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 No me resulta fácil quererte, créeme,

el amor no es tán sencillo como imaginabamos,

ni nosotros somos tán simples como éntonces.

¿Te acuerdas creíamos en casi todo como dos chicos,

creíamos que era suficiente quererse,

que nuestro amor era inviolable como una caja fuerte,

el remedio para todo los males,

la varita mágica de un mago, el escondite perfecto,

la tierra prometida, un pais neutral.

Y no es asi lo sabes, ahora lo sabes,

no es asi, nuestro amor es una ciudad abierta

bombardeado por todos los dolores del mundo,

atacado por todos los ejercitos de la angustia,

invadido por todos los aliados de la injusticia,

saboteado por todos los mercenarios de la perversidad,

a veces hasta por nosotros mismos.

Créeme, no me resulta fácil quererte

en medio de éste campo de batalla

asediado por tantos enemigos del sentimiento.

A tí támpoco te debe resultar fácil quererme, lo sé,

y no te lo digo para quedar bien

los mejores años de tu vida cocinando esperanza,

cociendo un poco de alegría, barriendo tristezas,

endulzandome la vida cada mañana en una taza de café.

Toda tu libertad, que apenas llega hasta la plaza,

por supuesto de la mano de los niños,

no, no te debe resultar fácil quererme

pero aqui estamos, todavía juntos, a pesar de todo,

no tán simples como éntonces, ni tán optimistas

con éste amor que nunca fué tán sencillo como imaginabamos

y los niños, que son exactamente como los soñamos,

no, no resulta fácil quererse, lo sabemos,

ahora lo sabemos, pero ¿qué importa, verdad?, ¿qué importa?

No resulta fácil quererse lo sabemos,

ahora lo sabemos, pero ¿qué importa verdad? ¿qué importa?

amor mío, ¿qué importa?