La Giralda es testigo del paso de Cristo , tallado  y policromado memoría en madera de un terrible suplicio .

Un centurión romano admirado , comprobará su muerte y clavará su lanza en su costado derecho.

Desde abajo Cristo y el cielo azulado , labores en la madera , adornos de plata y exornos florades rojos como la sangre derramada  , marcan con su belleza la grandeza del instante .

La Virgen se acerca al son del campanillero . Luce galas de muerte , luto sacro , bordados de oro relucen en su manto negro como una noche sin luna .

Rota de dolor ...

Se arrodilla en el suelo tapizado de claveles rojos ante su Hijo .

Ante Cristo , ante su Dios , que permanece agonizando en el madero .

Penitencia descalza en la calle , mientras el aroma de incienso y azahar embriaga el aire junto a la muerte y el dolor . . . Es Nartes Santo en Sevilla .