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General: psicoanalisis
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Respuesta  Mensaje 1 de 15 en el tema 
De: nix-hipnos  (Mensaje original) Enviado: 30/10/2011 19:25
Libro Negro del Psicoanálisis
EL LIBRO QUE MATA A FREUD
Ni el complejo de Edipo ni la elaboración de duelo tienen base científica. Psicólogos, expertos y pacientes las emprenden contra el siquiatra austríaco. Los mitos sobre la homosexualidad. Adelanto exclusivo para Chile del Libro Negro del Psicoanálisis.

 


Freud y la cocaína

Por Han Israëls. Historiador de la psicología. Autor de "El caso Freud. Histeria y cocaína".

En 1884 Freud, que entonces tenía 28 años, comenzó sus experiencias con la cocaína, una sustancia relativamente mal conocida en aquella época. Freud quería descubrir algo. Intenta así utilizar la cocaína como medio de liberarse de la morfinomanía: había leído en una revista norteamericana que eso era posible. Lleva a cabo la experiencia con Ernst von Fleischl-Marxow, un colega y amigo que se había vuelto morfinómano luego de una penosa operación quirúrgica.

Si se da crédito a las publicaciones de Freud, la desintoxicación de la morfina fue un acierto total. En 1884, escribe que el morfinómano en cuestión –del que evidentemente no proporciona el nombre– había logrado de inmediato, gracias a la cocaína, abstenerse de la morfina sin padecer síntomas de abstinencia importantes y que además, diez días más tarde, había dejado de tomar cocaína. En 1887 afirmó que era posible curar la morfinomanía por la cocaína y que él había participado directamente en la cura de este tipo, que había sido un éxito total.

Pero en su correspondencia privada, Freud cuenta, ofreciendo detalles, una historia muy distinta. (...) En mayo de 1885, un año después del comienzo del tratamiento, Freud anota en una carta a Martha que Fleischl sólo sobrevivía con ayuda de cocaína y de morfina, y que había utilizado grandes cantidades de cocaína durante los últimos meses. El consumo había sido tal que le había provocado una intoxicación crónica cuyas consecuencias eran un grave insomnio y una suerte de deliriums tremens. Se sentía tan mal que prometía suicidarse luego de la muerte de sus padres.

(...) La lección de esta historia es la siguiente: en sus publicaciones, Freud no tuvo ningún escrúpulo en presentar una terapia desastrosa como un éxito resonante. Un investigador que comunica sus resultados de este modo no merece ser tomado con seriedad. Sólo se puede calificar de estafador.


Los pacientes imaginarios

Por Mikkel Borch-Jacobsen. Filósofo. Autor de siete libros sobre psiquiatría e historia del psicoanálisis.

Una de las razones por las cuales ha sido necesario tanto tiempo para hacerse una idea más precisa de la eficacia de los análisis practicados por Freud es que evidentemente no se conocía la identidad real de sus pacientes. Protegido por el secreto médico, Freud podía entonces permitirse escribir lo que fuera, y sólo muy progresivamente se hizo camino la verdad, a medida que los historiadores lograban identificar a las personas que se ocultaban detrás de los nombres pintorescos de "Elisabeth von R.", del "Hombre de los Lobos" o del "Pequeño Hans". (..) El balance resulta poco convincente.

Señorita Anna O.: Sabemos ya que Bertha Pappenheim no se había curado en absoluto de ningún síntoma histérico por la "cura por la palabra" de Breuer, contrariamente a las aseveraciones repetidas por Freud. Se comprende, en estas condiciones, que ella haya sido más que escéptica en relación con el psicoanálisis: según el testimonio de Dora Edinger, "Bertha Pappenheim no habló nunca de ese período de su vida y se oponía con vehemencia a toda sugerencia de un tratamiento psicoanalítico para las personas que tenía a su cargo, ante la gran sorpresa de la gente que trabajaba con ella".

Cecilia M.: Su verdadero nombre era Anna von Lieben, nacida baronesa de Tedesco. Esta paciente muy importante (y muy rica) que Freud llamaba su "Maestra" (Lehrmeisterin) sufría también múltiples síntomas y excentricidades. Era además morfinómana. Según Peter J. Swales, que fue el primero en identificarla públicamente, su tratamiento con Freud, que duró de 1887 a 1893, no produjo ninguna mejoría en su estado, sino al contrario. Su hija declaró más tarde a Kurt Eissler –que la entrevistó para los Archivos Freud– que la familia detestaba cordialmente a Freud ("todos lo odiábamos") y que la paciente misma se interesaba mucho menos por la cura catártica que por las dosis de morfina que su doctor le administraba con liberalidad: "Vamos, lo único que esperaba de él era la morfina".

El Pequeño Hans: "La historia de enfermedad y curación" del pequeño Herbert Graf no fue tal, como tampoco las de Aurelia Kronich o Ida Bauer. Freud y el padre del niño, Max Graf, gastaron tesoros de ingeniosidad psicoanalítica para la curación de aquello que Freud llamó una fobia a los caballos, considerando que provenía del complejo de castración del pequeño niño. Herbert, que evidentemente parecía tener más sentido común que sus dos terapeutas, atribuía su miedo a los caballos y a otros grandes animales a un accidente de ómnibus del que había sido testigo, en el curso del cual dos caballos habían caído para atrás. En esta segunda hipótesis, mucho más simple y prosaica, no hay por qué asombrarse de que la angustia del niño por los animales se haya atenuado espontáneamente después de un tiempo. ¡Lo sorprendente es más bien que Herbert haya salido indemne del espantoso interrogatorio edípico-policial al que su padre y Freud lo sometieron!

El Hombre de los Lobos: En el caso de Sergius Pankejeff, podemos evaluar la eficacia a largo plazo de sus dos momentos de análisis con Freud, y es rigurosamente nula: sesenta años después, Pankejeff seguía siendo víctima de pensamientos obsesivos y de ataques de depresión profunda, a pesar de un seguimiento analítico casi constante por parte de los discípulos de Freud. Este brillante éxito terapéutico fue en realidad un fracaso total.


Una nebulosa sin consistencia

Por Mikkel Borch-Jacobsen.

No nos preguntaríamos más por qué el psicoanálisis tuvo tanto éxito si estuviéramos persuadidos de su validez. En realidad, la cuestión sugiere implícitamente que no creemos, o que ya no creemos: "¿Cómo explicar que una teoría falsa como el psicoanálisis haya tenido tanto éxito?". Para decirlo de otro modo: "¿Cómo hemos podido engañarnos hasta este punto?".

(...) ¿Qué hay en la teoría psicoanalítica que la vuelve capaz de cumplir tantas funciones? Nada, según mi opinión: precisamente porque es perfectamente vacía, perfectamente hueca, esta teoría pudo propagarse como lo hizo, y adaptarse a contextos tan distintos. Se equivoca quien se pregunta qué explica el éxito del psicoanálisis, ya que nunca hubo algo como el psicoanálisis, al menos entendiéndolo como un cuerpo de doctrina coherente, organizada en torno a tesis claramente definidas y por consiguiente potencialmente refutables. El psicoanálisis no existe; es una nebulosa sin consistencia, un blanco en perpetuo movimiento.

¿Qué hay en común entre las teorías de Freud y las de Rank, de Ferenczi, de Reich, de Melanie Klein, de Karen Horney, de Imre Hermann, de Winnicott, de Bion, de Bowlby, de Kohut, de Lacan, de Laplanche, de André Green, de Slavoj Zizek, de Julia Kristeva, de Juliet Mitchell? Más aún, ¿qué hay en común entre la teoría de la histeria profesada por Freud en 1895, la teoría de la seducción de los años 1896-1897, la teoría de la sexualidad del año 1900, la segunda teoría de las pulsiones de 1914, la segunda tópica y la tercera teoría de las pulsiones de los años veinte? Alcanza con consultar cualquier artículo del "Diccionario del psicoanálisis" de Laplanche y Pontalis para darse cuenta de que el "psicoanálisis" ha sido desde el comienzo una teoría que se renueva (o flota) permanentemente, capaz de tomar los virajes más inesperados.

(...) Freud se permitió a menudo cambiar sus teorías cuando percibía que estaban invalidadas por los hechos (Clark Glymour, Adolf Grünbaum), pero se confunde rigor falsacionista y oportunismo teórico. Ningún "hecho" era susceptible de refutar las teorías de Freud, las adaptaba a las objeciones que se les hacían.


El psicoanálisis decepcionó al mismo Freud

Por Isabelle Stengers. Filósofa de las ciencias belga.

Final de su vida, en el artículo "Análisis terminable e interminable" de 1937, Freud confiesa en términos muy claros el fracaso de toda su empresa. (...) Freud mostró con enorme insistencia que la relación de fuerzas entre el paciente y el analista es desfavorable para este último, en el sentido de que todo lo que puede movilizar en contra de las resistencias del paciente no basta, la mayoría de las veces, para vencerlas. Entonces la técnica psicoanalítica no ha cumplido sus promesas, decepcionó al viejo Freud exactamente de la misma manera en que la hipnosis lo había decepcionado en los tiempos del inicio del psicoanálisis. Desde este punto de vista, este artículo pone un punto al psicoanálisis, un punto verdaderamente final, y, si uno lo lee desde esta perspectiva, como nosotros lo hemos hecho, es algo que resulta del todo evidente.

