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EMOTIVIDAD SELECTIVA
Las cosas buenas que la gente dice de nuestro trabajo se dan
por supuestas, o se recuerdan y se aprecian posteriormente.
En cambio, los juicios hirientes, severos o despreciativos
calan hasta los huesos, y siguen escociendo mucho después
de que el placer del elogio se ha asimilado y guardado en la memoria
El problema estriba en que la crítica y el escarnio endurecen
la sensibilidad; la vuelven impenetrable a lo que debería acoger.
El secreto esta en cultivar una facultad de autocrítica
que nos permita distinguir entre aquello que debemos
tomar en cuenta y aquello que debemos desechar.
- Ane Reynolds -
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