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Reply  Message 1 of 3 on the subject 
From: carlos305  (Original message) Sent: 10/10/2025 10:14


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Reply  Message 2 of 3 on the subject 
From: Gran Papiyo Sent: 10/10/2025 23:08
¿Por qué será que todos tus referentes son mala gente?
 

Churchill, racista, franquista y genocida

 
 
 
En el extenso y documentado ensayo “Winston Churchill. Sus tiempos, sus crímenes” (Alianza Editorial), el escritor Tariq Ali (Lahore, Pakistán, 1943) pone de manifiesto la verdadera importancia, capacidad y carácter de Winston Churchill como un catastrófico estratega militar, mal periodista, imperialista, racista, franquista y responsable de crímenes contra la humanidad en las posesiones coloniales del Reino Unido y durante la Segunda Guerra Mundial.
 
Es saludable y necesario que un libro como éste de Tariq Ali se sume al incipiente movimiento de historiadores y activistas anticoloniales por todo el mundo, que investigan a fondo para elaborar una versión crítica y justa del relato elaborado por las potencias de la guerra fría y sus secuaces posteriores, tales como Reagan y Thatcher. De hecho, en un plano más anecdótico, hace tiempo que la estatua de Churchill de delante del parlamento británico recibe ataques de activistas antirracistas y del movimiento ‘Black Lives Matter’. Hasta el punto de que tuvieron que blindarla. Sin embargo, la historia no se escribe a base de destruir estatuas o vandalizarlas, sino investigando, aportando pruebas y escribiendo libros, tal y como ha hecho Tariq Ali.
 
Es obvio que la barbarie no empezó en el mundo en 1933, ni se acabó en 1945. Como también Churchill hizo algunas cosas útiles en la Segunda Guerra Mundial. Pero es igualmente obvio que una larga carrera de matanzas coloniales y desastres militares no puede borrarse de la historia. Pese a la censura, a la larga, todo se acaba sabiendo.
 
Ante todo, hoy hay que recordar que el imperialismo europeo había practicado el exterminio y el genocidio, el bombardeo a civiles indefensos y la represión más cruel en los países coloniales de África y oriente. Churchill era un firme partidario –a menudo un verdadero entusiasta– de la violencia. Participó como militar, primero, y como ministro de Colonias, de Interior y de la Guerra, después.
 

Su carrera traza muy bien la evolución asesina de las potencias europeas. Cuando la violencia indiscriminada se aplicaba a las colonias, estaba permitida. Los inconvenientes empezaron cuando los europeos empezaron a sufrirla en propia piel. Churchill fue uno de los líderes en trasladar a territorios europeos los métodos de represión y muerte que se aplicaban contra quienes él consideraba salvajes.

Era un partidario impulsivo de aplicar la máxima violencia contra los rebeldes, sobre todo si eran otras razas, que consideraba seres inferiores. Uno de sus eslóganes preferidos era ‘Keep England White’ (“Mantenga Inglaterra blanca”), de curiosas resonancias trumpistas. Ordenó ataques violentos indiscriminados en la India, reprimió y asesinó a los kikuius de Kenia que protagonizaron la revuelta del Mau-Mau, entre otros episodios sangrientos. En Irak, bombardeó a los kurdos con armas químicas.

Su amigo, el oficial de la RAF Arthur Harris, alias el Bombardero Harris, fue muy explícito: “Ahora los árabes y los kurdos ya saben lo que significa en bajas y en daños un bombardeo de verdad. En cuarenta y cinco minutos es posible borrar prácticamente del mapa todo un pueblo de buen tamaño y matar o herir a un tercio de sus habitantes”. Veintidós años después, el Bombardero Harris planificaría y ejecutaría el bombardeo de Dresde y más matanzas de civiles en ciudades alemanas.

También es responsable del hambre de Bengala, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando murieron de inanición y enfermedades cinco millones de personas en tres años porque ordenó desviar los alimentos que les correspondían para nutrir a sus ejércitos y obreros que fabricaban material de guerra. Churchill consideraba a Gandhi “un fanático subversivo maligno” que hacía falsas huelgas de hambre hasta la muerte, porque le administraban glucosa con el agua que bebía. Tampoco tenía en gran estima las vidas de los indios, dado que consideraba que «se reproducían como conejos».

Estaba furiosamente contra el sufragio universal y el voto de las mujeres y odiaba cualquier brote de disidencia nacional o de clase. Envió fuerzas paramilitares a Irlanda, los tristemente famosos ‘Black&Tans’, y reprimió sin piedad, hasta casi anularle, el movimiento obrero británico, obsesión que aplicó sin escrúpulos contra las revueltas mineras de Gales.

En Gales e Irlanda, nunca le han olvidado. En los cines de Gales, cuando en los noticiarios de la Segunda Guerra Mundial aparecía un Churchill triunfal, haciendo el signo de la victoria, el público le silbaba y le abucheaba. El actor Richard Burton, que logró un éxito notable interpretando a Sir Winston en el filme ‘The Gathering Storm’ (1974), cuando los periodistas le preguntaron la opinión sobre la figura del pequeño gran hombre, respondió: “Detesto a Churchill y toda su casta. […] [Es] un hombre malo, […] un niño vengativo aficionado a los soldaditos de plomo”.

SALUDOS REVOLUCIONARIOS 

(Gran Papiyo)      


Reply  Message 3 of 3 on the subject 
From: carlos305 Sent: 11/10/2025 00:56
Porque será que los tuyos son todos corruptos,miserables y Ladrones,,que bola Venancio,,


 
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