de que aceptara la sentencia de pago de Griesa y pagara el 85 por ciento con bonos de la deuda argentina a mediano plazo. El acuerdo era sólo por la demanda de los fondos que se presentaron ante Griesa, No estaban los “me too” (otros fondos que no habían presentado demanda o lo habían hecho en otros juzgados), ni tampoco había vencido la cláusula RUFO, que comprometía al gobierno a no pagar a terceros en condiciones que mejoraran las ofrecidas para el canje. La delegación encabezada por Kicillof se volvió al país tras rechazar la oferta. Una vez acá, recibió una segunda oferta a través de terceros (un banco brasileño): los fondos buitre NML Capital y Aurelius estaban dispuestos a ofrecer (otra vez, los acreedores eran quienes la ofrecían) una quita del 30 por ciento y el pago en bonos del 70 restante sobre el monto de la sentencia. La respuesta volvió a hacer la misma: Argentina no se movía de pagar en las mismas condiciones del canje.
Dieciocho meses después, Argentina, con otro gobierno, vuelve al mismo escenario. Con otro gobierno, pero frente al mismo mediador, Dan Pollack. Con otros interlocutores, ya que ahora se suman los fondos “me too”, como el que encabeza Kenneth Dart, ampliamente conocido en el mundo por maniobras extorsivas contra países caídos en desgracia. Argentina no tiene la debilidad que tenían esos países cuando debieron enfrentar las negociaciones con fondos buitre. Tampoco arrastra las consecuencias de un teórico “default técnico”, declarado por Griesa en julio de 2014 pero que sólo perjudicó a los bonistas del canje. El gobierno actual, a 45 días de haber asumido, obtuvo un préstamo contingente de 5000 millones de dólares de un grupo de grandes bancos extranjeros, sin que ningún default se lo impidiera.
Sin embargo, fue el propio gobierno el que se autoimpuso la urgencia, tal cual lo expresa el mismo ministro de Hacienda y Finanzas. Es parte de su estrategia, cerrar el conflicto para poder acceder al mercado financiero internacional a menores tasas de financiamiento. El endeudamiento es, según los analistas de un lado (heterodoxia) y de otro (ortodoxia), el instrumento al que echará mano masivamente el gobierno para cerrar las brechas abiertas en el sector externo y en el terreno fiscal este año.
El nuevo gobierno, pese al clima más favorable, llegó a la negociación con los buitres apurado, urgido por un acuerdo, y eso lo debilitó. Los buitres, por el contrario, ahora seguros de que van a cobrar, pudieron relajarse y esperar. Y ya obtuvieron el resultado esperado: una oferta del deudor que es más favorable, para ellos, de lo que era su propia oferta 18 meses atrás. Y todavía pueden ir por más,
El sistema financiero, tanto local como extranjero, daba por descontada una quita sobre el monto de la deuda consolidada en el juzgado de Griesa de no menos del 30 por ciento. Pero Argentina ofreció pagar con una quita del 25 y en efectivo. Ello supondrá desembolsar algo más de 6500 millones de dólares. En la misma semana, cerró acuerdo con el lobbista italiano Nicola Stock para la cancelación de una demanda en el Ciadi mediante el pago de 1350 millones de dólares, también en efectivo.
A valor nominal de los bonos en default de diciembre de 2001, la demanda en el Ciadi corresponde a títulos por alrededor de 1000 millones de dólares. El arreglo con el grupo de fondos buitre en el juzgado de Griesa se estima que corresponde a bonos de valor original de poco más de 2500 millones. Es decir, se está pagando casi 8000 millones de dólares en efectivo por bonos de valor nominal de 3500 millones a diciembre de 2001.
El default de 2001 involucró una deuda de 81 mil millones de dólares. 75.000 millones entraron en los canjes (93 por ciento), que recibieron nuevos bonos por valor de 40 mil millones de dólares. De los 6000 millones que quedaron afuera, unos 3500 millones son los involucrados en la negociación de esta semana (el 4,5 por ciento de la deuda de 2001), por los cuales se pagarían los 8000 millones de dólares en efectivo. Extendiendo el mismo criterio de cancelación al resto de la deuda en default de 2001 (los 2500 millones en valor nominal a esa fecha), Argentina estaría ofreciendo pagar este año unos 13 mil millones de dólares en efectivo para cancelar el 7 por ciento de la deuda impaga del 2001.
En el canje, por el 93 por ciento pagó 40 mil millones de dólares en bonos a largo plazo. Y en un proceso posterior de desendeudamiento. Ahora paga mucho más caro e inició un ciclo de sobreendeudamiento. Los números son evidentes. Las consecuencias, están por verse, aunque la historia tiene algo para decir sobre el destino de estos procesos.
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Saludos de Daniel Pollack para Argentina. El mediador, como gran parte del sistema financiero, descontaba una quita mayor. Argentina pidió menos.
Por ahora, no hay "luna de miel" con el mercado financiero internacional
31 de Enero de 2016 | 12:00
A pesar de los gestos fehacientes del gobierno con relación al pago a los fondos buitre y la adaptación de la economía a las necesidades de los monopolios cerealeros, la emisión del BONAR 2020 fracasó y la liquidación de soja fue la mitad de lo esperado. Los buitres postergaron la reunión para deteriorar las condiciones de la negociación. El mercado espera hechos concretos.
