Niñeras: consejos para una mejor convivencia

Está decidido: ¡vamos a contratar una niñera! Esa es la solución más común a la hora de resolver el dilema trabajo versus familia. Padres atareados y chicos llenos de energía encuentran en la figura de la niñera la compañía ideal para mantener la rutina de la casa en orden.

El problema aparece cuando los límites entre padres y niñeras no están bien delimitados en la educación de los pequeños, y la competencia puede incomodar a alguno de los participantes.

¿Quién no ha visto a una madre diciendo que se siente menos querida por su hijo que la niñera? ¿O quejándose de algo que el chico aprendió de ella?

“Los criterios para la escogencia de la niñera necesitan ser definidos por los padres antes de la contratación, y las bases tienen que quedar claras entre las partes”, explica la coordinadora del Centro de Referencia de la Infancia y Adolescencia de la Universidad Federal de Sao Paulo, Vera Zimmermann.

Maria Selma, mamá de Rafael, Camila y Clara, dice que definir límites fue importante para la buena convivencia con la nueva niñera. “Cuando llegó a casa, conversamos con ella y con los niños y dejamos bien claro que sería un apoyo importante mientras yo estuviese fuera, pero que yo mantendría el control de las decisiones inclusive desde fuera de casa”.

Radiografía

La elección de la niñera adecuada es determinante para que los padres estén tranquilos y también para la imagen que los hijos tendrán de ellos. Según Vera Zimmermann, elegir a una persona que les da confianza y gusta de tratar con chicos, les muestra a éstos que los padres tuvieron cuidado en la elección y que no los están dejando en manos de una extraña. “No es una intrusa, sino una persona agradable que fue elegida para cuidarlos. Pero para escoger no basta que sea una persona simpática; es necesario analizar sus antecedentes, chequear sus referencias, saber cómo se lleva con los niños y dejarla a prueba por unos días”, recomienda Zimmermann.

La autoridad de los padres versus los límites de la niñera

Una de las principales actitudes que deben tomarse ante la presencia de una niñera en casa es conversar con ella sobre los valores que deben preservarse y sobre la rutina familiar. “Deje en claro cuáles son los horarios y límites, y eso impedirá que unos invadan el espacio de otros”, dice la terapeuta familiar Roberta Palermo, autora del libro “Mamá/Niñera: Manual de instrucciones”.

Percibir que la señora que los cuida es una aliada importante en la educación de los hijos, es fundamental para la convivencia. También es crucial que quede claro que la responsabilidad de criarlos sigue siendo de papá y mamá. “Es óptimo tener alguien para ayudar a cuidar del niño, pero el papel de los padres es fundamental en su desarrollo social, sicológico y biológico”, explica Palermo.

La terapeuta también alerta: los padres no deben delegar todo por el hecho de tener alguien ayudando en el día a día. “Muchas veces los padres dejan de participar de la vida de los hijos por comodidad ante la presencia de la niñera”.

¡Quieren más a la niñera que a mi!

Es una escena más común de lo que se imagina: los padres trabajando el día entero, sólo pueden compartir con sus hijos al final del día, cuando ya están cansados y con tareas hogareñas que resolver.

Los chicos, por su parte, quieren contarles las experiencias del día, y cuando los padres no están disponibles para escuchar las conquistas o miedos cotidianos de los pequeños, depositan en la niñera la confianza que deberían encontrar en mamá y papá.

“Los niños necesitan ser escuchados, recibir y dar cariño, y ellos esperan que ese intercambio sea con los padres”, explica Zimmermann. “Cuando los lazos afectivos entre padres e hijos son establecidos de manera saludable en los primeros años de vida, no hay nada ni nadie que pueda substituirlos. Los padres son los padres. Lo que sí puede suceder es que el chico busque a la niñera como escape ante la ausencia paterna”.

Para evitar la competencia entre padres y niñeras, las especialistas recomiendan:

-Manténgase presente en el día a día de los niños, incluso por teléfono.

-Al volver a casa, retome su papel de madre o padre y demuestre que está al tanto de todo lo que sucedió durante su ausencia.

- Dedique tiempo, por corto que éste sea, a conversar con sus hijos al final del día. Eso hará que ellos no vayan a buscar en la señora que los cuida el cariño y atención que esperan de usted.

-No intente competir con la niñera; ella no está robando su espacio.

-Que los chicos sepan que la autoridad es suya, y la responsabilidad de la niñera está vigente en su ausencia. Muchos padres no consiguen superar su propia elección y se sienten mal con el espacio que gana la niñera. Lo ideal es aceptar que cualquier padre necesita una ayuda en la educación de los chiquitos, y comprender que eso no lo convierte en un padre ausente.

Antes de contratar una niñera, tome nota

-Analize sus referencias de trabajos anteriores

-Indague sobre aspectos personales como religión y estilo de vida. “Muchas veces la niñera tiene excelentes referencias, pero no tiene un comportamiento compatible con los valores que ustede quiere transmitirle a sus hijos. Es mejor observar eso antes de contratarla”, advierte la especialista Zimermann.

-Esté atenta a la forma como trata a los niños. “Es mejor probar por unos días, porque a veces una persona puede verse obligada a aceptar un empleo por necesidades financieras o personales, pero no tiene onda con los niños”, agrega Zimermann

de la red:esteblog.com