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General: NO ESTAMOS BAJO LA LEY JUDÍA, PERO DEBEMOS GUARDAR LOS MANDAMIENTOS DE JESÚS
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Respuesta  Mensaje 1 de 474 en el tema 
De: Porque77  (Mensaje original) Enviado: 11/09/2014 20:04
NO ESTAMOS BAJO LA LEY DEL VIEJO TESTAMENTO, PERO SÍ DEBEMOS GUARDAR LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO

HAY DOS LEYES DIFERENTES: LA LEY DEL VIEJO TESTAMENTO Y LA LEY DEL EVANGELIO

En las escrituras hay dos leyes muy diferentes: Una es la ley del viejo testamento, con más de 600 preceptos, muchos de los cuáles eran preceptos y tradiciones de hombres, porque la Ley de Dios había sido cambiada por los escribas, cono nos dicen los profetas: Jeremías 8:7-9, Isaías 10:1-2, Sofonías 3:1-4, Malaquías 2:5-10, Isaías 29:13, Mateo 15:7-9.

Y la otra Ley es la Ley de Jesucristo y sus misericordiosos mandamientos que nos enseña el Evangelio, y que nos vuelve a enseñar la verdadera Ley de Dios. Pero muchos no quieren recordar lo que nos enseña el Evangelio, pues, interpretando mal las cartas de pablo, nos predican que los cristianos no estamos bajo la Ley.


Los que interpretan mal las cartas de Pablo han confundido al mundo, pues quieren hacer ver que Pablo enseña que estar bajo la Ley es estar bajo maldición, pero esto es totalmente erróneo, pues Pablo en sus cartas nos habla de dos leyes:

Una es la maldición de la ley del viejo testamento. Y la otra es la Ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús (la Ley del Evangelio y sus misericordiosos mandamientos).

Muchos seguidores de las cartas de Pablo y no del Evangelio, interpretan mal las cartas, pues cuando Pablo dice que no estamos bajo la ley, en algunos casos no especifica a qué ley se refiere, y muchos interpretan que los cristianos no tenemos ninguna Ley, ni siquiera los mandamientos de Jesucristo. Y esto es completamente erróneo y contradice al Evangelio..., porque los cristianos tenemos los mandamientos de Jesucristo y debemos guardarlos si queremos entrar en la vida:

"si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mateo 19:16-22)


Las escrituras de las cartas que cuando hablan de la ley no especifican a qué ley se refieren, es uno de los puntos difíciles de las cartas de Pablo que muchos interpretan mal, queriendo anular con ello los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio, mandamientos que son mandamientos de vida y son una bendición. Veamos las escrituras de las cartas:

" Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley" (Gálatas 3:10-12)

Cuando Pablo escribía estas cosas, se refería al libro de la ley que tenían los judíos: " Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley"...

El libro de la ley que tenían los judíos eran los libros de las leyes del viejo testamento. Y a eso es a lo que se referían las cartas. Pero debemos comprender que esta escritura, al no especificar claramente a qué ley ser refiere, pasa a ser uno de los puntos difíciles de las cartas de Pablo que ha sido mal interpretado y ha confundido a muchísimos cristianos.

Otro punto difícil: " El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe". Cuando Pablo dice que el justo por la fe vivirá, se está refiriendo a la fe en Jesucristo, y tener fe en Jesucristo es guardar sus mandamientos: "si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos" (Mateo 19:16-22)

Por otro lado, cuando las cartas nos dicen que la ley no es de fe, se refieren a la ley del viejo testamento, que no es igual a la fe, y tener fe en Jesucristo es guardar sus mandamientos.

Estos escritos atribuidos a Pablo están faltos de estos detalles y dan lugar a diversas interpretaciones que ya conocemos, y que van encaminadas a anular los mandamientos de Jesucristo escritos en el Evangelio. Jesucristo nos dio sus mandamientos y dijo:
"si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos". Entonces, esos puntos difíciles de las cartas que están faltos de estos detalles sólo se pueden entender si los examinamos a la luz del Evangelio.

Aquel que realmente busca la verdad del Evangelio para entregarse a ella, cuando se encuentra ante estos puntos difíciles de las cartas, busca la respuesta en el Evangelio y enseguida entiende lo que Pablo quería decir aunque textualmente no esté escrito en las cartas.

Pues el que conoce el Evangelio de Jesucristo y lo ama, él sabe que debe guardar los mandamientos de Jesucristo. Y cuando ve las escrituras de las cartas que dicen que no estamos bajo la ley sino bajo la fe en Cristo o bajo la Gracia, él sabe que estamos bajo los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, que nos libró de las leyes de muerte y de esclavitud del viejo testamento.

Lo vuelvo a recordar: En las escrituras hay dos leyes muy diferentes... Una es la ley del viejo testamento, de la cuál Jesucristo abolió muchos mandamientos Y la otra es la Ley de Jesucristo y sus misericordiosos mandamientos, que son la Ley de Vida y que nos libró de las leyes de muerte del viejo testamento.

Y para que a todo cristiano le quede bien claro que estar bajo la fe o bajo la Gracia (la misericordia) de Jesucristo es guardar los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio, debemos recordar siempre su Ley y sus misericordiosos mandamientos, que así nos dicen:


"Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracia tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman". (Lucas 6:31-36)

Como vemos en las Palabras de Jesucristo, estar en la fe o en la Gracia es cumplir con lo que Jesucristo manda... Ahora veamos la Ley y los mandamientos de Dios como los enseña Jesucristo.

La verdadera Ley de Dios es la que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que dice así:

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

Jesús también enseña la verdadera Ley de Dios en preceptos:

"Mas
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)

Ésta es la Ley y estos son los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio. Entonces, los cristianos estamos bajo la Ley, porque, como nos dice Jesucristo, si queremos entrar en la vida, debemos guardar sus mandamientos.

