EPILOGO DEL LIBRO LA LUZ DE TUS MANOS
En la inmensidad de la luz, la que no se mide, la que no se ve, la que se percibe, la que llega al corazón y que inunda los sentidos, la que traslada emociones y nos ayuda... A esa luz, perenne en la memoria de todos aquellos que vamos en el camino, tenue a veces, deslumbrante otras, cuanta sabiduría, bendita sabiduría la que recubre la luz que nos allana y nos indica, el faro medidor del alma....
La satisfacción no se puede medir cuando un amigo, compañero de fondo te solicita tu humilde aportación, sería imposible trasladar que significa y en que se traduce el camino de la luz, o "la luz en tus manos". Para mí, fiel seguidora de la humildad, desapegada al autoengaño y objetiva en mis apreciaciones podría refundir el texto en un único esquema: La luz en tus manos, el corazón encendido y el alma amando, un trígono dulce como la lectura que inundará de principio a fin tantas palabras escritas desde el corazón, el único sitio donde alguien, en alguna ocasión dijo que nacían los sentimientos puros. Que la luz inunde el camino de todos aquellos que se acerquen al calor de un nuevo libro de Reiki, emulando a los grandes sería fácil un prólogo, pero esto es la carta a un amigo, el comienzo que con tanto honor comparto....
De mi gran amiga Jazmín
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