Encontramos que la mayor parte de los psicoanalistas no lo lee de este modo. Prefieren adoptar otra lectura, que por otra parte ha sido sugerida por el propio Freud: ¿el psicoanálisis es un oficio imposible? Bueno, glorifiquémonos entonces de la práctica a pesar de todo, con todo conocimiento de causa.

(...) Uno puede, sin embargo, plantearse con seriedad preguntas sobre esta última "defensa" del psicoanálisis, que se parece mucho a una pirueta. Porque Freud, antes, unía sin ambigüedades lo cualitativo y lo cuantitativo, en otras palabras, la teoría (la ciencia) y la técnica (la curación). Es el factor cuantitativo, es decir, el alivio eficaz de la curación psicoanalítica, el que le ha servido para promover el análisis como una psicoterapia-que-no-es-como-las-otras. De golpe, uno advierte que ese "hemos tenido razón cualitativamente" suena muy hueco. Flota en el aire, ya que ha perdido todo el apoyo que Freud le había dado antes. En realidad, ese "cualitativamente nosotros tenemos razón" equivale simplemente a un "existimos y vamos a continuar existiendo". Y es así como lo han entendido los psicoanalistas: "Sí, reconocemos que la mayoría de las curaciones son interminables y se saldan por un fracaso, ya que la grandeza del psicoanálisis es reconocerlo y no satisfacerse con falsas curaciones".


Los honorarios sin escrúpulos

Por Peter Swales. Historiador del psicoanálisis galés.

Tres años más tarde (en 1913), en un ensayo titulado "Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis", Freud aborda la cuestión de los honorarios, un tema que omitió profundizar siempre en su obra publicada –tan lamentablemente, hay que señalarlo. Recomienda a los practicantes adoptar desde el comienzo una actitud muy franca. Deben convenir expresamente, con audacia y sin escrúpulos, honorarios suficientemente altos para que los clientes potenciales tengan la impresión de que la prestación que les será propuesta tiene valor. A la "cuestión molesta" de la duración del tratamiento –una cuestión "a la que, de hecho, es casi imposible responder"– Freud argumenta que un analista sólo puede dar garantía de que durará "más de lo que prevé el paciente".

Freud sostuvo que los honorarios elevados estaban justificados por el hecho de que, cualquiera fuera la duración del tratamiento, el psicoanálisis contaba con su promesa de partida: la cura de la neurosis. Por otra parte, es a partir de consideraciones terapéuticas que él recomendó esa actitud interesada; después de todo, la reducción progresiva del volumen del portafolio o del contenido de los bolsillos del paciente podía servirle de aguijón para mejorar en la vida. En virtud de este razonamiento y de la idea de que el pago de honorarios permitía mantener la relación entre el doctor y su paciente en un plan estrictamente profesional, el psicoanalista estaba entonces por la fuerza de las cosas en la imposibilidad de seguir con los pacientes por caridad, lo que, de todas formas, habida cuenta de los tiempos pasados, había sido fuertemente perjudicial para sus ingresos.

El corolario era que se les negaba a los pobres el beneficio del psicoanálisis, y que sólo merced a los dones del dinero, cualesquiera que fueran, podían hacer desaparecer sus neurosis. Con tales propósitos, Freud afirmaba hablar con conocimiento de causa.

Durante diez años, preocupado por hacer llegar la luz hasta los secretos de la neurosis, había atendido siempre a uno o dos pacientes gratis; luego las cosas tomaban un carácter inevitablemente personal, arruinando de manera irreversible la alianza terapéutica.


Cualquiera puede ser psicoanalista

Por Jacques Van Rillaer. Profesor de Psicología de la Universidad de Louvain-la-Neuve en Bélgica.

Detengámonos un poco más en el hecho de que el psicoanálisis es una actividad fácil, lo que poca gente comprende, salvo quienes lo han practicado. Sin embargo, el propio Freud lo ha dicho y lo ha repetido: "La técnica del psicoanálisis es mucho más fácil de aplicar de lo que uno se imagina a partir de su descripción". La regla de atención flotante, que dirige el modo en que el psicoanalista escucha, "permite economizar un esfuerzo de atención que no se podría mantener todos los días durante horas". "Cada uno posee en su propio inconsciente un instrumento con el cual puede interpretar las expresiones del inconsciente de los demás". "El trabajo analítico es un arte de la interpretación, cuyo manejo concluyente demanda cierto tacto y práctica, pero que no es difícil aprender".

(...) En una curación, el analista freudiano adopta esencialmente tres tipos de actividad: (a) escuchar en estado de atención flotante, es decir, sin el esfuerzo de atención; (b) emitir regularmente "hummmm", para asegurarle al cliente que se le está escuchando y que tiene interés en continuar asociando "libremente"… sobre temas freudianos; (c) hacer de tiempo en tiempo interpretaciones, a veces comprensibles, a veces enigmáticas.

La decodificación psicoanalítica es muy simple: en gran parte, consiste en separar las palabras –llamadas "significantes"– y en señalar analogías o significaciones simbólicas. Esto es accesible a toda persona que terminó el secundario y que leyó algunos libros de psicoanálisis. Cuando el cliente hace preguntas comprometedoras, sólo hace falta devolverle el fardo: "¿Por qué me pregunta eso?", "¿Qué interpela eso?", etc. Sus críticas y sus oposiciones se interpretarán como "resistencias", "negaciones" o manifestaciones de una "transferencia hostil". Nunca remiten al analista en cuestión.

Cualquiera puede autorizarse como "psicoanalista" y ejercer este oficio, que no tiene estatus legal. Desde que el psicoanálisis ha tenido éxito, numerosas personas lo han practicado sin haber hecho estudios de psicología o de psiquiatría.


La táctica de la jerga incomprensible

Por Jacques Van Rillaer.

Los freudianos –principalmente en Francia– utilizan bonitas fórmulas y se jactan de una vasta cultura literaria y filosófica. A instancias de Lacan, citan mucho a Platón, a Goethe, a Poe. Conocen algún mito antiguo y desde luego a los poetas surrealistas. Pero no hay que dejarse intimidar, y resulta útil recordar, según el eminente epistemólogo Gaston Bachelard, que "la paciencia del erudito no tiene nada que ver con la paciencia científica". Otro modo de engañar con falsas apariencias es el uso de una jerga incomprensible. Este tipo de lenguaje ofrece seguridad intelectual porque vuelve a la doctrina aparentemente "irrefutable" (a toda objeción, se puede responder: "Usted no ha comprendido nada", "La verdad analítica es otra, está en todas partes"), promueve mistificaciones (haciendo pasar simples acrobacias verbales por nuevas contribuciones al saber), facilita el abuso de poder y de la explotación financiera, proporciona intensas satisfacciones narcisistas. Para no dejar que se burlen de uno, conviene leer el análisis hecho por Erwin Goffman de los procedimientos de mistificación del público. Citemos sus conclusiones: "Como lo muestran innumerables cuentos populares e innumerables ritos de iniciación, el verdadero secreto oculto detrás del misterio es, a menudo, que en la realidad no hay misterio; el verdadero problema radica en impedir que el público también lo sepa".

(...) Lacan explotó sin avergonzarse la táctica de interpretaciones sibilinas. Los alumnos-analizantes intentaban, en grupo, decodificar sus palabras. Jean-Guy Godin escribió, en el diario de su análisis didáctico con el maestro parisino: "Por supuesto, la estrategia –digamos el cálculo de Lacan– era uno de nuestros temas de conversación regular en ese bistró donde estábamos; ya que sus intervenciones presentaban siempre un costado enigmático, algo indecible: ¿se podía apostar con certeza acerca de la presencia de intenciones o sobre la ausencia de segundas intenciones?". Para sus admiradores, Lacan podía producir cualquier asociación libre y decir lo que sea: ellos se encargarían luego de otorgarle un sentido, un sentido profundamente bien comprendido.


Las mentiras de Freud

Por Frank Cioffi. Epistemólogo norteamericano. Autor de "Freud y la cuestión de la pseudociencia".

Sigmund Freud pudo haber sido un gran hombre, pero no era por ello un hombre honorable. Grande por la imaginación y la elocuencia, se deshonró al dirigir un movimiento dogmático en interés del cual nunca dejó de perjurar. Es posible que haya sido herido, alguna vez, por su tendencia a renegar de sus ideales.

(...) Entre las mentiras de Freud, se pueden citar las siguientes: que descubrió el complejo de Edipo sobre la base de falsos recuerdos de seducción paterna; que había una vez una joven llamada Anna O.; que su teoría de la sexualidad ha sido confirmada por la observación directa que emprendió de los niños; y que no tenía ninguna idea preconcebida en cuanto a la influencia de la sexualidad cuando comenzó a analizar a sus pacientes, por lo que la supuesta corroboración no pudo ser debida a la sugestión.

(...) Algunos reconocen las mentiras de Freud, pero las perdonan en virtud de verdades que no han sido sin embargo transmitidas y de sus consecuencias benéficas. Este razonamiento no es nuevo. Un historiador norteamericano, escandalizado por el rechazo de Speer a admitir que estaba al tanto de la "solución final" (de los nazis) y persuadido de que había mentido cuando rechazó asistir a una conferencia sobre este tema, habría modificado el informe de los debates, de manera que Himmler parecía dirigirse directamente a Speer. Un filósofo de las ciencias canadiense le concedió a Freud las mismas circunstancias atenuantes: "Freud, como muchos teóricos celosos, sin dudas falsificó las pruebas en función de la teoría. Freud demostró un compromiso apasionado por la Verdad, la verdad profunda, subyacente, en tanto que valor. Este compromiso ideológico es totalmente compatible con el hecho de mentir como un zapador, y hasta puede incluso exigirlo".


