Todos los foristas se disipan en cuentos de magia, filosofías raras, y elucubraciones mentales que nada edifican...¿ Pero donde están los verdaderos cristianos que nos recuerden las enseñanzas del Evangelio?.
Jesucristo nos dijo: "Id por todo el mundo y
predicad el
evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado". (Marcos 16:15-16).
¿QUÉ
PASÓ CON LA LEY DE DIOS A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS,
Y QUIÉN IMPUSO LAS BIBLIAS QUE TENEMOS AHORA?...
Dios tiene toda la autoridad para dar la vida y quitar la vida porque Él es
Dios y conoce los corazones. Pero Dios les dio a los hombres sus mandamientos
para que no hicieran daño a nadie. Y ésta es la Ley que recibió el pueblo
en tiempos de Moisés. Pero luego los poderosos del pueblo lo cambiaron todo,
y los escribas dominados por los poderosos cambiaron la Ley de Dios:
"Ay
de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas
para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los
desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos"
(Isaías 10,1-2)
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las
leyes,cambiaron
los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías
24:5-6).
BIBLIAS HABLAN DE SACRIFICIOS, PERO DIOS NO HABÍA MANDADO SACRIFICIOS...
Los
"testigos de Jehová", los "evangélicos, los judíos y otras religiones
Judaizantes imponen la creencia de que todas las leyes de penas de
muerte y de sacrificios del viejo testamento son mandamientos de Dios,
pero nos dicen las escrituras que Dios no había mandado sacrificios:
JESUCRISTO TAMBIÉN ABOLIÓ DEL VIEJO TESTAMENTO LAS LEYES SOBRE LOS
SACRIFICIOS, QUE ERAN INSOPORTABLES PARA LOS POBRES (sacrificios , que
Dios no había mandado)...
No es lo mismo ofrendas de amor en
agradecimiento a Dios, que no cuesten sacrificios, que los sacrificios
que a veces tenían que hacer los pobres, que Dios no había mandado, y
que les imponían los sacerdotes cuando los pobres en muchos casos no
tenían ni para comer. Jesucristo, cuando nos habló de los sacrificios,
así nos dijo:
"Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12,7).