"El Señor, con mucho amor, puso sus manos sobre mis hombros, y así me
sentí amado y bendecido por Él por unos momentos... Enseguida sentí
que detrás de mí se acercaba mucha gente. Yo miré, y vi los campos
llenos de gente que venía con odio y con rabia buscando a Jesucristo
para matarlo... Era como si el mundo entero se hubiera vuelto loco de
odio contra Jesucristo.
Yo estaba en un puente, y la parte baja del
puente terminaba en los campos donde venia el mundo en manifestación
contra Jesucristo... En la parte alta del puente había un palacio donde
entró Jesucristo con los amigos que le acompañaban, y se cerró la
puerta.
Yo, pronto me sentí rodeado de gente violenta que quería derribar la puerta del palacio para matar a Jesucristo""...
la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte". (Romanos 8:1-2).
Y
es que la gracia de Dios es la misericordia de Dios, y la Gracia de
Dios desde siempre fue manifestada en sus misericordiosos mandamientos,
los mandamientos que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que son la
verdadera Ley que Dios había dado a Moisés y que después Jesucristo nos
reveló en el Evangelio, mandamientos que dejaron abolidos muchos
mandamientos del viejo testamento porque no eran verdaderos mandamientos
de Dios, pues no guardaban la misericordia y el perdón, que son la
verdadera Gracia de Dios:
"Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres". (Proverbios 3:1-4)
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello". (Proverbios 3:21-22
Jesucristo mandó: "NO MATARÁS". Y eso fue lo que Dios había mandado a los hombres desde el principio.
El Señor no mandó que se mate a las personas, sino que se les perdone y que se ame a los enemigos, pues el Evangelio así nos dice:
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra........". (Mateo 5:...)
"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen...." (Mateo 5...)
"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)
Jesucristo nos vino a enseñar de nuevo la verdadera Ley de Dios cuando
el pueblo ya no la conocía porque los escribas habían cambiado la Ley, y
luego mandó a sus discípulos predicar por todos los pueblos solamente
el Evangelio para la salvación de todos los hombres, pues así nos dijo: "Id
por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado". (Marcos 16,15-16)
Nos mandó Jesucristo que siguiéramos las enseñanzas de las religiones?... En el mundo hay cientos o miles de religiones. Todas dicen seguir la verdadera Ley de Dios, pero... ¿es esto cierto? Un estudio profundo del Evangelio nos enseña que son muy pocos los que siguen la verdadera enseñanza de Jesus. Entonces... ¿dónde está la verdadera religion?... Que Dios nos ayude a encontrar el verdadero camino, la verdadera Ley de Dios..., en fin, a poder conocer QUÉ NOS ENSEÑÓ JESUCRISTO REALMENTE.
la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte". (Romanos 8:1-2).
Y
es que la gracia de Dios es la misericordia de Dios, y la Gracia de
Dios desde siempre fue manifestada en sus misericordiosos mandamientos,
los mandamientos que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que son la
verdadera Ley que Dios había dado a Moisés y que después Jesucristo nos
reveló en el Evangelio, mandamientos que dejaron abolidos muchos
mandamientos del viejo testamento porque no eran verdaderos mandamientos
de Dios, pues no guardaban la misericordia y el perdón, que son la
verdadera Gracia de Dios:
"Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres". (Proverbios 3:1-4)
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello". (Proverbios 3:21-22
Las
leyes del viejo testamento estaban cargadas de preceptos sobre
sacrificios y holocaustos diciendo que eran Ley de Dios, pero Dios no
quería sacrificios, entonces aquellas leyes de sacrificios no eran Ley
de Dios. Dios quería misericordia... Y por esto mataron a Jesucristo y a
algunos de sus Apóstoles, porque se oponían a muchas leyes del viejo
testamento que seguían muchos judíos, leyes que nada tenían que ver con
la verdadera Ley de Dios, la que Dios había dado a Moisés en el
principio. Por este motivo, Jesucristo así les dijo:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9
El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, que se las ame y que se tenga misericordia con todos, y así es como seguiremos la Ley de la Gracia.
