Una lección para el corazón es mi hija Sara de 10 años, quien nació sin un músculo de uno de sus pies, por lo que usa un aparato, todo el tiempo, que le permite caminar. Un hermoso día de primavera llegó de la escuela y me dijo que había competido en las carreras de los eventos deportivos de la escuela. Debido al soporte de su pierna, empecé rápidamente a pensar en algo que decirle para darle valor y animar a mi Sara, acerca de que no dejara que esto la desanimara, pero antes de que yo pudiera decir algo ella dijo: -"Papi, gané dos de las carreras .." Yo no podía creerlo. Después dijo: 'Tuve ventaja...Ah, ya lo sabía, pensé que la dejaron correr antes que a los demás. Pero una vez más antes de que yo pudiera decir una palabra, ella dijo: "Papi no me dejaron correr antes que a los demás. Mi ventaja fue tener que tratar más fuerte que los demás".
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En Nueva York un niño de 10 años estaba parado, descalzo, frente a una tienda de zapatos apuntando a través de la ventana y temblando de frío. Una señora se acercó al niño y le dijo: "Mi pequeño amigo ¿qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?". La respuesta fue: - "Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos'. La señora lo tomó de la mano y lo llevó adentro de la tienda, le pidió al empleado que le diera media docena de pares de calcetines para el niño. Preguntó si podría prestarle una palangana con agua y una toalla. El Empleado rápidamente le trajo lo que pidió. La señora se llevó al niño a la parte trasera de la tienda, se quitó los guantes, le lavó los pies al niño y se los secó con la toalla. Para entonces el empleado llegó con los calcetines, la señora le puso un par de ellos al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de los calcetines y se los dió al niño. Ella acarició al niño en la cabeza y le dijo: - ¡No hay duda pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora! Mientras ella daba la vuelta para marcharse, el niño la alcanzó, la tomó de la mano y mirándola con lágrimas en los ojos le preguntó: "¿Es usted la esposa de Dios?" 
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