Desde la asunción del nuevo gobierno se han tomado distintas medidas que afectan al sector externo y a partir de las cuales se esperaban determinados resultados. Se trata de la devaluación del 40% de la moneda nacional a partir de la unificación del mercado cambiario, la eliminación de las DJAI y de las retenciones sobre las exportaciones de granos y el plan de reducción paulatino de las retenciones a la soja. Con estas medidas se esperaba lograr un shock de ingreso de dólares a partir de la liquidación del stock de soja acopiado a la espera de una mejora en las condiciones de rentabilidad de las grandes cerealeras. Además, claro, el gobierno esperaba que su perfil pro mercado y su pública intención de acatar en términos generales del fallo en favor de los buitres generaría una actitud del mercado financiero internacional favorable al ingreso de dólares. Sin embargo, el gobierno sufrió un marcado desplante, tanto de parte de los monopolios cerealeros que operan en el país como también de parte de los inversores privados internacionales. Es que, por un lado, la liquidación esperada de soja de alrededor de 450 millones de dólares diarios no se produjo. Por el contrario, el promedio de liquidación desde que se tomaran las medidas a esta parte fue de apenas 250 millones de dólares que, si bien sirvieron para estabilizar el mercado de cambios en forma coyuntural, no resuelven el escenario de restricción externa de mediano plazo. Por el otro lado, la emisión del BONAR 2020 promovida por el ministro Alfonso Prat Gay quedó vacante en lo que fue uno de los fracasos financieros más resonantes del último período. Además, contra los pronósticos que indica el sentido común, fueron los letrados de los fondos buitre los que solicitaron una postergación a la reunión pautada para el 25 de enero en la que el gobierno iba a llevar la propuesta de pago. Los buitres patearon el primer encuentro para el 3 de febrero. Solo en el 'mundo del revés' el acreedor posterga una reunión en la que el pagador está dispuesto a pagar. Para desentrañar los motivos de fondo de estos tres hechos, a priori inverosímiles, Tiempo consultó a los economistas Roberto Feletti, Secretario de Economía y Hacienda del Municipio de la Matanza y del FPV y a Ramiro Castiñeira director de la consultora Econométrica. Sobre la postergación de la reunión, el ex presidente de la comisión de presupuesto, Feletti, explicó que "ellos entienden que el paso del tiempo les juega a favor por la debilidad externa de la Argentina. Quieren negociar en posición de fuerza. Es una paradoja para un gobierno que, a pesar de su profesión de fe pro mercado, no ha generado en el marco de la apertura cambiara las expectativas de ingreso de divisas en el sector empresario exportación ni en el sector financiero". Castiñeira con matices coincidió en que "los buitres postergaron la negociación porque el gobierno arrancó bien y ellos quieren negociar con un gobierno en condiciones complicadas. Quieren hacerlo en la peor situación posible de la economía argentina". El primero explicó a este diario que "las cerealeras están midiendo el tipo de cambio porque, si el gobierno en los próximos seis meses no lograra acceder al mercado financiero es previsible un nuevo salto cambiario. Por eso están retaceando la liquidación de stocks y limitándola a su capital de giro, a la espera de ese posible salto cambiario. Sólo cuando se sustancie la oferta de fondos que vienen del sector externo por endeudamiento se acelerará la liquidación de divisas. Pero eso todavía no ocurre.", explicó y, graficó "si yo fuera una cerealera no me gustaría poner dólares para que una empresa extranjera los gire al exterior por dividendos. Todos esperan ver si hay un endeudamiento fuerte del sector público para que haya dólares que garanticen la sustentabilidad del sistema". Por su parte, Castiñeira, cree que "quizás fue el gobierno el que les dijo, 'aflojen con el ritmo de la liquidación, yo no quiero intervenir pero la están bajando ustedes'. Eso, de todas formas, ayudó a tener un tipo de cambio recontra estable y contribuyó al éxito de la unificación del tipo de cambio. O quizás las mismas cerealeras fueron midiendo el valor del dólar". Según Feletti, "la emisión del BONAR 2020 fracasó porque todo el mundo está a la expectativa de un ordenamiento distino del sector externo basado en el endeudamiento público." Castiñeira, por su parte, opinó que "el fracaso de la emisión del BONAR 2020 demostró que no hay luna de miel. Se derrumbó el valor del petróleo justo ese día y además el precio del título no mostraba fuertes diferencias con lo que uno podía acceder por el operador de bolsa al día siguiente. Entonces, los inversores actuaron con cautela. Primero tenían que cerrar con los buitres y no tirarse así a la marchanta". se quejó. Para Feletti, "fracasó porque todo el mundo está a la expectativa de un ordenamiento distino del sector externo basado en el endeudamiento público. El gobierno ha hecho todo para deteriorar el sector externo. Levantó las restricciones al mercado cambiario, al ingreso de capitales especulativos y al comercio eliminando las DJAI. La economía quedó expuesta al vaivén del mercado y el sector empresario no le ha respondido como esperaba". Sobre la negociación con los buitres Castiñeira aseguró que "el gobierno necesita dólares porque la macro está al límite. Hay que salir de esta situación de default que arrastramos desde el 2001". exigió. Feletti, por su parte, opinó que, "hay mucho hermetismo sobre la oferta del gobierno a los buitres. Lo primero que uno tendría que pedir es que se establezca el stay y se normalicen los pagos al exterior. Con eso bajaría el riesgo país y subiría el valor de los bonos. Así los bonos de la deuda reestructurada se podrían aproximar al reclamo de los holdouts. Entre el piso que supone el valor de los bonos reestructurados y el techo del reclamo de los buitres, se va a ubicar la propuesta. Lo lógico sería recuperar el stay para subir el piso y tener mejores condiciones para negociar". recomendó. Castiñeira asegura que "la oferta del canje ya quedó en la historia. Va a estar más cerca de lo que dice el fallo de Griesa. Están en discusión los detalles, la letra chica. De todas formas, el sapo no quita el logro del desendeudamiento de la última década". La conclusión, según Feletti, es que "el mercado todavía espera del gobierno algunos hechos: una baja de los salarios reales y aumentar las expectativas en base a eso". concluyó. «
EL TIRO POR LA CULATA "El gobierno hizo todo para deteriorar el sector externo. La economía quedó expuesta al vaivén del mercado. Los empresarios no le respondieron."
Roberto Feletti Economista Diputado FPV
PATEAR LA PELOTA "El fracaso de la emisión del BONAR 2020 demostró que no hay luna de miel. Primero tenían que cerrar con los buitres y no tirarse así a la marchanta."
Recalde: "Cualquier modificación entraña un peligro con el resto de los bonistas"
El titular del bloque de Diputados del Frente para la Victoria encendió "un alerta" por el acuerdo propuesta por el gobierno nacional a los fondos buitre, que significa una ganancia del 1000 por ciento para los especuladores, y advirtió que derogar las leyes de "pago soberano" y "cerrojo" puede abrir un litigio con el 93 por ciento de los bonistas que aceptaron las condiciones de los canjes 2005 y 2010.
El diputado se mostró cauto respecto de la posición que tomará el bloque del FpV en la Cámara baja respecto de la necesidad del gobierno nacional de derogar las leyes que impedirían cerrar el acuerdo con los fondos buitre. "Teníamos una posición tomada cuando votamos las leyes de cerrojo y pago soberano, ahora vamos a debatirlo en el bloque ante esta nueva realidad", sostuvo, en diálogo con el programa Diario del Futuro de Rock & Pop.
Recalde aseguró que el Frente para la Victoria defenderá su posición como primera minoría al momento de la conformación de las comisiones en Diputados, por lo que señaló: "Hay interpreteaciones disociadas con el reglamento. Cambiemos es una alianza no un bloque, el reglamento habla de bloques y nosotros seguimos siendo el mayoritario. Vamos a tratar de conseguir la presidencia de las comisiones más importantes".
El abogado laboralista recordó la estrategia elucubrada por el PRO en el Consejo de la Magistratura para designar un representante más tras "inventar un bloque parlamentario", al conseguir el respaldo de otros bloques que no pertenecían a la alianza Cambiemos, como el GEN de Margarita Stolbizer.