¿El psicoanálisis cura?

Por Jean Cottraux. Psiquiatra francés. Director de la unidad de tratamiento de la ansiedad del hospital de la Universidad de Lyon.

¿Exploración indefinida o cura de las mentes con problemas? ¿Disciplina reina del conocimiento de sí o método terapéutico? ¿Desarrollo personal o terapia? Los psicoanalistas han sabido aprovechar esta ambigüedad notablemente. Cuando se les pregunta sobre la eficacia de la terapéutica, responden que su objetivo último es el conocimiento de sí. Cuando se les exige que justifiquen los conocimientos que adquirieron por este método, dicen que la prueba brillante son sus resultados terapéuticos y que éstos se miden con la vara de los testimonios de cada caso definitivamente curado. A este doble lenguaje se añade a veces la arrogancia frente a los demás tratamientos psicológicos y farmacológicos. Estos últimos se orientan a tratar pero no a curar. El psicoanálisis cambiaría las estructuras mentales mientras que los otros métodos no harían más que desplazar los síntomas.

Sin embargo, los capítulos de este libro no permiten afirmar que la cura sea muy frecuente en psicoanálisis, incluso en las manos particularmente esclarecidas del padre del psicoanálisis. El mito de la sustitución de los síntomas en las otras formas de psicoterapia, en particular de las terapias cognitivo-conductuales, ha recorrido un largo trecho.

En nuestros días, la cuestión de los resultados del psicoanálisis agita no sólo al mundo de los psicoanalistas, sino también al gran público. Éste está mejor informado y deseoso por comprender qué le espera en el diván, y también quiere evaluar las alternativas a un método largo y costoso.

Desde los orígenes, se le reprocharon a Freud menos sus ideas, sus juicios banales y próximos a los de Charcot y Janet, que la poca eficacia de su método. Durante el siglo XX, la controversia continuó a pesar de la marcha triunfal del psicoanálisis. Desde los años sesenta, los cuestionamientos han sido, en especial, más numerosos y han llevado al advenimiento de otras formas de psicoterapia en la mayoría de los países democráticos, en particular en Estados Unidos y en los países de Europa. No ha sucedido lo mismo en Francia, que sigue siendo, con la Argentina y Brasil, uno de los bastiones de la influencia psicoanalítica casi sin parangón hasta el día de hoy.


Víctima del psicoanálisis
Por Annie Gruyer. Se psicoanalizó durante siete años.
Un martes de septiembre de 1992, puse término a siete años de terapia de inspiración psicoanalítica. Yo acababa de cumplir veinte años. Me acuerdo del inmenso alivio que sentí ese día: tenía la impresión de que me estaba arrancando de una especie de laberinto donde yo erraba desde hacía años, sin ningún fin preciso, sin poder estar segura de que un día encontraría una salida. Me sentía liberada, aun cuando no había resuelto ninguna de mis dificultades, aun si retomaba mi camino con los mismos sufrimientos, las mismas preguntas al hombro.

(...) Centro hospitalario, consulta externa, un lunes a las dos de la tarde. Inicié mi primera entrevista en terapia cognitiva-conductual (TCC). El médico psiquiatra que me recibió comenzó inmediatamente el diálogo. Me preguntó por qué había venido, cuáles eran mis dificultades. Yo le expliqué mis perturbaciones y qué cosas me invalidaban en la vida cotidiana. Después de haberme planteado algunas preguntas suplementarias, me dijo esto: "A través de todo lo que usted me explicó, le puedo decir que todo lo que usted describe lleva un nombre: agorafobia acompañada de una perturbación pánica. Es importante que usted sepa que yo entiendo lo que sufre, y que usted no está sola en este caso. Es una fobia conocida y que se puede tratar: podemos ayudarla".

Siete años barridos en una sesión. Me sentía aliviada, ligera: yo no estaba loca, yo no era la única en sentir esas terribles crisis de angustia, yo podría librarme de ellas. Y ahora me sentía apoyada.(...) En 18 meses, hice progresos que no imaginaba que fueran posibles. Entonces, ¡existían otras terapias además del psicoanálisis! Enfoques sin un Gran Maestro todopoderoso ni discípulos fanáticos. Para mi, la solución vino de la TCC. Para otros, se tratará de otra forma de tratamiento. Hoy lo importante ya no es hacer del paciente una víctima, un ser pasivo al que se deja empantanado en un síntoma que sería "solamente" la parte visible de un iceberg... Que cada persona que sufra pueda ser aliviada prioritariamente de sus perturbaciones y síntomas por médicos y psicólogos que dialogan y que tratan. Cada enfermo, aún en el terreno de la salud mental, tiene derecho a un diagnóstico, a una explicación del enfoque propuesto por el terapeuta. El fin de un tratamiento debería ser el alivio del sufrimiento y la autonomía del individuo en una "alianza terapéutica" y humana. Es una cuestión de salud pública.


El psicoanálisis saboteó a las madres
Por Violaine Guéritault. Psicóloga. Autora de "La carga emocional y física de las madres".

Durante décadas, el psicoanálisis se dedicó a sabotear ese frágil lugar que la sociedad de los hombres había dejado a la mujer: su rol materno, la transmisión, con la vida, del amor, de la educación de los primeros años. Durante milenios las mujeres habían sido consideradas inferiores a los hombres, excepto en el dominio familiar, en el cual se les reconocía su competencia y su valor. Con el psicoanálisis ya no les queda ni siquiera ese espacio reservado a ellas.

Durante mucho tiempo, Estados Unidos contribuyó a vehiculizar esas teorías culpabilizadoras de la madre hasta que la corriente de pensamiento freudiana perdió progresivamente su vigor en los años ochenta y noventa. (...) La psicología moderna comprendió que el psiquismo humano no era un parque de diversiones en el cual uno puede permitirse enunciar pseudoverdades sin tener pruebas tangibles de lo que se postula. El drama psicológico que durante años vivieron cientos de madres de esquizofrénicos o autistas, acusadas de los peores delitos basándose sólo en la fe que se prestaba a un puñado de psiquiatras, resulta tanto más inadmisible si se atiende a que la investigación científica ha demostrado hoy que esas graves perturbaciones son en buena medida de origen neurofisiológico. ¿Qué consecuencias trágicas ha traído la culpabilización a ultranza de estas madres? ¿Cuántas madres han vivido con la convicción de que eran monstruos incapaces de amar verdaderamente a sus hijos? ¿Cuántos dramas familiares y vidas arruinadas?

(...) Parecería que, en Francia, las madres son siempre consideradas peligrosas para sus hijos, y aun mortíferas. Tal como la Reina de la Noche, en "La flauta mágica" de Mozart, que quiere arrancar a su hija Pamina de la influencia de su padre, el sabio Sarastro, ellas se desgañitan en gritos histéricos y devastadores. No estamos hablando de algunos casos abusivos, de algunas madres: ¡no! Son LAS madres en general, TODAS las madres. ¿Dónde están los estudios, las investigaciones? ¿Sobre qué reposan estas perentorias acusaciones?

Los mitos sobre la homosexualidad
Por Pascal de Sutter. Psicólogo y sexólogo. Jefe de Sexología del Hospital de Waterloo, Canadá.

Freud enunció teorías muy refutables sobre la homosexualidad. No duda en citar a Iwan Bloch para afirmar que la homosexualidad "está extraordinariamente difundida en numerosos pueblos salvajes y primitivos".

¿De dónde viene, entonces, que la llame una "perversión"? De la madre, probablemente… Según el psicoanálisis, ella es muy a menudo la causa de los problemas. "Entre todos los hombres homosexuales, existió en la primera infancia, olvidada más tarde por el individuo, una relación erótica muy intensa con la persona femenina, generalmente la madre, suscitada o favorecida por la ternura excesiva de la madre misma, reforzada además por la retirada del padre en la vida del niño", escribió.

Y si un homosexual afirma que su madre no suscitaba una ternura excesiva, Freud dirá que la ha "olvidado". Advirtamos sin embargo que, para Freud, no sólo los padres se ven cuestionados: la acentuación del erotismo anal también sería un factor que favorecería la predisposición.

El erotismo anal es una idea que regresa numerosas veces en los escritos de los sucesores de Freud. Esto alude evidentemente a la práctica de la sodomía. ¿Pero no es ridículo vincular el fenómeno de la homosexualidad a una simple práctica sexual (que por otra parte no concierne a todos los homosexuales, ni es practicada por todos ellos)? Siguiendo la misma lógica, se podría decir que las mujeres que practican la felación ¡tienen una fijación con el erotismo oral!

(...) Freud estaba impregnado de las concepciones de su tiempo, una época en la que se consideraba a las mujeres como inferiores, a los homosexuales como perversos y a los niños como a seres a quienes sólo una sólida educación podía conducir por el recto camino. ¿Era la suya, a pesar de todo, una luz liberal en un océano de oscurantismo? Podemos dudarlo si se considera que en su época vivía Havelock Ellis (conocido por otra parte por Freud, quien lo cita alguna vez). (...) Ellis estimaba que la homosexualidad podía ser considerada como una simple variación estadística, idea totalmente escandalosa en su época. Freud, mucho más conformista, la clasificaba entre las perversiones.



