La  ciática es un pinzamiento del nervio ciático que se produce 
a la altura  de las vértebras lumbares, suele provocar un dolor
 muy intenso que  puede manifestarse en cualquier punto 
del recorrido del nervio, es  decir, desde la columna vertebral, pasando 
por las nalgas, el muslo y la  pierna hasta los dedos meñique y gordo del pie. 
El dolor de ciática  expresa ira, pesar, tristeza y sensación de pérdida.
 
 Se pueden hacer distintas interpretaciones dependiendo de la zona
 del  nervio donde el dolor es más intenso, por ejemplo: si el dolor
 es más  fuerte en la nalga (parte del cuerpo que simboliza el poder,
 encontrarse  bien “asentado” nos expresa el dolor y el temor que 
sentimos a perder  nuestro poder (dinero, prestigio, posición, etc.)
 y dejar de sentirnos  una persona valiosa.
 
 Si el dolor es más intenso en el muslo   (apoyo, proyectos) o en la pierna
 (avanzar, ir hacia los demás) nos  comunica que sentimos miedo 
a enfrentarnos con una situación que pone de  manifiesto nuestra inseguridad, 
(una separación, la pérdida del  trabajo, etc.).
 
 Como la pierna habla de relación, una  inflamación del nervio 
ciático en ella, puede ser debido a que nos hemos  sentido traicionado 
o abandonado por algún familiar o amigo en el que  nos apoyábamos, o 
bien puede expresar cierta forma de culpabilidad por  habernos comportado 
de manera hipócrita con alguien de nuestro entorno  más cercano.
 
 La ciática recorre el trayecto del meridiano de la  vejiga según 
la medicina china. Este meridiano es el encargado de  eliminar de nuestro
 cuerpo, para evitar que se intoxique, las “aguas  usadas”.
 
 Simbólicamente, el ser humano también necesita  eliminar sus viejas 
creencias, sus antiguas costumbres, es decir, las  “viejas memorias” que 
contaminan nuestro espíritu; y, adoptar una nueva  forma de pensar 
acorde con nuestro momento presente.
 
 Cuando el  nervio ciático se inflama nos indica un miedo al cambio. 
Nos hemos  acostumbrado a nuestras viejas creencias o hábitos, a una
 manera de  vivir determinada que nos reporta cierta estabilidad y que no 
estamos  dispuestos a abandonar. “Miedo a ir hacia delante, 
en la nueva dirección  que me trae la vida”.
 
 También puede inflamarse cuando  retenemos nuestra agresividad 
porque estamos enfadados con alguien con  quien nos sentimos 
humillados y no queremos someternos bajo ningún  concepto. 
Más bien, le detestamos y nos gustaría darle un buen puntapié; 
 pero, sólo se queda en la intención.
 
 Puede manifestarse dolor  de ciática en aquellas personas 
con problemas económicos, con miedo a la  pobreza y 
desconfianza hacia el porvenir.
 
 O en aquellas otras  que soportan excesivas responsabilidades, 
que aceptan cualquier encargo y  son incapaces de decir que “no” 
por miedo a que no les quieran. 
Se  trata de individuos con falta de autoestima y de confianza en sí mismos.
 
 Doblarme… delante de alguna persona o situación. 
Está relacionado con  las vértebras L5 y S1 expresa una problemática
 de acción contrariada por  un colateral dentro de un contexto sagrado. 
A veces se trata de  conflictos de doble apremio, de doble 
compromiso o de doble dirección,  por ejemplo: fidelidad/engaño, seguridad/libertad. 
También puede indicar  un conflicto relacionado con la sexualidad. 
Sexualidad fuera de la  norma. Prohibición de incesto. 
 Si afecta a la nalga derecha es más  bien un conflicto de 
tipo afectivo. Si por el contrario el origen está  en la nalga 
izquierda hace referencia a un conflicto profesional.
 
 Si afecta a L4 y L5 expresa conflictos por las normas, las reglas, 
con nuestros colaterales, “yo no soy como los demás”.
 
 Si afecta a la pierna derecha: “Miedo a carecer de dinero”. 
De poder  hacer frente a las necesidades financieras “en lo que a mí respecta”.
 
 Pierna izquierda: “No poder darlo todo, en el plano material, a la gente que amo”.
 
 Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
 
 Tomar conciencia del apego a los bienes materiales sin sentirse  culpable.
 Es algo humano. Cuando confiamos en nuestra capacidad 
para  satisfacer nuestras necesidades, el apego material desaparece.
 
 Darse cuenta de la situación de sobrecarga para compensar 
su falta de confianza y seguridad y no volver a caer en ella.
 
 Efectuar una reorientación, un cambio, moverse interiormente.
 
 Transmutar la humillación en humildad y tratar 
de ser sinceros con uno mismo y con los demás.