Respecto del alejamiento de doce legisladores del bloque del FpV, Recalde lo calificó como "un error" y aseguró que "la maginitud se verá con el paso del tiempo". Para resaltar el error de los legisladores, el diputado pidió ver "a quienes aplauden", en referencia a los guiños que recibieron los disidentes desde el bloque del PRO.
ECONOMIA › PRESENTACION CONTRA ARGENTINA EN EL JUZGADO DE GRIESA
Buitres con sorpresas
Un nuevo grupo de acreedores se presentó ante el juez de Nueva York para pedirle que mantenga las trabas para cobrar vencimientos de deuda argentina.
Un grupo de holdouts se presentó ayer ante el juez Thomas Griesa en Nueva York para pedirle que mantenga la medida cautelar que inhibe a los bonistas que entraron a los canjes de 2005 y 2010 cobrar lo que deposita la Argentina ante cada vencimiento. Se trata de un grupo de ocho acreedores con acciones de clase que requieren ser alcanzados en la propuesta de acuerdo a los buitres presentada el último viernes por el secretario de Finanzas, Luis Caputo. En su nota, los bonistas piden al magistrado que “no levante las medidas cautelares hasta tanto la Argentina alcance términos de pago aceptable por todos los acreedores”.
La presentación de esos holdouts, quienes no forman parte de los grupos de buitres que consiguieron sentencias favorables en el juzgado de Griesa, muestra una de las dificultades del proceso de negociación que encaró el gobierno de Cambiemos con los inversores carroñeros. Esas conversaciones involucran a la mitad del 7,3 por ciento de los acreedores con títulos públicos en default, por lo que pueden aparecer otros bonistas que intenten poner obstáculos, ahora o más adelante. Una condición básica para terminar con el problema es que la negociación involucre a la totalidad de los acreedores que quedaron fuera de los canjes. El Gobierno también podría intentar que Griesa disponga que ésta es la última opción para acordar con la Argentina, pero siempre quedará abierta la posibilidad de que otro magistrado, en Estados Unidos u otro país, acepte nuevos reclamos de holdouts.
El Gobierno intenta resolver esta encrucijada en el planteo que hizo el viernes ante el mediador Daniel Pollack. La propuesta diferenció entre tres tipos de bonistas: holdouts con sentencia en la justicia norteamericana, acreedores que no alcanzaron a tener fallo y a los que tienen títulos de una jurisdicción distinta a Nueva York. Para este último caso, acreedores con títulos bajo ley inglesa, alemana y otras, la oferta prevé un pago equivalente al 150 por ciento del capital total, similar a lo que se preacordó con el grupo de bonistas italianos la semana pasada. Aun así, un grupo de ocho bonistas rechazó esa opción e insistió ante Griesa en que mantenga las medidas que traban el cobro de los vecimientos al resto de los bonistas.
La propuesta de pago a los fondos buitre del gobierno nacional fue cuestionada por el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde. Consideró que representa un “peligro” para el país y que la bancada que encabeza seguirá sosteniendo “los mismos principios de siempre, que son los que nos llevaron a votar la Ley Cerrojo y de Estado Soberano”. En cambio, desde el Frente Renovador, el economista Guillermo Nielsen estimó que la oferta es “muy razonable” y advirtió que “los fondos buitre no van a salir corriendo a firmarla”, sino que intentarán “forzar la mano”. Las palabras del ex secretario de Finanzas parecen ir en línea con la posición que asumirá la fuerza que comanda Sergio Massa en el Congreso, para acompañar los cambios a las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y permitir el cierre de la negociación con los buitres.
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Griesa recibió el pedido de un grupo de ocho holdouts.
Recordando lo que ayer dijimos ...hoy avanza la ley reaccionaria q quiere imponer Griesa contra la soberanía argentina .-
ECONOMIA › FUERTE CRUCE EN EL COMIENZO DEL DEBATE EN COMISIONES DE DIPUTADOS
Avanza la ley pro buitres
La oposición se quejó de que no pudieron leer la ley. Prat-Gay criticó a Kicillof, a quien le cerraron el micrófono dos veces.
Por Cristian Carrillo
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, presentó ayer ante el plenario de comisiones de Presupuesto y de Finanzas el proyecto de ley para el pago a los fondos buitre. El funcionario detalló que se requerirá tomar deuda por 11.684 millones de dólares sólo para poder cumplir con el compromiso asumido por el gobierno de Mauricio Macri con los demandantes buitres. “La emisión de 15 mil millones contemplan también otros vencimientos y solventar el ajuste fiscal”, dijo. Tal como adelantó Página/12, se emitirán tres series de bonos a 5, 10 y 30 años bajo ley de Nueva York y con una tasa de interés que se ubicará entre 7,0 y 7,5 por ciento anual. Prat-Gay, acompañado del secretario de Finanzas, Luis Caputo, intentó defender el proyecto que deroga las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y endeuda al país para pagar la totalidad del monto nominal demandado por los buitres, con un pequeño recorte (en torno al 26 por ciento) de los punitorios. El ministro esgrimió que este acuerdo es la única manera de evitar un mayor ajuste en la economía. Y presionó a gobernadores al sostener que solucionado el tema buitres, el financiamiento que se consiga en el exterior no será sólo para la Nación sino para infraestructura en las provincias.
La reunión estaba prevista a las 11.00, pero el equipo económico de Macri arribó a la Sala C del anexo a las 11.45. El ingreso de asesores y prensa estuvo más restringido que en otras oportunidades por las medidas de seguridad. Hasta la llegada de los funcionarios, el clima se iba calentando porque el proyecto de ley seguía sin aparecer. Los diputados sólo habían tenido acceso a un punteo con el articulado de la iniciativa titulada “Normalización de los Servicios de Deuda Pública”. “Quiero dejar presente que se recibió el proyecto en el mismo momento que entró Prat-Gay. No se cumplió con las 24 horas de anticipación y considero que se necesita un nuevo día y hora para discutirlo”, interrumpió del diputado Néstor Pitrola del Frente de Izquierda de los Trabajadores. El ministro pidió disculpas por no haber cumplido con los tiempos previstos y acto seguido comenzó con su exposición.
Asistido por filminas, el ministro comenzó haciendo hincapié en la potencialidad que implica este arreglo, que calificó como pequeño en términos de costos, para conseguir financiamiento para la economía. Según sostuvo, la deuda original demandada por los fondos buitre era de 6100 millones de dólares, que se amplió a unos 18.800 millones debido a los costos de litigiosidad (básicamente intereses acumulados y punitorios). Al fondo NML Capital, propiedad de Paul Singer, el juicio le redituó una ganancia anual de 156 millones anuales. “Lo que hicimos es negociar con las reglas de juego y normas del Juzgado de Nueva York y plantear la situación a la que habíamos llegado, pero en un plano de igualdad”, dijo. Reconoció que se planteó que se respetaría el capital original. Siguiendo con los slogans macristas, sostuvo que la posición del juez Griesa se pudo revertir porque se hizo con transparencia y con la verdad.
