Hay un conocido refrán que dice un mundo diferente se puede imaginar y con hechos, alcanzar. He conocido a muchas personas que tienen sueños y metas fantásticas, pero nunca han pasado de ser solo eso.
cierto que las metas en la vida se planean; y se sueña con alcanzar grandes cosas, pero hay que hacerlas una realidad. Hay que correr riesgos, cometer errores, caerse y volver a levantarse, pero hay que trabajar duro para ver cumplido lo que deseamos.
Las cosas nunca van a llegar solas a tus manos, son contadas las veces que Dios permite eso. Las oportunidades se crean, se buscan, se trabajan y cuando estamos ocupados en lo que queremos, Dios abre puertas, pone los ingredientes necesarios y premia nuestro esfuerzo.
Alcanzar una meta o ver un sueño cumplirse es asunto de valor y mucho trabajo. Ver crecer tu negocio propio es cuestión de tiempo, paciencia y mucha siembra. Tener la profesión que siempre deseaste es resultado de muchas horas de estudio y sacrificio, pero vale la pena al cabo de unos cuantos años, recibir el certificado que te acredita como Doctor, Abogado, Carpintero, Ingeniero, Zapatero, Mecánico o Administrador.
Para ser Gerente o Presidente de una empresa hay que empezar de abajo e ir surgiendo poco a poco, para que cuando estés sentado en ese escritorio, puedas ver hacia abajo y decir valió la pena el viaje que tuve que hacer, para llegar hasta aquí.
Hay una frase que me gusta mucho que dice: Dime tus sueños y te diré cuan grande es tu Dios. Pongamos nuestros deseos y anhelos en las manos de Dios y hagamos lo que nadie a hecho, lancémonos sin paracaídas del avión de lo mismo y este llegará de camino. Esfuérzate y se valiente, para que otros vivan de tus sueños como le pasó a José..
(Lee la historia de José que está en Génesis, capítulo 30 en adelante)
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que
vayas. Josué 1:9.
