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General: Victoria Villarruel LA NEGACIONISTA, DEFENSORA DEL GENOCIDIO
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De: Gran Papiyo  (Mensagem original) Enviado: 05/09/2023 02:17

¿Quién es Victoria Villarruel, la defensora de la familia militar que secunda a Javier Milei?

 

La abogada de 48 años se abrió paso en la política desde su militancia en las organizaciones de "memoria completa". Su enemistad con Cecilia Pando le valió que el marido de la otra dirigente negacionista le recordara los días cuando organizaba visitas al dictador Jorge Rafael Videla. Hija dilecta de la familia militar, Villarruel será la dama de hierro que tendrá a su cargo los ministerios de seguridad, defensa e inteligencia en un virtual gobierno de la ultraderecha.

 
MILEI y VILLARRUEL : El Diablo crió a estos dos engendros y ellos se juntaron
 
 
Victoria Villarruel no podía disimular su gesto de satisfacción el domingo en el búnker de La Libertad Avanza (LLA) después de que el partido que Javier Milei y ella lideran hubiera quedado primero en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) con poco más del 30 por ciento de los votos. Villarruel, que saltó desde una organización de “memoria completa” a la política, se aferraba a una bandera argentina durante la celebración.
 

La abogada de 48 años –que se congratula de haber corrido hacia la derecha la discusión política en la Argentina con consignas como “no son 30.000” y que es uno de los nexos de Vox en la región-- será quien monitoree las áreas de seguridad, defensa e inteligencia si LLA gana las elecciones. A diferencia de otras áreas como la ciencia, la salud o la educación, Villarruel promete más presupuesto para la familia uniformada.

Victoria es la primera de las dos hijas del matrimonio conformado por Eduardo Marcelo Villarruel y Diana Destéfani. Nació el 13 de abril de 1975, un año y medio después del casamiento. Es, aunque le cueste admitirlo, una hija de los ‘70 y, como marcó la periodista Ximena Tordini en la revista Crisis, una integrante de la familia militar.

Cuando nació su primera hija, Eduardo Villarruel estaba destinado en el cuartel de Villa Martelli. Cuando Victoria cumplió el año, Villarruel estaba en el Operativo Independencia, la antesala tucumana del genocidio que implementó la última dictadura. En la Guerra de Malvinas, fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, detrás de Aldo Rico. Fue prisionero de los ingleses. La democracia lo encontró trabajando en la Secretaría General del Ejército dentro del Departamento de Comunicación Social.

En junio de 1987 –en plena efervescencia de las sublevaciones militares que habían llevado a la Obediencia Debida– se negó a jurar por la Constitución Nacional, lo que le valió una sanción de 40 días de arresto. Fue señalado por la revista El Periodista como uno de los militares “delirantes” que querían matar a Raúl Alfonsín, algo que él negó ante el Ejército. En un reclamo administrativo, afirmó: “He intervenido en la lucha contra la subversión, tanto en el ambiente urbano como rural”. Falleció durante la pandemia y jamás fue investigado.

Su tío Ernesto Guillermo Villarruel fue detenido en octubre de 2015 por orden del juez Daniel Rafecas por crímenes cometidos en el centro clandestino conocido como Vesubio. Tampoco fue juzgado porque se lo declaró incapaz para afrontar el proceso.

La historia oficial de Victoria Villarruel

Victoria Villarruel se recibió de abogada en 2003 –el mismo año en que Néstor Kirchner llegó al gobierno e impulsó la reapertura de los procesos contra los genocidas–. Para entonces, Villarruel era parte de una organización que se había formado una década antes y se llamaba Asociación Unidad Argentina (Aunar). Este grupo que tenía como líder a Fernando Exequiel Verplaetsen, exjefe de inteligencia del Comando de Institutos Militares con asiento en Campo de Mayo, se opuso fervientemente a la derogación del decreto que había firmado Fernando de la Rúa para impedir las extradiciones de quienes eran investigados por crímenes de lesa humanidad en el exterior cuando las leyes de amnistía lo impedían en el país.

La diputada no suele contar ese paso por Aunar ni por otra organización pro-militar, como quedó en claro en la entrevista que le concedió al sociólogo Cristian Palmisciano para su tesis de maestría. “Yo la única que conocí fue FAMUS. De nombre, yo por una razón etaria no participé de sus actividades”, le dijo.

