Este tema de por si es escabroso porque nadie quiere hacer mención de algo que irremediablemente nos va a suceder a todos tarde o temprano, eso es ineludible, pero a lo que me referiré enseguida es a esa transición entre la existencia en este mundo y el paso a otra dimensión y a lo que en definitiva llamamos muerte.

Estamos tan acostumbrados desde que nacemos a esta forma de vivir que aunque tengamos vicisitudes, continuamente nos aferramos a no querer perder nuestro actual acto de existir.

Hay diversas maneras de pasar al umbral de lo desconocido, el que siempre esperamos es el del tiempo cuando llegamos a una etapa física y el cuerpo ya no resiste más pero hay otras ocasiones, y son también bastantes conocidas, en que una persona dejó de existir por un accidente, un asesinato, envenenamiento, suicidio en sus diversas formas y también el de los ajusticiamientos de una u otra manera.

La verdad es que de la forma en que llegue la muerte, el siguiente resultado inmediato es esa transición de la que se especula diversidad de situaciones en que nuestro espíritu, después de abandonar el cuerpo, trasciende a otra magnitud la cual debe ser interesante por cuanto se entiende que en "la otra vida" no se sufre de ninguna necesidad fundamental, se cree que nuestro espíritu es quien trasciende a lo ignoto.

A la vida, o a nuestra existencia actual le llamamos bella cuando por suerte somos prodigados de buena salud, nacimos en cuna de oro, se nos proporciona todos los beneficios para poder educarnos y tener nuestro tiempo asegurado sin extenuantes sacrificios y con todas las comodidades a saber, es entonces que recelamos de la muerte y no quisiéramos que alguna vez llegase, pero cuando las circunstancias desde que nacimos se nos fueron adversas, si nos criaron con agua y azúcar en vez de leche, no se nos pudo dar una educación superior por falta de recursos y tuvimos que luchar a brazo partido para simplemente poder sobrevivir, entonces tenemos otra perspectiva de la muerte, y llegamos a creer en algunas ocasiones, que esta misma sería un descanso a tanto sacrificio inútil por lograr metas jamás alcanzadas y es cuando nace un deseo auto-destructivo para terminar con la existencia.

La muerte por violencia va de la mano con la muerte por senilidad, las guerras y los asesinatos a mansalva que de hecho, han matado más personas que los que mueren de viejos, más la muerte, de una u otra manera llegará para cada uno de nosotros y el recuerdo de cada quien, a la postre, será según las obras buenas o malas que hayamos hecho en el transcurrir de nuestra vida, ese legado será la distinción.

La muerte llega para cualquier ser viviente pues la misma es, y lo reitero, la culminación de cualquier ser viviente.

La sociedad juega un papel importante en la vida de todo individuo, quien, según donde haya nacido, así tendrá el concepto de la muerte como tránsito a una vida después del final, y ello, por las creencias religiosas de una manera muy sutil pero firme a lo que de generación en generación se ha transmitido.

Todos nos preguntamos, excepto los que pretenden saber la verdad, ¿Qué sucede después de traspasar el umbral a lo desconocido? Hay diversas afirmaciones pero nadie más que los que han llegado a ese punto podrían afirmar su contenido real.

En todo existe el escepticismo y la trascendencia a un plano tridimensional no podría ser la excepción para algunos sectores de la sociedad, entonces, para concluir, sea cual fuere el resultado final y sea como nos llegue, será una realidad que debemos afrontar con dignidad y sin temor, pues somos incapaces de detener este concepto derivado del ser y aplicado a todos los entes sobre la faz tierra.