Me he sentido tan mal, que he pensado en congregarme en alguna religión.
El hombre huye de sí mismo, pues de esa forma huye de la miseria y del pensamiento de la muerte... ¿a dónde corre?
La Vida no es miel sobre hojuelas, pero tiene miel y tiene hojuelas.
El hombre está condenado a ser libre. No puedo ser libre sin mis hermanos tampoco lo son.
Solo podemos apostar. Para quien se compromete o al menos empatiza con el sufrimiento ajeno, la realidad es muy cruel y nuestro esfuerzo parece como gorupo moviendo a una paloma. La sinergia de todos los filántropos parece insuficiente, y vemos que solo es posible y hasta quisiéramos que así sea, la existencia de ese Dios que pondrá orden y justicia a todas las cosas. Personalmente no tengo ni encuentro fundamento para un juicio final, paraíso para los justos, y castigo para los injustos. Pero como he mencionado quisiera que así sea, pues de otra forma, nuestro esfuerzo a diario se convierte en llanto y gastritis. Solo podemos apostar mientras trabajamos por el bien común. Poniendo nuestro granito de arena por un mundo mejor.
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