Pàgina principal  |  Contacte  

Correu electrònic:

Contrasenya:

Inscriviu-vos ara!

Heu oblidat la vostra contrasenya?

MIO, TUYO Y NUESTRO
 
Novetats
  Afegeix-te ara
  Plafó de missatges 
  Galeria d’imatges 
 Arxius i documents 
 Enquestes i Tests 
  Llistat de Participants
 Todos los paneles 
 BIENVENIDOS A MIO, TUYO Y NUESTRO 
 LEER ANTES DE ENTRAR 
 General 
 NUESTRO BANNER 
 EL CHAT 
 Comunidades amigas 
 Háblanos de ti 
 Nuestras fotos 
 Tutos para grupos 
 Tutos Administradores 
 Tutoriales varios 
 Música 
 Tutoriales Power Point 
 Tutos Psp de Aveplateada 
 Tutos de Rita Patri 
 Tutos de Layla 
 Navidad 
 Materiales 
 Fondos para usar 
 BUZONES 
 Dudas del Corel 
 Exclusivo para la comunidad 
 FIRMAS 
 Efectos de fotos y autofirmas 
 Rincón de Aveplateada 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 
 
  Eines
 
General: ALGUIEN ME LEE?
Triar un altre plafó de missatges
Tema anterior  Tema següent
Resposta  Missatge 1 de 2 del tema 
De: SERENO  (Missatge original) Enviat: 13/02/2010 00:52
 
GRACIAS, POR FAVOR EMPIEZA POR EL QUIJOTE, TE ESCUCHO


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Següent   Darrer  
Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: Ecalatrava Enviat: 13/02/2010 11:50
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo
de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín
flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca
que carnero, salpicón las más noches, duelos y
quebrantos los sábados, lantejas los viernes,
algún palomino de añadidura los domingos, consumían
las tres partes de su hacienda. El resto della
concluían sayo de velarte, calzas de velludo
para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo,
y los días de entresemana se honraba con su vellorí
de lo más fino. Tenía en su casa una ama que
pasaba de los cuarenta y una sobrina que no llegaba
a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así
ensillaba el rocín como tomaba la podadera.
Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta
años. Era de complexión recia, seco de carnes,
enjuto de rostro , gran madrugador y amigo de la
caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de «Quijada»,
o «Quesada», que en esto hay alguna diferencia en los
autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas
verisímiles se deja entender que se llamaba «Quijana»
. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en
la narración dél no se salga un punto de la verdad.
de la red
 


 
©2025 - Gabitos - Tots els drets reservats