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Respuesta  Mensaje 3 de 15 en el tema 
De: nix-hipnos Enviado: 31/10/2011 00:31

 psicoanálisis no es ciencia

El psicoanálisis ha perdido prestigio en círculos académicos en las últimas décadas, de forma silenciosa pero inexorable. No obstante, las teorías psicoanalíticas preconizadas por Freud y sus seguidores han tenido una enorme difusión y mantienen un notable grado de credibilidad en amplios sectores, aparte de que siguen siendo la base de una forma lucrativa de ejercicio profesional. Dejando aparte el hecho de que algunos pacientes se hayan podido  beneficiar de las terapias derivadas, es importante destacar que el psicoanálisis NO es ciencia. Sencillamente, porque ignora las  principales premisas de la ciencia: 1) que las hipótesis hay que contrastarlas experimentalmente; 2) que una hipótesis sólo vale el peso de la evidencia experimental a su favor; y 3) que las hipótesis que no son contrastables no valen para nada. En palabras del filósofo Mario Bunge: “El Psicoanálsis es la Psicología de los que no se han molestado en estudiar Psicología”.

Para empezar, las teorías psicoanalíticas no son el resultado de una investigación sistemática sino que fueron simplemente inventadas por Freud y sus seguidores a partir de las conversaciones mantenidas con sus pacientes. En sus 110 años de historia, el psicoanálisis no ha puesto en marcha ningún laboratorio de investigación experimental y sus seguidores se encuentran totalmente al margen de la comunidad científica. La marginalidad es un rasgo que comparte con otras pseudociencias, como la homeopatía.

Muchas de las teorías freudianas son  imposibles de contrastar, bien porque son demasiado vagas o porque están formuladas de forma que resulten irrefutables. Por ejemplo, la afirmación de que “los sueños siempre tienen un contenido sexual” es imposible de refutar porque: a) si tienen un contenido sexual evidente no hace falta seguir y, b) si no lo tiene basta invocar la idea de que dicho contenido está reprimido. Otras teorías son patentemente absurdas y han sido claramente refutadas: el complejo de Edipo es un mito (los niños no odian a sus padres porque quieren acostarse con sus madres), las mujeres no tienen “envidia de pene”, la esquizofrenia no está causada por “cuidados maternales inadecuados” dispensados por “madres esquizogénicas”. La idea de que el comportamiento de los padres, particularmente de la madre, son la fuente de muchos (si no todos) los problemas psicológicos tampoco está soportada por los datos. El autismo y la esquizofrenia son enfermedades de etiología desconocida hoy por hoy, pero que tienen un fuerte componente genético (culpabilizar a las madres no sólo es científicamente incorrecto sino moralmente inaceptable).

Las dos principales herramientas del psicoanálisis son la “interpretación de los sueños” y la “libre asociación”. Ninguna de las dos tiene la menor validez científica, dado que resulta imposible comprobar si las interpretaciones (suministradas por el psicoanalista) son ciertas o no.  La idea básica de que “el inconsciente es un reservorio de memorias traumáticas que influyen constantemente en muestra conducta”, carece de apoyo empírico. Lo que naturalmente sí puede ocurrir es que algunos traumas infantiles tengan consecuencias negativas en el individuo adulto (aunque hay bastante evidencia de que no todos los niños que sufren abusos acaban teniendo problema psicológicos).

Las teorías psicoanalíticas de Freud constituyen un conjunto de axiomas incontrastables y dogmáticos. No es de extrañar que esta disciplina haya permanecido estancada, a diferencia de  la psicología científica. Resulta difícil  explicar por qué esta teoría ha gozado, hasta hace poco de respetabilidad científica. No obstante, algunos de sus adherentes insisten en que la psicoterapia derivada del psicoanálisis (denominada hoy día terapia psicodinámica) tiene efectos positivos en los pacientes. Pero ¿funciona realmente? De eso hablaremos en el próximo post.

 
 

Respuesta  Mensaje 4 de 15 en el tema 
De: nix-hipnos Enviado: 31/10/2011 03:04
Para más información sobre el Psicoanalisis: 
 

Por qué la siquiatría es una falsa ciencia

César Tort© 2007

Sumario

La siquiatría nunca ha sido una ciencia. La manera en que los siquiatras presentan sus hipótesis —enfermedades biológicas “de etiologías desconocidas”— las convierte en hipótesis no contrastables o irrefutables.
 
Introducción

“Así que una hipótesis irrefutable es una señal segura de que estamos ante una seudociencia”

Terence Hines [1]

De acuerdo a Ron Leifer, ha habido cuatro críticas paralelas a la siquiatría: 1.- La crítica conceptual y lógica de Thomas Szasz sobre la idea de enfermedad mental; 2.- La propia crítica de Leifer de control social a través de la siquiatría; 3.- La evaluación de Peter Breggin sobre los asaltos al cerebro con drogas, electroshocks y lobotomías; y 4.- la queja de aquellos que han sido dañados por ello.[2] Otra manera de cuestionar la validez de la siquiatría es examinar la base científica de la siquiatría biológica. Esta quinta crítica paralela, que yo llamaría 5.- la evaluación del estatus científico de la siquiatría, pone en tela de juicio a la siquiatría desde su base teórica. Los exponentes de esta estrategia se han enfocado en los diversos alegatos biorreduccionistas y falacias lógicas en siquiatría;[3] en la dudosa ciencia detrás de la psicofarmacología,[4] y en análisis estadísticos que muestran que a los países pobres con pocos psicofármacos llamados neurolépticos (“antipsicóticos”) les va mucho mejor en el tratamiento de la gente en crisis psicóticas que a los países ricos.[5] En este artículo presentaré una manera aparentemente novedosa de cuestionar el estatus científico de la siquiatría biológica.

Por más extraño que pueda parecer, la biosiquiatría no ha sido atacada desde el criterio más clásico para detectar seudociencias: la prueba de Karl Popper que distingue entre ciencia real y falsa ciencia, y el precepto conocido como principio de economía o navaja de Occam. Ambos principios han sido muy útiles para desenmascarar los alegatos de lo paranormal, así como a seudociencias biológicas tales como la frenología o la genética de Lysenko.[6] Argüiré que es en este último marco de seudociencias biológicas dentro del cual la siquiatría puede reconocerse y entenderse.


El argumento de Bunge

Mario Bunge, el filósofo de la ciencia, mantiene que todas las seudociencias son estériles. A pesar del subsidio multimillonario de las compañías farmacéuticas, la siquiatría biológica ha sido y continúa siendo una profesión estéril hoy día.[7]

A pesar de su larga historia de teorías biológicas desde 1884, cuando Johann Thudichum, el fundador de la neuroquímica moderna, creía que la causa de la locura eran “venenos fermentados en el cuerpo” hasta la teoría actual de la dopamina sobre la esquizofrenia, los siquiatras han sido incapaces de encontrar la causa biológica de los principales trastornos listados en DSM.[8] Esta falta de progreso era de esperar. Si el postulado biologicista del que parte la siquiatría está equivocado, esto es si la causa de las enfermedades mentales no es somatogénica sino psicogénica, real progreso jamás podrá ocurrir en biosiquiatría: y el asunto de los trastornos mentales no debiera pertenecer a la ciencia médica sino a la psicología.

Como vimos en el capítulo sobre mi crítica al diagnóstico de Giuseppe Amara [me refiero al segundo libro de la serie Hojas susurrantes], Nancy Andreasen, la editora de American Journal of Psychiatry, la revista siquiátrica más influyente del mundo, reconoce en un libro publicado en 2001 que no se ha encontrado evidencia de patología fisiológica detrás de los trastornos mentales; ni se han encontrado desequilibrios químicos en la gente diagnosticada con una enfermedad mental; ni se han encontrado genes responsables de alguna enfermedad mental; ni existe prueba de laboratorio que determine quién está enfermo mentalmente y quién no lo está. Mejor prueba sobre la esterilidad de la biosiquiatría es difícil de hallar. Vale la pena mencionar que el libro de Andreasen ha sido considerado por un reseñador como “el libro de siquiatría más importante en los últimos veinte años.”[9]

Los hechos arriba mencionados nos muestran por qué, desde sus orígenes, la siquiatría y la neurología están separadas. Si bien la neurología trata con auténtica biología cerebral, podemos suponer que la siquiatría busca un espejismo biológico.


La “prueba de tornasol” de Popper

En Lógica de la investigación científica el filósofo de la ciencia Karl Popper nos dice que la diferencia entre ciencia y seudociencia estriba en el poder de refutabilidad de una hipótesis.[10] A pesar de su respaldo académico, gubernamental e impresionante financiamiento en el sector privado, la siquiatría no descansa en un cuerpo de descubrimientos experimentalmente contrastables o refutables. De hecho, la entidad central en siquiatría, el concepto de enfermedad mental —digamos, la esquizofrenia—, no puede presentarse como una hipótesis contrastable o refutable.