Pero, como hemos visto en el ejemplo del joven rico, muchos hombres ricos, poderosos y codiciosos del mundo, no quisieron seguir los mandamientos de Jesucristo. Y estos son los que hicieron falsas religiones llamadas cristianas para imponer los puntos difíciles de las cartas de Pablo mal interpretados que dicen que no estamos bajo la ley sino bajo la fe en Jesucristo, queriendo con ello anular los mandamientos de Jesucristo.

Estos señores que toman esos puntos difíciles de las cartas de Pablo y que los interpretan mal para decir que no estamos bajo la ley sino bajo la fe, no quieren acordarse de las enseñanzas del apóstol Juan, que cuando nos habla de Jesucristo así nos dice:

"... nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él" (1ª Juan 2:3-4)

Estas palabras del apóstol Juan que nos dice que hay que guardar los mandamientos de Jesucristo, nos explican los puntos difíciles de las cartas que nos hablan de la fe que obra por el amor y que así nos dicen:

" porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor".
(Gálatas 5:6)

La circuncisión son la leyes del viejo testamento, y la fe que obra por el amor son los mandamientos de Jesucristo:


" La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino
el guardar los mandamientos de Dios". (1ª Corintios 7:19)

"no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo". (1ª Corintios 9:19-21)

"Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte".
(Romanos 8:1-2).


Pablo no abolió los mandamientos de Jesucristo, sino todo lo contrario: dio su vida para predicar los misericordiosos mandamientos de Jesucristo por todos los pueblos así como hicieron los apóstoles y discípulos de Jesucristo.

El Evangelio de Jesucristo contiene la verdadera Ley de Dios y los verdaderos mandamientos de Dios. Y el mismo Pablo nos avisa de que no sigamos "evangelio" diferentes al de Jesucristo:

En las cartas de Pablo hay un Pablo escondido, ignorado, silenciado..., que muy pocos quieren recordar. Un Pablo que fue amigo y hermano de los apóstoles y junto a ellos dio la vida predicando el Evangelio de Jesucristo.

Este mismo Pablo cristiano, sintiendo que sus cartas podían ser torcidas y mal interpretadas por aquellos que querían predicar un "evangelio diferente", nos avisó que no siguiéramos "otro evangelio diferente" al de Jesucristo, ni aunque dijeran que el mismo Pablo lo había predicado. Pablo así nos dice:

"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema". (Gálatas 1:6-9).

Como vemos, Pablo dio su vida por el Evangelio de Jesucristo. Y
Jesucristo en el Evangelio nos dio sus mandamientos y dijo: "si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos".

Los mandamientos de Jesucristo son una parte muy importante del Evangelio, son sagrados y, por predicarlos y enseñarlos a los hombres, dio su vida dejándose crucificar.

Los mandamientos de Jesucristo dejaron abolidos muchos mandamientos del viejo testamento. Y a esto se refería Pablo cuando decía que no estamos bajo la ley (las leyes del viejo testamento), sino que ahora estamos bajo la fe, o bajo la Gracia, que es estar bajo los misericordiosos mandamientos de Jesucristo:

"no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo
".
(1ª Corintios 9:19-21)

Todas las escrituras que hemos estudiado nos enseñan que la autoridad de toda escritura y de toda enseñanza la tiene Jesucristo, y Jesucristo no mandó predicar leyes del viejo testamento ni los puntos difíciles de las cartas mal interpretados. Lo que mandó predicar Jesucristo por todos los pueblos fue solamente el Evangelio, con su Ley y con sus mandamientos. El Evangelio así nos dice:

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).


"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).

La Ley y los mandamientos que Jesucristo no vino a abolir son los mandamientos que Jesucristo mismo nos enseña en el Evangelio... y que así nos dicen:

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

Jesús enseña la Ley en preceptos a un joven rico

"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)

Los dos mandamientos más grandes de la Ley de Dios enseñados por Jesucristo

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)

Esta es la Ley que Jesucristo no vino a abolir (la Ley que Jesucristo mismo nos enseña en el Evangelio) y esta Ley y estos mandamientos dejan abolidos todos los mandamientos escritos en el viejo testamento que faltaban a la misericordia y que mandaban esclavitud, desigualdad, castigos terribles y penas de muerte...

Podemos ver varios mandamientos abolidos en las siguientes citas:
Mateo 5:31-48, Mateo 12:1-8, Mateo 20:25-28, Juan 5:8-11, Juan 5:16-18, Juan 8:3-11 y todo el contexto del Evangelio... Y los profetas nos dicen por qué fueron abolidos aquellos mandamientos: Jeremías 8:7-8; Isaías 29:13...

La Ley enseñada por Jesucristo es la misericordia y el perdón..., pues Jesucristo es Dios que se hizo Hombre, y su enseñanza (la misericordia y el perdón) es la enseñanza que nos devuelve la verdadera Ley de Dios que realmente había recibido Moisés. Y ésta es la Ley de Dios que debemos seguir los cristianos: la Ley y los mandamientos del Evangelio.


Lo que Dios quiere es la misericordia y el perdón

"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )


"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)

"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14 )

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Respuesta  Mensaje 10 de 474 en el tema 
De: Apolonio Enviado: 12/09/2014 13:36
Constantino El Grande: Cambió el Día Sábado de descanso por el Domingo

  • El domingo fue declarado día de reposo el 7 de marzo del 321 sustituyendo así el sábado por el domingo, en el cual los mercados permanecerían cerrados, así como las oficinas públicas (excepto para el propósito de la liberación de esclavos). No había restricciones para el trabajo en las granjas.