Las condiciones de la oferta, tal como adelantó este diario, contemplan una oferta base para todos los tenedores de bonos defaulteados por el ciento por ciento del monto nominal más un 50 por ciento. Para los que tienen fallo firme a su favor en los tribunales de Griesa se reconocerá el 70 por ciento del monto de la sentencia. “Más de la mitad del problema se resolvería con una quita de 26 por ciento”, sostuvo. Justificó el pago en efectivo a los buitres en que de ese modo se evitará una discusión posterior respecto al valor de los bonos por el pago a los buitres. “Hay que hacerlos porque si no, no volvemos a crecer”, dijo al finalizar su exposición antes de las preguntas.
El debate
El primero en tomar la palabra fue el jefe del bloque del Frente Para La Victoria, Héctor Recalde, quien sostuvo que el acuerdo es un avasallamiento sobre el Congreso, debido al tratamiento super express que pretende el oficialismo, y criticó que se vuelva a confiar en bancos que hoy están imputados de lavado. Según afirmó el secretario Caputo, los bancos que participarán de la operatoria cobrarán entre 0,15 y 0,20 por ciento de la colocación, lo que equivale a unos 20 millones de dólares sobre el monto de la primera emisión. Prat-Gay argumentó que “no se trata de un apriete ni una extorsión”, sino de una fecha que permita avanzar en otros temas pendientes con la misma velocidad”. En ese intercambio, el ex ministro de Economía y actual diputado por el FpV, Axel Kicillof, pidió la palabra para contestar las acusaciones por parte del actual ministro respecto a una supuesta desidia del Gobierno anterior. El presidente de la Comisión de Presupuesto, el macrista Luciano Laspina, no lo dejó hablar.
Tras esperar su turno, Kicillof respondió a los planteos de Prat-Gay. “Si alguien no tiene responsabilidad del endeudamiento son precisamente Néstor Kirchner ni Cristina Fernández, sino funcionarios actuales, como el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger”, apuntó. Rechazó la idea que se intenta implantar desde el discurso de Cambiemos, respecto a que no se buscó encontrar una solución. “No dilatamos nada. Ellos (por los buitres) nunca entraron a un canje porque su negocio es litigar. No son bonistas. Compraron los bonos después de que se declarara el default. Esta historia la están borrando Macri y ustedes”, afirmó Kicillof, y allí vino la segunda interrupción de Laspina para que se apurara con la pregunta. El ex ministro continuó. “La deuda nunca fue un puente para el crecimiento. Se sostiene que con este arreglo se evita el ajuste o la emisión monetaria pero eso no es cierto, porque los dólares que ingresen deberán pasarse a pesos. Hubiese sido más interesante que buscara el apoyo ya logrado en Naciones Unidas y que se haga sin bancos intermediarios”, increpó. Prat-Gay respondió con chicanas. “Vos te fuiste en un avión y en 48 horas trajiste un acuerdo con el Club de París, al que se le pagó el cien por ciento”, afirmó el ministro de Hacienda, desconociendo la diferencia entre un arreglo con un acreedor que sí aportó al país el monto nominal demandado y un grupo de fondos especulativos que compraron deuda a 25 centavos por dólar.
El diputado Carlos Heller, del Partido Solidario, aliado al FpV, expuso el interrogante respecto a lo que suceda con el 93 por ciento de los bonistas que entraron al canje y aceptaron una quita del 67 por ciento. Remarcó que, por más que haya caído la cláusula RUFO, que impedía hacer una mejor oferta a los holdouts, ante la derogación de las leyes que pide el Gobierno, esos bonistas podrían sentirse defraudados y buscar un juez de la línea Griesa que les asegure una demanda contra el país, lo que haría caer toda la reestructuración de la deuda. “Creo que tenemos un costado notablemente vulnerable en esa cuestión, que nos deja a merced de la interpretación de cualquier juez que podría hacer lugar a demandas”, agregó Heller. El equipo económico sostuvo que sus abogados le aseguran que no hay ningún riesgo de que eso ocurra, aunque sin dar precisiones.
El pago a los buitres "generará crisis y recesión"
El exministro de Defensa Agustín Rossi sostuvo que "en la Argentina real es incesante la pérdida de puestos de trabajo por goteo" y puntualizó que el FpV tiene que "ser abanderado de la defensa de cada puesto de trabajo". Llamó, también, a buscar "las certezas en el pueblo y no en los medios de comunicación".
Durante un acto partidario en Rosario, Santa Fe, Agustín Rossi, puntualizó que el acuerdo al que arribó el Poder Ejecutivo con los fondos buitre, y que aún debe ser avalado por el Congreso nacional, "aunque lo presenten como un logro" es un "endeudamiento (que) generará situaciones de crisis y recesión económica". "Es extraordinario emitir 20 mil millones de dólares de deuda", criticó.
Además indicó que el gobierno de Mauricio macri "es clasista y oligárquico" y que "no tiene nada que ver con el pueblo ni con los trabajadores". En este sentido, llamó al Frente para la Victoria y a las fuerzas políticas aliadas a "seguir reflexionando para seguir creciendo en organización y acción"
Las medidas del presidente Mauricio Macricontinúan haciendo mella en su imagen positiva y comienza a haber señales que la tan mencionada "luna de miel" está cerca de finalizar. Un sondeo realizado por la consultora Poliarquía asegura que la estima de la opinión pública sobre el mandatario sigue en descenso, como así también las expectativas por el futuro del país.
La imagen positiva de Macri, según Poliarquía, se ubica en 58 por ciento, un número aun elevado pero en descenso, ya que bajó 6 puntos en relación al último mes, cuando tenía 64 por ciento en enero, según la misma encuestadora.
El descenso de Macri es inclusive mucho más pronunciado si lo que se mide es la gestión: en enero, cuando llevaba un mes en el sillón de Rivadavia, la aprobación a su gobierno era del 71 por ciento, en plena ola positiva que arrastraba por su triunfo en el balotaje del 22 de noviembre. La aprobación actual es del 52 por ciento, lo que registra una caída de 19 puntos en poco más de 30 días. Un número impactante.
En cuanto al "índice de optimismo", hoy se ubica en tan solo 7 puntos positivos, registrando una merma de 33 puntos. Nuevamente, el pesimismo parece haber ganado terreno luego de un comienzo dulce con parte de la sociedad.
