Es una brecha muy pequeña la que puede
separarte de la
concreción de tus más preciados sueños.
Afortunadamente,
esa brecha ha sido creada,
absolutamente, por ti y tú
tienes todo lo necesario para superarla. La
abundancia de la vida se arremolina a tu
alrededor
en todo
momento, y parece estar lo suficientemente cerca
como para que puedas, incluso, tocarla. Las
oportunidades simplemente siguen llegando a ti,
día tras día, llenas de una promesa de realización
y
plenitud. Pero para vivir esa abundancia y para
aprovechar el máximo de esas oportunidades
debes adoptar un rol activo. La vida puede ser
cualquier cosa que tú hagas de ella, pero debes
ser tú quien haga que así sea. La manera de
reducir
esas brechas, es actuando sobre ellas. Lleva a
cabo acciones concretas, productivas, efectivas
cada vez que tengas la oportunidad de hacerlo,
día tras día y año tras año. Adopta
un rol muy activo
en el milagro de tu propia vida. Diséñala y
constrúyela y disfruta del proceso de sintonizar
cada parte de ella, de manera que estés viviendo
precisamente la vida que es justo para ti. Asume
plena responsabilidad por todo lo que vivas.
Y aquello que vivas estará, de veras,
lleno de sentido.