La historia pública de Villarruel comienza en 2006, con la conformación del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv) –una especie de calco del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) pero de la derecha–. El Celtyv nace justamente cuando se reabrieron los procesos por crímenes contra la dictadura y con un objetivo claro: si los integrantes de las fuerzas podían sentarse en el banquillo, entonces los militantes, también.

Los grupos de “memoria completa” empezaron a pulular a principios de este milenio como una reacción a la renovada presencia en la agenda pública de los derechos humanos –especialmente a partir de la confesión del marino Adolfo Scilingo sobre los vuelos de la muerte, la emergencia de un actor clave como fue H.I.J.O.S, los juicios por la verdad y las investigaciones que promovió desde España el juez Baltasar Garzón–. Si bien muchas de estas organizaciones se centran en la reivindicación de los represores, el Celtyv de Villarruel se apropia del discurso humanitario de los organismos para apuntar sus cañones hacia los militantes de los años ‘70. Su principal apuesta es la reapertura de la causa por el secuestro del coronel Argentino del Valle Larrabure por cuya muerte buscan responsabilizar a exintegrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El caso Larrabure está hace tiempo en la Corte Suprema –donde trabajan dos primos de la diputada libertaria.

La prehistoria: de Pando a Videla

Cecilia Pando es una de las detractoras de Villarruel y es quien se ocupa de recordarle el pasado que la candidata a vice de Milei preferiría que quede solapado. También lo hace el mayor retirado Pedro Mercado, marido de Pando, que en un posteo de Facebook trazó un recorrido de la militancia de Villarruel.

Según Mercado, Villarruel comenzó su activismo en la Asociación Argentinos por la Memoria Completa, que cayó en desgracia después de que una investigación periodística expuso que su máxima dirigente, Karina Mujica, ejercía la prostitución en Mar del Plata. De acuerdo con el militar retirado, Villarruel después fundó Jóvenes por la Verdad, un grupo cuya actividad más destacada era la de coordinar visitas al dictador Jorge Rafael Videla. “Fue precisamente a través de ella que pude mantener una larga entrevista con el expresidente”, escribió el marido de Pando.

Villarruel habría colaborado con la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos (AFyAPPA), que conduce Pando. Según la versión de Mercado, Villarruel la acompañaba el 8 de marzo de 2006, cuando su esposa interrumpió el discurso de Kirchner en la Casa Rosada. Después festejaron todos juntos en Puerto Madero. Mercado también relató que Villarruel le propuso ser quien lleve el mensaje de “nuestros presos” a la esfera internacional y que él participó, de alguna manera, de la concertación que llevó a la formación del Celtyv.

Esos días quedaron atrás hace tiempo. Pando estalló de ira semanas atrás, cuando Milei dijo que no habría indulto para los condenados por lesa humanidad, y acusó a Villarruel de haber firmado los libros que, en realidad, habría escrito el marino Alberto González –uno de los represores condenados a perpetua por los crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)–. El abogado del “Gato” González, Guillermo Fanego, le confirmó a Página/12 que el vínculo existía, aunque desestimó la coautoría.

La conexión española con Vox

Por línea materna, Victoria Villarruel es nieta de Laurio Destéfani, un contraalmirante que es considerado uno de los mayores historiadores de la Marina. Destéfani fue destinado a estudiar a España, donde trabó amistad con Manuel Aznar Acedo, un falangista cuyo hijo José María llegó a ser presidente del gobierno español. Fue a través de Aznar –según reconstruye el periodista Guidos Braslavsky en Enemigos íntimos– que Villarruel se contactó con la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) española, que fue su principal apoyo en el exterior.

En 2019, Villarruel acompañó a Javier Ortega Smith, el secretario general del ultraderechista Vox, en una presentación en el Círculo Militar. “Me atrevo a vaticinar que puede haber un 30 por ciento de los argentinos que estén buscando a alguien que realmente los represente”, dijo el segundo de Santiago Abascal durante su estadía porteña.

Villarruel es la presidenta honoraria de la Fundación Oíd Mortales, que firmó la Carta de Madrid, el documento fundacional de una alianza de agrupaciones que orbitan alrededor de Vox en España e Hispanoamérica. Allí denuncian que parte de la región está “secuestrada” por regímenes totalitarios de inspiración comunista.

