LOS PRIMEROS CRISTIANOS NO IMPONÍAN PENAS DE MUERTE ni GUERRAS...
Las naciones antes de Jesucristo en su mayoría imponían penas de muerte para los que faltaban a las leyes, también acostumbraban a hacer guerras contra sus enemigos. Y esto es lo que imponian las leyes del viejo testamento judío. Pero Jesucristo, que es Dios, al ver todas aquellas leyes tan crueles que imponían los hombres, entonces se hizo hombre y vino a enseñar al mundo los Verdaderos mandamientos de Dios, que dejaron abolidas las penas de muerte y las guerras que hacían los pueblos.
El Señor dijo: NO MATARÁS... Y con esto dejó abolidas las penas de muerte, porque aquellos actos eran tan crueles y despiadados, que eran antinaturales y contrarios a los mandamientos de Jesucristo.
Jesucristo, que es Dios hecho hombre, también mandó que los hombres amaran a sus enemigos, y con esto acabó con todas las guerras que hacían los pueblos unos contra otros. Y estas enseñanzas de Jesucristo fueron recogidas con mucho amor y mucho celo por sus Apóstoles y discípulos, que así lo dejaron escrito en el Evangelio de Jesucristo.
¿Pero qué pasó después de Jesucristo?... Lo que pasó es que los hombres, despreciando los mandamientos de Jesucristo, impusieron religiones que volvían a imponer como castigo las leyes que imponían las penas de muerte y las guerras que Jesucristo había dejado abolidas. Y estas religiones que volvieron a imponer las penas de muerte y las guerras contra los enemigos, se hicieron llamar religiones cristianas, y así es como confundieron al mundo, y desde entonces no han parado las penas de muerte, las guerras y los genocidios.
Estas falsas religiones llamadas cristianas y que no guardaron fielmente los mandamientos de Jesucristo, para imponer de nuevo sus penas de muerte, sus guerras y sus genocidios, se opoyaron en las leyes del viejo testamento judío y también en las cartas atribuidas a Pablo que ya corrían por las comunidades cristianas desde el siglo IV y que imponían las penas de muerte o la ley de la espada que imponían los dictadores pderosos de las naciones. Pues estas cartas, las cartas atribuidas a Pablo, dicen que estemos sometidos a las autoridades del mundo, sin distinguir entre autoridades buenas o malas:
"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas....... porque no en vano lleva la espada........ Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos......" (Romanos 13:1-6).
Y en estas citas de las cartas atribuidas a Pablo, con su ley de la espada..., y las leyes del viejo testamento judío, con sus leyes de penas de muerte, guerras y genocidios donde se mataba a hombres, mujeres y niños, se justificaron los gobernantes de las naciones del mundo para confundirlo y volver a imponer esas atrocidades, faltando con ello a todos los respetos que se deben a Jesucristo y a toda la enseñanza misericordiosa del Evangelio.
Pablo, después de su conversión, llegó a ser un fiel seguidor de los apótoles, así como nos relata el libro de los Hechos de los apóstoles. Pero luego aparecieron las cartas atribudas a Pablo en las que se justifica la ley de la espada de los poderosos dictadores. Y estos son los puntos difíciles de estas cartas, puntos difíciles que los indoctos torcían, así como nos dice el apóstol Pedro, que así dejó escrito:
"Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". (2ª Pedro 3:15-18.)
Concilios de las grandes religiones llamadas cristianas donde se volvieron a imponer las penas de muerte, las guerras y los genocidios.
Estos concilios fueron presididos por los Emperadores de Roma del siglo IV después de Jesucristo, en tiempos de los Emperadores Constantino y sus hijos, que también fueron Emperadores de Roma.
Primeros escritores eclesiásticos del imperio de Roma que volvieron a justificar las penas de muerte y la ley de la espada:
Agustín de Hipona y Tomás de Aquino...
En la siguiente dirección de páginas web podemos leer más información sobre este tema de las penas de muerte:
Los gobernantes se burlaban de Jesús cuando estaba crucificado:
"Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí........ Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él.... (Lucas 23:33)
Estas cosas hacían los gobernantes, pero Jesucristo, cuando un discípulo suyo quiso defenderle con la espada en la mano, le reprendió y le dijo que envainara la espada. Y también, cuando Jesucristo entregó los mandamientos del Evangelio a sus discípulos, les dio los mandamientos que así dicen: "NO MATARÁS", "misericordia quiero" y perdonar las faltas de los hombres hasta setenta veces siete.
--- Las cartas atribuidas a Pablo llaman a Pablo "maestro", pues asi dicen:
"Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad". (1ª Timoteo 2:7)
El Señor dejó abolida esta ley del "ojo por ojo y diente por diente" porqera una Ley que no contemplaba el perdón ni la misericordia.