Los despidos, el aumento de tarifas y la creciente inflación que no se compensa en las paritarias (donde el gobierno insiste en que no haya aumentos superiores al 25 por ciento) no parecen salirle gratis al presidente de la Nación
14:04 › EL PRO Y SUS ALIADOS CUENTAN LOS POROTOS EN DIPUTADOS
En busca de dictamen para pagarle a los buitres
La alianza Cambiemos busca firmar el dictamen del proyecto para eliminar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, una de las exigencias del juez neoyorquino Tomas Griesa para el pago de la deuda que reclaman los fondos buitre. Con respaldo del Frente Renovador y otros bloques, el Gobierno aspira a llevar la iniciativa el jueves al recinto de Diputados.
Un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados avanzaba esta tarde en la discusión de un dictamen sobre el proyecto de normalización de la deuda para acordar con los fondos buitre, al cual se le incorporarán algunas reformas propuestas desde el Frente Renovador referidos al endeudamiento. Los diputados debaten desde hace dos horas el proyecto gubernamental, que contempla la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, y la autorización para un endeudamiento por un monto de 15.000 millones de dólares, a fin de emitir títulos a cinco diez y quince años con tasas promedio del 7 por ciento. Durante el plenario, que conducen los macristas Luciano Laspina (Presupuesto), y Eduardo Amadeo (Finanzas), el diputado Marco Lavagna del Frente Renovador propuso modificaciones a cuatro artículos, mientras que el ex ministro kirchnerista Axel Kicillof planteó su rechazo absoluto al proyecto.
Antes del comienzo de la reunión, Laspina adelantó que el oficialismo está "dispuesto a modificar la redacción" del proyecto. "La ley no presenta un cheque en blanco, la ley solo autoriza el endeudamiento solo para cancelar las obligaciones que surjan de la firma de estos convenios", afirmó el legislador macrista.
"Estamos dispuestos a modificar la redacción para que quede expresamente claro que lo que estamos solicitando acá es sólo la deuda que se necesita para pagar estos acuerdos que se están firmando, que van a permitir a la Argentina recuperar el crédito a largo plazo", insistió el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja.
En diálogo con radio Continental, añadió que "es "bastante claro para todos los abogados que han participado en este proceso, que no hay ningún riesgo y chances de ganar un juicio aludiendo a la famosa cláusula RUFO, que ya venció y cayó".
En tanto, el diputado del frente Juntos por la Argentina Darío Giustozzi sostuvo que el proyecto del Gobierno para cerrar un acuerdo con los holdouts saldrá "sin ningún tipo de problemas del recinto", porque hay "conciencia y volumen de votos" en otros bloques parlamentarios. Giustozzi reiteró su apoyo a la iniciativa y recalcó que su bloque puso "énfasis en garantizar un buen blindaje legal para no tener reclamos o dolores de cabeza en el futuro".
Cambiemos consiguió dictamen con el respaldo del massismo y el bloque Justicialista
La alianza oficialista negoció algunas modificaciones del proyecto de pago a los fondos buitre para lograr el dictamen en mayoría con las firmas en disidencia parcial de los bloques encabezados por Sergio Massa, Diego Bossio y Darío Giustozzi. La iniciativa conserva la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, una de las exigencias del juez neoyorquino Tomas Griesa para cerrar el acuerdo con los holdouts.
El diputado del Frente Renovador Marcos Lavgna señaló que la decisión de acompañar el dictamen de mayoría se debe a que "el oficislimo tomó" cambios propuestos por su bancada, en referencia a la incorporación de un artículo que indica que "la deuda emitida únicamente se utilizará para cerrar el acuerdo con los buitres y cualquier emisión especial se deberá ajustar a lo que está aprobado por presupuesto".
Lavagna agregó que la firma del dictamen en disidencia parcial se debe a que "seguiremos discutiendo en el recinto" y señaló cuestiones como las características del tipo de emisión y sus condiciones. En el mismo tono, el titular del bloque Compromiso Parlamentario por la Argentina, Darío Giustozzi, ratificó el acompañamiento del dictamen en mayoría, con disidencias.
Tras conseguir la firma del dictamen en mayoría, sólo quedó por confirmarse la fecha en la que el proyecto será tratado. "Si hay un pedido fuerte de que se espera para debatir, la sesión se realizará el martes", adelantó Luciano Laspina, presidente del Comisión de Presupuesto.
Los diputados finalizaron así tres días de debate sobre el proyecto gubernamental, que contempla la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, y la autorización para un endeudamiento por un monto de 15.000 millones de dólares, a fin de emitir títulos a cinco diez y quince años con tasas promedio del 7 por ciento.
Durante el plenario, que conducen los macristas Laspina y Eduardo Amadeo (Finanzas), el ex ministro kirchnerista Axel Kicillof planteó su rechazo absoluto al proyecto.
Antes del comienzo de la reunión, Laspina había convocado a los indecisos al indicar que el oficialismo estaba "dispuesto a modificar la redacción" del proyecto. "La ley no presenta un cheque en blanco, la ley solo autoriza el endeudamiento solo para cancelar las obligaciones que surjan de la firma de estos convenios", afirmó el legislador macrista.
"Estamos dispuestos a modificar la redacción para que quede expresamente claro que lo que estamos solicitando acá es sólo la deuda que se necesita para pagar estos acuerdos que se están firmando, que van a permitir a la Argentina recuperar el crédito a largo plazo", insistió el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja.
Pago a fondos buitre pasa a pleno de Congreso argentino
Buenos Aires, 8 mar (PL) Con el aval de comisiones, obtenido hoy, el proyecto del Ejecutivo argentino para pagar a los fondos buitre pasa ahora al pleno de la Cámara de Diputados donde la Casa Rosada espera obtener su aprobación el jueves.
No obstante, la administración de Mauricio Macri se vio en la necesidad de aceptar cuatro modificaciones a su proyecto para emitir una enorme deuda a fin de pagar al contado como exigen los reclamantes en Nueva York.
La Alianza Cambiemos contó con el apoyo de los miembros del Frente Renovador (FR) y el Bloque Justicialista para conseguir el dictamen favorable de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas donde comenzó el análisis de la propuesta.
Los cambios introducidos al anteproyecto colocan límites respecto al volumen de endeudamiento y otros aspectos de la iniciativa original enviada por el Poder Ejecutivo.
En ese sentido, el diputado del FR Marco Lavagna informó que "se incorporó un artículo que aclara que la emisión es para cerrar los acuerdos y cualquier emisión adicional se atenga al presupuesto".
Por su parte, el exministro de Economía y ahora diputado nacional por el Frente para la Victoria (FpV) Axel Kicillof instó a "defender los intereses de la gente, es decir, no apoyar el endeudamiento".
Y consideró que "no se trata de poner palos en la rueda, pero hay que negociar en condiciones favorables para Argentina".
Kicillof opinó que no debería apurarse el debate en el plenario de la cámara baja este miércoles o jueves "porque es presentar de nuevo un hecho consumado que anula el propio debate", consideró.