Todos aquellos que quieran hablar de la Ley de la Gracia negando los mandamientos de Jesucristo, es que no han conocido el Evangelio. Después de esta reflexión, nadie tendrá problema en comprender ahora las palabras de Pablo que volvemos a recordar:
"no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia" (Romanos 6:14).
LOS PRIMEROS CRISTIANOS NO IMPONÍAN PENAS DE MUERTE ni GUERRAS...
Las
naciones antes de Jesucristo en su mayoría imponían penas de muerte
para los que faltaban a las leyes, también acostumbraban a hacer
guerras contra sus enemigos. Y esto es lo que imponían las leyes del
viejo testamento judío. Pero Jesucristo, que es Dios, al ver todas
aquellas leyes tan crueles que imponían los hombres, entonces se hizo
hombre y vino a enseñar al mundo los Verdaderos mandamientos de Dios,
que dejaron abolidas las penas de muerte y las guerras que hacían los
pueblos.
El Señor dijo: NO MATARÁS... Y con esto dejó abolidas
las penas de muerte, porque aquellos actos eran tan crueles y
despiadados, que eran antinaturales y contrarios a los mandamientos de
Jesucristo.
Jesucristo, que es Dios hecho hombre, también mandó
que los hombres amaran a sus enemigos, y con esto acabó con todas las
guerras que hacían los pueblos unos contra otros. Y estas enseñanzas de
Jesucristo fueron recogidas con mucho amor y mucho celo por sus
Apóstoles y discípulos, que así lo dejaron escrito en el Evangelio de
Jesucristo.
JESUCRISTO Y SAN JUAN BAUTISTA: Murieron en Jerusalén. En este lugar también fueron perseguidos muchos cristianos.
SAN JUAN APÓSTOL: Marchó a Efeso, y luego fue desterrado a la isla de Patmos. Fue un gran Evangelista y luchador por la causa de Jesucristo, y de él se recuerdan muchos milagros. Murió de anciano.
SAN FELIPE: Marchó a Escitia y luego a Hierápolis, en Frigia. Sus hechos son admirables, y murió crucificado como Nuestro Señor.
SAN ANDRÉS: Marchó a Escitia, después a los sogdianos y a los pueblos de Etiopía y otros lugares. Su predicación fue acompañada de muchos milagros. Murió en Acaya, durante el imperio de Nerón. Murió crucificado, pero no clavado, sino atado con sogas para que su tormento durara más.
SAN SIMÓN Y SAN JUDAS TADEO: El primero predicó en Egipto y el segundo en Mesopotamia. Después los dos marcharon a Persia. Predicaron en Babilonia y en diversas partes del país, hasta llegar a una ciudad muy importante llamada Suamir. Los sacerdotes de los ídolos, al ver los milagros que realizaba Dios a través de los dos Apóstoles, montaron en tanta cólera, que abalanzándose sobre Simón y Judas, los despedazaron.
SAN MATEO: A este Apóstol le correspondió predicar en Etiopía. Antes de que los Apóstoles se separasen para predicar, San Mateo había escrito su Evangelio, siendo el primero de los Evangelistas, haciéndolo en lengua hebrea o siriaca, que era la común entre los hebreos. San Mateo en Etiopía sufrió muchas calamidades y convirtió a muchos a la fe de Jesucristo. Murió atravesado por las lanzas de los ministros del rey Hitarco.
