Cuando una rosa marchita,
sus pétalos rojos se visten de luto,
su tallo verde yace casi muerto.
Sus hojas han dejado de moverse
al compás de un suave viento,
mas latente sigue su aroma,
Como quien se Rehúsa a morir,
Como quien le huye a la muerte.
Cuando una rosa marchita,
no deja de ser rosa,
su esencia la lleva dentro,
tejida minuciosamente
en las entrañas de su piel,
adherido a ella ...
En lo mas profundo de su ser.
Cuando una rosa marchita,
Aún con su vestido luctuoso,
Bella ¡luce! ... ¡hermosa!...!radiante!,
Cual bella rosa roja,
en el jardín de mis amores,
en el jardín de mis esperanzas,
en el jardín de mis ilusiones.
Cuando una rosa marchita ...
no deja de ser rosa.
D/A