Consideremos el alegato que los siquiatras usan neurolépticos para restablecer el equilibrio químico cerebral de un esquizofrénico. Un popperiano haría inmediatamente las preguntas: (1) Exactamente ¿qué es un desequilibrio químico cerebral? (2) ¿Cómo se reconoce esta condición neurológica en quienes ustedes llaman esquizofrénicos y con qué pruebas de laboratorio la diagnostican? (3) ¿Qué evidencia pueden presentarme que el desequilibrio bioquímico del llamado esquizofrénico ha sido equilibrado —o no lo ha sido— por la ingestión del neuroléptico?

Ante este tipo de preguntas el siquiatra contesta de tal manera que, aquél que no está versado en la lógica de la investigación científica, tendrá graves dificultades en detectar una trampa. Por ejemplo, Andreasen reconoció que no se han encontrado desequilibrios bioquímicos en la gente diagnosticada con una enfermedad mental y que no existe prueba de laboratorio que determine quién está mentalmente enfermo y quién no lo está. Es decir, reconoce que su profesión es incapaz de responder las preguntas segunda y tercera de arriba. ¿Cómo, entonces, Andreasen y sus colegas se han convencido que los neurolépticos restauran el equilibrio a los cerebros “químicamente desequilibrados” de los esquizofrénicos? Lo que es más, ¿por qué Andreasen afirma tan confiadamente en su libro Brave New Brainque la esquizofrenia “no es una enfermedad que los padres causen”?

Hablando en términos popperianos la respuesta es: ideando una hipótesis no contrastable o refutable. A diferencia de los neurólogos que pueden demostrar la fisiopatología, la histopatología o la presencia de microorganismos patógenos, Andreasen y sus colegas reconocen que no pueden demostrar ni estos marcadores biológicos (genes aberrantes o desequilibrios bioquímicos) que postulan en los principales trastornos clasificados en la edición en boga del DSM. Si pudieran hacerlo, la siquiatría como especialidad habría desaparecido y su cuerpo de conocimientos habría quedado fusionado con la ciencia neurológica. Lo que los siquiatras hacen es declarar que, después de casi un siglo de investigar, por ejemplo, la esquizofrenia, la etiología médica de la “enfermedad” continúa siendo “desconocida”: y lo mismo alegan de las conductas más conocidas del DSM. Dicho de otra manera, en la ciencia médica real los médicos observan primero las alteraciones patológicas en los órganos, tejidos y células, así como las invasiones microbianas, y el nombrar a la enfermedad viene después. La siquiatría invierte esta secuencia. Primero bautiza una supuesta enfermedad, sea la esquizofrenia o cualquier otra, y la existencia de un marcador biológico nunca se descubre aunque, eso sí, se postula dogmáticamente. Un postulado es una proposición que se admite sin pruebas. Sólo postulando que estos trastornos son básicamente biológicos y que el medio ambiente juega sólo un papel “detonante” o “desencadenante” pueden los siquiatras justificar tratarlos por medios físicos. En cambio, si las perturbaciones mentales se originan en malos tratos parentales, tratarlos con drogas o electroshock sería revictimar brutalmente al hijo.

Tomemos como ejemplo un artículo de julio de 2002 de la revistaTime. El articulista tomó el caso de Rodney Yoder, maltratado de niño y hospitalizado de adulto en Chester, Illinois. Desde el siquiátrico Yoder ha emprendido una campaña en internet para su liberación. Haciéndose eco de las frases favoritas de los siquiatras, el articulista de Time nos dice: “A los científicos les hacen falta decenios [mis cursivas] para poder hacer uso del escaneo cerebral al diagnosticar algo como los alegados trastornos de personalidad de Yoder”.[11] En esa misma línea, Rodrigo Muñoz, quien fuera presidente de la Asociación Psiquiátrica Americana en los noventa, declaró en una entrevista: “Gradualmente estamos avanzando hacia el punto en que seremos capaces [cursivas añadidas] de señalar cambios funcionales y estructurales en el cerebro que están relacionados con la esquizofrenia”.[12] Es decir, los siquiatras reconocen que no pueden medir la perturbación mental por medios puramente físicos, aunque tienen una enorme fe de que lo harán en el futuro próximo. Esto nos hace comprender lo que otro siquiatra le dijo al Washington Post: “Los diagnósticos siquiátricos son descriptivos; en realidad, no entendemos los trastornos siquiátricos a nivel biológico”.[13] Los siquiatras se basan únicamente en la conducta, no en el cuerpo del sujeto, al decir que hay una enfermedad. Luis Méndez Cárdenas, el director del único siquiátrico público en México que se especializa en hospitalizar niños, me dijo en una entrevista: “Como no se conoce la causa de ningún trastorno, el diagnóstico es clínico”.

Yendo más al punto, cuando en 2002 discutí con el mencionado Gerard Heinze, director del Instituto Nacional de Psiquiatría, sobre la carencia de marcadores biológicos en su profesión, Heinze me respondió enumerando dos o tres enfermedades que, como el reumatismo, la ciencia médica no ha llegado a comprender del todo. El distinguido siquiatra quiso decirme que los trastornos mentales se encuentran en esta categoría de enfermedades incomprensibles. La respuesta de Heinze no habría estresado mi credulidad hasta el punto de ruptura si la mayoría de los 374 diagnósticos del DSM-IV fueran enfermedades biomédicas probadas con sólo un puñado de enfermedades residuales misteriosas. Pero se nos quiere hacer creer que la inmensa mayoría de los trastornos del DSM son enfermedades “de etiología desconocida”.

Un último ejemplo relacionado con una huelga de hambre en 2003 de sobrevivientes de siquiatría en Pasadena, California, que demandaban pruebas científicas de la enfermedad mental como una genuina condición biomédica, ilustrará esta actitud.

La demanda de los huelguistas se dirigió a la Asociación Psiquiátrica Americana y a las oficinas del Inspector General de Sanidad. El siquiatra Ron Sterling desechó la demanda de los huelguistas sobre una prueba científica positiva describiendo el campo de salud mental de la siguiente manera: “El campo está como la cardiología estaba antes de que los cardiólogos pudieran tener acceso a procedimientos como electrocardiogramas, cirugía de corazón, angiografías y ultrasonido [...]. Como la estructura y fisiología del cerebro son tan complejas, la comprensión de su biología y de sus circuitos se encuentran en la infancia”.[14] La oficina del Inspector General de Sanidad ni siquiera se molestó en responder. No obstante, en una declaración de septiembre de 2003 la APA concedió:

La ciencia del cerebro no ha avanzado al nivel en que los científicos o clínicos puedan señalar ya las lesiones patológicas o las anormalidades genéticas que en sí mismas sirvan como biomarcadores confiables de una enfermedad mental dada o un grupo de trastornos mentales [...]. Probablemente se demostrará [mis cursivas] que los trastornos mentales representan trastornos en la comunicación intracelular o un sistema de circuitos neuronales desorganizado”.[15]

El truco a notar en todas estas declaraciones al público es que los siquiatras, médicos a fin de cuentas, están declarando que aunque la etiología de las perturbaciones mentales es desconocida tal etiología es, por definición, biológica, y que es sólo cosa de tiempo para que esto probablemente se demuestre. Tal es el significado oculto de la frase “de etiología desconocida”. Al hacer esto los siquiatras, apriorísticamente y en bloque, invalidan el trabajo de todos los investigadores que han postulado un origen psicógeno de las perturbaciones mentales.[16]A pesar que para el sentido común es más natural pensar en una causa psicológica para una perturbación mental, con su postulado somatógeno la siquiatría ignora la hipótesis alternativa, el modelo del trauma. Así, incursionar en la infancia de un Yoder por ejemplo es descartado axiomáticamente por esta ciencia que se aferra a una sola hipótesis. En otras palabras, al hablar de etiologías desconocidas que se descubrirán en el futuro por la ciencia médica —jamás por los psicólogos—, estos médicos nos han presentado una hipótesisbiológica sobre las perturbaciones mentales de forma tal que, ni siquiera estando errada, puede ser refutada.

Si los siquiatras fueran verdaderos científicos presentarían su idolatrada hipótesis biológica bajo del protocolo de refutabilidad que Popper observó en las ciencias exactas. Consideremos la hipótesis: “A nivel del mar, el agua hierve a los 30º C”. Esta es una hipótesis científica independientemente del hecho de que la proposición sea falsa (el agua no hierve a los 30º sino a los 100º C). Es científica porque está presentada de forma tal que basta ponerla a prueba en nuestra cocina con un termómetro para ver si es o no cierta: si el agua no hierve a los 30º C, la hipótesis es falsa. En otras palabras, según Popper lo científico de una hipótesis no estriba en que sea verdadera sino en que, por más paradójico que pueda parecer, la hipótesis pueda refutarse suponiendo que sea falsa. Así, la hipótesis que en el presente el agua hierve a los 30º C puede ser refutada: es una hipótesis científica. En cambio, la hipótesis que la esquizofrenia y las demás perturbaciones mentales son biológicas y que esto “probablemente se demostrará”, por usar las citadas palabras de la Asociación Psiquiátrica Americana, no puede ser refutada: no es una hipótesis científica. Contra esta hipótesis no existe evidencia posible en el presente, esto es, no hay ningún tipo de evidencia empírica que pueda mostrar que la hipótesis sea falsa.

Esta es la señal inequívoca de una seudociencia.


