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General: Asesinato de otra líder social en Colombia pone en peligro la paz
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Respuesta  Mensaje 1 de 6 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 19/01/2017 05:49

¿Paz en peligro? Asesinato de otra líder social en Colombia pone en alerta al Estado

Publicado: 19 ene 2017 02:18 GMT | Última actualización: 19 ene 2017 05:07 GMT
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Es la tercera líder social asesinada en Colombia en lo que va de año. Aunque las autoridades descartaron que se traten de homicidios "sistemáticos", defensores de DDHH alertan que la tendencia es preocupante.

¿Paz en peligro? Asesinato de otra líder social en Colombia pone en alerta al Estado
John VizcainoReuters
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Los cadáveres de Emilsen Manyoma y su compañero Joe Javier Rodallega fueron hallados en una localidad del Departamento de Valle, en Colombia.

Manyoma tenía 31 años, era defensora de Derechos Humanos y pertenecía a la Red Conpaz, informó 'El Espectador'. Tanto ella como su pareja fueron heridos con arma blanca el fin de semana pasado; en el momento del hallazgo, sus cuerpos se encontraban en avanzado estado de descomposición.

Las razones del crimen aún no han sido esclarecidas por las autoridades, pero las organizaciones alertan que puede tratarse de un caso asesinato por razones políticas, en vista de la ola de homicidios contra líderes sociales registrado el año pasado, pese a que está en ciernes el cese del conflicto armado en Colombia.

En 2005, Manyoma denunció la existencia de grupos paramilitares y narcotráfico en la zona, y participó en la construcción del Espacio Humanitario Puente Nayero.

No son sistemáticos

Tras la reacción de la opinión pública, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, declaró este miércoles que los homicidios a defensores de DDHH "no son sistemáticos".

"Hay asesinatos pero no son sistemáticos, si lo fueran sería el primero en aceptarlo", dijo Villegas, quien aseguró que no hay evidencia común que pueda sugerir que el homicidio a los activistas sociales estén vinculados al crimen organizado. 

La semana pasada, la Defensoría del Pueblo confirmó que en lo que va de 2017 ya han sido asesinados tres líderes sociales, entre ellos, José Yimer Cartagena Úsuga, vicepresidente de la Asociación Campesina para el Desarrollo del Alto Sinú, reportó Caracol.

Precedente de agresión

A finales del año pasado, el gobierno colombiano creó una comisión especial para la investigación de 52 casos de defensores de DDHH asesinados, priorizados en departamentos como el de Antioquia. 

"Hay circunstancias que nos permiten identificar que el agresor es una expresión de crimen organizado, que puede ser desde el Clan del Golfo o grupos de delincuencia organizada que están pretendiendo ganar espacios abandonados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)", dijo en ese entonces el viceministro de Defensa para las Políticas y Asuntos Internacionales, Aníbal Fernández de Soto, refiere El Tiempo.

Según varias ONG, durante el 2016 fueron asesinados entre 90 y 116 personas que tenían como denominador común su labor como defensores de DDHH y activistas sociales. El temor es que, mientras continúa la desmovilización de la guerrilla, otros actores armados emprendan acciones para impedir que se concrete el proceso de paz.

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Respuesta  Mensaje 2 de 6 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 26/01/2017 14:33

Asesinados en Colombia 117 líderes sociales durante 2016

26 enero 2017 | Haga un comentario
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El pasado año en Colombia fue asesinado un líder social cada tres días, advierte Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz

Más de un centenar de líderes sociales y defensores de derechos humanos en Colombia fueron asesinados durante el pasado año, revela un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

El texto precisa que en 2016 se presentaron 117 homicidios contra activistas y luchadores por los derechos humanos, más de 350 amenazas, 46 atentados y 5 casos de desaparición forzada.

