LA LEY DEL EVANGELIO ES LA ÚNICA Y VERDADERA LEY DE DIOS - FORO LIBREPENSADOR SIN CENSURA

La Ley del Evangelio es la única y verdadera Ley de Dios.

Los cristianos deben ser fieles al Evangelio. No deben llamar "Ley de Dios" a otros mandamientos diferentes a los mandamientos del Evangelio, pues Jesucristo dio su vida para enseñarnos los verdaderos mandamientos de Dios.

Los que siguen llamando "Ley de Dios" a todas las leyes del viejo testamento siguen otro "evangelio" diferente, pues sólo hay una verdadera Ley de Dios, y ésta es la Ley del Evangelio.

Jesucristo no vino a abolir la verdadera Ley de Dios pero sí abolió muchos mandamientos del viejo testamento porque no eran Ley de Dios (Mateo 5:17-48)

Jesucristo no abolió la verdadera Ley de Dios sino que vino a darla a conocer plenamente. Lo que Él abolió del viejo testamento cuando predicó el Evangelio, fueron los mandamientos del viejo testamento que no eran Ley de Dios (Mateo 5:21-48 y todo el contexto del Evangelio) . Su discusión con los judíos por causa de la Ley fue muy amplia, pero muchas religiones siempre han querido dejar ahogada y olvidada esta importante discusión que mantuvo Jesucristo con los sacerdotes de su tiempo por causa de la ley.

Para poder conocer esta importante discusión que mantuvo Jesucristo con los judíos de su tiempo por causa de los mandamientos del viejo testamento, es necesario que todo cristiano examine con detenimiento todo el contexto del Evangelio y también Hechos 15 (el concilio de Jerusalén donde se debatió qué Ley debían seguir los cristianos). Los cristianos de los primeros siglos sólo seguían los mandamientos del Evangelio.

Los emperadores de Roma (siglo IV) impusieron los mandamientos del viejo testamento

Desde el siglo IV, los emperadores de Roma y su religión impusieron la creencia de que todos los mandamientos del viejo testamento eran mandamientos de Dios. Y luego impusieron la creencia de que nadie debía dudar de esta imposición porque, si no respetaba esa creencia, iría al infierno. Desde entonces, son muchas las religiones que siguen esa misma creencia: la creencia de que todos los mandamientos del viejo testamento son mandamientos de Dios.

Dudar de esta imposición religiosa ha pasado a ser algo traumático para muchos cristianos por causa del temor que han infundido muchas religiones a los creyentes. Algunas religiones sólo reconocen como "ley de Dios" los mandamientos del viejo testamento y hacen ver que el Evangelio vino a confirmar todos los mandamientos del viejo testamento. Todo lo contrario de lo que nos enseña el Evangelio.

Los emperadores de Roma y su religión no querían los misericordiosos mandamientos de Jesucristo. El Evangelio les ataba las manos para que no hicieran daño a las personas y no se creyeran más grandes que los humildes cristianos. Por eso, se volvieron a las leyes del viejo testamento buscando allí apoyo para seguir imponiendo sus sistemas de terror.

La gran confusión que ha invadido al mundo

Jesucristo abolió muchos mandamientos del viejo testamento, y los emperadores de Roma los volvieron a imponer como si todos fueran mandamientos de Dios. Y de ahí ha venido al mundo la gran confusión religiosa. Muchos cristianos se hacen llamar seguidores del Evangelio pero siguen imponiendo, como si fueran Ley de Dios, los mandamientos del viejo testamento que Jesucristo abolió y que eran tan contrarios a los mandamientos del Evangelio.

En el viejo testamento hay muchos mandamientos de guerras, de penas de muerte, de esclavitud y de sacrificios que Dios no mandó porque todos esos mandamientos son contrarios a los misericordiosos mandamientos del Evangelio.

Llegará algún día en que los hombres se sientan libres para tener como única y verdadera Ley de Dios los mandamientos que nos enseña Jesucristo en el Evangelio. Mientras ese día no amanezca, los hombres seguirán imponiendo guerras, desigualdad y penas de muerte como mandan los mandamientos del viejo testamento.

Y ésta es la gran confusión que ha invadido al mundo desde el siglo IV (emperador Constantino, sus descendientes y su religión del imperio romano). Luego, estas enseñanzas las han seguido otras muchas religiones.

Los verdaderos cristianos que se llaman seguidores del Evangelio, deben tener como Ley de Dios solamente los mandamientos del Evangelio

Seguir a Jesucristo, es seguir solamente los mandamientos del Evangelio. Pero parece que el mundo no quiere seguir el camino de la misericordia que nos predicó Jesucristo. Y por haber abandonado los mandamientos del Evangelio y haberse vuelto a los mandamientos del viejo testamento, el mundo va a su completa destrucción.