Conclusión

Los verdaderos científicos, digamos: los geólogos o los biólogos, nunca postulan sus hipótesis centrales, las placas tectónicas y el principio de la selección natural, como hipótesis no contrastables que “probablemente se demostrarán”. Es la postura futurista de los siquiatras lo que le da el mentís al alegato que su sistema de creencias sea científico.

Una seudociencia es un sistema de creencias que pretende ser científico. La siquiatría no es la única seudociencia biológica, pero exhibe el mismo signo inequívoco de seudociencia presente en todo sistema que pretende ser científico. Otros médicos seudocientíficos como los frenólogos o los genetistas partidarios de Lysenko en tiempos de Stalin, tampoco cumplieron el requisito popperiano de presentar sus conjeturas de forma contrastable o refutable. No entraré en detalle sobre la frenología o la seudociencia comunista. Baste decir que todas las seudociencias, sean biologicistas o paranormalistas, tienen cuatro cosas en común.

Al igual que sus hermanas biológicas (la frenología, la genética de Lysenko) y sus primas paranormalistas (por ejemplo, la parasicología y la ovnilatría), la siquiatría es una “ciencia” que (1) presenta su hipótesis central de manera irrefutable; (2) idolatra a perpetuidad esa sola hipótesis; (3) viola el principio de la economía ignorando la más parsimoniosa hipótesis alternativa, y (4) es completamente estéril. Después de decenios de investigación ni los frenólogos ni los siquiatras ni los parasicólogos ni los ovnilatras han demostrado la existencia del (supuesto) fenómeno que estudian.

Dicho de otra manera, los siquiatras no tienen evidencia médica o científica que respalde sus afirmaciones. El reconocimiento de los siquiatras que no pueden decirnos nada respecto a la pregunta formulada arriba —¿con qué pruebas de laboratorio diagnostican esta llamada condición neurológica?— demuestra que su hipótesis de la esquizofrenia no es científica. Lo mismo puede decirse del autismo, la depresión severa, la “enfermedad” bipolar y las demás categorías del DSM.

En pocas palabras, la siquiatría no es una ciencia. Desde mediados de los años 1950 la falta de una ciencia de salud mental ha sido compensada en la profesión médica por el marketing invasivo y la venta agresiva de las corporaciones farmacéuticas.[17]

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Posdata de abril de 2011

Este artículo original mío puede servir como una suerte de prefacio al presente blog. Si por otra parte el lector sólo desea conocer algo más acerca de la historia de la siquiatría, recomendaría el capítulo “Del gran encierro de Foucault a un gulag químico”, el cual muestra a esta seudociencia de manera global y comprensiva.
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Referencias:

[1] Terence Hines: Pseudoscience and the paranormal: a critical examination of the evidence (Prometheus Books, 1988), pág. 2.

[2] Ron Leifer: “A critique of medical coercive psychiatry, and an invitation to dialogue” en Ethical Human Sciences and Services (EHSS), 2001, 3 (3), págs. 161-173. Aunque esta revista ha cambiado de nombre a Ethical Human Psychology and Psychiatry, como sólo uso los primeros números a lo largo de este sitio, en la sección de referencias bibliográficas siempre aparecerán las siglas EHSS.

[3] Ross y Pam: Pseudoscience in biological psychiatry.

[4] Valenstein: Blaming the brain.

[5] Un estudio mostró que han muerto miles de norteamericanos debido al síndrome neuroléptico maligno. Es tan iatrogénica la profesión que estudios publicados en 1979 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelaron el dato más devastador que podamos imaginar para la legitimidad de la siquiatría. A lo largo de ocho años la OMS hizo estudios en Colombia, India y Nigeria, países donde se administran muchas menos drogas siquiátricas que en los países ricos. La OMS descubrió que en estos países pobres el índice de mejoría de quienes sufren crisis psicóticas fue exponencialmente más alto que en Estados Unidos, la Unión Soviética, Inglaterra, Dinamarca, Irlanda, Checoslovaquia y Japón. ¿Cómo fue eso posible? La respuesta es simple: en Colombia, India y Nigeria no se consumen tantos neurolépticos. Al no ser capaces de importar en grandes cantidades los medicamentos occidentales, los países pobres han tenido una gran ventaja sobre los ricos. En el estudio de la OMS resultó muy revelador que donde menos se recuperaban los pacientes mentales fue en la Unión Soviética: el país de la lista en el que se han administrado la mayor cantidad de neurolépticos. Es una estupenda ironía que, en sus intentos de sanar a la gente en crisis, los métodos de las potencias sean contraproducentes comparados con los de los países en desarrollo. La información de esta nota la obtuve de Whitaker: Mad in America.

[6] El CSICOP o Committee for the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal (Comité de investigación científica sobre alegatos de lo paranormal), que publica el bimensual Skeptical Inquirer y cuyos miembros incluían celebridades como Martin Gardner, Isaac Asimov y Carl Sagan, ha sido la organización más conocida en el desenmascaramiento de seudociencias desde 1976.

[7] Hay toda una revista especializada en que un grupo de profesionales en salud mental demuestran la esterilidad de la investigación siquiátrica, Ethical Human Psychology and Psychiatry.

[8] Para una revisión crítica de la teoría de la dopamina en la esquizofrenia véase, por ejemplo, Valenstein, Blaming the brain, págs. 82-89; Ross y Pam, Pseudoscience, págs. 106-109.

[9] Ty Colbert, reseña en Ethical Human Sciences and Services, 2001, 3 (3), pág. 213.

[10] Especialmente los capítulos 4 y 6 del libro de Popper.

[11] Cloud: Time (15 julio 2002).

[12] Rodrigo Muñoz, citado en Jeanette De Wyze: “Still crazy after all these years” en San Diego Weekly Reader (9 enero 2003).

[13] Thomas Laughren, citado en Shankar Vedantam: “Against depression, a sugar pill is hard to beat: placebos improve mood, change biochemistry in majority of trials of antidepressants” enThe Washington Post (6 mayo 2002).

[14] Ron Sterling: “Hoeller does a disservice to professionals” (op-ed rebuttal) en The Seattle Post-Intelligencer (6 septiembre 2003)

[15] Citado en David Davis: “Losing the mind” en Los Angeles Times Magazine (26 octubre 2003). Leí estos pasajes del comunicado de la APA en el cibersitio de Mind Freedom, la organización antisiquiátrica que organizó la huelga.

[16] Además de Theodore Lidz, a quien cité en mi anterior libro, podría mencionar a los siguientes autores: Silvano Arieti:Interpretación de la esquizofrenia (Editorial Labor 1965); Ronald Laing: The divided self: Selected works of R.D. Laing, 1(Routledge, 1999); Alice Miller: Breaking down the wall of silence: the liberating experience of facing painful truth (Dutton, 1987); Modrow, How to become a schizophrenic (op. cit.); Colin Ross, Schizophrenia: an innovative approach to diagnosis and treatment (Haworth Press, 2004); John Read, Loren Mosher y Richard Bentall, Modelos de locura: aproximaciones psicológicas, sociales y biológicas a la esquizofrenia (Barcelona: Herder 2006).

[17] Valenstein: Blaming the brain.

 
 

Respuesta  Mensaje 5 de 15 en el tema 
De: nix-hipnos Enviado: 31/10/2011 03:04
Que nadie te espante haciendote "analisis" via web

Respuesta  Mensaje 6 de 15 en el tema 
De: hangar3402 Enviado: 31/10/2011 21:32
Mi estimado Nix:
 
Cuando conocemos a personas que viven en un mundo fantastico, en el que se han
elaborado personajes y situaciones completamente transtornadas, como es el caso
de Luis Arturo Alonzo Padilla, lo único que preocupa son los posibles mal entendidos
que se generan cuando, personas que son ajenas a su enfermedad, y a su entorno,
que le desconocen en pocas palabras,creen que su discurso, por ser tan convincente puede ser cierto.
 
Luis Arturo Alonzo Padilla, carga consigo un complejo de inferioridad muy alto, todas
las expresiones agresivas que utiliza en la red, contra distintas personas que cuestionan
sus fantasías, se convierten en objeto de una persecución enfermiza de su parte,
y en una obsesión por destruir todo cuanto sea destructible de aquel que ve como "adversario",
esto se lee continuamente en sus expresiones, un ejemplo inmediato
podría ser su panel en el cual dice textualmente  "Se les acabo el ímpetu a nuestros contrincantes".
 
Con solo revisar esa frase, podríamos analizar un poco como piensa y percibe las cosas,
Luis Arturo Alonzo Padilla  no debate, pelea, en su mente no existe el intercambio
de ideas entre personas, ha convertido su entorno en el reflejo de los complejos adquiridos
en la niñez, Luis Arturo Alonzo Padilla, es el brabucon del barrio pobre, que somete a los
"contrincantes" y cuando ellos no le responden, entonces trata de provocarlos, de exaltarlos,
de causarles enojo, pues solo asi seguira gozando de su atención para continuar el único
sistema de vida que conoce, el de la violencia. Eso se lee en sus continuas amenazas,
que se pasan de ridiculas, ejemplo:
 
"les voy a decir a los de la San Rafael como te expresas para que te partan la madre"
 
 
Luis Arturo Alonzo Padilla, en su mundo de fantasía, cree que el manipula la mente de los
demás, y que las personas no entienden que esta enfermo, cuando lanza sus discursos
cree que conoce los botones que pueden detonar un estado de enojo o de ira de "sus contrincantes",
piensa, por ejemplo, que cuando el insulta a un forista de la suite, necesariamente voy
a montar en colera y responderle de manera agresiva, o que si menciona que se me conoce
y se saben mis datos voy a despotricar y estare preocupado, etc...
Cuando esto sucede, en realidad quién esta sujeto a control es él, y se buscan las acciones
necesarias para mantenerlo dentro de los límites de un  comportamiento social tolerable.
 
