Propósitos de año nuevo
Se cuenta de un hombre que preguntó a un estudiante
qué era lo que más deseaba en la vida.  
Éste le contestó: "libros, salud y silencio 
para estudiar".  Luego el hombre le hizo
la misma pregunta a un usurero prestamista,
que le contestó : "Dinero, dinero y más dinero".
Más tarde preguntó lo mismo a un hombre pobre, 
que sin vacilar respondió: "Pan, pan, pan". 
Después encontró a un ebrio que también opinó: 
"Licor, licor, licor". Luego, dirigiéndose a una 
multitud que festejaba el año nuevo preguntó lo mismo,
y respondieron todos a una: "Riqueza, 
fama, placeres". Desilusionado por tantas
respuestas vanas, vacías y superficiales, 
el hombre le  preguntó a un anciano que tenía
fama de ser un hombre bueno, qué era lo que más
deseaba en la vida. El anciano respondió con 
calma y con dulzura:
"Amar profundamente a Cristo, 
parecerme más a Cristo y ser más como Cristo".
Hay de deseos a deseos: unos son terrenales, 
vanos, temporales y vacíos,
otros trascienden a la eternidad.
Entonces, ¿me haré propósitos de año nuevo… 
o dejaré que Dios cumpla sus propósitos 
en mí en este año que comienza?
Para todos los amigos y amigas 
un cálido abrazo y mis mejores oraciones 
y deseos de paz, amor y prosperidad
para el nuevo año que comienza.
Y que nuestra comunión espiritual, 
no se quede en la búsqueda de un bienestar personal, íntimo,
sino que ayude a que nuestro mundo sea más justo, fraterno y libre.
Que el ejemplo diario y la convivencia
Fraterna contribuyan en la red a fomentar el amor y la paz.
También deseo que tú seas prosperado
en todas las cosas, y que tengas salud,
así como prospera tu alma.
D/A
Propósitos de año nuevo
Se cuenta de un hombre que preguntó a un estudiante
qué era lo que más deseaba en la vida.  
Éste le contestó: "libros, salud y silencio 
para estudiar".  Luego el hombre le hizo
la misma pregunta a un usurero prestamista,
que le contestó : "Dinero, dinero y más dinero".
Más tarde preguntó lo mismo a un hombre pobre, 
que sin vacilar respondió: "Pan, pan, pan". 
Después encontró a un ebrio que también opinó: 
"Licor, licor, licor". Luego, dirigiéndose a una 
multitud que festejaba el año nuevo preguntó lo mismo,
y respondieron todos a una: "Riqueza, 
fama, placeres". Desilusionado por tantas
respuestas vanas, vacías y superficiales, 
el hombre le  preguntó a un anciano que tenía
fama de ser un hombre bueno, qué era lo que más
deseaba en la vida. El anciano respondió con 
calma y con dulzura:
"Amar profundamente a Cristo, 
parecerme más a Cristo y ser más como Cristo".
Hay de deseos a deseos: unos son terrenales, 
vanos, temporales y vacíos,
otros trascienden a la eternidad.
Entonces, ¿me haré propósitos de año nuevo… 
o dejaré que Dios cumpla sus propósitos 
en mí en este año que comienza?
Para todos los amigos y amigas 
un cálido abrazo y mis mejores oraciones 
y deseos de paz, amor y prosperidad
para el nuevo año que comienza.
Y que nuestra comunión espiritual, 
no se quede en la búsqueda de un bienestar personal, íntimo,
sino que ayude a que nuestro mundo sea más justo, fraterno y libre.
Que el ejemplo diario y la convivencia
Fraterna contribuyan en la red a fomentar el amor y la paz.
También deseo que tú seas prosperado
en todas las cosas, y que tengas salud,
así como prospera tu alma.
D/A
desconosco el autor