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 FUMANDO ESPEROEste tango, el más famoso de los compuestos en España, se estrenó en la revista La nueva España, presentada en 1923. Algunos sostienen que la letra de este tango español fue co-escrita por Viladomat junto a Félix Garzo. Javier Barreiro nos dice que: "....el cigarrillo que tan plácidamente saborea su protagonista es, evidentemente, de cocaína: aunque si prestamos atención a la letra pareciera ser cannabis: ‘humo embriagador...me suelo adormecer...mi egipcio es especial´. Así, el texto alcanza pleno sentido.
 Fue la toledana Tania, que lo había incluido en su magro repertorio inicial de tangos, quien lo introdujo en Buenos aires con el conjunto The Mexicans. A la luz del candil, Sentencia y Fumando espero, fueron los tangos con los que Tania comenzó a abandonar culpes y tonadillas., para afirmarse en su definitivo destino de cancionista porteña a partir de 1926.
 Es imaginable lo bien que la sofisticación y la audacia de Fumando espero le sentaría a la dama, cuando cantaba cubierta de alhajas y deslumbrantemente vestida en el cabaret Follies, que en aquellos años la tuvo como estrella. Este tango tiene el mérito de permitir, casi imponer, una excepcional teatralidad.
 Fue grabado por grandes cantores y orquestas, cayendo luego en un largo olvido.
 La historia de su resurrección, es quizá, más curiosa que la de su nacimiento. En 1955 los cantores de la orquesta de Héctor Varela, Rodolfo Lesica y Argentino Ledesma, elegían tangos para incorporar a su repertorio. Descartado por Lesica que en primer momento lo había considerado entre las posibilidades, Fumando espero quedó para Ledesma, quien lo grabó con Varela el 1º de junio d ese año, sin que el disco tuviera especial aceptación
 A principio de 1956 Ledesma dejo a Varela y se incorporo a la orquesta de Carlos Di Sarli. En los bailes de carnaval de ese mismo año, en el Club San Lorenzo de Almagro Ledesma canta Fumando espero, que se convierte de inmediato en un enorme éxito.
 La actriz y cupletista Sara Montiel, lo canto en 1957 en uno de sus mayores éxitos cinematográficos, El último cuplé.
 
 Tango 1922 Letra: Juan Viladomat Masanas Música: Félix Garzo Fumar es un placergenial, sensual.
 Fumando espero
 al hombre a quien yo quiero,
 tras los cristales
 de alegres ventanales.
 Mientras fumo,
 mi vida no consumo
 porque flotando el humo
 me suelo adormecer...
 Tendida en la chaisse longue
 soñar y amar...
 Ver a mi amante
 solícito y galante,
 sentir sus labios
 besar con besos sabios,
 y el devaneo
 sentir con más deseos
 cuando sus ojos veo,
 sedientos de pasión.
 Por eso estando mi bien
 es mi fumar un edén.
 
 Dame el humo de tu boca.
 Anda, que así me vuelvo loca.
 Corre que quiero enloquecer
 de placer,
 sintiendo ese calor
 del humo embriagador
 que acaba por prender
 la llama ardiente del amor.
 
 Mi egipcio es especial,
 qué olor, señor.
 Tras la batalla
 en que el amor estalla,
 un cigarrillo
 es siempre un descansillo
 y aunque parece
 que el cuerpo languidece,
 tras el cigarro crece
 su fuerza, su vigor.
 La hora de inquietud
 con él, no es cruel,
 sus espirales son sueños celestiales,
 y forman nubes
 que así a la gloria suben
 y envuelta en ella,
 su chispa es una estrella
 que luce, clara y bella
 con rápido fulgor.
 Por eso estando mi bien
 es mi fumar un edén.
 
 
 
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