BIBLIAS HABLAN DE SACRIFICIOS, PERO DIOS NO HABÍA MANDADO SACRIFICIOS...
Los
"testigos de Jehová", los "evangélicos, los judíos y otras religiones
Judaizantes imponen la creencia de que todas las leyes de penas de
muerte y de sacrificios del viejo testamento son mandamientos de Dios,
pero nos dicen las escrituras que Dios no había mandado sacrificios:
JESUCRISTO TAMBIÉN ABOLIÓ DEL VIEJO TESTAMENTO LAS LEYES SOBRE LOS
SACRIFICIOS, QUE ERAN INSOPORTABLES PARA LOS POBRES (sacrificios , que
Dios no había mandado)...
No es lo mismo ofrendas de amor en
agradecimiento a Dios, que no cuesten sacrificios, que los sacrificios
que a veces tenían que hacer los pobres, que Dios no había mandado, y
que les imponían los sacerdotes cuando los pobres en muchos casos no
tenían ni para comer. Jesucristo, cuando nos habló de los sacrificios,
así nos dijo:
"Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12,7).
Los verdaderos mandamientos que había dado Dios desde el principio son los mandamientos del Evangelio, que mandan:
"NO MATARÁS", perdonar a las personas setenta veces siete, amar a
nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos persiguen y tener
misericordia con todos... También manda a los ricos que repartan todos
sus bienes entre los pobres y que no condenen ni maten a sus
semejantes... porque lo que Dios quiere es la misericordia y no los
sacrificios, y mucho menos los sacrificios humanos, esto es, las penas
de muerte y los genocidios donde se mataba a hombres, mujeres y niños.
"Jesús
los llamó y les dijo: "Sabéis
que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las
oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así,
sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro
servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el
servidor de todos; de
la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido,
sino a servir
y dar su vida en redención de muchos".
(Mateo 20:25-28.)
"Jesús
los llamó y les dijo: "Sabéis
que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las
oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así,
sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro
servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el
servidor de todos; de
la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido,
sino a servir y dar
su vida en redención de muchos". (Mateo
20:25-28.)
"Porque
el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces pagará a
cada uno conforme a sus obras".
(Mateo 16:27)
Y el apóstol
Santiago así nos dice:
"Si
en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo,
bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis
pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. Porque
cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se
hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio,
también ha dicho: No matarás.
Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho
transgresor de la ley. Así
hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley
de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que
no hiciere misericordia;
y la misericordia triunfa sobre el juicio". (Santiago
2:8-13)
"Mas
el que mira
atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra,
éste será bienaventurado en lo que hace". (Santiago
1:25)
Leyes sobre los
sacrificios escritos en el viejo testamento que Dios no mandó
El mismo viejo testamento nos indica que no todos los preceptos
del viejo testamento son palabra de Dios. Pues debemos recordar que en los cinco
libros llamados de Moisés hay muchos capítulos dedicados a los sacrificios y
holocaustos. Solamente en Levítico hay 10 capítulos seguidos dedicados a los
sacrificios y holocaustos, escritos como si fueran palabra de Dios. Sin embargo
nos dicen los profetas que Dios no mandó sacrificios:
"Así ha dicho Yavé de los ejércitos,
Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed
la carne. Porque no hablé yo con vuestros
padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que
los saqué de la tierra de Egipto". (Jeremías
7,21-22).
"¿Qué me importa la multitud de
vuestros sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y
de grasa de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me
hastía. Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién
pide eso de vosotros?"(Isaías 1,11-12).
"Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído
me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas". (Salmos
40,7).
Oseas nos dice: "Porque yo quiero amor, no
sacrificios; conocimiento de Dios, que no
holocaustos" (Oseas 6,6).
Jesucristo también nos dice: "Si hubierais
comprendido lo que quiere decir: "Misericordia
quiero y no sacrificios", no condenaríais
a los inocentes". (Mateo 12,7).
Entonces, si Dios quiere misericordia y no sacrificios, ¿cómo iba a mandar
sacrificios?...
Y la carta a los Hebreos también dice:
"Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio
y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste
cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado
no te agradaron. Entonces dije: He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito
de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y
holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las
cuales cosas se ofrecen según la ley)". (Hebreos 10:5-10).
En
el Pacto que Dios hizo con Israel, la Ley de Dios fue escrita en
tablas de piedra. En el Nuevo Pacto Dios escribiría su Ley en la
mente y en el corazón de sus hijos.
"Pero
ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un
mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque
si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera
procurado lugar para el segundo.
Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el
Señor,
En que estableceré
con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No
como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de
la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no
permanecieron en mi pacto,
Y
yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Por
lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después
de aquellos días, dice el Señor: Pondré
mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las
escribiré;
Y
seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
Y
ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano,
diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde
el menor hasta el mayor de ellos.
