VATICANO, 28 Oct. 15 (ACI) .- “El Señor desea que todos los hombres se reconozcan hermanos y vivan como tales, formando la gran familia humana en la armonía de la diversidad”. Fueron las palabras del Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro, dedicada a los 50 años de la histórica Declaración Nostra aetate, el documento del Concilio Vaticano II que supuso un antes y un después en la relación con el resto de confesiones religiosas, sobre todo con el judaísmo. Se trató, por tanto, de una Audiencia interreligiosa.
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