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    Domingo 21 de octubre: "Día de la Madre"    
   El Día de la Madre en Argentina se celebra todos los años el tercer Domingo de Octubre. La costumbre consiste en compartir una comida en familia y ofrecer un regalo a las mamás.
 En el Día de la Madre, hazle un homenaje especial a esa mujer querida, escríbele mensajes diciéndole que la quieres, hazle un poema, mándale sus flores favoritas, una caja de bombones, un desayuno o un día en el SPA.
 
 La madre es donde primero acudimos los hijos cuando tenemos problemas, quien sin preguntarnos sabe lo qué nos pasa y, siempre podemos contar con ella. Por más errores que cometamos en nuestras vidas, siempre estará ahí para recibirnos de nuevo. Porque como se suele decir “madre no hay más que una”.
 
 Por eso, se merecen más que una flor, un perfume o un regalo. Se merecen que cada día les demostremos cuanto las queremos y que les digamos lo importantes que son para nosotros. Todos los días son el día de la Madre.
   
   Madrecita mía Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo deja revolverlo sobre tu regazo.. Juega tú a ser hoja y yo a ser rocío, y en tus brazos locos tenme suspendido.. Madrecita mía, todito mi mundo, déjame decirte los cariños sumos...   Gabriela Mistral   
     LA MADRE Tus primeras caricias, madre mía,que desde niño, alegre me
 ofreciste
 en el cofre de amor guardo a porfía
 aquel ramo de besos que me diste.
 Adoro en mi soberbia lejaníaesos dulces consejos que trajiste.
 Adoro la altivez y la osadía
 de todos los regaños que me hiciste.
 Adoro en ti la virginal pureza,
 la dulce suavidad de los jazmines
 y la sola esperanza de mi grito.
 Eres la encarnación de la belleza,el perfume de todos los jardines
 y la canción de Dios al infinito.
   Por …… Jaime Tobón Villegas             LAS MADRES NUNCA MUEREN   ¡Oh, cuán lejos están aquellos díasen que cantando alegre y placentera,
 jugando con mi negra cabellera,
 en tu blando regazo me dormías!
 ¡Con qué grato embeleso recogíasla balbuciente frase pasajera
 que, por ser de mis labios la primera
 con maternal orgullo repetías!
 Hoy, que de la vejez en el quebranto,mi barba se desata en blanco armiño,
 y contemplo la vida sin encanto,
 al recordar tu celestial cariño,
 de mis cansados ojos brota el llanto,
 porque, pensando en ti, me siento niño.
 Un golpe di con temblorosa manosobre su tumba venerada y triste;
 y nadie respondió... Llamé en vano
 porque ¡la madre de mi amor no existe!
 Volví a llamar, y del imperio fríose alzó una voz que dijo: ¡Sí existe!
 Las madres, nunca mueren ... Hijo mío
 desde la tumba te vigilo triste...
 ¡Las madres, nunca mueren!Si dejan la envoltura terrenal,
 suben a Dios, en espiral de nubes...
 ¡La madre, es inmortal!
         
 
     
 
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