Luis Arturo Alonzo Padilla tiene también la particularidad de que pierde todo cuanto
le puede representar un sentido de pertenencia, no ha entendido que las personas
se alejan de Luis Arturo Alonzo Padilla, al ver más a un simio violento que a una persona
razonable, perdió Kratos y Ethos porque nadie lo soporta y porque las personas razonables
no estan dispuestas a tolerar sus comportamientos grotescos, sus mentiras y su fanatismo político.
 
Hangar podra tener muchos defectos, pero se asimila como es, cuando por dar una respuesta
puntual transgrede las normas éticas de conducta se corrije o detiene esas acciones,
en cambio Luis Arturo Alonzo Padilla jamas aceptara que siempre la ha cagado, al convivir
con él, al poco tiempo todos entienden la carga negativa y los riesgos de tener un "ciber" vecino así.
 
Por último,  es comprensible que persista en sus actitudes violentas, cuando Luis Arturo Alonzo Padilla
decidió entrar en el terreno de la competencia ha sido superado ampliamente, y eso
lo consume por dentro, ver a Kratos y Ethos vacío, que de Tapatios casí lo corrí con una buena
estrategía, y que si volvió fue bajo al precio de la humillación de tener que someterse a las ordenes
del sr. empresario.
 
Con un poco más de tiempo iremos revisando un poco más su perfil y veremos revisaremos
su sexualidad reprimida por su conservadurismo, algo asi como un ateo-mocho.
 
Un saludo.

Respuesta  Mensaje 7 de 15 en el tema 
De: ஐDanielaஐ Enviado: 02/11/2011 21:07
Vaya, que el sesudo análisis de Hangar es tan de mi estilo, contundente, educado, y veraz que ahora me cae el veinte del porqué GBN me atribuye "filtraciones" acerca de su persona.
 
Es pertinente aclarar que primero leí el blog de Nómada y al último este hilo, por eso es que no entendía ahora a que se refería el vecino de enfrente.
 
Lástima, tengo muy poco tiempo en estos días, no había leido con oportunidad ni detenimiento los mensajes.Solo les dí una rápida ojeada, y no, para nada he dado datos "personales" de nadie, pero como de lo que se trata es de desprestigiarme y menoscabar mi credibilidad, GBN ataca con presuposiciones erróneas y prejuicios.
 
Ignoro que pretenda GBN, porque Luigi y Hangar saben perfectamente que es mentira lo que afirma, ni siquiera hemos tenido conversaciones aburridas (sobre GBN y su vida íntima), hay temas más edificantes y graciosos con los cuales entretenernos.Así que ante sus adversarios Luigi y Hangar lo único que ha logrado GBN es reafirmarse como mendaz consumado.Yo ya lo conocía tal cual, así que a mí no me sorprende.
 
Como dije anteriormente, que digan misa de mí, mi actividad y mi "dudosa ética y moral" lejos de enojarme, me halaga, porque soy taaaan importante para el vulgo que es de agradecer esos detalles.
 
Ante sus "amig@s" ¿GBN cree que el restarme credibilidad le van a dar en automático la razón? quizá sea cierto... después de todo, a veces, la opinión de los tarugos es mas estimada que la del sabio, porque si consigue la aceptación de ellos(los que no queman neurona) tendrá al 90% de la población de su lado.Hasta que los tarugos abrán sus ojitos.
 
Nos vemos en otra ocasión que tenga yo un tiempo extra... besosss

Respuesta  Mensaje 8 de 15 en el tema 
De: stroncius Enviado: 03/11/2011 01:07
Vaya, entonces para nix-hipnos la psicología y la psiquiatria son pseudociencia. Si no fuera por la psicología y la psiquiatría ahorita estaría muerto.
Lo curioso es que Hangar le hace un diagnostico psicologico a bruno después de todos los artículos pegados.
Lo extraño es que de hablar de psicología y psiquiatria se pasa a hablar de bruno (que no es ni una cosa ni otra).
Lo ironico es que muchas enfermedades de niño me las trate con homeopatia y no por eso quede peor. Fue una alternativa ante tanta pastilla que me recetaban los médicos para gripitas y tos.

Respuesta  Mensaje 9 de 15 en el tema 
De: ஐDanielaஐ Enviado: 07/11/2011 20:27

Yo creo que ando tan ocupada en otros menesteres y mis neuronas en franca decadencia que no le encuentro pies ni cabeza a esto:


*GBN comenta:* Lo malo de quién miente, es que la mentira tiene una
limitación, la memoria. Luego ya no sabes a quién se lo dijiste y la forma
en que se lo dijiste, ni cuándo se lo dijiste. En la repetición siempre
corres el riesgo de repetirlo mal, no exáctamente como lo dijiste. El
agraviado siempre tiene mejor memoria.


 

Depende del contexto..

Simplemente averigua que son los FALSOS recuerdos "plantados", nunca existieron como hechos, pero en tu mente, están anclados como sucesos verídicos.

Repito, yo no he intercambiado información personal de nadie en absoluto, así que por enésima y última vez GBN debería de pensar, mejor dicho en usar la simple lógica que si de verdad yo hubiese filtrado información a Luigi y/o Hangar, no diría lo de "su hija" sino el nombre por ejemplo, además lo de su "pareja", eso..¿ tampoco le checa a GBN?

Por favor, déjate de hacerle al adivino GBN, y mejor piensa con seriedad o temor si es tu caso, como es que Luigi sabe que tienes una hija empezando por ahí, te puedo asegurar que JAMÁS hemos tenido conversaciones él y yo sobre tí, sé que es dificil de creer, pero así es.Con Hangar si, pero no sobre tí, sino de tu personaje GBN, sobre tu nick, es algo muy diferente, así que queda descartado que yo diga cosas sobre Arturo Luis, pero si de GBN, y aún ahí uso la moral y ética de solo afirmar lo que me consta, no como tú que haces afirmaciones sobre sospechas alucinadas y totalmente fuera de la realidad.

Hay cierta confusión de tu parte, porque mi nick y mi persona somos iguales en cuanto a andar revelando cosas personales, las dos, Daniela y Alessandra, NO LO HACEMOS.

Peeero, Daniela si usa el comportamiento público de GBN para demostrar que su persona y su nick MIENTEN continuamente sobre mí.

No sé realmente que busques GBN, si yo te dijera que alguien muuuy pero muuuy cercano a mí trabaja en la misma institución (UNAM) que tú entras en pánico y dirás que te estoy amenazando, que si mis amenazas llegan a ser de muerte, que si soy Juan de la Fregada, etc etc, no porque lo creas de verdad (eso quiero pensar) aunque a veces me haces dudas de tu salud mental, sino porque estás empeñado en seguir manteniendo ante tus amig@s una imagen de honorabilidad y respetabilidad que solo existe en la imaginación de ellos y ante los cibernautas que no te conozcan.

Es lo malo de querer forjar una imagen alejada de la realidad, tarde que temprano se desmorona.Supongo que Nómada también recuerda lo de tus alumnos GBN, que te balconearon públicamente, no fuí yo, ni ella, sino tus alumnos, o los que dijeron ser tus alumnos, enviándote mensajes cifrados(solo ustedes se entendían) en PYCP.Vaya, que eso a algunos se les olvida, pero quedó constancia de que algunos no te quieren EN LA VIDA REAL,y te siguieron hasta el ciber mundo dime.. de eso ..que culpa tenemos los demás?

Yo lo he demostrado, no necesito absolutamente a nadie (ningún clon o "amigo") para echarme enemiguitos porque soy de lo peorcito, si de meterte calambres se tratara, no "usaría" a Luigi ni a Hangar para ponerte 4 ni para susurrarte al oido.Me basto SOLA.

Ya me está cansando que siempre intentes ver detrás de todos los conocimientos que tengan sobre tí a la Daniela, es muy egocéntrico ese comportamiento, siento que tratas de dejar claro que eres importante para mí, cuando no es así.

Que si "las muescas" o por si las "moscas" mejor pregunta directo a Luigi vía privada (no dices que ya sabes quién es?) como es que dió esos datos o porque lo escribió, lo único que te adelanto es que NO FUÍ yo la que le dió perlas... esas, mi no estimado GBN, ya te encargaste de aclarar en público a todos, no solo a Luigi, que los daticos sobre que tienes una hija, son ciertos, en lugar de solo echarle tierrita al asunto o ignorarlo, le pones en primer plano, claro, sacando hipótesis equívocas, donde la daniela, A WIWIS tenía que ser la fuente de información.

Por eso les he dicho, hay que ser precavidos y dejar a la familia fuera de toda discusión, porque uno nunca sabe los contactos que el adversario tenga a la mano, después de todo, como bien dice Atila, cada quién es responsable de sus actos, de sus palabras y se gana sus respuestas.

