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 En cierta ocasión estando al lado de Jesús, 
        me dijo: Hermano, debes escribir esto para quien lo necesite. Y tomé 
        dictado de esto que hoy te brindo...
 “Hola hermano, ¿Me recuerdas? Soy yo, Jesucristo, aquel hijo 
        de Dios que dio su vida por tu alma, pero más que eso, soy tu hermano, 
        el que te brinda la luz del mundo, y te guía cuando te sientes 
        en penumbra...”
 “Sabes, desde donde me encuentro, te miro constantemente, siempre 
        estás bajo mi velo y jamás te aparto de mi, aún cuando 
        te empeñas en salir de mi rebaño, con todo mi infinito amor 
        te recojo y te vuelvo a mi padre...” “Hoy te he visto un tanto preocupado, sabes, conozco tu corazón, 
        he visto en ti lo que te acongoja y que te tiene así, y hoy que 
        estás en este estado de tranquilidad aparente, quisiera decirte 
        algo, yo con mi infinito amor, y con la ternura que me deja el padre darte 
        como mi amado hermano, te digo lo que he visto en ti y que quizás 
        te tenga así...” “He visto que te esfuerzas tanto por estar en mi gracia, que te 
        has dejado cegar en varias ocasiones y entre tanto te desvías del 
        camino que te he marcado...” “Si, no me mires con esa cara de extrañeza, se que te parece 
        has cumplido con todo lo que te he encomendado durante tu camino, pero 
        recuerda que los excesos son malos para los seres humanos, pues su imperfección 
        los lleva a desviarse con facilidad... recuerda... yo te dije ‘si 
        alguien te pide andar un kilómetro, anda con él dos’ 
        pero no por ello harás por ir con él hasta su destino, porque 
        aquel que no deja seguir el camino de su prójimo, le hace mas daño 
        por hacerlo dependiente, y mas vulnerable a las tentaciones del diablo.” “Yo te dije ‘quién si su hijo le pide pan, le da una 
        piedra’ Mas si no le darás una piedra, tampoco lo deleites 
        con un banquete pues tu eres su hermano, y como tal está en ti 
        protegerlo, no mimarlo, si tu le das todo, que será de él 
        cuando tengas que alejarte, lo harás inútil y no sabrá 
        él mismo como servir a su prójimo.” “Yo te dije ‘aquel que crea en mi, déjelo todo y sígame’, 
        pero no por eso se lo darás al primero que te salga al camino, 
        recuerda yo te pongo en el camino a la gente que te necesita, pero Satanás 
        que tiene libre potestad sobre lo terrenal, también te pone trampas, 
        si tu le das todo a uno solo, no crees que lo haces peor, pues no se lo 
        habrá sabido ganar, ayúdalo, bríndale lo que necesita 
        mas no en derroche, pues si se sabe ayudar, yo mismo le daré los 
        dones que se gane siete veces más.” “Yo te dije, ‘el sano no requiere médico, sino el 
        enfermo’ pero ningún médico va en busca del enfermo, 
        el enfermo es quien en su libertad decide ir al médico, no busques 
        tu a quien debes ayudar, ni te aferres a quienes no quieren cambiar, yo 
        se bien quienes son los indicados para que solo tu los puedas ayudar, 
        deja que yo te los envíe, no los busques.” “¿Recuerdas como viví yo? Siempre valoré al 
        ser humano, a mis hermanos, pero ante todo me supe valorar a mi, y no 
        fue por vanidad que me puse ante el mundo como hijo de Dios, sino porque 
        para poder darle valor a un prójimo, debo primero darme valor yo 
        mismo” “¿Cómo es posible? Imagina, tu eres un constructor 
        salido de universidad, el día que tu hagas una casa, ¿De 
        quien te sentirás mas halagado al darte un cumplido, de un albañil 
        o de un constructor reconocido? Pues así es también para 
        tu prójimo, ¿Cómo crees que valore él su vida 
        más? ¿Diciéndoselo un hermano que se valora a si 
        mismo, o que se pierde disminuyéndose a si mismo?”  “No mal interpretes mis palabras ‘los últimos serán 
        los primeros’ Los últimos en entender, son los primeros en 
        lamentarse, pero también los últimos en rendirse son los 
        primeros en ver el fruto de sus logros, no te rindas, no claudiques pero 
        no quieras comerte al mundo en 6 días... ¿Comprendes?” “Importante sobre todo, en ese enunciado... ‘los últimos 
        en los que piensas normalmente son los primeros en quienes debes de pensar’... 
        Dime en tu afán por ayudar, ¿Quiénes son los últimos 
        en quienes piensas ayudar? Así es, tu familia, te afanas tanto 
        en salvar al mundo que olvidas que tu mundo comenzó por tu familia.” “No olvides el mayor ejemplo que te di, dediqué 30 años 
        de mi vida a la familia, y solo 3 años a salvar al mundo, no es 
        casualidad; todo lo que viví fue enseñanza, esta en ti aprender, 
        no quieras ver, si no mas bien dedícate a observar... esa es la 
        respuesta.” “Hermano mío, mi corazón está contigo y estaré 
        todos los días de tu vida a tu lado, no creas que me olvido de 
        ti, y se que lo que haces, lo haces pensando siempre que es en mi nombre... 
        pero recuerda que la primordial enseñanza que te pude dejar fue:” “Yo estoy contigo, mi corazón, mi conciencia, mi espíritu 
        está en ti, busca la respuesta en tu corazón, ábrete 
        a las soluciones que te dejo en el mundo, mi voz está en el aire, 
        mis ejemplos en la naturaleza, mi consuelo en la brisa y en las nubes 
        que te brindan cobijo del sol que te quema, no estás solo, yo te 
        hablo cada día de tu vida, esta solo en ti querer escucharme...” 
       
   
   
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