Jesucristo predicó el Evangelio y nos mandó predicar solamente el Evangelio

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16,15-16).

"Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo". (Mateo 4,23).

"Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).

"Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí". (Mateo 11, 5-6)

Fueron muchos hombres codiciosos de poder y riquezas los que encontraron tropiezo en el Evangelio de Jesucristo. Por eso, dijo el Señor: " bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí". Y estos hombres codiciosos fueron los que hicieron otras religiones y volvieron a imponer, como si fueran mandamientos de Dios, los mandamientos del viejo testamento que Jesucristo había abolido.

La causa principal de que muchos hombres abandonaran el Evangelio es la codicia de los bienes de la Tierra

Muchos hombres codiciosos abandonaron a Jesucristo e hicieron sus propias religiones llamadas "cristianas". Y la causa de todo ello bien quedó aclarada en el Evangelio, que así nos dice:

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones." (Mateo 19:16-22)

Fueron muchos hombres ricos y poderosos los que se entristecieron y abandonaron a Jesucristo cuando conocieron lo que les decía el Evangelio. Por eso, muchos de ellos se volvieron a las leyes del viejo testamento que Jesucristo había abolido y las volvieron a imponer como si todas ellas fueran "mandamientos de Dios". Desde entonces ya no se volvieron a vivir los misericordiosos mandamientos del Evangelio, pues los hombres codiciosos de riquezas despreciaron el Evangelio:

"Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas". (Mateo 6:24)

Jesucristo nos enseñó los verdaderos mandamientos de Dios (Mateo 19:16-22), y también nos enseñó la verdadera Ley de Dios, que así nos dice:

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

Los cristianos deben volver a los misericordiosos mandamientos del Evangelio.

...

De: el señor pastor

Enviado: 02/08/2013 02:28

PORQUE, ESTAS FUERA DE ONDA JESUS PREDICO LA LEY MAT 5,17-19 LO CONFIRMA .

Hola Pastor. Deberías volver a leer el tema, pues veo que no lo has entendido.

Jesucristo no nos predicó los mandamientos del viejo testamento que mandan que los hombres hagan daño y maten a otros hombres. La Ley que Jesucristo predicó fue la Ley que Él mismo nos enseñó en el Evangelio, porque los mandamientos que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio son la Ley que realmente había dado Dios a Moisés.

Entonces, en Mateo 5:17-19, cuando Jesucristo dijo que Él no había venido a abolir la Ley y los profetas y que de la Ley no pasaría ni una jota ni una tilde, se refería a la Ley que Él mismo nos enseña en el Evangelio, pues Jesucristo nos dice que la Ley y los profetas es ésta:

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

Ya ves que ésta es la Ley y los profetas. Así que, cuando Jesucristo dice que Él no vino a abolir la Ley y los profetas y que de la Ley no pasaría ni una jota ni una tilde, no se refiere a los mandamientos del viejo testamento, de los cuales muchos fueron abolidos por Jesucristo. Por ejemplo, uno de los mandamientos del viejo testamento que fue abolido por Jesucristo es la ley que mandaba "ojo por ojo y diente por diente". Así nos dice el Evangelio:

"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes,a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra..."(Mateo 5:38-39)

Está bien claro que Jesucristo dice que no se practique "ojo por ojo y diente por diente", sino todo lo contrario: "a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra". Por tanto, con esta enseñanza, Jesucristo dejó abolida la ley que mandaba "ojo por ojo y diente por diente" y también dejó abolidos todos los mandamientos del viejo testamento que mandaban que los hombres hicieran daño y mataran a otros hombres.

Otro ejemplo de mandamientos del viejo testamento abolidos por Jesucristo son los que mandaban matar a pedradas a las personas por diversas causas. Así nos dice el Evangelio:

"Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más"(Juan 8).

Con esta enseñanza, Jesucristo dejó abolidos los mandamientos del viejo testamento que mandaban que los hombres mataran a las personas por diversas causas, pues todos los hombres son pecadores. Y si Jesucristo quitó a los hombres toda autoridad para matar a las personas cuando les dijo "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella", es que los hombres nunca tuvieron autoridad para matar a las personas, pues todos los hombres son pecadores.

El único que estaba libre de pecado era Jesucristo, y tampoco condenó a la mujer. Bien claro nos dejó su ejemplo para que comprendiéramos que Dios no quiere que los hombres hagan daño ni maten a sus semejantes, por tanto, las enseñanzas del Evangelio dejan abolidos todos los mandamientos del viejo testamento que no contemplan la misericordia ni el perdón y mandan que los hombres hagan daño y maten a otros hombres.