Con este primer paso en el proceso legislativo, el oficialismo garantiza que el proyecto contará con el voto positivo de más de 150 legisladores, de 257 que conforman el recinto.
Luego del dictamen en comisiones, no hay definiciones sobre si la iniciativa se tratará este jueves o el martes próximo, como propone el Bloque Justicialista.
Por la minoría en esa cámara anunciaron que presentarán su propio dictamen el bloque del FpV-PJ, el Partido Obrero y el Partido Solidario que encabeza Carlos Heller.
De antemano, el Gobierno Nacional sabía que necesitaría el apoyo de otras fuerzas políticas en el Congreso para poder derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, emitir bonos de deuda y poder pagarle así a los fondos buitre.
Una de las bancadas que adelantó su intención de acompañar el proyecto macrista es el Bloque Justicialista, que lidera Diego Bossio, aunque reclamó cuatro modificaciones.
La primera es imponer un tope al endeudamiento, introduciendo un límite a la autorización de emitir deuda que finalmente sería de un monto 12 mil millones de dólares, y no de 15 mil millones como pidió el Ejecutivo.
Se eliminó el artículo que afectaba las potestades tributarias de las provincias y, en tercer lugar, la administración deberá rendir informes en relación con la deuda mensualmente, en lugar de hacerlo por semestre.
El cuarto cambio que exigen los diputados es que el Ejecutivo no invada facultades del legislativo, para imponer fecha a la sanción de la ley.
Pleno de diputados argentinos debatirá pago a fondos buitre
Por Martin Hacthoun
Buenos Aires, 9 mar (PL) Pese a que el proyecto de pago a los fondos buitre obtuvo el aval de comisiones, los diputados frenaron el apuro del Ejecutivo argentino de tenerlo aprobado esta semana y acordaron debatirlo en pleno el próximo martes.
Durante el primer análisis en audiencia conjunta de las comités de Presupuesto y Hacienda, y de Finanzas hubo fuertes intercambios, aunque prevaleció la idea de que para salir del atasco con los litigantes grupos de la usura internacional, hay que pagarles.
Los impulsores del pago argumentan que solo así podrán acceder a los mercados de capital para pedir más dinero prestado, y utilizarlo en planes económicos, y la eventualidad de que entren inversiones al país. También les permitiría a los gobiernos provinciales acceder a créditos.
La administración de Mauricio Macri perseguía no solo obtener el dictamen favorable para que su proyecto continuara el proceso legislativo, sino que incluso tuviera media sanción de la Cámara de Diputados este jueves.
Pero los legisladores no solo contuvieron tal apremio, sino que también demandaron a cambio de su aval hacerle cuatro modificaciones al anteproyecto, lo cual tuvo que aceptar el Ejecutivo, y el debate del pleno de la cámara baja pasó a la próxima semana.
La Casa Rosada necesita que ambas cámaras del Congreso den el visto bueno a los preacuerdos de pago a los fondos buitre y a otros bonistas reclamantes en Nueva York, que le permitan emitir deuda para poder pagarles y se deroguen las leyes Cerrojo y de Pago Soberano.
Esas legislaciones fueron promulgadas el pasado año precisamente para resguarda la soberanía financiera del país de los embates de los buitres usureros.
Solo así el juez Thomas Griesa autorizará a que se concreten los pactos negociados en Nueva York, y todo debe cumplirse antes del 14 de abril.
En dura crítica, el exministro de Economía y ahora diputado nacional Axel Kicillof rechazó la propuesta del Ejecutivo y manifestó: "Ganó Paul Singer, ganó Griesa, perdió Argentina", en alusión al magistrado y al principal litigante.
Tras el dictamen la víspera, Kicillof advirtió que en la audiencia quedó incierto si una vez concretados los acuerdos con menos del siete por ciento de los bonistas, no emergerán entonces nuevos litigios que planteen tenedores de bonos que integran el 93 por ciento que entraron en los canjes de deuda de 2005 y 2010.
El exministro insistió en que ni el secretario de Finanzas de Macri, Luis Caputo, quien negoció los preacuerdos en Nueva York, pudo responder con certeza si todo esto no le creará a Argentina nuevos litigios.
Los legisladores de todas formas lograron introducir cuatro modificaciones, una y quizás la más importante es que pusieron límite al endeudamiento que abrirá la administración Macri.
Fijaron en 12 mil millones de dólares la emisión de nuevos bonos de deuda, y no más de 15 mil millones, como sugirió el ministro de Finanzas, Alfonso Prat-Gay, quien incluso llegó a hablar de hasta 20 mil millones.
También demandaron revisiones mensuales del proceso de endeudamiento en vez de semestrales, eliminar del proyecto el artículo que afecta las potestades tributarias de las provincias, y exigieron al Ejecutivo no invadir facultades del legislativo para imponer fecha a la sanción de la ley.
Como la administración macrista necesita el dictamen, aceptó incorporar las modificaciones. Ahora el proyecto pasa a debate en el plenario de diputados, donde se espera su aprobación por unos 150 votos de 257, según estima Parlamentario.com. Después entonces lo recibirá el Senado.
El mediador designado por el juez Thomas Griesa informó que el gobierno argentino concretó acuerdos con tenedores de deuda en default por un monto estimado en alrededor de 190 millones de dólares.
En un comunicado de prensa, Pollack precisó que los nuevos entendimientos fueron alcanzados con el BN Paribas, por 52,4 millones de dólares; OMG (Boston), por 119 millones; Carlo Regazzoni, por 1,7 millones; Elazar Romano, por 11,3 millones de dólares; Grazia Valenti, por 172.000 de dólares; y la Societa Ymus SRL, 375.000 dólares y Tomaso Zappoli Thyrion, por 5,2 millones de dólares.
"Estoy muy contento de informar que la República de Argentina continúa avanzando para llegar a acuerdos con los tenedores de bonos, tanto grandes como pequeñas”, dijo Pollack. El abogado sostuvo que estos acuerdos “son alentadores” para seguir adelante con la tarea.
Recordó además que la efectiva concreción está sujeta a dos condiciones: la derogación la Ley de Pago Soberano de parte del Congreso y el fin de la medida cautelar de parte del juez Griesa.
Estos entendimientos se suman a otros acuerdos alcanzados con anterioridad por el gobierno argentino, entre ellos con los principales fondos buitre -NML, Aurelius- por un monto superior a 4700 millones de dólares.
EL PAIS › LA GRAVE RESPONSABILIDAD DE ENDEUDAR UNA VEZ MAS A LA ARGENTINA
El tercer ciclo
Es incomprensible que el gobierno y los bloques opoficialistas hayan ignorado la ley que en noviembre declaró de orden público los principios de Naciones Unidas para la reestructuración de deuda soberana. Este podría ser el origen de nuevos reclamos contra la Argentina por parte de quienes negociaron de buena fe peores condiciones de las que ahora se reconocería a los fondos buitre, extendiendo y agravando el problema que se pretende solucionar.