SANTIAGO EL MENOR, HIJO DE ALFEO: Era tenido por los demás Apóstoles en gran consideración y aprecio. Ananías, sumo sacerdote de Jerusalén, amenazó a Santiago para que no predicara en Jerusalén, pero Santiago aprovechó en la fiesta de Pascua, ya que habían acudido a Jerusalén muchos judíos, y subió a lo alto del templo, a una especie de azotea, para predicarles. Y les predicó a Cristo, y muchos cristianos le escucharon con alegría. Sin embargo, los sacerdotes subieron a lo alto del templo, se apoderaron de Santiago, y lo arrojaron desde lo alto. El santo Apóstol no murió enseguida, y con las fuerzas que aún le quedaban aún pidió perdón para aquellos que le habían hecho tanto daño. Pero muchos judíos le rodearon y, sin piedad, comenzaron a lapidarle. Santiago el Menor había sido jefe de la Iglesia de Jerusalén durante 33 años.
Las
viejas leyes judías mandaban: Penas de muerte, guerras, genocidios
donde se mataban a hombres mujeres y niños, esclavitud y muchos
sacrificios que Dios no había mandado...
Desde entonces, los emperadores de Roma y de otros imperios de terror, imponiendo al mundo sus biblias y dejando mal entendido el Evangelio, se sintieron con las manos libres para seguir imponiendo sistemas de terror...
Y
de esos imperios de terror impuestos por los emperadores de Roma y de
otros imperios de terror, aparecerían luego las terribles inquisiciones
que imponían terribles castigos y que dejaron aterrorizado al mundo...
El Evangelio no mandaba esas atrocidades, y este es el motivo de dejarlo
mal comprendido entre todos los libros de las biblias que los poderosos
de los imperios impusieron...
La
Ley y los mandamientos de Dios fueron cambiados por los escribas, como nos dicen
los profetas Jeremías e Isaías. Entonces, fueron los escribas antiguos
después de Moisés los que cambiaron los mandamientos del viejo testamento:
"Dice,
pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus
labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su
temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado"
(Isaías 29,13).
"...mi
pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís:
Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha
cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías
8:7-9).
"Ay
de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas
para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos
de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos"
(Isaías 10,1-2)
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque
traspasaron las leyes, cambiaron los
mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).
EN NINGUNA DE LAS TRES CITAS PONE BIBLIA. Y ES QUE NO TODO EN LA BIBLIA ES PALABRA DE DIOS, SOLO LO QUE GUARDA RELACIÓN CON LA MISERICORDIA DEL EVANGELIO.
Jesucristo nos predico el Evangelio. Y el evangelio contiene la verdadera Ley de Dios y los verdaderos mandamientos de Dios. Y es que la ley de Dios y los mandamientos de Dios entregados al pueblo judío en tiempo de Moisés, con el tiempo fueron cambiados por los escribas judios, y en ellos había muchos preceptos y tradiciones de hombres que Dios no habia mandado.
De todo este desastre de las leyes judías que ya no guardaban la verdadera Ley de Dios y los verdaderos mandamientos de Dios, que son los mandamientos del Evangelio, muchas religiones que no querían los mandamientos de Jesucristo, desde entonces entablaron una gran discusión para imponer las leyes de los hombres y asi dejar anulada la Ley de Jesucristo..., discusión que aún no has terminado y que es necesario seguir mantenimiento.
Y así decimos: ¿la Biblia? ¿o el Evangelio?... ¿qué debemos seguir los cristianos?...
La Ley y los mandamientos de Dios fueron cambiados
por los escribas, como nos dicen los profetas Jeremías e Isaías.
Entonces, fueron los escribas antiguos después de Moisés los que
cambiaron los mandamientos de Dios y de esta forma el viejo
testamento en tiempos de Jesucristo estaba cargado de preceptos y
tradiciones de hombres. Los profetas nos dicen:
"...mi
pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros?
Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los
escribas"
(Jeremías
8:7-9).
"Así
ha dicho Yavé el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las
naciones y de las tierras alrededor de ella. Y
ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las
naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella;
porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en
ellos". (Ezequiel
5:5-6)
"Y
la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las
leyes,cambiaron
los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno"
(Isaías 24:5-6).
Y
Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les
dijo a los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de
hombres:
"Hipócritas,
bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de
labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí. Pues
en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de
hombres".
(Mateo 15,7-9