Para muchos historiadores modernos, algunas de las decisiones que adoptó el emperador Constantino marcaron el tránsito del mundo antiguo al medieval. Constantino gobernó el Impero Romano durante treinta años, hasta su muerte en Nicomedia (actual Izmir, Turquía) el 22 de mayo de 337. Fundador de Constantinopla en lo que era la antigua ciudad griega de Bizancio, en la Iglesia ortodoxa se le venera como santo, y la Iglesia romana le considera un gran benefactor de los cristianos, religión que legalizó promulgando un edicto de tolerancia en el año 313 (Edicto de Milán).

No obstante, cuando la capital del Imperio se trasladó de Roma a Constantinopla, en Oriente, se inició una larguísima decadencia económica que marcaría buena parte de la Edad Media. A los europeos les llevaría casi un milenio recuperar su protagonismo político e influencia económica en el mundo. Ésta no se produciría hasta la era de los grandes descubrimientos geográficos y la posterior colonización de América y otros continentes.

Otra de las decisiones que determinaron la historia de Occidente en los siglos venideros, fue la refundación del cristianismo como una religión de Estado adaptada a las necesidades del Imperio, y bajo la apariencia de una nueva Iglesia institucionalizada, católica y romana. Los cristianos, en adelante, no sólo deberían obediencia a Dios, sino al emperador. Paradójicamente, con el devenir de los siglos, acabaron siendo los monarcas cristianos quienes tuvieron que rendir obediencia a los papas, herederos de los antiguos césares, y someterse a su voluntad.

Tras haberse desembarazado de todos sus rivales políticos, Constantino convocó el primer concilio ecuménico en la ciudad asiática de Nicea (Bitinia, hoy en Turquía) en 325, que legalizó la práctica del cristianismo en el Imperio Romano y puso fin a las persecuciones. Se considera que esto fue esencial para la expansión de esta religión por toda la cuenca mediterránea, y los historiadores, desde Lactancio y Eusebio de Cesarea, hasta nuestros días, presentan a Constantino como el primer emperador cristiano, aunque vivió como pagano y no se bautizó hasta encontrarse en su lecho de muerte. Se dice que sus colaboradores y allegados le temían tanto, que nadie se atrevió a tocar el cadáver hasta que hubieron transcurrido siete días desde el óbito.

A lo largo del siglo III el Imperio Romano había sufrido diversas crisis de variada índole –económicas, demográficas, pandémicas, políticas y militares– que a punto estuvieron de destruirlo. A principios del siglo IV, tras alcanzarse una solución de compromiso, el Imperio estaba dividido en dos mitades, una oriental y otra occidental, y gobernado por dos emperadores mayores o augustos, y dos emperadores menores o césares, que eran a su vez los sucesores reconocidos de los primeros.

Diocleciano y Maximiano eran los augustos, y Constancio Cloro (padre de Constantino) y Galerio, compartían el poder como césares. El joven Constantino sirvió en la corte de Diocleciano en Nicomedia tras el nombramiento de su padre como uno de los dos césares de la tetrarquía en 293. El año 305 marcó el final de la primera tetrarquía con la renuncia de los dos augustos, Diocleciano y Maximiano. De esta forma los dos césares accedieron a la categoría de augustos y dos oficiales ilirios fueron nombrados nuevos césares. La segunda tetrarquía quedaba así formada: Constancio Cloro y Severo II, como augusto y césar respectivamente, en Occidente, y Galerio y Maximino en la parte oriental del imperio, también como augusto y césar cada uno.

Sin embargo, Constancio Cloro cayó enfermo durante una expedición punitiva contra los pictos en Caledonia (actual Escocia), muriendo el 25 de julio de 306. Su hijo Constantino se encontraba junto a él en su lecho de muerte en Eburacum (actual ciudad de York, Inglaterra), en la Britania romana, donde su leal general Croco, de ascendencia germana, y las tropas leales a su padre le proclamaron augusto. Simultáneamente, el césar occidental, Severo II, era a su vez proclamado augusto por Galerio. Ese mismo año el Senado –según la vieja fórmula republicana– nombró césar a Majencio, hijo del anterior tetrarca Maximiano, y éste último regresó también a la escena política reclamando para sí el título de augusto.

Comenzó otro largo periodo de conflictos y guerras civiles que se prolongó por espacio de veinte años. Severo fue traicionado por sus tropas; entretanto Constantino y Maximiano concertaban una alianza. Al final del año 307 había 4 augustos: Constantino, Majencio, Maximiano y Galerio, y un solo césar: Maximino.

A pesar de la mediación de Diocleciano, que se mantuvo neutral intentando actuar como árbitro en la disputa, al final del año 310 la situación era aún más confusa con 7 augustos: Constantino, Majencio, Maximiano, Galerio, Maximino, Licinio –al que había introducido en la pugna el propio Diocleciano rompiendo su neutralidad– y Domicio Alejandro, vicario de África que se había proclamado augusto. Los vicarios eran lugartenientes designados por el emperador, que les enviaba en su representación a las provincias que no estaban regidas por un gobernador. Después de las reformas administrativas de Constantino, se dio el nombre de vicario a los gobernadores de la mayoría de las diócesis, y ejercían su autoridad en ausencia de sus titulares, los prefectos del Pretorio.

En medio de este entorno convulso comenzaron a desaparecer candidatos: Domicio Alejandro fue asesinado por orden de Majencio; Maximiano se suicidó asediado por Constantino, y Galerio falleció por causas naturales.

Majencio fue relegado por los tres augustos restantes y finalmente vencido por Constantino en la decisiva batalla del Puente Milvio, en las afueras de Roma, el 28 de octubre de 312. Una nueva alianza entre Constantino y Licinio selló el destino de Maximino que se suicidó tras ser vencido por éste en 313.

A partir de este punto el Imperio quedaba dividido entre Licinio, en Oriente, y Constantino en Occidente. Tras los enfrentamientos iniciales, ambos firmaron la paz en Sárdica en 317. Durante este periodo ambos nombraron césares según su conveniencia entre los miembros de su familia y círculo de confianza. En el 324, nuevos enfrentamientos terminaron con la victoria de Constantino sobre Licinio en Adrianópolis y Crisópolis.