Cambiemos y algo más

La Fundación Oíd Mortales sirve como una especie de think tank para Villarruel. Días atrás, Clarín publicó que su gurú en materia de seguridad es Jorge Eduardo Lenard Vives, un coronel con especialización en inteligencia. Durante el macrismo, fue el director de Investigaciones de la Aduana, que conducía el excarapintada Juan José Gómez Centurión. En la causa que gira alrededor de Marcelo D’Alessio, Vives está mencionado como uno de los “incorruptibles” de Elisa Carrió.

Gómez Centurión fue el primero en tentar a Villarruel con saltar a la política, pero no la convenció. Lo aceptó en 2021 de la mano de Milei. Según Juan Gónzález, autor del libro El loco, la idea de sumarla fue del consultor Mario Russo, que buscaba una “novia de Recoleta” que le asegurara el voto conservador al economista desbocado. 

En efecto, la diputada --oriunda, en realidad, de Barrio Norte-- genera tanto expectativa como desconfianza en la familia militar: algunos sienten que no es todo lo enfática que debería y otros la sienten propia. La otra dama de hierro de la derecha, Patricia Bullrich, tiene que esforzarse más: por eso, en su visita a Punta Alta, prometió resolver el problema de los militares "injustamente" detenidos.

Villarruel fue construyendo su camino como referente de la extrema derecha. Un hito en ese recorrido lo marcó en enero de 2016, cuando consiguió que el entonces secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, la recibiera a ella y a otros integrantes del Celtyv en su oficina en el Espacio Memoria y Derechos Humanos –exESMA–. En ese momento, Avruj se atajaba diciendo que había sido Carrió quien había sugerido, de alguna manera, la reunión. La líder de la Coalición Cívica la había tenido un año antes en su instituto Hannah Arendt en una mesa en la que también se sentó Graciela Fernández Meijide. Después llegó para Villarruel, la presencia mediática y sus irrupciones en el prime-time televisivo de la mano de Intratables.

SALUDOS REVOLUCIONARIOS 

(Gran Papiyo)      



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De: Gran Papiyo Enviado: 05/09/2023 17:08

Con el aval institucional de Juntos por el Cambio

Cómo fue el acto de Victoria Villarruel en la Legislatura: agravios a Estela Carlotto y corralito a la prensa

El "homenaje a víctimas del terrorismo" de la candidata de ultraderecha avanzó con el aval institucional que facilitó Juntos por el Cambio. 

 
 
 
 
Afuera, en todo el perímetro a la redonda, el Gobierno de la Ciudad blindó la Legislatura con vallas y policías, impidiendo que la movilización de organismos de derechos humanos, organizaciones políticas y sociales se acercase. Adentro, la Legislatura blindó el Salón Dorado, donde se hizo el acto negacionista que despertó el repudio y la movilización: inéditamente, el cuerpo presidido por el cambiemita Emmanuel Ferrario delegó en la legisladora de La Libertad Avanza Lucía Montenegro la organización y admisión de la prensa. Y a último momento, las acreditaciones de prensa ya cursadas fueron suspendidas y derivadas a asesores del bloque libertario —que nunca respondieron los pedidos de ingreso a este medio—. Así las cosas, Victoria Villarruel tuvo todo servido para desplegar sin repregunta alguna el show de su Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv) al que denominó "Homenaje a víctimas de terorismo".
 

"A 40 años del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Memoria, Verdad y Justicia. Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", decía la placa de mármol que no pasó desapercibida en el ingreso del salón. Ese consenso democrático básico era el que se estaba tensionando puertas adentro del Salón Dorado, en lo que parecía ser el fruto de un trabajo que la organización de Villarruel viene llevando adelante desde su creación en 2006, tomando el vocabulario de las luchas por los derechos humanos, pero transformándolo bajo el neologismo de la "memoria completa" (aunque, claro, sin gozar antes del aval de los votos a la activista devenida candidata, ni del aval institucional de una Legislatura). 

