Por esta frase que demostraba total irresponsabilidad, y por no reflejar ningún remordimiento, y mucho menos, arrepentimiento, la juzgaron y la condenaron por "intención de matar".

La prostitución en sí es destructiva. Destruye matrimonios, familias y conciencias, y de paso, a la persona misma que la practica. Cuando a la prostitución la acompaña el SIDA, se convierte en homicida la persona que vende su cuerpo.

Con todo, es peor aún la frase de la mujer, esa frase que la condenó porque demostró su total insensibilidad a lo que hacía: "¿Y a mí qué me importa?" Esta es la frase de la despreocupación insensata, la frase de la indiferencia criminal, y la frase de la inconciencia.

Desgraciadamente no es sólo una frase que sale de los labios de una prostituta insensible. Es una frase que se emplea casi a diario. Es la frase del hombre que con la mayor despreocupación y displicencia abandona a su esposa y a sus hijos, y luego dice: "¿Y a mí qué me importa?"

Es la frase de la mujer que abandona a su esposo y sus hijos, dejándose arrastrar por una pasión descontrolada, y aún sabiendo la ruina que su acción causará, dice: "¿Y a mí qué me importa?" 

En nuestra sociedad hoy en día se manifiesta un alto índice de suicidios, delincuencia, drogadicción, rebeldía de los hijos contra los padres, corrupción social, política y religiosa, porque se ha edificado el progreso humano bajo cimientos totalmente equivocados. Sin embargo, ten en cuenta y recuerda que todo lo que se opone a Dios, tarde o temprano enfrentará confusión, derrota o frustración. Llega un momento en la vida en que Dios por medio de diversas circunstancias, le demuestra al ser humano cuán inconsistente es. Le demuestra que aún en medio de todo esfuerzo y contando con los recursos apropiados, de nada le vale. Le demuestra que la existencia y subsistencia depende únicamente de Él. Le demuestra su vulnerabilidad, aún más de lo que se cree. Le lleva a reconocer que su seguridad y estabilidad no depende de la destreza humana, sino de Él.

A veces es necesario que algo pase para poner la mirada en Dios, pero mientras tanto nada pasa. Pero para aquellos que deseamos vivir de conformidad a los lineamientos Divinos, se nos torna algo difícil, ya que somos minoría en medio de una sociedad que a lo malo llaman bueno, y a lo bueno le llaman malo.

Hazte el propósito de vivir bajo lineamientos éticos y morales. Es así como serás luz en medio de un mundo que yace en la oscuridad. Y recuerda que;

 Sólo Dios puede dar la fe, pero tú puedes dar tu testimonio.

 Sólo Dios puede dar la esperanza, pero tú puedes dar la confianza a tus hermanos.
 

Sólo Dios puede dar amor, pero tú puedes enseñar a amar a los demás.

 Sólo Dios puede dar la paz, pero tú puedes suscitar la concordia.

 Sólo Dios puede dar la fuerza, pero tú puedes sostener al desfallecido.

 Sólo Dios es el camino, pero tú puedes mostrarlo a los demás.

 Sólo Dios es la luz, pero tú puedes hacerla brillar a los ojos de todos.

 Sólo Dios es la vida, pero tú puedes devolver a otros el deseo de vivir.

 Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible, pero tú puedes hacer lo que es posible.