Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
Felice compleanno ExBonitta !
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  Strumenti
 
General: LA GENEROSIDAD DE ABEL SANTAMARÍA EN LA MEMORIA DE SU PUEBLO
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 2 di questo argomento 
Da: Ruben1919  (Messaggio originale) Inviato: 22/10/2015 11:56

La generosidad de Abel en la memoria de su pueblo

Este 20 de octubre se conmemora el 88 aniversario del natalicio del héroe moncadista

Abel Santamaría Cuadrado segundo jefe en el ataque al cuartel Moncada. Foto: Archivo

ENCRUCIJADA, Villa Clara.—No existe ca­lle, casa, esquina o paraje alguno en este pue­blo que no recuerde a uno de sus hijos predilectos, Abel Santamaría Cuadrado.

Abel está en todas partes en esta, su tierra na­tal. Fue aquí donde co­menzó a forjarse la estirpe de patriota de quien fuera segundo jefe del movimiento liderado por Fidel, gracias a la educación de sus padres y sus maes­tros, a los trabajos realizados, primero co­mo mozo de limpieza, después co­mo despachador de mercancía, has­ta llegar a empleado de oficina, además de los contactos que tuvo el joven con el líder azucarero Jesús Menéndez, a quien escuchaba du­ran­te sus frecuentes arengas sindicales.

El colega Alberto González se lo sabe de me­moria. “Comenzó a estudiar de la mano de la maestra Matilde Borroto, la misma que ha­bía enseñado a otro grande de la historia del pueblo, Jesús Menéndez Larrondo.

“Dicen, que ante la insistencia de su pequeño hijo, de apenas seis años, Joaquina habló con la maestra, pero no había matrícula.  Mas, Abelito no entendía aquellas razones, y un día salió a la calle detrás de un policía y le dijo: ‘Oiga, lléveme para la escuela, que estoy regado y sin estudiar’.

“Ante la insistencia de la madre, la maestra Matilde le ofreció lo único que podía: Un lugar en el piso, porque ya no le alcanzaban los pupitres en el aula de primer grado”, describe Al­berto con pasión.

Por su parte, Antonio García Lo­renzo, más conocido por Aldo, compañero de aula de Abel cuando este se mudó para el batey del antiguo central Constancia, rememora pormenores de aquel privilegio: “Era un mu­chacho común y corriente, como los demás. Lo único que lo distinguía del resto de los alumnos del maestro Eusebio Lima Recio, era su inteligencia y la pasión por el estudio.

“Un día, mi amigo llegó muy contento a su casa porque había ganado un concurso sobre el Apóstol, con un escrito que hizo y le dijo a Joaquina: Mira, mamá, gané esto en la escuela, y le enseñó el diploma, nombrado Los Tres Reyes de la Patria. Entonces la madre expresó medio defraudada: Ay hijo, yo pensaba que te iban a dar una beca, a lo que Abel añadió: No importa, mamá, gané esto por escribir sobre Martí”.

“En la pelota prefería lanzar, porque no era muy bueno bateando. Re­cuerdo que un día Karol Amador, tam­­bién amigo de la infancia, lo ponchó y comenzó a reírse, a modo de bur­la. Al ver la chanza, Abelito tomó el bate en posición de combate, sin em­bargo, al instante lo bajó y fue a abra­zar a su amigo porque él no era un muchacho de peleas”, señala Aldo.

También recuerda cómo el maestro regalaba libros a “el gaito”, como también lo llamaban. “Era el único niño que acompañaba a Eusebio has­ta la estación de ferrocarril para despedirlo, un gesto que el educador supo recompensar con creces”.

Una anécdota contada por Bár­bara Vergara Rodríguez, maestra de la escuela Boris Luis Santa Coloma, ubicada en el central que se hon­ra con llevar el nombre de Abel, revela su grandeza: “Cierto día, mi papá Mar­tín Ver­gara, fue a la tienda donde él laboraba a comprar algo para la familia, que era bien pobre, rogándole a Casiano Luzarraga, el dueño del establecimiento, que le fiara algo has­ta el día del cobro, a lo cual se negó. Al presenciar aquella escena, Abelito saltó como un bólido y dijo: dale los mandados que él quiere y me lo descuentas de mi salario. Aquel gesto mi papá nunca lo olvidaría, y luego contaba que ese día sus negritos no se quedaron sin comer gracias al hijo de Joaquina y Benigno.

Asimismo, la pareja formada por Teresa Sánchez y Benigno Llano, evo­ca la figura de quien fuera su amigo de infancia y juventud:
“Que si conocimos a la familia San­tamaría Cuadrado, claro que sí”, nos dice Teresa, quien rememora los encuentros con Abel, quien bailó con su hermana María. “Era muy amable y educado. Lo recuerdo vendiendo en la tienda y como ayudaba a todo aquel que lo necesitaba”, dice.

Mientras su esposo, Benigno no olvida las veces que montó a caballo con Abel cuando este iba a la finca de sus padres en Congoja. “Después él se fue para La Habana a estudiar, pe­ro siempre que venía nos saludaba con tremendo cariño. Era tan reservado para sus cosas que nunca sospechamos en lo que andaba junto a Fidel. Eso lo supimos después, cuando llegó al batey la noticia de su muerte en los hechos del Moncada. No sabe la tristeza tan grande que tenía la gente aquí. Imagínese, a los Santamaría Cua­drado los quería to­do el mundo”, dice Benigno.

Han pasado 88 años del natalicio de Abel Santamaría Cuadrado, fecha que se conmemora este 20 de octubre, y su huella continúa indeleble en Encru­cijada. Pero lo que más reconforta, es la presencia del hé­roe en las nuevas generaciones, lo cual nos reafirma que mientras eso suceda, Abel continuará siempre junto a cada cubano.



Primo  Precedente  2 a 2 di 2  Successivo   Ultimo  
Rispondi  Messaggio 2 di 2 di questo argomento 
Da: Gran Papiyo Inviato: 02/05/2024 01:51

 
SALUDOS REVOLUCIONARIOS 
(Gran Papiyo)        


 
©2024 - Gabitos - Tutti i diritti riservati