Constantino representa el nacimiento de la monarquía absoluta, hereditaria y por derecho divino, algo hasta entonces inusual en el Imperio Romano que siempre conservó sus estructuras republicanas. Es más, el título de “Imperator” equivalía al de Generalísimo o Comandante en Jefe de los Ejércitos, no era un título monárquico. Los primeros emperadores, desde César, fueron dictadores vitalicios por acumulación de cargos. César y Augusto se convirtieron en dictadores tras ser reconocidos por el Senado como únicos cónsules. El consulado estaba compartido por dos cónsules elegidos por el Senado.

En cualquier caso, la formula monárquica absolutista, sancionada por la Iglesia, e inaugurada por Constantino el Grande, tendría su continuidad tras la desaparición del Imperio, a lo largo de toda la Edad Media y, en muchos casos, hasta el siglo XX. Así, los monarcas medievales lo eran “Por la Gracia de Dios” y los títulos “káiser” y “zar” eran transcripciones derivadas de la palabra “césar”. Asimismo, durante el Medievo hubo varios intentos de restaurar el viejo imperio bajo la apariencia de un Sacro Imperio Romano.

Durante el reinado de Constantino se introdujeron importantes cambios que afectaron a todos los ámbitos de la sociedad del Bajo Imperio. Reformó la corte, las leyes y la estructura del Ejército. Las legendarias legiones romanas desaparecieron y fueron substituidas por cuerpos de infantería pesada muchos más reducidos, y unidades de caballería principalmente.

Pero, seguramente, Constantino sea más conocido por ser el primer emperador romano que permitió el libre culto a los cristianos. Su conversión al cristianismo, de acuerdo con las fuentes oficiales cristianas, fue el resultado inmediato de un presagio antes de su victoria en la batalla del Puente Milvio (312). Tras esta visión extática, Constantino adoptó un nuevo estandarte para marchar a la batalla al que llamaría Lábaro. La visión de Constantino se produjo en dos partes: en primer lugar, mientras marchaba con sus soldados vio la forma de una cruz frente al Sol (Apolo). Tras esto, tuvo un sueño en el que se le ordenaba poner un nuevo símbolo en su estandarte, ya que vio una cruz con la inscripción «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). Mandándolo pintar de inmediato en los escudos de sus soldados, venció a Majencio. En los siglos venideros las cruces figuraron en los escudos de casi todos los ejércitos cristianos. Se dice que tras estas visiones, y por el resultado de la batalla del Puente Milvio, Constantino se convirtió de inmediato al cristianismo. Pero, tal vez fue así por razones políticas.

Una buena parte del ejército romano seguía el culto mitraico, de origen oriental, aunque es cierto que el cristianismo también había ganado muchos conversos entre los soldados y oficiales. Había una buena razón para ello: ambas religiones prometían una vida después de la muerte. Aspecto éste que siempre despertaba el interés de los militares, que arriesgaban la vida constantemente en el combate.

Se cree que la influencia de Elena, su madre, que era una devota cristiana, fue decisiva. No obstante, Constantino, siguiendo una extendida costumbre de la época, no fue bautizado hasta estar cerca de la muerte (337), y fue un obispo arriano, Eusebio de Nicomedia, que no católico, quien le bautizó. Posiblemente, la elección del obispo de Nicomedia fuese un guiño político hacia los arrianos. El arrianismo había sido condenado por la nueva Iglesia católica surgida tras el Concilio de Nicea (325), pero eran muchos los soldados y oficiales, de origen germánico sobre todo, que profesaban esta doctrina cristiana. Eusebio, además, era amigo de la hermana de Constantino, lo que probablemente facilitó el indulto y su vuelta desde el exilio para bautizar al agonizante emperador.

Poco después de la batalla del Puente Milvio (312), Constantino entregó al papa Silvestre I un suntuoso palacio que había pertenecido a Diocleciano, perseguidor de los cristianos, con el encargo de construir una gran basílica dedicada al culto cristiano.

El nuevo edificio se construyó sobre los antiguos cuarteles de la Guardia Pretoriana, y actualmente se la conoce como Basílica de San Juan de Letrán. En 324 el emperador hizo construir otra magnífica basílica en la colina Vaticana, en el mismo lugar donde, según la tradición cristiana, martirizaron a san Pedro: ésta fue la Basílica de San Pedro.

El Edicto de Milán despenalizó la práctica del cristianismo y se devolvieron las propiedades confiscadas a la Iglesia. Tras el edicto de tolerancia se abrieron nuevas vías de expansión para los cristianos, incluyendo el derecho a competir con los paganos en el tradicional “cursus honorum” para acceder a las altas magistraturas del Estado, y también ganaron una mayor aceptación e influencia dentro de la sociedad civil en general. Se permitió la construcción de nuevas iglesias y los líderes cristianos alcanzaron una importancia decisiva.

Envalentonados por las nuevas prerrogativas concedidas por el emperador, los obispos nicenos (católicos) adoptaron unas posturas agresivas hacia otros grupos cristianos a los que consideraban heréticos –especialmente los arrianos– y empezaron a mostrar un carácter abiertamente revanchista hacia los paganos que prefirieron seguir fieles a los antiguos dioses y no aceptaron bautizarse.

Aunque el cristianismo no se convertiría en “única” religión del Imperio hasta que Teodosio así lo dispuso con la promulgación del Edicto de Tesalónica en el año 380, Constantino dio un gran poder económico a los cristianos: les concedió numerosos privilegios y exenciones fiscales, e hizo importantes donaciones a la Iglesia procedentes de las propiedades confiscadas a sus enemigos políticos, algunos de ellos paganos. Asimismo, apoyó la reconversión de muchos templos paganos en iglesias, y dio preferencia a los cristianos en los puestos preeminentes de la administración del Estado.

