En la madrugada del viernes 13 de junio, más de 200 aviones de combate israelíes sobrevolaron los cielos de Irán, atacando objetivos relacionados con el programa nuclear del país y matando a varios altos mandos militares de la República Islámica, así como a varios científicos nucleares.
Los ataques, que según Israel no cesarán, también habrían alcanzado varios bloques de apartamentos residenciales en la capital, Teherán, causando la muerte de un número indeterminado de mujeres y niños, según informaron los medios de comunicación estatales.
Los servicios de emergencia han informado de que, hasta el momento, casi un centenar personas heridas en los ataques han sido trasladadas a centros médicos de todo el país.
Los ataques se produjeron la mañana después de que se conociera la noticia de que la sexta ronda de negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán tendría lugar el domingo en Omán, con el enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, dispuesto a celebrar otra serie de diálogos con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi.
Por ahora, ambas partes parecen estar muy alejadas: la propuesta estadounidense compartida con Teherán en mayo exigía el cese total del enriquecimiento de combustible nuclear en territorio iraní, incluso para un programa de energía civil.
Pero, Teherán ha estado redactando su propia contrapropuesta, que preservaría el derecho de la República Islámica a enriquecer uranio a nivel nacional con fines civiles, al tiempo que garantizaría una salida a las devastadoras sanciones económicas impuestas por Washington.
Mientras el jueves se extendían los rumores de un inminente ataque israelí contra Irán, Trump dijo a los periodistas que él pedía moderación.
"Estamos bastante cerca de un acuerdo bastante bueno", afirmó. "No quiero que [Israel] intervenga, porque creo que lo echaría todo por tierra". Horas más tarde, los aviones de combate israelíes estaban en el aire.
"Sabotaje"
Diba Mirzaei, investigadora doctoral del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA), afirmó que no era casualidad que los ataques se hubieran lanzado en vísperas de las conversaciones.
"No creo que Israel solo quisiera descarrilar las negociaciones", dijo. "De hecho, creo que querían sabotearlas, para obligar a Irán a abandonarlas por completo".
Seyed Ali Alavi, profesor de Estudios sobre Oriente Medio en la Universidad SOAS de Londres, afirmó que los ataques sin duda ensombrecerían las conversaciones del domingo, si es que estas siguieran adelante.
"Los recientes ataques directos contra Irán no tienen precedentes desde la guerra entre Irán e Irak. Es muy probable que afecten a las negociaciones en curso entre Washington y Teherán, en particular a la reunión del domingo", afirmó.
"Sin embargo, aún no hemos recibido noticias ni anuncios de Teherán sobre la reunión del domingo. Esto no implica que las negociaciones se hayan terminado por completo, es probable que continúen, pero en un ambiente más tenso".
Mirzaei señaló los informes de los propios medios de comunicación estatales iraníes que indicaban que los ataques iniciales habían herido gravemente a Ali Shamkhani, uno de los principales asesores del ayatolá Alí Jamenei y figura crucial en las negociaciones en curso.
"Durante los ataques, uno de los principales negociadores de la parte iraní, Ali Shamkhani, habría resultado muerto o gravemente herido, por lo que una persona importante de la parte iraní está ahora desaparecida o no puede participar en las negociaciones".
Cuando Estados Unidos se despertó con la noticia de los ataques, Trump adoptó un tono decididamente diferente.
Mientras los funcionarios estadounidenses negaban cualquier implicación en el ataque, limitándose a decir que Israel había informado a Estados Unidos de sus ataques con antelación, el presidente recurrió a su plataforma personal de redes sociales, Truth Social, donde pareció presentar los ataques como un triunfo de las tácticas de negociación de línea dura.
"Le dí a Irán una oportunidad tras otra para llegar a un acuerdo", escribió. "Les dije, en los términos más enérgicos, que 'simplemente lo hicieran', pero por mucho que lo intentaran, por mucho que se acercaran, no podían conseguirlo".
"Ya ha habido mucha muerte y destrucción, pero aún hay tiempo para poner fin a esta matanza, ya que los próximos ataques previstos serán aún más brutales. Irán debe llegar a un acuerdo, antes de que no quede nada".
Unas horas más tarde, el presidente volvió a publicar un mensaje en el que recordaba al mundo el plazo de 60 días que, según se informa, había dado a la República Islámica al comienzo de las negociaciones.
"Hace dos meses, di a Irán un ultimátum de 60 días para llegar a un acuerdo", escribió. "¡Deberían haberlo hecho! Hoy es el día 61. ¡Ahora tienen, quizás, una segunda oportunidad!".
Meses de preparación
Mirzaei afirmó que la postura inflexible de Estados Unidos durante las negociaciones suscitó dudas sobre el compromiso de Trump —quien retiró a su país del tratado nuclear con Irán firmado por seis países durante su primer mandato— para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán.
"No estoy muy segura de la sinceridad de la Administración Trump en esas negociaciones nucleares", afirmó.
"Básicamente, Estados Unidos quiere que Irán ni siquiera tenga uso civil de la energía nuclear, lo que tendría un alcance muy amplio. Ningún país tiene que hacer eso: si nos fijamos en el tratado de no proliferación, todos los países tienen derecho a utilizar la energía nuclear con fines civiles. Por lo tanto, es evidente que Irán no aceptaría un acuerdo así".
La voluntad de Irán de restringir su programa nuclear al uso civil se puso en duda esta semana, cuando la junta de gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) determinó que Teherán no estaba cumpliendo con sus obligaciones en virtud del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Se trata de la primera censura de este tipo emitida contra Irán en casi 20 años, lo que provocó que Teherán anunciara furiosamente que establecería una nueva planta de enriquecimiento en un lugar "seguro".
"La censura del OIEA es muy severa", afirmó Mirzaei, añadiendo que la letanía de incumplimientos de la no proliferación enumerados en el informe sugería que Teherán "tampoco está interesado en rebajar la tensión".
Israel, la única nación de Medio Oriente que posee armas nucleares, ha descrito sistemáticamente a un Teherán nuclear como una amenaza existencial, un estribillo que volvió a repetir el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en su primer discurso tras los ataques.
Mirzaei, quien destacó que Israel se había opuesto firmemente al primer acuerdo multilateral sobre el programa nuclear de Irán hace más de diez años, afirmó que la magnitud del ataque del viernes indicaba que se trataba de un plan que probablemente llevaba meses gestándose.
"[Como detonante], las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos fueron más importantes para Israel que la censura del OIEA", afirmó. "Porque si nos fijamos en un ataque de esa magnitud, no es algo que se haya planeado en un par de días, sino que probablemente se haya planeado durante semanas, incluso meses... Creo que los planes estaban ahí y ahora, debido a la reunión que se iba a celebrar el domingo entre Irán y Estados Unidos, básicamente vieron que era el momento adecuado para hacerlo".
Ahora, con Teherán tambaleándose por el ataque sin precedentes, la cuestión de la dimensión de la respuesta de Irán a los ataques en los próximos días ha cobrado un carácter urgente.
"No creo que Irán esté interesado en una guerra a gran escala, pero tampoco creo que pueda evitar que estalle si esos ataques continúan", afirmó Mirzaei.
"Pero, en lugar de limitarse a considerar las opciones militares que tiene Irán, también se pueden considerar las opciones políticas. Y creo que Irán podría, en un futuro próximo, retirarse del Tratado de No Proliferación, por ejemplo; podría abandonar su cooperación con el OIEA, podría simplemente cancelar todas las negociaciones con Estados Unidos. Y todas esas opciones en el frente político también son muy preocupantes".
SALUDOS REVOLUCIONARIOS 

(Gran Papiyo)