No podemos exigir siempre a los contrarios que reaccionen como nosotros, algunos son más perruchos que otros, de solo pasar por la acera ya nos están gruñendo y eso que no les hacemos nada, ahora imagínense, de por si la perra es brava y luego dándole patadas, tsss.


Respuesta  Mensaje 10 de 15 en el tema 
De: stroncius Enviado: 07/11/2011 23:12
En ocasiones me han enviado spam de hijos de la cfe extraviados pidiendote tu ayuda. Podría ser el caso, o podría ser el de algún ciberocioso.

Respuesta  Mensaje 11 de 15 en el tema 
De: hangar3402 Enviado: 08/11/2011 04:24

STRONCIUS:

Vaya, entonces para nix-hipnos la psicología y la psiquiatria son pseudociencia. Si no fuera por la psicología y la psiquiatría ahorita estaría muerto.
 
HANGAR:
 
EN REALIDAD EL PUNTO NO ES ENTENDER SI --OJO-- EL PSICOANALISIS ES UNA CIENCIA
O NO, NIX UBICA EN UN BUEN CONTEXTO LA SITUACION CONFUSA DE QUIENES
UTILIZAN EL PSICOANALISIS Y ESTO LO VEREMOS EN UN POSTERIOR COMENTARIO QUE VOY A HACER.
 
STRONCIUS:
 
Lo curioso es que Hangar le hace un diagnostico psicologico a bruno después de todos los artículos pegados.
 
HANGAR:
 
EN REALIDAD DEVUELVO UNA RESPUESTA EN EL MISMO CONTEXTO, YO ESTUDIE TAN SOLO
UN DIPLOMADO EN PSICOLOGIA ORGANIZACIONAL, CREO NO IMPORTA MUCHO
SI ES UNA CIENCIA O NO, SI NO SUS APLICACIONES, GIORDANO LA USA PARA MOLESTAR,
Y YO PARA MOLESTARLO, NI UNO NI OTRO UTILIZAMOS  EL PSICOANALISIS, ESTE TIENE
UN METODO EN EL QUE INTERACTUAN LAS DOS PERSONAS EN FORMA DISTINTA,
LO QUE HACEMOS ES UN ANALISIS SUPERFICIAL DE CONDUCTA, CON UNA QUE OTRA EXAGERACION, Y ADEREZADA CON MENTIRILLAS.
 
STRONCUIS:
 
Lo extraño es que de hablar de psicología y psiquiatria se pasa a hablar de bruno (que no es ni una cosa ni otra).
 
HANGAR:
 
MAS BIEN ES AL REVES, SE HABLA DEL PSICONALISIS, EN FUNCION DE BRUNO.
 
 STRONCIUS:
 
Lo ironico es que muchas enfermedades de niño me las trate con homeopatia y no por eso quede peor. Fue una alternativa ante tanta pastilla que me recetaban los médicos para gripitas y tos.
 
HANGAR:
 
PROBABLEMENTE SE HUBIERA SOLUCIONADO CON UN CULTIVO DE LOS MICROBIOS
QUE TE ATACABAN, Y HACIENDO UNA VACUNA, LO BUENO ESQUE LOS CHOCHITOS
A VECES SON DE SABORES, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE CUREN O NO.
 

Respuesta  Mensaje 12 de 15 en el tema 
De: nix-hipnos Enviado: 09/11/2011 04:28
El psicoanalisis es una moda cultural de los intelectuales snobs del siglo XX 
Actualmente la piscologia como ciencia no ubica sus estudios en el psicoanalisis, de hecho en los festejos dedicados en este año a Freud la unica que se unió a ellos fue la FFy L de la UNAM y se deslindaron de ellos la Facultad Medicina y Psicologia

Respuesta  Mensaje 13 de 15 en el tema 
De: stroncius Enviado: 09/11/2011 23:06
Tal vez la psicología solo sirva para enseñar a estudiar a niños con deficit de atención o hiperactividad (por algo algunos estudian psicología educativa).

Respuesta  Mensaje 14 de 15 en el tema 
De: nix-hipnos Enviado: 10/11/2011 05:39
Stroncius lo bueno es que no es 28 de diciembre

Respuesta  Mensaje 15 de 15 en el tema 
De: nix-hipnos Enviado: 10/11/2011 05:50
Si lo de hoy es la psicologia conductual y  las pastillitas y con eso te ahorras horas de terapia. 
Yo si opino que lo mejor es el conductismo (Bandura y Skinner) que Jung y Freud. Fromm es hasta criticado por los historiadores como Peter  Durke que dicen que se emocionaban con cualquier cebo lleno de sangre de mestruacion que olian. 

Respuesta  Mensaje 16 de 15 en el tema 
De: ஐDanielaஐ Enviado: 11/11/2011 17:18
Ando con escaso tiempo, leí muy rápido pero creo yo que suficiente el blog DCUM y me vuelve a brincar un comentario de GBN:
 
De no haber aparecido esto en boca de Luigi, jamás lo hubiera mencionado ¿Ok?

Tss, a ver, no tengo memoria eidética, pero me precio de tener buena (a secas) retentiva.
 
El asunto de las "muescas" que mencionas GBN está totalmente comprometido en tu caso ¡que porque digo esto?apelando que tengas también suficiente memoria acerca de tí mismo, no solo de los personajes históricos o autores de libros:
Lo de las "muescas" que das a entender que a la Daniela le comentaste, filtraste, esa info(lo de una hija) que Luigi después retomó en su escrito, supongo que te sigue "brincando" de donde Luigi pudo hacerse de ese dato.
 
Bien, elucubrando, porque YO no soy Luigi, pero intentando hacer un bosquejo de lo que pudo haber pasado, he llegado a la siguiente conclusión:
NO RECUERDAS que TÚ mismo GBN comentaste en un foro de la extinta comuna de MSN acerca de una hija.. seguro en este mismo instante estás negando eso pero sigue leyendo y si acaso tienes de verdad retentiva suficiente acerca de tí mismo y de tu vida (no de los demás solamente) estará llegando a tu mente un hilo donde comentaste que TÚ le compraste a TU HIJA un gadget (eso si, no recuerdo yo si era para mp3 o que diablos era) en el centro del DF en la plaza de la computación (si no mal recuerdo) y que cuando salieron esos aparatos eran caros, que le acompletaste 200 pesos o algo así a una señora desconocida para que le comprara uno a su retoño  PORQUE A TÍ NUNCA TE HA IMPORTADO EL DINERO y que no podías entender como era posible que los chicos refiriéndose a tus alumnos "compartieran" un mismo aparato, uno escuchando el auricular derecho y el otro el izquierdo, que eso distorsionaba por completo el sonido , bajos graves etc etc..
 
Desgraciadamente las comunidades de MSN ya desaparecieron y no hay forma de probar públicamente ese hecho, ese post, y tus palabras, que fueron en el foro de forma abierta, pública.De todos los foristas que yo conozco, acaso se acuerde de ello Cones, y por supuesto, Nómada, no creo que a ella se le haya olvidado ese detalle, porque ella mencionaba a sus hijas en sus post, por lo general, los que tenemos hijos recordamos los de los demás, sobre todo, nosotras las mujeres.
 
Bien, quién te dice GBN que Luigi no recuerde ese pasaje? yo he constatado que Luigi tiene muy buena memoria, incluso en este foro,La Suite, le hice alguna mención a eso, cuando me escribió que hace alrededor de DOS AÑOS yo le dije que le iba a enseñar fotos mías...Me escribió palabras más, palabras menos: -¿ Eres la misma Danielita que me dijo que iba a mandar fotos hace como dos años? - si me sorprendió la verdad, porque veo que tiene muy buena retentiva, yo no recordaba o tenía en mente esos datos, mucho menos la fecha, pero él si.
 
Ahora, el manejo de Luigi de datos de ese tipo, teniendo taaantos y tantos foros y no se equivoca acerca de las personas, de los nicks y cosas así, no te indica nada GBN?
Recordó que cuando iniciaste en los foros de MSN tenías una comuna donde escribías tú solo, algo relacionado a tu especialidad, a mí se me escapa el nombre, pero a el no.
 
Haz memoria GBN, Luigi escribió acerca de tus inicios, antes de que empezaras a escribir en ATEOS, NO FUÍ YO, sino Luigi.Así que para mí queda claro que Luigi sabe más de tí que yo, porque además que es inteligente, tiene buena memoria y te conoce de más años
 
En realidad, a mí la vida personal de las personas me viene valiendo goma,respeto,pero no pongo demasiada atención en ello, aunque sí se me queda grabado lo que leo en los foros, de forma pública, porque es lo que uso cuando llego a debatir.Pero ojalá que a tu mente llegue que esto que te estoy diciendo de verdad lo posteaste, sé que debes de contar con excelente retentiva, porque de otra forma no harías referencia a tantos autores, tanto conocimiento en tí no sería posible, ahora, solo espero que lo seas acerca de tí mismo, que la misma memoria la tengas hacia tus actos.
 
Y de nuevo repito, solo estoy elucubrando, porque el único que sabe la verdad acerca de como sabe o supo Luigi lo que escribió, es el mismo, pero dado su silencio, no le importa aclararlo.
Solo estoy usando la lógica para intentar dar respuesta  coherente a lo que pudo haber pasado.
Por eso digo que tus dichosas "muescas" apestan, porque esa info la diste públicamente GBN, lo que pasa es que lo olvidaste y me acusaste una vez más, equivocadamente.


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