|  DISPARIDAD     Te siembras en la noche y no 
germinas;tu surco, abandonado,
 sin abrirse a la reja del 
arado;
 desiertas, como el valle, las colinas.
 Estéril tierra que labrar 
quisiera,
 tornándola fecunda
 con esta irrigación de primavera
 que en ti 
pudiera penetrar profunda.
 Pero mi regadío no te llega,
 se me pierde en 
quebradas y vertientes,
 y yo tampoco arribaré a la siega,
 yermas, como tu 
surco, mis simientes.
 Oh qué disparidad inadecuada:
 Yo, labriego, de 
tierra careciendo,
 y tan lejos de aquí, languideciendo,
 tu tierra 
descuidada.
 Francisco Álvarez-Hidalgo
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