Como resultado de todo esto, las controversias que habían existido entre los cristianos desde mediados del siglo II, eran ahora aventadas en público, y frecuentemente de una manera violenta. Constantino consideraba que su deber como emperador designado por Dios, era acabar con los desórdenes religiosos, y convocó el Concilio de Nicea (325) para, según él, terminar con los cismas doctrinales que dividían a la Iglesia, especialmente el arrianismo.

Los historiadores señalan, no obstante, que su principal preocupación era la unidad del Imperio, recientemente restituida, y que se podía ver nuevamente resquebrajada debido a estas divergencias religiosas. Muchos consideran que Constantino «creó» la Iglesia católica confiriéndole su impronta personal, y que ésta perduraría mucho tiempo después de su muerte. Los papas lucharon por la unidad de la Iglesia con tanto ahínco y determinación, como Constantino lo hizo por mantener la integridad territorial del Imperio Romano, en el que ya habían empezado a manifestarse los primeros síntomas de la enfermedad que habría de ponerle fin un siglo y medio después.

En Nicea, el emperador impuso el dogma de la Santísima Trinidad presionado por los obispos reunidos en el concilio partidarios del mismo. Uno de los principales motivos de discordia entre los cristianos, aunque no el único. Por otra parte, los defensores de la Iglesia católica sostienen que las bases del dogma ya se daban en la iglesia primitiva, unos 200 años antes de celebrarse el concilio. Así como la definición de «católico», término que proviene del griego καθολικός (katholikós) y que significa “universal”.

Varias creencias que serían luego consideradas dogmas de fe en la Iglesia romana, se forjaron durante las discusiones teológicas habidas en el Concilio de Nicea. Y, aunque la intervención del emperador haciendo valer su posición fue determinante, el análisis de las cartas escritas por Constantino, evidencia en ellas una acusada carencia de formación teológica, por lo que algunos estudiosos descartan la posibilidad de que el emperador pudiese haber influido en la posterior doctrina de la Iglesia debido, justamente, a su profundo desconocimiento en la materia.

Asimismo, muchos se preguntan por qué el papa Silvestre I no asistió a dicho concilio ecuménico, siendo él el más adecuado para presidirlo. Por esto algunos especialistas sostienen que el motivo de su ausencia fue que Constantino estableció en Nicea una nueva religión sincretizada, mezclando elementos paganos y cristianos, y rompiendo definitivamente con las fuentes judías de las cuales procedía el cristianismo original. El resultado final de esta fusión de elementos paganos y judeocristianos habría sido, según esta teoría, la Iglesia católica romana que ha perdurado, con escasísimos cambios, hasta nuestros días.

Constantino inauguró el Concilio de Nicea vestido pomposamente, como un auténtico rey-sacerdote, algo totalmente ajeno a los sobrios usos y costumbres romanos, y más propio de los reyes orientales. El emperador abrió el concilio con un solemne discurso pronunciado en griego, y ataviado con unos pesados y vistosos ropones talares adornados con lujosos brocados hechos en oro y plata. Una imagen que se corresponde más con la de un papa medieval, que con la de un clásico emperador romano.

Entre los títulos que solían ostentar los emperadores –aunque no todos– estaba el de “pontifex maximus” o sumo pontífice, un vestigio honorífico de la época republicana a la que los césares jamás concedieron demasiada importancia. Pero en Nicea, durante el concilio, Constantino ejerció de sumo pontífice a todos los efectos, tal vez, por primera y única vez en la dilatada historia del Imperio Romano.

Varios años después, el emperador Graciano el Joven (muerto en 383) influenciado por Ambrosio, obispo de Milán, prohibió definitivamente los antiguos cultos paganos en todo el Imperio. Acto seguido, renunció al título de “pontifex maximus” por considerarlo incompatible con la fe cristiana, apagó el fuego sagrado del templo de Vesta, y retiró el altar de la Victoria del Senado, a pesar de las protestas de los últimos miembros paganos del Senado. Como represalia, Graciano confiscó sus propiedades; prohibió las donaciones materiales a las Vestales; y abolió otros privilegios que poseían los sacerdotes y sacerdotisas paganos. En apenas dos generaciones, los cristianos pasaron de ser perseguidos, a convertirse en implacables perseguidores de los paganos. El edicto de tolerancia, convirtió a los cristianos en intolerantes que persiguieron a los paganos con la misma saña con la que éstos les habían perseguido a ellos.

Habían existido otros concilios antes que el de Nicea, pero éste fue el primero con carácter ecuménico universal y contó con la participación de alrededor de 300 obispos, lo que supuso una minoritaria participación si tenemos en cuenta que a lo largo del Imperio había alrededor de 1000 obispos.

La importancia de aquel histórico concilio residió en la confección del llamado credo niceno (redactado en griego, no en latín) que, esencialmente, permanece inmutable en su contenido casi 1700 años después de su celebración. Por otra parte, la comunión entre el Estado y la Iglesia remozada surgida del concilio, favoreció enormemente la expansión del nuevo cristianismo católico a través del Imperio con una fuerza inusitada.

Fuente
Wikipedia
 

Respuesta  Mensaje 11 de 474 en el tema 
De: diana8144 Enviado: 12/09/2014 14:25
 Constantino El Grande: Cambió el Día Sábado de descanso por el Domingo
 
  • El domingo fue declarado día de reposo el 7 de marzo del 321 sustituyendo así el sábado por el domingo, en el cual los mercados permanecerían cerrados, así como las oficinas públicas (excepto para el propósito de la liberación de esclavos). No había restricciones para el trabajo en las granjas


Tú, Apolonio, te lias y lias a los demás con tus historietas ya pasadas de moda sobre los emperadores de Roma y sus domingos y fiestas paganas.  Pero yo creo que esto no viene a cuento con lo que se está tratando en este discuion, pues lo que se está tratando segun veo yo es saber cual es la verdadera Ley de Dios.