Por Horacio Verbitsky
Con el apoyo de los bloques opoficialistas de Sergio Tomás Massa, Diego Bossio y Margarita Stolbizer, el gobierno nacional confía en obtener la media sanción de la Cámara de Diputados para cumplir con el ultimátum del juez de Wall Street Thomas Griesa. El dictamen de mayoría firmado la semana pasada incluye la derogación de la ley cerrojo (por la cual el Estado no podía mejorar a los fondos buitre la oferta hecha al 93 por ciento de los acreedores que en los canjes de 2005 y 2010 aceptaron reestructurar sus deudas) y la de pago soberano (que en lugar del Bank of New York designó a Nación Fideicomisos como agente fiduciario para esos pagos).
Una parte significativa de los debates en las comisiones del Congreso giró sobre la posibilidad de que pudieran abrirse nuevos juicios por parte de quienes recibieron un trato menos favorable en los canjes voluntarios. El Frente para la Victoria afirmó que ese riesgo era alto e incluso intentó cuantificarlo. El gobierno minimizó esa hipótesis, y explicó que desde el primer día de 2015, cuando venció la cláusula RUFO, no existen restricciones para mejorar la oferta previa. Pero ni siquiera el ministro Alfonso de Prat Gay se animó a garantizar que no hubiera nuevas demandas. Lo llamativo es que el oficialismo haya ignorado una tercera ley, por añadidura más reciente, promulgada hace apenas cuatro meses, que provee de argumentos a los bonistas reestructurados para exigir igual trato que los buitres.
El 10 de septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por 136 votos a favor contra seis en contra (Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Japón, Canadá e Israel) y 41 abstenciones los Principios Básicos de los Procesos de Reestructuración de la Deuda Soberana. Incluyen el derecho discrecional de todo Estado a reestructurar su deuda sin sufrir el obstáculo de medidas abusivas; la buena fe y la transparencia en las negociaciones; la igualdad entre los acreedores; la inmunidad soberana de jurisdicción y ejecución ante los tribunales extranjeros; el respeto a los requisitos de inclusión y el estado de derecho. También debe contemplarse “el crecimiento económico sostenido e inclusivo y el desarrollo sostenible, minimizando los costos económicos y sociales”, y “respetando los derechos humanos”. Los acuerdos de reestructuración “no se verán afectados, perjudicados u obstaculizados de otro modo por otros Estados o por una minoría no representativa de acreedores, que deben respetar las decisiones adoptadas por la mayoría de los acreedores”. El 4 de noviembre el Congreso sancionó la ley 27207/15, que el Poder Ejecutivo promulgó el 9 de noviembre. Su único artículo dispositivo declara “de orden público” esos Principios Básicos, que acompaña en anexo, “los que forman parte del ordenamiento jurídico de la República Argentina”. Para el lego, la declaración de orden público puede resultar opaca o incluso incomprensible. Pero en el derecho internacional privado, que dirime los conflictos de jurisdicción internacionales, regula la incompatibilidad de una ley extranjera con los principios y valores fundamentales del ordenamiento interno, como es el caso del arbitrario fallo del juez Griesa. Si en noviembre la ley argentina subordinó el cumplimiento de aquella decisión a los principios de las Naciones Unidas, es de alta probabilidad que quienes participaron de buena fe en negociaciones transparentes y formaron una mayoría del 93 por ciento de los acreedores para un acuerdo que, además del interés de los acreedores, permitió un crecimiento económico sostenido e inclusivo, con respeto por los derechos humanos de la población, se sientan perjudicados por el trato que ahora se intenta ofrecer a una minoría no representativa de apenas el 7 por ciento de los acreedores, y busquen que otro juez declare la igualdad entre todos los acreedores y potencie el problema que el gobierno desea clausurar.
Banqueros y lobbystas
En la larga audiencia conjunta de las comisiones de Presupuesto y de Hacienda de la Cámara de Diputados, del lunes 7, casi todas las exposiciones favorables al proyecto oficial insistieron en que por caro que fuese cualquier arreglo con los buitres resultaría conveniente en comparación con los beneficios que obtendría el país con un nuevo ciclo de endeudamiento externo. Pero ninguno analizó el anteproyecto de ley sometido a discusión ni los borradores de acuerdo con cada acreedor, traducidos del inglés. Ante las insistentes preguntas del diputado Axel Kicillof varios admitieron no haberlos leído. El economista radical Nicolás Dujovne fue presentado como un experto, sin referencia a su histórica relación con el Banco Galicia, que tuvo doble representación, ya que también expuso su presidente, Sergio Grinenco, en representación de la asociación de los banqueros locales, ADEBA. Como un artículo de fe y sin mostrar los datos de su cálculo, Dujovne dijo que el costo del arreglo con los buitres sería inferior al de las reestructuraciones de la década pasada. Grinenco se presentó en compañía del director ejecutivo de ADEBA, Norberto Peruzzotti. Allí se cruzó con el economista Jorge Gaggero, uno de los críticos más incisivos del proyecto oficial. En un artículo publicado en 2009 en la revista Movimiento, Gaggero recordó que cuando la dictadura militar convocó a distintas fuerzas políticas y económicas a una consulta sobre la continuidad del régimen, Peruzotti presentó en nombre de ADEBA una propuesta de reforma institucional que establecía el “voto calificado”. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín integró un denominado Club de la Constitución, cuyo texto inaugural pidió una amnistía para la pacificación nacional.
Peruzzotti ya era director ejecutivo de ADEBA en 1975, el año del fallido intento de imposición de un programa neoliberal por el fugaz ministro de Economía Celestino Rodríguez, y su vice, Ricardo Zinn, quien fue director del Banco de Italia y el Río de la Plata junto con Franco Macrì, padre del actual presidente. Entonces, Gaggero formaba parte de un grupo de reflexión política y económica que asesoraba al secretario de prensa de la CGT, Adalberto Wimer. Como tal, participó en la redacción de la solicitada en apoyo de la movilización que precipitó el alejamiento de José López Rega, en la que la CGT alabó el plan económico de José Gelbard y la CGE, durante la última presidencia de Perón, lo cual remite a un alineamiento afín al actual. Otro tanto puede decirse del estallido inflacionario que sucedió a la salida de Gelbard, a quien la ortodoxia intentó responsabilizar por la disparada de los precios, pasando por alto la devaluación y los aumentos tarifarios dispuestos por Rodrigo. Los planes de vivienda fueron un componente importante del Pacto Social de aquel gobierno. Quien los manejaba era López Rega, de cuyo Ministerio de Bienestar Social dependían la Secretaría de Vivienda y el Banco Hipotecario, ambos a cargo de su colaborador Juan Carlos Basile. Uno de los principales contratistas fue SIDECO, la empresa de los constructores italianos Franco y Antonio Macrì, en la que trabajó Gaggero.
