En la primera lectura hoy, Dios alcanza el punto culminante de su obra al crearte a ti y a mi y a cada persona humana que alguna vez ha sido concebida. ¡Somos sus obras maestras! Sí, incluso el niño no nacido que muere por un aborto espontáneo o provocado -- Dios creó a cada uno como una obra maestra, que atesora y que quiere que viva para siempre.
¿Te sientes como un pedazo de chatarra? No es su opinión de ti. Bien, entonces no eres perfecto; gran cosa. Cuando Dios te mira, él no ve la mugre que te mancha; Él ve la gema debajo--una joya hermosa, brillante y multicolor. Incluso cuando mira a la persona más mala de la tierra, él ve la bondad que creó, que se encuentra enterrado dentro.
Y dice, "¡esto es muy bueno!"
Cuando Jesús llevó nuestro lodo con él a la Cruz, hizo que fuera más fácil para nuestras gemas el ser limpiadas y pulidas. El Bautismo y la Confesión son sacramentos que lavan nuestra suciedad cuando se la damos a Jesús. Cuando nuestro Padre nos mira a ti y a mí, nos mira a través de estos sacramentos para ver las obras maestras que él creó.
Así que ¿por qué encontramos difícil de creer que Dios nos quiere? ¿Por qué encontramos difícil el querernos a nosotros mismos? Es porque proyectamos sobre Dios la imagen de los seres humanos, especialmente de aquellos a los que menos les hemos agradado porque no hemos logrado llegar a la altura de sus expectativas.
Nuestra vida de oración se ve afectada por esto. La persona de la Trinidad a quien encomendamos nuestras oraciones, es nuestro Padre. Sin embargo, dado que nuestros padres humanos y otras figuras de autoridad no podían ser confiables todo el tiempo (ninguno es perfectamente confiable), suponemos que Dios nos decepcionará también. No es que creemos que Dios es incapaz de responder a nuestras oraciones; simplemente pensamos que no somos lo suficientemente buenos.
En verdad, ser "suficientemente bueno" no tiene nada que ver con eso. No podemos ganarnos su ayuda y él ni siquiera quiere que lo intentemos. Él da su ayuda libre y generosamente, simplemente porque nos ama y, en primer lugar, porque se preocupó lo suficiente como para crearnos. La verdadera razón de por qué no conseguimos que nuestras oraciones sean contestadas es, ya sea porque estamos bloqueando la ayuda que necesitamos o porque Dios está haciendo algo mucho mejor para nosotros y no podemos verlo aún.
No eres basura. Tú eres la obra maestra de Dios y negar eso es negar lo que hizo Jesús en la Cruz por ti. También niega que el Padre dijo: "¡Esto es muy bueno!" cuando te formó en el vientre de tu madre. El genio creativo del Padre se ve en toda la naturaleza, ¡pero tú eres su máxima creación!
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