Los judios dicen que las leyes del viejo testamento son la ley de Dios.

Los paulinistas dicen que los mandamientos de Pablo escritos en sus cartas son los mandamientos de Dios.

Pero nadie sigue fielmente los mandamientos que Jesucristo nos predicó en el Evangelio.


Yo creo que si los cristianos hubieran seguido fielmente los mandamientos de Jesucristo, los imperios de la tierra no llegarian al fin del mundo.


Como dice Porque77, con lo cual estoy de acuerdo:  los cristianos solo debemos seguir los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.


Respuesta  Mensaje 12 de 474 en el tema 
De: diana8144 Enviado: 12/09/2014 14:55
 
Así es Porque77 estamos bajo la gracia y en la Ley de la Libertad. Somos libres de la Ley de la esclavitud.

Estimado GOYOBRITO, estoy de acuerdo en que estamos bajo la Ley de la Libertad, que, como nos dice Porque77, son los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.  Y estos mandamientos de Jesucristo nos hicieron libres de las leyes de esclavitud y de terror que imponian las leyes judias del Antiguo Testamento.

Hasta aquí, estamos de acuerdo.  Pero lo que dices a continuacion no lo veo muy correcto, pues dices:
 
 
Todo el que esté bajo la Ley mosaica está bajo maldición, porque maldito todo el que no permaneciere en ella para cumplirla. Son aproximadamente 613 preceptos que ha de cumplir quien esté bajo la ley, y el que ofendiere en un punto se hace culpable de todos.
 
En esto que dices no estoy de acuerdo porque yo no creo que las leyes del Antiguo Testamento sean los mandamientos que habia recibido Moises.  Como dice Porque77, yo creo que la verdadera Ley que recibió Moises es la que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio.

Jesucristo anuló muchos preceptos del Antiguo Testamento y eso lo enseña muy claramente el Evangelio.  Entonces no puede ser que Jesucristo viniera a abolir la Ley de Dios porque Jesucristo era Dios.

Lo más sencillo y lo más verdadero es que Jesucristo abolió muchos mandamientos del Antiguo Testamento porque no eran mandamientos de Dios.  Y esto es lo que creo que está diciendo Porque77.

Yo creo que debes volver a repasar las respuestas de Porque77 porque a quizas no has comprendido perfectamente lo que él está diciendo.

Yo pienso que la verdadera Ley de Dios que recibió Moises es la misma que nos enseña Jesucristo en el Evangelio, y la verdadera Ley nunca es maldicion, ni la verdadera Ley que recibió Moises ni la que nos enseña Jesucristo en el Evangelio, que para mí es la misma.

La ley que es diferente y que es maldicion y ley de muerte, son las leyes del Antiguo Testamento que son contrarias a lo que manda Jesucristo porque no eran leyes de Dios, solo preceptos de hombres.

Yo pienso que Jesucristo, cuando nos enseñó el Evangelio y dio su vida para enseñarlo, volvió a enseñar al mundo los verdaderos mandamientos que había recibido Moises en la antigüedad.

Jesucristo sólo predicó el Evangelio y esto es lo que mandó a sus discipulos predicar por todos los pueblos.

Por otro lado, los emperadores de Roma y su religion fueron los que impusieron al mundo sus biblias y los que dijeron que eran palabra de Dios todos los mandamientos del viejo testamento y todas las cosas que imponen las cartas de Pablo.  Pero yo no veo que el Evangelio diga esas cosas ni mande predicar esas cosas.

En resumen, que si examinamos el Evangelio con paz y con tranquilidad, podemos descubrir en el Antiguo Testamento y en las cartas que hay muchas cosas que son contrarias al Evangelio y diferentes al Evangelio.



Respuesta  Mensaje 13 de 474 en el tema 
De: El UNGIDO Enviado: 12/09/2014 15:03

Los que viven en el Espíritu ..

No necesitan de leyes terrenas, obviamente..

Solo Dios puede almacenar el viento..



El Ungido




Respuesta  Mensaje 14 de 474 en el tema 
De: Apolonio Enviado: 12/09/2014 21:21
Diana8144
De: diana8144 Enviado: 12/09/2014 06:25
Constantino El Grande: Cambió el Día Sábado de descanso por el Domingo
  • El domingo fue declarado día de reposo el 7 de marzo del 321 sustituyendo así el sábado por el domingo, en el cual los mercados permanecerían cerrados, así como las oficinas públicas (excepto para el propósito de la liberación de esclavos). No había restricciones para el trabajo en las granjas


Tú, Apolonio, te lias y lias a los demás con tus historietas ya pasadas de moda sobre los emperadores de Roma y sus domingos y fiestas paganas. Pero yo creo que esto no viene a cuento con lo que se está tratando en este discuion, pues lo que se está tratando segun veo yo es saber cual es la verdadera Ley de Dios.

Los judios dicen que las leyes del viejo testamento son la ley de Dios.

Los paulinistas dicen que los mandamientos de Pablo escritos en sus cartas son los mandamientos de Dios.

Pero nadie sigue fielmente los mandamientos que Jesucristo nos predicó en el Evangelio.


Yo creo que si los cristianos hubieran seguido fielmente los mandamientos de Jesucristo, los imperios de la tierra no llegarian al fin del mundo.


Como dice Porque77, con lo cual estoy de acuerdo: los cristianos solo debemos seguir los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.

Los mandamientos son diez, Constantino cambió el sabado por el domingo

17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.


Respuesta  Mensaje 15 de 474 en el tema 
De: Apolonio Enviado: 12/09/2014 21:26
De: Apolonio Enviado: 11/09/2014 15:28
por eso es que se guarda el domingo y no el sabado.

