Capitalismo 2, Democracia 0
BORJA MARÍA ZALLANA DE LOS ACEBOS
El Rincón del Neocon
Hay
semanas en las que uno se siente especialmente orgulloso de ser Neocon.
Ésta ha sido, sin duda, una de ellas. No pueden ustedes imaginarse,
desde luego que no pueden, el placer tan inmenso que supone ver como
los gobiernos elegidos democráticamente por ustedes (ya saben aquella
tontería de un hombre un voto) saltan como vulgares gorrioncillos a la
voz del único y verdadero poder que ha existido y existirá: don dinero.
Si
el gobierno que recula es además progresista, miel sobre hojuelas, y si
es de tu propio país, como es el caso, resulta entonces cuasi orgásmico
(espero perdonen la vulgar expresión). El cheque bebé envainado, los
funcionarios cabreados, los dependientes a seguir esperando, las
pensiones congeladas… ¿Y todo esto para qué? Pues para pagar el agujero
dejado en la economía mundial por los dioses de los neocon: inversores
y banqueros. Y no ha hecho falta más que dar un susto a un país
pequeño, como Grecia, para poner firmes a todos los demás. Imagínense
si nuestros amos se ponen de verdad serios y el susto se lo dan a
España, o no digamos ya a Gran Bretaña o Francia.
Por si esto
no fuera suficiente para demostrar que nuestro adorado capitalismo es
inmune a la democracia, hemos tenido otra manifestación del poderío
conservador con la suspensión del juez que se atrevió a destapar el
caso Gürtel. Ya sé que la mayoría de ustedes siguen pensando que es por
intentar juzgar al franquismo, pero ¿de verdad se creen que muertos
nuestros padres y abuelos nos importa un pepino lo que el jienense este
de las narices pueda averiguar sobre lo que ocurrió en la dictadura? No
sean inocentes. Garzón está pagando por cosas del presente. Nuestros
fieles magistrados del Consejo son hombres del presente y actúan al
dictado de la mano que los alimenta ahora, no por la que los alimentó,
muy bien por cierto, en el pasado. Voten, voten, malditos, sigan
viviendo la ilusión de que su voto sirve para algo.
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