El Evangelio nos revela que la única y verdadera Ley de Dios, la Ley que realmente había dado Dios a Moisés, son los mandamientos que Jesucristo mismo nos enseñó en el Evangelio, y ésta es la Ley que Jesucristo no vino a abolir y la Ley de la que no pasaría ni una jota ni una tilde.

De: CARLOSR

Enviado: 02/08/2013 08:46

Eso era necesario para preservar la herencia que se le daría a cada tribu; ud bien sabe que en la tierra prometida cada una de las 12 tribus tenía un pedazo de tierra heredable. Por eso las leyes sobre divorcio y la virginidad.

Era muy importante para moisés garantizar que cada Hijo fuera en realidad hijo carnal de su padre.

Tal parece que para tí está bien que maten a las mujeres, esto va también para ultimaedad.

De: predikeitor

Enviado: 02/08/2013 08:29

Agradezco al genial Pippen por la imagen original

ultimaedad escribe:

te guste o no te guste, lo aceptes o no lo aceptes los mandamientos de Dios están escritos en la torah.

Hola ultimaedad. ¿En qué torá estan escritos?, ¿en la torá del viejo testamento?, ¿o en la Torá del Evangelio?...

Jesucristo dio su vida para enseñarnos la Torá del Evangelio, y la Torá del Evangelio dejó abolida tu "torá" del viejo testamento, pues tu "torá" estaba llena de preceptos de hombres porque los escribas la habían cambiado en mentira. Así te dicen los profetas:

"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).

"Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13).

Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a los escribas y fariseos:

"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9

Hay que volver al Evangelio porque el Evangelio es la única y verdadera Ley de Dios, y por enseñar los mandamientos del Evangelio dio su vida Jesucristo.

Que había otro propósito al darse los mandamientos; y no era precisamente el de Salvar al Hombre ya que era imposible que alguien los cumpliera debido a la condición imperfecta del Ser Humano.

Hola Carlos. Esa filosofía religiosa está muy extendida, pero es completamente errónea. Los mandamientos que Dios dio desde el principio eran mandamientos de vida y eran un yugo cómodo que los hombres podían llevar sin mucho esfuerzo. Y esos mandamientos dados desde antiguo a los hombres, son los mismos mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.

Ahora bien, los mandamientos que era imposible que alguien los cumpliera son los mandamientos del viejo testamento porque los mandamientos del viejo testamento están cargados de preceptos de hombres para matar a las personas, para esclavizarlas y para matar pueblos enteros (hombres, mujeres y niños) y también para imponer sacrificios que Dios no había mandado.

Por eso, el viejo testamento era una carga que nadie podía soportar, porque de sus 613 preceptos, la mayoría sólo son mandamientos crueles de los hombres que Dios no había mandado.

Jesucristo es Dios hecho Hombre, que nos volvía a entregar la verdadera Ley de Dios, que es la Ley del Evangelio. Pero muchos poderosos dictadores de los pueblos (emperador Constantino y sus descendientes, siglo IV) no querían los mandamientos del Evangelio, y por eso se volvieron de nuevo a las leyes del viejo testamento que Jesucristo había abolido y las volvieron a imponer como si fueran Ley de Dios.

El Evangelio mandaba a los ricos que repartieran sus bienes entre los pobres, y también mandaba a los poderosos dictadores que no se hicieran más grandes que los demás y que no mataran a otros hombres. Pero los poderosos de los imperios de terror no podían mantenerse en el poder sin esclavizar y sin matar a sus semejantes, por eso abandonaron los mandamientos del Evangelio y se volvieron de nuevo a las leyes del viejo testamento para volverlas a imponer como si fueran mandamientos de Dios.

Carlos escribe:

El propósito de la ley no era salvar sino condenar, si no hay mandatos no hay trasgresores

Eso es una filosfía muy explotada por muchos religiosos amigos de las leyes del viejo testamento, pero nada de eso enseña Jesucristo en el Evangelio. Jesucristo nos da los mandamientos de Dios y nos manda que cumplamos con ellos:

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)

Ésta es la Ley y los mandamientos verdaderos de Dios: los que Jesucristo nos enseña en el Evangelio. Y Jesucristo nos manda que cumplamos con ellos. Lo demás son monsergas religiosas que han confundido al mundo.

ultimaedad escribe:

porque77:
explica
jeremias 8
isaias 24
isaias 29

segun tu esos pasajes sustentan tu idea, explícalo con su contexto y datos históricos.