 


Amigo Apolonio, eso del domingo no lo mencionan las escrituras.  Ni los profetas, ni el Evangelio, ni los apóstoles, ni las cartas de Pablo nos hablan de domingo. En verdad que no entiendes nada, respiras porque Dios es grande, todos los crfistgianos guardan el domingo, eso lo impuso Constantino, como todos los cristianos, no tienes cerebro.


Respuesta  Mensaje 16 de 474 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 12/09/2014 21:36
 
 
Respuesta  Mensaje 4 de 14 en el tema 
De: ultimaedad Enviado: 11/09/2014 15:08
tienes toda la razon goyo. ustedes no estan bajo la ley, porque no son hijos de Dios.

muy buena tu explicacion.
 
 
Juan 1:12
Contexto
Prólogo
11A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
  
Juan 3:18
El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
  
Mateo 12:21
Y EN SU NOMBRE PONDRAN LAS NACIONES SU ESPERANZA.
 
1 Juan 3:23
Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como El nos ha mandado.

Gálatas 3:26
pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.
1 Juan 3:2
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como El es.
1 Juan 3:10
En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.

1 Juan 3:1
Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El.

 
Lo suyo era el pueblo de Israel, a quien solo le era permitido el pan de los hijo, pero cuando a lo suyo vino, no le recibieron, sino que hicieron con El todo lo que quisieron. No obstante a los que creen en su Nombre, le dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

Respuesta  Mensaje 17 de 474 en el tema 
De: GOYOBRITO Enviado: 12/09/2014 22:01
Porque77 hubo cambio de sacerdocio y por tanto cambio de Ley. Todo el que no permaneciere en la Ley anterior para cumplirla, es maldito. La ley de la libertad es diferente, es la ley del Espíritu, que nos hace libres de la esclavitud.
 
Gálatas 3:10
Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS.
 

Deuteronomio 27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

 
Orden de escribir la ley en piedras sobre el Monte Ebal

27  Ordenó Moisés, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy.

2 Y el día que pases el Jordán a la tierra que Jehová tu Dios te da, levantarás piedras grandes, y las revocarás con cal;

3 y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho.

Cuando, pues, hayas pasado el Jordán, levantarás estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, y las revocarás con cal;

5 y edificarás allí un altar a Jehová tu Dios, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de hierro.

6 De piedras enteras edificarás el altar de Jehová tu Dios, y ofrecerás sobre él holocausto a Jehová tu Dios;

y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de Jehová tu Dios.

8 Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta ley.

Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel; hoy has venido a ser pueblo de Jehová tu Dios.

10 Oirás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.

Las maldiciones en el monte Ebal

11 Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo:

12 Cuando hayas pasado el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.

13 Y éstos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.

14 Y hablarán los levitas, y dirán a todo varón de Israel en alta voz:

15 Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.

16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.

18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.

19 Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.

20 Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

21 Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.

22 Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

23 Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.

24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

25 Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

 26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Respuesta  Mensaje 18 de 474 en el tema 
De: Porque77 Enviado: 14/09/2014 02:22
De: GOYOBRITO Enviado: 12/09/2014 22:01
Porque77 hubo cambio de sacerdocio y por tanto cambio de Ley. Todo el que no permaneciere en la Ley anterior para cumplirla, es maldito. La ley de la libertad es diferente, es la ley del Espíritu, que nos hace libres de la esclavitud.


Amigo GOYO..., la ley del viejo testamento era una ley de muerte porque muchas de sus leyes no eran la verdadera Ley que Dios había dado a Israel, pues la Ley de Dios había sido cambiada por los escribas, como nos dicen los profetas (Jeremías 8:7-8)

Nadie podía permanecer en la ley del viejo testamento porque muchos de sus mandamientos ya no eran la verdadera Ley de Dios sino preceptos de hombres de esclavitud y de muerte.

La Ley de la libertad que nos hace libres de la ley de la esclavitud es la Ley de Jesucristo y sus misericordiosos mandamientos, que son los verdaderos mandamientos que Dios había dado a Moisés. 

Jesucristo dio su vida para restaurar la verdadera Ley que fue dada a Moisés, y nos enseñó en el Evangelio los verdaderos mandamientos de Dios..., mandamientos que deben guardar los hombres si quieren entrar en la vida, porque Jesucristo así dijo:

"Mas
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)

Jesucristo abolió la ley del viejo testamento y nos enseñó de nuevo los verdaderos mandamientos de Dios que había recibido el pueblo en tiempos de Moisés.

Pero aquel joven rico y otros muchos hombres ricos que no querían los mandamientos de Jesucristo, se volvieron a las leyes judías y a las religiones de los hombres para volver a imponer las leyes del viejo testamento que Jesucristo había abolido y las cartas de Pablo mal interpretadas.

Estos hombres codiciosos son los que enseñan que los cristianos no debemos seguir los mandamientos de Jesucristo escritos en el Evangelio.  Jesucristo entregó su vida para enseñarnos los verdaderos mandamientos de Dios, y los hombres codiciosos han impuesto falsas religiones llamadas "cristianas" para anular los mandamientos de Jesucristo.


Respuesta  Mensaje 19 de 474 en el tema 
De: Porque77 Enviado: 14/09/2014 21:39
 
De: El UNGIDO Enviado: 12/09/2014 15:03
 
Los que viven en el Espíritu ..

No necesitan de leyes terrenas, obviamente.
 
Hola ungi,  ¿Es que acaso los mandamientos de Jesucristo son leyes terrenas?...   Antes o despues tendrás que arrepentirte de tu locura...
Los mandamientos de Jesucristo escritos en el Evangelio son sagrados, y por mucho que luches contra Jesucristo y contra sus misericordiosos mandamientos de nada te va a servir... 
 