En el informe se destaca que más de la mitad de los hechos sucedieron en el sur occidente colombiano en los departamentos de Valle, Cauca y Nariño, donde fueron asesinados 57 líderes sociales, de los cuales 43 fueron en el Cauca, 9 en Nariño y 5 en el Valle.

Más allá de las cifras, el documento llama la atención sobre la importancia de analizar cada uno de los casos como un conjunto, no como hechos desligados uno del otro, puesto que “las situaciones de amenazas, los asesinatos, atentados, las diferentes modalidades de ataque a las comunidades, todo forma parte de una misma situación”, puntualiza Leonardo González, coordinador de la unidad investigativa de Indepaz.

González revela que una de las preocupaciones es que los homicidios cometidos contra líderes, han sido en el marco la primera fase del proceso de implementación de los acuerdos de paz.

El informe también advierte sobre “patrones comunes de amenaza” en 15 departamentos de Colombia: todas han sido a través de panfletos, “donde indican nombres de personas pertenecientes a organizaciones, líderes que son acusados de guerrilleros encubiertos, señalados y condenados a muerte o conminados a desalojar las regiones”.

Gonzáles señala que “hay una realidad dramática que tiene que ser atendida” y por ello se hace necesaria una voluntad de cambio representativa por parte de la sociedad colombiana.

Indepaz exhorta a se apliquen las medidas efectivas para “la protección del derecho a la vida”, pues actualmente más de 30 organizaciones son perseguidas de manera sistemática.

“Es un llamado para que el Estado reconozca el fenómeno paramilitar existente y que les garantice la vida a los líderes y defensores de derechos humanos”, refiere el Instituto.


Respuesta  Mensaje 3 de 6 en el tema 
De: TATIS-7 Enviado: 30/01/2017 15:37

QUE MAL

 

 
 

Respuesta  Mensaje 4 de 6 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 31/01/2017 00:21
Gracias Vero por acompañarme ....

Respuesta  Mensaje 5 de 6 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 22/02/2017 11:09

¿Volvieron los paras? El peligro tras la desmovilización de las FARC en Colombia

Publicado: 22 feb 2017 02:27 GMT | Última actualización: 22 feb 2017 02:30 GMT

Las FARC, como guerrilla, ha dejado de existir. Sin embargo, la guerra en Colombia no ha terminado. En las últimas semanas, mientras transcurre la desmovilización de los combatientes, pobladores han denunciado la presencia de grupos paramilitares que quieren retomar el control de territorios.

¿Volvieron los paras? El peligro tras la desmovilización de las FARC en Colombia
Policías colombianos patrullan un camino cerca de San Pedro de Urabá. El 3 de mayo de 2004. Albeiro LoperaReuters
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De la muerte, saben. Por eso lo dejaron todo y huyeron, sin esperar nada del Estado ni de nadie.

La semana pasada, unas 200 personas de nacionalidad colombiana cruzaron hacia Venezuela en búsqueda de refugio. La petición fue aceptada por las autoridades venezolanas y la alarma disparada por la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur).

Un oficial de policía patrulla la granja de Santa Paula cerca de Montería, departamento de Córdoba, Colombia el 28 de marzo de 2014, donde viven unas 60 familias de agricultores que habían sido desplazadas bajo presión y amenazas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) Guillermo LegariaReuters

"Estas personas, que arribaron en su mayoría por el río Catatumbo, afirman temores de persecución y amenazas de presuntos grupos armados ilegales que pretendían ingresar a la zona tras el proceso de desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)", advierte el comunicado emitido el pasado 14 de febrero. La declaración reaviva el temor que se rumora desde hace años: ¿Han vuelto los paramilitares?

Los que no existen

Las denuncias por la presencia de grupos paramilitares se han incrementado aún más desde que empezó el proceso de desmovilización de los rebeldes de las FARC. Los territorios que anteriormente estaban bajo control de la guerrilla ahora temen ser secuestrados por esas organizaciones responsables de la mayoría de las víctimas civiles del conflicto armado en Colombia.

