"Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas".
Apocalipsis 21:5

Mucha gente asiste a nuestras reuniones compartiendo sus problemas, o en caso de urgencia, llama por teléfono o escribe para pedir que oremos por ellos. Los motivos son muchos y muy variados. Pero en algunas ocasiones los problemas son tan tremendos que sólo Dios puede tener una idea o manera de solucionarlos.

¡Que triste es ver una vida desmoronarse, ya sea por desengaños, traiciones, por problemas de salud, o de familia!. A veces, el cambio de ciudad o de trabajo hace que las personas pierdan contacto con lo conocido desorientándose. Muchos se asustan y creen que no podrán resolver los inconvenientes que se les presentan.

El mejor remedio en estas situaciones es recurrir a la oración, la cual produce seguridad y paz mental.

Si usted se encuentra en una situación donde "debe comenzar de nuevo" tenga la certeza de que el Señor está a su lado. Su luz divina iluminará el camino. Si cree que Jesús está con usted resulta más fácil decir: "Yo puedo", "yo lo haré". Con la ayuda divina tendremos claridad de pensamientos y podremos hacer la elección correcta para volver a empezar. De gracias a Dios, porque usted no está solo, ¡Él está a su lado!

Graciela

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