Alton Sterling, el joven asesinado por la policía. Foto tomada de Twitter.

De acuerdo con un comunicado oficial, pronto se cerrará la investigación abierta por el entonces presidente Barak Obama, en la que se trataba de determinar si los policías actuaron guiados por prejuicios racistas, una de las motivaciones más frecuentes y predominantes  en los innumerables incidentes de este tipo.

Los videos de la fecha mostraron como un agente disparó al cuello de una de las víctimas, Sterling, cuando ya estaba inmovilizado en el piso. Al día siguiente, en Mimnesota, otro agente disparó mortalmente a Philando Castile, en el momento en que cogía sus documentos para mostrarlos en el auto que  conducía.

Las manifestaciones desatadas en Baton Rouge irrumpieron bajo el lema de “las vidas de los negros importan” y se multiplicaron por varias ciudades de Estados Unidos.

Por lo visto al aparato de poder no les importa para nada, si tampoco el Departamento de Justicia halló pruebas suficientes para presentar cargos contra el agente que mató en 2014 al joven negro Michael Brown en Ferguson (Misouri), un eslabón más en una cadena de discriminaciones sistémicas.