Hoy te canto mi himno gigante y extraño

que anuncia en mi alma el adiós de la aurora

aquélla flor que el vendaval arrebató de tu árbol

está emergiendo del manantial de mi alma.

¡Oh! cadencia que en mi corazón se dilata

si tan sólo pudiera recuperar de tus hojas el rocío

o aquel mezquino idioma sin palabras apropiadas

lleno de: miradas, besos, suspiros y risas.

¡Oh! saeta que te has clavado en mi corazón

si teniéndote en mis brazos pudiera cantártelo ha solas

pero no tengo tu son por lo que en vano es luchar.

Hoy duermes en el rincón oscuro y escondido

yo en mi cama sin distinguir el día de la noche

¿si tan sólo pudiera alcanzar a ver nuestro futuro?