En octubre de 1975, el secretario general de la CGT, Casildo Herrera, le pidió a Wimer que sus asesores recibieran a una persona que tenía una propuesta muy interesante para hacer. Era el banquero Julio Gómez, quien expuso el plan económico que a partir del muy próximo golpe de 1976 ejecutaría José Alfredo Martínez de Hoz. Ante las objeciones de sus interlocutores, les dio un consejo: “Muchachos, no hay otra cosa. Para evitar males mayores, acepten esto. Es lo único viable, lo único factible. Es bueno que lo hagan suyo”, el mismo argumento que hoy se esgrime para justificar el acuerdo con Griesa. Entre marzo y junio de 1981, Gómez fue presidente del Banco Central con el dictador Roberto Viola.
Más allá de los matices que en distintos momentos expresaron los bancos locales y las filiales de los extranjeros, hoy vuelven a coincidir a favor de lo que Gaggero llamó “el tercer ciclo largo del endeudamiento argentino”. El primero, de nada menos que 124 años, arrancó con el banco de los hermanos Baring en 1823 y terminó en 1947 con la cancelación final de toda la deuda. El segundo ciclo, “comenzó con la dictadura cívico-militar en 1976, que nosotros creíamos cerrado en lo sustancial con las reestructuraciones de Kirchner de 2005 y 2010”, agregó. Ahora “temo que vamos a un tercer ciclo largo de endeudamiento”. En la historia argentina con pocas excepciones “los endeudadores han sido los gobiernos autoritarios, de facto, reaccionarios, y los pagadores los gobiernos democráticos populares”. Para el economista, la racionalidad con que se convocó al Congreso es la de la futura deuda a tomar por la Argentina. Los diputados deberían preguntarse para qué. Un juez de un país extranjero puede decidir sobre esa deuda pero es inadmisible que ponga como condición que el Congreso soberano argentino derogue dos leyes y en un plazo perentorio. En esas condiciones “están burlándose de la soberanía argentina, y en particular de las responsabilidades del Congreso”.
Las curvas paralelas
En la exposición más sustancial escuchada, Gaggero advirtió contra el riesgo de que se repita lo sucedido en el ciclo de 1976 a 2001, cuando las curvas del endeudamiento externo y de fuga y acumulación de dinero negro fuera del país fueron paralelas. La única manera de evitarlo es evaluar los proyectos de inversión, incluirlos en el presupuesto y recién entonces tomar deuda para financiarlos. El gobierno debería presentar las obras importantes con un horizonte trienal, como mínimo. En cambio se están eliminando controles incluso a los capitales de corto plazo e “inventando en el aire programas de inversión, por ejemplo, el programa Belgrano”. Si el Congreso no lo controla, la nueva deuda no va a tener aplicación eficaz, “será de corto plazo financiero, alimentará la bicicleta y, lo que es peor, estimulará la fuga estructural del dinero ilegal que nuestro país sufre. Estimó que el stock de plata negra argentina en el exterior ya supera los 400 mil millones de dólares. En 2012 fue de 30 mil millones de dólares, la mitad como fuga financiera por parte de argentinos, y la mitad mediante otros mecanismos que utilizan las multinacionales: precios de transferencia, préstamos que en realidad son equities, que dan lugar a la remisión de utilidades que no son tales. Objetó que el proyecto no estableciera el monto definitivo de la deuda que vaya a acordarse con el total de los holdouts y que le hubieran enviado un proyecto sin un mensaje de exposición de motivos. Cuando lo reclamó, le permitieron leer de apuro una recopilación minuciosa de antecedentes legales, pero nada sustancial, sobre el pasado, sobre el presente, y menos una perspectiva sobre el futuro. Aclaró que como economista bien formado no se oponía a la deuda, sino a las condiciones en que se la plantea, para que el Congreso otorgue facultades sustanciales cuando no se conoce el monto definitivo y ni siquiera los protagonistas, de modo que algunos que no entren en este acuerdo podrán seguir litigando y “llevándonos en el futuro a encerronas como esta”, pero peor aún: los mismos holdouts con los que ahora se acordaría, pueden tener deudas que no entran en este paquete y no hay ninguna restricción que limite esa posibilidad. Con lo cual lejos de una solución se estaría agravando el problema. La decisión de la Cámara de Apelaciones de Nueva York, que el viernes suspendió la aplicación del fallo de Griesa para que otros acreedores puedan continuar negociando con la Argentina, muestra que esta advertencia tiene sólidos fundamentos.
11:12 › EL BLOQUE ENCABEZADO POR VICTORIA DONDA MARCO LA POSTURA ANTE SUS ALIADOS DEL GEN Y EL FRENTE RENOVADOR
Libres del Sur anunció que votará en contra del acuerdo buitre
"Aceptar las condiciones de esos acreedores externos para evitar un feroz ajuste es un falso dilema", sostuvieron los diputados Victoria Donda, Federico Masso, y Graciela Cousinet mediante un comunicado en el que adelantaron su posición contra el acuerdo sellado en Nueva York.
"Mauricio Macri ha decidido que la prioridad urgente de su agenda de gobierno pasa por cerrar un acuerdo con los fondos buitre, que se negaron a participar de los anteriores canjes de deuda y litigaron contra el país en foros internacionales logrando fallos favorables en Nueva York y Europa que ofenden la soberanía de nuestro país", agregaron los legisladores.
La bancada de Libres del Sur —que acompañó la candidatura de Margarita Stolbizer como presidenta y se sumó a la alianza entre la dirigente y el Frente Renovador— salió a marcar su posición tras la posición tomada el fin de semana por el ministro de Finanzas, Alfonso Prat Gay, y el presidente Mauricio Macri, quienes condicionaron el futuro económico al acuerdo con los buitres.
"No tenemos dudas que el resultado será, como lo fue en los anteriores casos, hipotecar el futuro de millones de compatriotas que deberán pagar los costos de una pesada e ilegítima deuda, que recaerá sobre sus espaldas", resaltaron los legisladores nacionales.
Además, consideraron que "el contexto económico con el que se encuentra este gobierno es difícil debido a que las administraciones anteriores profundizaron una matriz productiva basada en la exportación de materias primas y la importación de bienes industriales, lo que luego produjo el regreso al histórico estrangulamiento del sector externo".
"Sin embargo, en lugar de proponerse transformar dicha matriz, el gobierno de Macri elige -como los militares, Menem y De la Rúa- otra vez el camino del reendeudamiento externo, la pérdida de soberanía monetaria y la aceptación de las condiciones que imponen los usureros", sentenciaron.