Tú, como otros muchos sin Ley de Jesucristo, habeis contaminado el mundo con vuestras malas interpretaciones de las cartas de Pablo... Y toda vuestra confusión os viene por haber despreciado el amor que se le debe al Evangelio.





Respuesta  Mensaje 20 de 474 en el tema 
De: El UNGIDO Enviado: 14/09/2014 21:47



He dicho todo el rato : LOS MANDAMIENTOS DE CRISTO SON ESPIRITUALES..




El Ungido

Respuesta  Mensaje 21 de 474 en el tema 
De: Porque77 Enviado: 15/09/2014 12:28
 
Hola ungi,  ¿Es que acaso los mandamientos de Jesucristo son leyes terrenas?...   Antes o despues tendrás que arrepentirte de tu locura...
Los mandamientos de Jesucristo escritos en el Evangelio son sagrados, y por mucho que luches contra Jesucristo y contra sus misericordiosos mandamientos de nada te va a servir... 
 
Tú, como otros muchos sin Ley de Jesucristo, habeis contaminado el mundo con vuestras malas interpretaciones de las cartas de Pablo... Y toda vuestra confusión os viene por haber despreciado el amor que se le debe al Evangelio.

De: El UNGIDO Enviado: 14/09/2014 21:47
 
He dicho todo el rato : LOS MANDAMIENTOS DE CRISTO SON ESPIRITUALES..

 
De nada te sirve decir que los mandamientos de Jesucristo son espirituales si no los declaras y los predicas como Jesucristo te manda y como están escritos en el Evangelio.

Vosotros, los que interpretáis mal las cartas de Pablo, no queréis ni oir hablar de los mandamientos como Jesucrito los enseña en el Evangelio.  Y mientras no prediquéis los mandamientos de Jesucristo, estáis en las manos del anticristo.  Así que empieza a declarar los mandamientos que Jesucristo te enseña en el Evangelio si quieres que creamos que eres cristiano.

Hasta ahora solamente has escrito como escriben los anticristos:  llamándote cristiano pero negando los mandamientos de Jesucristo como los enseña el Evangelio.


Respuesta  Mensaje 22 de 474 en el tema 
De: El UNGIDO Enviado: 15/09/2014 13:25

Los mandamientos y todos los preceptos de la gracia son absolutamente espirituales..

Y obviamente se cumplen en el Espíritu..

El amor es el principio de todas las cosas y regula toda nuestra vida..

Del amor mana  el perdón la misericordia la ofrenda los buenos frutos la profecía..

Y todas las cosas buenas que nos enseña el Señor..


El Ungido



Respuesta  Mensaje 23 de 474 en el tema 
De: Porque77 Enviado: 15/09/2014 15:09
 
De: El UNGIDO Enviado: 15/09/2014 08:25
 
Los mandamientos y todos los preceptos de la gracia son absolutamente espirituales..
 
O sea que para ti los mandamientos escritos en el Evangelio no son espirituales ni tienes que predicarlos. Entonces tu estas en contra de los mandamientos de Jesucristo escritos en el Evangelio.

El amor es el principio de todas las cosas y regula toda nuestra vida..
 
Tu no cuidas del Evangelio que predicó y enseñó Jesucristo, entonces no sabes lo que es el amor, porque el amor te lo enseña Jesucristo.  Las escrituras del Evangelio son las que te enseñan lo que es es amor verdadero.  Yo siempre te estoy mostrando las palabras del Evangelio que te enseñan lo que es el amor.

Tu amor es un amor raro, indefinido..., que rechaza la enseñanza del amor escrita como te la enseña Jesucristo.  Entonces, desprecias el Evangelio de Jesucristo, y si lo desprecias, en ti no hay amor.

Tú y todos los que edificáis doctrinas sobre los puntos difíciles de las cartas de Pablo mal interpretados, no seguís el Evangelio escrito de Jesucristo, porque el Evangelio escrito te manda repartir los bienes entre los pobres y tú no quieres cumplir con el mandamiento del Evangelio.  Por eso, prefieres un "evangelio" diferente que nada tiene que ver con el Evangelio escrito y conocido en el mundo entero.

Del amor mana  el perdón la misericordia la ofrenda los buenos frutos la profecía..
 
¿Y cómo se cumplen esas cosas?, ¿según a ti te interesa?, ¿o como te manda Jesucristo en el Evangelio escrito por los apóstoles y primeros cristianos?...

Los apóstoles y primeros cristianos sabían que iban a aparecer en el mundo hombres como tú, que dicen que tienen fe pero no aman los mandamientos escritos en el Evangelio.  Por eso, ellos escribieron el Evangelio para que quedara escrito y así nadie pudiera engañar a los cristianos con filosofías y cuentos.

Y todas las cosas buenas que nos enseña el Señor..

Y esas cosas buenas que nos enseña el Señor, ¿dónde estás escritas?...  ¿En el Evangelio escrito? ¿o en tu corazón que no ama el Evangelio escrito por los apóstoles?...

Lo que tú llamas inspiración, que desprecia los mandamientos de Jesucristo escritos en el Evangelio, no es inspiración, sólo son los deseos de tu corazón.   Y de los deseos del corazón del hombre salen muchas cosas malas, pues así te dice el Evangelio:

"Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las prostituciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre" (Mateo 15:18-20)

Y para no seguir los malos deseos de tu corazón, debes hacer lo que Jesucristo manda.  Y para saber lo que Jesucristo manda, debes leer el Evangelio y estudiarlo como está escrito para conocer su Ley y sus mandamientos.

Aquellos que dicen que no necesitan el Evangelio escrito, es porque sólo quieren seguir los deseos de la carne, los deseos de su corazón.  Y estos son los que predican falsas religiones que han confundido al mundo.

 

Respuesta  Mensaje 24 de 474 en el tema 
De: el señor pastor Enviado: 15/09/2014 15:26
El ungido es un chiflado ,se guia por donde le da su locura.


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