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )
Cuando se falta a la misericordia se puede condenar o matar a muchos inocentes... Jesucristo que es Dios había dicho desde el principio: NO MATARäS... Pero los escribas judíos habían escrito en sus leyes que los hombres pueden matar a sus enemigos
En ninguna parte del Evangelio nos dice Jesucristo que los sacrificios antiguos fueron reemplazados por el sacrificio de Cristo. Eso solo viene en las cartas atribuidas a Pablo que fueron torcidas por los indoctos. No se puede ser cristiano y seguir otras doctrinas diferentes a la doctrina de Cristo. La doctrina de Cristo es el Evangelio y punto, no hay nada más.
Jesucristo dice misericordia quiero y no sacrificios, entonces no es correcto que alguien venga diciendo que a Jesucristo le agrada el sacrificio que hicieron con Él. ¿Te gustaría a ti que te sacrificaran, te torturaran y te crucifican? Por supuesto que no. Pues a Jesucristo tampoco le gustó que le crucificaran, pues sudó gotas de sangre de terror cuando vio que le iban a crucificar. Entonces a Jesucristo no le agradaban los sacrificios ni aquel sacrificio que hacían con Él.
Jesucristo es el Verbo que se hizo carne. Y antes del Verbo (la Palabra) no existía nada, pues al principio era el Verbo, la Palabra y por el Verbo de Dios, la Palabra de Dios, fueron creadas todas las cosas, porque la Palabra era Dios. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
Y eso no es doctrina de religiones de hombres sino lo que enseña el Evangelio:
Juan 1:1 Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. 1:2 El estaba al principio en Dios. 1:3 Todas las cosas fueron hechas por EL, y sin El no se hizo nada de cuanto ha sido hecho. 1:4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Además hay otros muchos testimonios en las escrituras que enseñan que Jesucristo es Dios. En la siguiente respuesta (post 2) trataré de escribir testimonios de las Escrituras que nos enseñan que Jesucristo es Dios.
Jesucristo NO quería que le crucificaran (que le sacrificaran)..., pues sudó gotas de sangre cuando sintió que le iban a crucificar...
Pero Él dejó que le crucificaran para que sus hijos comprendieran que la verdadera Ley de Dios manda misericordia y perdón para todos, y aquellos que imponen penas de muerte (sacrificios humanos), antes o después, condenan a los hijos de Dios (a las personas inocentes), igual que crucificaron a Jesucristo. Por eso Jesucristo así les dijo a los judíos:
"Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12,7).
"Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen...." (Mateo 5...)
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa....... ". (Mateo 5:...)
"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen...." (Mateo 5...)
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
Y Jesús dijo:
No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 19:16-22)
LA LEY DE LOS CRISTIANOS es LA LEY del Evangelio...
Varias
religiones del mundo quieren anular los misericordiosos mandamientos
que Jesucristo enseñó cuando predicó el Evangelio, y en su lugar quieren
volver a imponer los preceptos de muerte y de esclavitud del viejo
testamento judío que Jesucristo había dejado abolidos porque solo eran
preceptos de hombres, preceptos que
mandaban penas de muerte, guerras y esclavitud. Y Jesucristo así les
dijo a los judíos que ya no guardaban la verdadera Ley de Dios:
"No
todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos
me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en
tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, que estáis obrando sin Ley". (Mateo 7:21-23)
Jesucristo también nos enseña la Ley en
preceptos:
"........
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué
más me falta? Jesús
le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a
los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os
digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de
una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios". (Mateo
19:16-24)
Ésta es la Ley y estos son los preceptos que
Jesucristo no vino a abolir, los que Jesucristo mismo nos enseña en
el Evangelio... Pero del viejo testamento Jesucristo sí que abolió
muchos mandamientos, como se pueden ver en las siguientes citas del
Evangelio:
Mateo
5:31-48, Mateo 12:1-8, Mateo 20:25-28, Juan 5:8-11, Juan 5:16-18,
Juan 8:3-11 y todo el contexto del Evangelio.
Como
podemos ver en estas citas, Jesucristo, con los mandamientos del
Evangelio, dejó abolidos los preceptos del viejo testamento que
mandaban: esclavitud, sacrificios, "ojo por ojo y diente por
diente"; quemar a las hijas que no iban vírgenes al matrimonio;
matar a pedradas a los hijos desobedientes, a las mujeres acusadas de
adulterio, a los hombres que recogían leña en día de reposo, y
otras penas de muerte; y también abolió hacer guerras y matar a los
hombres, mujeres y niños de los pueblos
vencidos...
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )
Los judíos y romanos amigos de las guerras y las penas de muerte, mandaron y crucificaron a Jesucristo haciéndole sufrir terribles dolores... Y Jesucristo era inocente. Y Jesucristo dejó que todo sucediera así para que los hombres no volvieran a imponer las penas de muerte... Porque los que imponen penas de muerte, antes o después condenaran a muerte y matarán otra vez a Jesucristo (en los inocentes)...