Lo que se escenificó (ahora con todas las cámaras y flashes encima) no es nuevo en las manifestaciones de esta organización: la construcción de la figura de “víctima del terrorismo” seleccionando casos emblemáticos —todos, previos al golpe de Estado—, la elaboración de datos y estadísticas propias de difícil contrastación. Con el pedido de "Verdad y Justicia" (omitiendo la idea de memoria, que ha sido transformada), se aboga por "los derechos humanos de todos", por "las víctimas del terrorismo que fueron desaparecidas". 

La agresión a los organismos

Victoria Villarruel se cuidó de no hacer mención alguna a la defensa de la familia militar de la que proviene y a la que defiende —mucho menos, a sus visitas a la cárcel a Jorge Rafael Videla, o al motivo por el cual Etchecolaz anotó su nombre en su agenda al momento del juicio en el que desapareció Jorge Julio López—. Pero avanzó, en cambio, en agresiones a los organismos de derechos humanos: "¿Quién podría oponerse al homenaje a víctimas inocentes, si no fuera porque es cómplice o parte de los que ponían bombas que asesinaban a estos inocentes?", acusó. "Los que impiden que nuestro dolor sea recordado son los que tienen las manos manchadas de sangre de nuestros seres queridos. Los que monopolizan el recuerdo en nombre del comunismo, el marxismo, Montoneros, el Ejército Revolucionario del Pueblo, de una revolución que nadie les pidió", abundó.   

La agresión se hizo más virulenta después del acto en el canal LN+, focalizada en Estela de Carlotto: "Carlotto ha sido un personaje bastante siniestro para nuestro país, porque con ese cariz de abuelita buena la realidad es que ha justificado al terrorismo, ha hecho política desde siempre, tiene a toda su familia colocada en el Estado. Puede sentir dolor por la muerte de su hija, pero tiene que contar que su hija era combatiente de Montoneros", agredió sin acotación ni repregunta del periodista, que escuchaba asintiendo. 

Antes que ella, en el acto hablaron Lorenza Ferrari, Graciela Saraspe y Arturo Larrabure, tres familiares de víctimas de actos de terrorismo que se produjeron antes del golpe de Estado de 1976 (Larrabure es hijo de Argentino del Valle Larrabure, Mayor del Ejército secuestrado en 1974 por el ERP en la Fábrica Militar de Villa María). Entre el público resaltaron dos presenciasDelfina Wagner, la influencier libertaria vinculada a la organización del atentado contra Cristina Kirchner, y Ximena de Tezanos Pinto, "la vecina de Cristina". También varios exmilitares, esposas y viudas de militares, que celebraron el encuentro al grito de "¡Viva la Patria!".

“Quiero agradecer muy especialmente la presencia de las víctimas del terrorismo, que hace más de 40 años están sufriendo el dolor más indecible: que tu propio país te niegue”, inició Villarruel, y agradeció también a los integrantes de La Libertad Avanza presentes. “Muchos no pudieron estar porque el autoritarismo está afuera”, explicó, en referencia a la manifestación de organismos de derechos humanos.

Escraches y repudios

Mientras la mayoría de la prensa quedó literalmente encerrada en un salón contiguo con la seguridad reforzada y la orden de que "nadie pasara", legisladores de izquierda repudiaron la actividad con un escrache en la puerta del salón. Entre ellos, Alejandrina Barry levantaba un cartel con el nombre de sus padres desaparecidos, Susana Mata y Juan Barry, entre los 30.000. 

Antes, el bloque de Unión por la Patria recibió en la Legislatura a integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de detenidos y desaparecidos, Hijos, Nietes y el Cels, "para expresarles nuestra solidaridad y compromiso en la defensa permanente por los derechos humanos", sintetizó la reunión Victoria Montenegro a Página/12. También recibieron la convocatoria del martes a las 5 de la tarde en Foetra para avanzar en la una agenda para los organismos contra el negacionismo, que se avisora urgente.

Los que también se expresaron, del ingenioso modo que les fue posible, fueron los empleados de la Legislatura nucleados en ATE: silbando el clásico de las marchas de derechos humanos "Olé, olé, olé, olá...." y con carteles y remeras que decían "Son 30.000", dieron vueltas en el hall que antecede al Salón Dorado, donde se realizaba el acto negacionista. No hicieron falta palabras para expresar acuerdos básicos.

SALUDOS REVOLUCIONARIOS 

(Gran Papiyo)      



 
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