Porque seré propicio a sus
injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades. Al
decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por
viejo y se envejece, está próximo a desaparecer".
(Hebreos
8,6-13)
""No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
La
Ley que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que mandaba que los
hombres tuvieran misericordia y perdonaran a sus semejantes, es
totalmente contraria a muchos preceptos del viejo testamento,
preceptos que Jesucristo dejó abolidos porque no eran verdadera Ley
de Dios, sino preceptos de hombres, pues la Ley de Dios fue cambiada
por los escribas, como dicen los profetas:
"...mi
pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los
escribas"
(Jeremías
8:7-9).
"Y
la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las
leyes,cambiaron
los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno"
(Isaías
24:5-6).
Juan el Bautista con el
espíritu y el poder de Elías
Y se
le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del
altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió
temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración
ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre Juan. ..... y
será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y
hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios
de ellos. E irá delante de él con
el espíritu y el poder de Elías,
para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los
rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un
pueblo bien dispuesto". (Lucas 1:11-17)
"Y
se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del
altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió
temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración
ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre Juan. Y tendrás
gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque
será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno
del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que
muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.
E irá delante de él con el espíritu
y el poder de Elías, para hacer
volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a
la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien
dispuesto". (Lucas 1:11-17)
Los judíos celebraban la pascua así como enseñaban las escrituras del viejo testamento que ellos tenían, Y los cristianos celebran la pascua como manda y enseña Jesucristo en el nuevo pacto, así como lo enseña el Evangelio:
""El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?
Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.
Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.
Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce"". (Mateo 26:18
""Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre"". (Mateo 26:27
Jesucristo
nos volvió a enseñar la verdadera Ley de Dios.
Los escribas, antes de Jesucristo, habían cambiado la Ley de Dios que había
recibido Moisés... Jesucristo volvió a enseñarnos los verdaderos mandamientos
de Dios, que así nos dicen:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan
con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque
ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Jesús enseña la Ley en preceptos a un joven rico:
"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué
bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?
Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los
mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu
padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El
joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo
que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones" (Mateo 19:16-22)
"No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". (Mateo 6:19-21)
"Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos? Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros". (Mateo 19:27 )
"Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 12:31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas". (Lucas 12:29) CONCLUSIÓN:
Según las Escrituras, todo lo creado por Dios pertenece a todos los hombres. Y de estas enseñanzas misericordiosas queda excluida la propiedad privada. Y queda excluido que unos hombres sean ricos y otros sean pobres, porque esta forma de vida está en contra de la Misericordia y la misericordia es lo que Dios quiere:
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)
La
vida de los primeros cristianos -todas
las cosas en común-
"Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en
la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a
toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los
apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y
tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus
bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan
en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
alabando a Dios, y
teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser
salvos". (Hechos 2:42-47).
"Y
la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma;
y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que
tenían todas las cosas en común.
Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección
del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así
que no había entre ellos ningún necesitado;
porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y
traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los
apóstoles; y se
repartía a cada uno según su necesidad.
Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre
Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de
Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo
puso a los pies de los apóstoles".
(Hechos 4:32-37)
LOS PRIMEROS CRISTIANOS NO IMPONÍAN PENAS DE MUERTE ni GUERRAS...
Las naciones antes de Jesucristo en su mayoría imponían penas de muerte para los que faltaban a las leyes, también acostumbraban a hacer guerras contra sus enemigos. Y esto es lo que imponían las leyes del viejo testamento judío. Pero Jesucristo, que es Dios, al ver todas aquellas leyes tan crueles que imponían los hombres, entonces se hizo hombre y vino a enseñar al mundo los Verdaderos mandamientos de Dios, que dejaron abolidas las penas de muerte y las guerras que hacían los pueblos.
El Señor dijo: NO MATARÁS... Y con esto dejó abolidas las penas de muerte, porque aquellos actos eran tan crueles y despiadados, que eran antinaturales y contrarios a los mandamientos de Jesucristo.
Jesucristo, que es Dios hecho hombre, también mandó que los hombres amaran a sus enemigos, y con esto acabó con todas las guerras que hacían los pueblos unos contra otros. Y estas enseñanzas de Jesucristo fueron recogidas con mucho amor y mucho celo por sus Apóstoles y discípulos, que así lo dejaron escrito en el Evangelio de Jesucristo.
TODAS LAS RELIGIONES DICEN que ellos son el verdadero pueblo de Dios...
Católicos, protestantes, judíos, mahometanos etc, todos se hacen llamar pueblo de Dios. Pero todos están de acuerdo en hacer guerras contra sus enemigos, y en muchos casos imponen penas de muerte. Pero el verdadero pueblo de Dios no imponen penas de muerte, ni guerras, ni genocidios.
El Verdadero pueblo de Dios solo sigue los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio. Y el Evangelio manda ...NO MATARÁS.... y tener misericordia con todos.