Te pongo el contexto de esos pasajes sin añadir nada. Si tú no quieres creer en lo que dicen los profetas, entonces no vengas diciendo que crees en la biblia. Te pongo lo que dicen los profetas:

"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

"Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley" (Sofonías 3:1-4).

"Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Yavé de los ejércitos". (Malaquías 2,5-10).

"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).

"Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13).

Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a los escribas y fariseos:

"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9

Esto es lo que dicen los profetas y Jesucristo, ¿y para qué discutir?... Si tú crees que los profetas y Jesucristo hablaron en vano y que los escribas y fariseos enseñaban lo correcto, entonces te debes hacer una pregunta: ¿Porque los judíos y rabinos de aquel tiempo mandaron que crucificaran a Jesucristo?

Jesucristo predicaba en contra de muchos de aquellos mandamientos del viejo testamento que tenían los judíos. Si no crees lo que te digo, debes volver a examinar el Evangelio.

ultimaedad escribe:

yehshua predico años enteros y jamas dijo que lo que estaba escrito en la torah fuera falso

Los profetas nos dicen que la Ley había sido cambiada en mentira. Así te dicen los profetas:

"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

"Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley" (Sofonías 3:1-4).

"Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Yavé de los ejércitos". (Malaquías 2,5-10).

"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).

Y Jesucristo abolió muchos mandamientos del viejo testamento, al que tú llamas tu "torá". Seguidamente en otra respuesta te pongo algunos ejemplos...

Jesucristo dejó abolidos muchos mandamientos del viejo testamento porque no eran Ley de Dios

"También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de prostitución, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio". (Mateo 5:...)

Los judíos de aquel tiempo habían escrito en la ley del viejo testamento que podían separarse de las mujeres por muchos motivos cuando se cansaban de ellas, pero Jesucristo deja abolidas estos mandamientos. Estos mandamientos estaban escritos como ley de Dios en el viejo testamento y Jesucristo los deja abolidos.

"Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". (Mateo 5:...)

Los judíos tenían costumbre de jurar en muchos casos, y así lo dejan escrito en las leyes del viejo testamento... El Señor deja abolidos estos preceptos sobre los juramentos.

LA LEY DEL TALIÓN ("Ojo por ojo, y diente por diente") ABOLIDA POR JESUCRISTO

"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses". (Mateo 5:...)

Los judíos tenían la costumbre de aplicar la ley del Talión (la ley de la venganza) en sus juicios (ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura..., etc.), y así lo dejan escrito en las leyes del viejo testamento (Éxodo 21:24-25). El Señor dejó abolida esta ley del "ojo por ojo y diente por diente" porque era una Ley que no contemplaba el perdón ni la misericordia.

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen...." (Mateo 5...)

Los judíos, en muchos casos degollaban o ahorcaban a sus enemigos, y no solamente a ellos, sino que luego, como nos dicen las leyes del viejo testamento, entraban en los pueblos vencidos y en muchos casos también degollaban a los niños y a las mujeres..., diciendo que era mandato de Dios. Jesucristo dejó abolidas estas leyes del viejo testamento y nos manda que amemos a nuestros enemigos.

Nadie está obligado a ser cristiano, pero los verdaderos cristianos no deben hacer guerras ni matar a sus enemigos.

La puerta ancha por la que entran muchos es perseguir y matar a los enemigos. La puerta estrecha por la que no quieren entrar muchos es la misericordia y el perdón, y siempre recordar el mandamiento de Jesucristo:

"Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen...."

Nos dice el Viejo testamento:

"Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. (Levítico 20:10)

"Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego". (Levítico 21:9)

No es eso lo que hizo Jesucristo con la mujer adultera en el Ejemplo del Evangelio:

"Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más"(Juan 8).

Con esta enseñanza, Jesucristo dejó abolidos los mandamientos del viejo testamento que mandaban matar a las personas por diversas causas. Hasta aquí hemos recogido algunos ejemplos de mandamientos del viejo testamento que Jesucristo abolió, pero la discusión que mantuvo Jesucristo con los judíos por causa de la ley es mucho más amplia y a esta discusión está dedicada una gran parte del Evangelio. Jesucristo nos enseñó la verdadera Ley de Dios.

Citas de las escrituras que nos dicen que la ley de Dios fue cambiada y que Jesucristo abolió muchas leyes del viejo testamento y nos enseñó la verdadera Ley y los verdaderos mandamientos de Dios: Isaías 29:13; Jeremías 8:7-8; Mateo 15:7-9; Mateo 5:21-48; Mateo 7:12; Mateo 12:7; Mateo 19:16-22; Mateo 22:34-40; Juan 5:16-18; Juan 8: 1-11; Hechos 15; Gálatas 5; Hebreos 7 y 8.