Lo grave es que el gobierno no las reconoce. El mes pasado, el propio ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, declaró: "En Colombia no hay paramilitarismo. Decir que en Colombia hay paramilitarismo significaría otorgar un reconocimiento político a unos bandidos dedicados a la delincuencia común u organizada".

Un paramilitar colombiano besa su arma antes de entregarla al gobierno, durante una desmovilización en Turbo, provincia de Antioquia, el 25 de noviembre de 2004. Albeiro LoperaReuters

Desde 2005, Colombia "eliminó" por ley el paramilitarismo. Mediante un instrumento jurídico, promulgado durante el segundo gobierno de Álvaro Uribe, se suprimió la palabra "paramilitar" y se le sustituyó por la expresión "organizaciones criminales dedicadas al contrabando y al narcotráfico". Pero el principio es el mismo.

La dirigente social Olga Quintero, entrevistada por Contagio Radio, denunció que los hombres que hoy amenazan con tomar por la fuerza los territorios dejados por las FARC "son grupos paramilitares que aún existen y que se están volviendo a rearmar en medio de este proceso de paz".

Desplazados invisibles

La preocupación por el paramilitarismo también ha llegado a Amnistía Internacional (AI). Este martes, la organización resaltó en su informe anual que si bien el proceso de paz ha contribuido a disminuir el impacto del conflicto en la población civil, las bandas herederas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) "socavan constantemente los derechos humanos y la seguridad ciudadana, la administración de justicia y la construcción de paz, incluyendo la restitución de tierras".

Aunado a ese panorama, es creciente el número de atentados en contra de defensores de Derechos Humanos. De acuerdo a las cifras de AI, en 2016 fueron asesinados 75 líderes sociales y comunales, y amenazados muchos más por parte de bandas paramilitares. Datos de otras organizaciones elevan el número de víctimas a 80 homicidios en el mismo período, la mayoría de ellos perpetrados por armas de fuego.

Por eso, muchas personas han intentado llegar a Venezuela. El gobernador del estado Táchira, limítrofe con Colombia por el Norte de Santander, ratificó el lunes pasado que el país ha recibido oleadas de refugiados desde el 10 de enero de este año pero rechazó que desde las Casa de Nariño aún no se admitan esos casos: "Por qué lo niegan. Cómo puede gente negar esto. Dejaron enseres, ganado, sus casas, se vienen con una mano adelante y otra atrás para salvarse", dijo la autoridad regional citada por El Nacional.

Acnur, entretanto, ha reconocido "la respuesta solidaria y rápida de las autoridades de Venezuela, que han acogido a estos refugiados y a otros miles que tuvieron que huir de la violencia en sus países de origen".

Los más vulnerables

Una comisión de verificación viajó a la región colombiana del Catatumbo, limítrofe con Venezuela, y confirmó la presencia de paramilitares en la zona como causantes del desplazamiento de familias campesinas. Allí, los pobladores que quedan evitan enviar a sus hijos a la escuela por temor a los grupos ilegales.

Se espera que la comisión ofrezca en los próximos días un informe preliminar, en el que dará cuenta de los actores armados que han regresado para implantar la ley del terror. Pero la historia no ocurre sólo en Catatumbo.

En la región del Urabá, donde convergen los departamentos de Antioquia, Chocó y Córdoba, el miedo campea. Un reportaje realizado por el diario El Colombiano confirma que los habitantes de la zona están a merced de grupos armados que controlan las rutas del narcotráfico, especialmente el llamado Clan del Golfo, que se autodenomina como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, aunque las autoridades niegan que se trate de paramilitares.

La situación se repite en el departamento de Nariño, donde formaciones paramilitares, vestidos de camuflaje y con armas largas, se han apostado muy cerca de las zonas veredales de normalización transitoria dispuestas para la desmovilización de las FARC. La comunidad alerta que se trata de grupos armados pertenecientes a las bandas "Los urabeños" y "Los negritos". El Norte de Santander, Putumayo, Valle del Cauca y Córdoba son otras jurisdicciones donde se ha denunciado un panorama similar.

