Le escribo al amor
una y otra vez,
porque es un extraño ladrón
que se robó mi alma,
no él.

Alguien a quien
con locura amé,
Él fue el culpable, de que le amara
se llevó todo,
no ha dejado nada,
ya mis dedos no escriben,
mi alma no danza,
no dijo ni adiós, no dijo nada,
se marchó un día al cielo
y cada noche buscando su alma
entre cada estrella no logro nada,
no aparece no responde,
no dice nada,
¿por qué se fue?,
no lo sé, si con locura lo amaba.

Es un ladrón, parecido al amor,
llegó y se fue sin pronunciar palabra.
Tenía inspiración, no me faltaban las palabras,
pero se llevó mi voz y no dejó nada,
se robó mi vida, se llevó mi alma.

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