El señor quiere misericordia y no sacrificios, y mucho menos los sacrificios humanos las penas de muerte. Todo el contesto del Evangelio nos manda: NO MATARÁS...
«Huyamos de toda vanidad; odiemos absolutamente las obras del mal camino. No viváis solitarios, replegados en vosotros mismos, como si ya estuvierais justificados, sino, reuniéndoos en un mismo lugar, inquirid juntos lo que a todos en común conviene.....» (Carta de Bernabé 4,10).
«Comunicarás en todas las cosas con tu prójimo, y no dirás que las cosas son tuyas propias, pues si en lo imperecedero sois partícipes en común, ¡cuánto más en lo perecedero!..... No seas de los que extienden la mano para recibir y la encogen para dar. Amarás como a la niña de tus ojos a todo el que te habla del Señor». (Carta de Bernabé 19,8-9)
Jesucristo nos mandó predicar por todos los pueblos solamente el Evangelio. Entonces, ¿CUAL ES EL CAMINO VERDADERO?... ¿las leyes del viejo testamento? ¿las cartas atribuidas a Pablo? ¿las biblias impuestas por las religiones? ¿o el Evangelio?... Jesucristo nos mandó predicar solo el Evangelio: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16,15-16).
Pero el Evangelio mandaba que se repartieran los bienes entre los pobres, y a los poderosos dictadores de las naciones les mandaba que no mataran a nadie ni esclavizaran a nadie. Desde entonces, los hombres codiciosos de poder y riquezas dejaron desplazada la Ley del Evangelio y en su lugar impusieron sus biblias para llamar "palabra de Dios" y "ley de Dios" a todas las leyes de muerte y de esclavitud escritas en el viejo testamento y también a todo lo escrito en las cartas atribuidas a Pablo...
"Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaros a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos".(Apocalipsis 19:17-21).
La
Ley de Dios fue cambiada según anunciaron los profetas
La Ley que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que
mandaba que los hombres tuvieran misericordia y perdonaran a sus
semejantes, es totalmente contraria a muchos preceptos del viejo
testamento, preceptos que Jesucristo dejó abolidos porque no eran
verdadera Ley de Dios, sino preceptos de hombres, pues la Ley de Dios
fue cambiada por los escribas, como dicen los profetas:
"... mi pueblo no conoce el
juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de
Yavé está con nosotros? Ciertamente
la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas"
(Jeremías 8:7-9).
"Ay
de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben
prescripciones tiránicas
para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los
desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los
huérfanos" (Isaías 10,1-2)
"Y
la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las
leyes, cambiaron los
mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno"(Isaías
24:5-6)
MANDÓ DIOS A LOS HOMBRES MATAR A HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS DE LOS PUEBLOS VENCIDOS?...
Jesucristo
es Dios hecho Hombre. Y Jesucristo guiaba a Moisés y al pueblo cuando
atravesaba las naciones paganas. Entonces, la pregunta también se podía
formular de la siguiente manera: ¿Mandó Jesucristo matar a hombres,
mujeres y niños de los pueblos vencidos?...
Jesucristo es Dios. Y
cuando predicó el Evangelio, restauró los verdaderos mandamientos que
Dios había dado a los hombres desde el principio. Y estos mandamientos
son todos misericordiosos y están en contra de las leyes del viejo
testamento que mandaban penas de muerte guerras y genocidios.
Jesucristo, con sus enseñanzas del Evangelio, abolió todos los
mandamientos del viejo testamento que mandaban penas de muerte, guerras y
genocidios, y los abolió porque esos mandamientos no eran
misericordiosos y por lo tanto, no eran mandamientos dados por Dios,
pues sólo eran preceptos de hombres.
La Ley que Dios había dado
al pueblo en tiempos de Moisés y que Jesucristo no había venido a
abolir, es la Ley que Jesucristo nos vino a enseñar cuando predicó el
Evangelio. Y de esta Ley del Evangelio así nos dice:
"todas las
cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
TODAS LAS RELIGIONES DICEN que ellos son el verdadero pueblo de Dios...
Católicos,
protestantes, judíos, mahometanos etc, todos se hacen llamar pueblo de
Dios. Pero todos están de acuerdo en hacer guerras contra sus enemigos, y
en muchos casos imponen penas de muerte. Pero el verdadero pueblo de
Dios no imponen penas de muerte, ni guerras, ni genocidios.
El
Verdadero pueblo de Dios solo sigue los mandamientos que Jesucristo
enseña en el Evangelio. Y el Evangelio manda ...NO MATARÁS.... y tener
misericordia con todos.