Sin acompañamiento

Para Olga Quintero, la situación es crítica, tanto que el día en que se iba a movilizar la caravana de las FARC, la comunidad de La Gabarra -que hace 15 años sufrió una sangrienta masacre perpetrada por los militares- trató de impedir que los guerrilleros se fueran: "Era la prenda de garantía para que el gobierno nacional asumiera la responsabilidad de combatir y contrarrestar la nueva presencia paramilitar en la zona del Catatumbo".

Sin embargo, lo que más preocupa a la dirigente social es que, a su juicio, "no hay acompañamiento" a los pobladores para evitar que otros grupos armados tomen el lugar que deja la guerrilla, y el gobierno "sigue negando que existen paramilitares".

Entretanto, este martes las FARC enviaron una carta al Representante del Secretario general de Naciones Unidas para el proceso de paz, Jean Arnault, con el propósito de solicitar el ajuste del cronograma de la dejación de armas, como consecuencia de los incumplimientos logísticos del gobierno: "ninguna de las 26 zonas y puntos tiene la infraestructura para albergar a los guerrilleros en condiciones de normalidad". 

El temor de los actores que están comprometidos con el fin de la guerra en Colombia se resume en la advertencia que hizo Quintero la semana pasada: "La paz es garantizar la vida y la tranquilidad de los pobladores colombianos y, obviamente, lograr cuestiones de justicia social (...) No podemos permitir que el terror se repita".

Nazareth Balbás


Respuesta  Mensaje 6 de 6 en el tema 
De: t-maria2 Enviado: 22/02/2017 23:31

Un exalcalde de Bogotá recibió 345.000 dólares de Odebrecht, según la Fiscalía colombiana

Samuel Moreno y su hermano, Iván, han protagonizado en el pasado uno de los mayores escándalos de irregularidades en contratación del país

 
Samuel Moreno, exalcalde de Bogotá. Samuel Moreno, exalcalde de Bogotá. ARCHIVO ALCALDÍA DE BOGOTÁ
 

El exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno, pasó a la historia de Colombia por recibir la condena más alta, 18 años, por participar en uno de los episodios de corrupción más sonados en el país. Cuando faltaba poco para terminar su mandato (2008-2011), su partido político, el Polo Democrático, lo expulsó y un juez de la república lo señaló responsable de irregularidades en la contratación de obras en una de las fases de Transmilenio y reparación de la malla vial. Ahora, su nombre y el de su hermano, Iván, excongresista condenado por los mismos delitos, aparecen en el capítulo de Colombia en el escándalo de Odebrecht.

En la primera audiencia contra el ingeniero Alberto Cardona Laverde, el tercer capturado en el país por este caso, la Fiscalía aseguró que este contratista con algunos funcionarios del Acueducto de Bogotá se interesaron indebidamente en el contrato para la construcción del túnel interceptor Tunjuelo-Canoas, que terminó siendo adjudicado en 2009 a la multinacional brasileña. Según el ente investigador, detrás de la adjudicación de dicho contrato estuvieron los hermanos Moreno y por ello recibieron 345.000 dólares (mil millones de pesos).

La obra, que nunca se terminó, del cuestionado contrato pretendía descontaminar el río Bogotá y las sospechas sobre la transparencia en su licitación aparecieron casi desde el mismo momento en que se adjudicó. El entonces zar anticorrupción de Colombia, Óscar Ortiz, recibió el testimonio de un empleado de la firma francesa Soletanche Bachy, que participaba en el concurso para quedarse con el contrato, y que aseguraba que le estaban cobrando el 8,5% del total de la obra, que se acercaba a los 86 millones dólares ( 250.000 millones de pesos).




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